El mundo está loco, loco, loco en ‘Loquilandia’

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Esta película la vi cuando era muy pequeño y fue todo un flash, uno de esos títulos que no sabes bien por qué, pero que se te mete dentro y forma parte del lado agradable del disco duro de la memoria. Así que el otro día cuando descubrí en el kiosco de la plaza Militar en Santa Cruz de Tenerife, ese donde tienen cantidad de dvd colgados como si se tratara de un árbol de Navidad cinematográfico, el filme que a continuación voy a reseñarles, no lo dudé ni en un instante, y rascándome el bolsillo en unos tiempos donde no estoy para racarme el bolsillo, me hice con la película.

Y la experiencia valió la pena. Vaya si valió la pena.

El filme se titula Loquilandia (Hellzapoppin, 1941) y lo dirige H. C. Potter. Está protagonizado por una pareja de actores cómicos de aquellos años, los hoy olvidados Ole Olsen y Chic Johnson y basta decir que es como una comedia de los hermanos Marx pero sólo que más bestia. Es decir, absurda total, sin pies ni cabeza y con irreverentes juegos metalingüísticos que, aún en esto tiempos donde pensamos que lo sabemos todo, continúan descolocando. 

La película no es una obra maestra, vale, pero va más allá del universo enloquecido de los Marx en las que fueron sus mejores cintas como son Una noche en la Ópera y Sopa de ganso. Así que mientras que en los filmes de los Marx el absurdo se provoca cuando aparecen ellos en escena (numeritos musicales incluidos), en esta cinta desquiciada, el absurdo forma parte de toda la película. Una película loca donde los personajes serios también caen en la trampa del absurdo para sorpresa del espectador. Uno le perdona por eso incluso los numeritos musicales que riegan el metraje de esta película sin pies ni cabeza, repleta de dialogos para besugos y de situaciones delirantes. La pareja protagonista no se corta, y habla a los espectadores mirando a cámara. Las situaciones de disparatan hasta tres niveles de lectura: vamos, que está la película en sí, está el proyeccionista que exhibe la película en sí y una cursi historia de amor metida con calzador porque así lo exige el guión, le grita el director a la pareja de actores que, insisto, no provocan el caos por donde pasan porque precisamente es el caos el motivo de este delicioso y adelantadísimo largometraje.

La película está escrita por Nat Perrin, el mismo ¿guionista? de Sopa de ganso, y uno se pregunta cómo se podían hacer esas cosas en aquellos tiempos. Y lo digo porque una película como ésta hoy sería completamente imposible de realizar. Ya se encargarían unos de desecharla porque no hay quien la entienda. Cuando, idiotas, no hay nada que entender sino entregarse al delicioso absurdo de sus situaciones. El filme comienza con el rodaje de Loquilandia con un fantástico número musical en el infierno poblado de demonios de carnaval que todavía me hace reír cuando lo recuerdo; luego continúa con uno de esos diálogos donde abajo es arriba y arriba es abajo entre el director y los cómicos, también del guionista. Aparece una señora gorda gritando por todos lados ¿dónde está Óscar? y un señor con una maceta más perdido que una pera en un cesto de manzanas. La cosa continúa con el director explicando a los actores cómo será la película mostrándosela en una pared del estudio y se corta porque le llama la atención a un espectador de la sala para que vuelva a su casa, que su mamá lo reclama… Contado así no tiene ni puñetera gracia, pero visto les aseguro que se partirán de la risa.

Yo al menos me partí de la risa.

Así que gracias Loquilandia. Gracias por recuperarme un pedazo de mi niñez a la luz parpadeante del televisor en blanco y negro y también por alegrarme la noche de ayer. No saben ustedes la necesidad que tenía de partirme el estómago a base de carcajadas.

Y ¡¡¡NO AL CIERRE DEL CINE VÍCTOR!!! 

8 Responses to “El mundo está loco, loco, loco en ‘Loquilandia’”

  1. jorge Says:

    ¡¡Gran noticia!!! He intentado conseguirla desde hace varios años.
    Era una de las películas favoritas de la generación (irrepetible) que nos precedió.
    A ver si se animan con la otra que se estrenó en España: “Casa de locos”.

    NO, NO, NO Y NO AL CIERRE DEL CINE VÍCTOR

  2. editorescobillon Says:

    El guionista de esta película, Nat Perrin, también fue el guionista de Tienda de locos de los Marx. Un saludo. Y NO AL CIERRE DEL CINE VÍCTOR.

  3. Un espectador Says:

    Es una gozada de película. Ya no se hacen cosas así.

  4. Una lectora Says:

    Por si les sirve de información, Nat Perrin fue el guionista también de La familia Addams, una de las mejores series de televisión de todos los tiempos.

  5. Morticia Says:

    Hay les dejo lo que los protagonistas cantaban al comienzo de la serie:

    La nieta, el tío y la abuela,
    el padre de alta cuna,
    la bella madre de una
    familia muy normal.
    Si van a visitarla
    no esperen una fiesta
    así verán a esta
    familia tan normal.
    ¡Qué hermosura!
    ¡Qué dulzura!
    ¡Qué locura!
    Si quieren divertirse
    que al cabo no les cuesta
    aquí es la casa de esta
    familia muy normal.

  6. Misterelegante Says:

    Gracias por la canción, jopa, de pequeño me la sabía de memoria.

  7. Filmoteca de Sant Joan d'Alacant Says:

    Introducción de HELLZAPOPIN para la Filmoteca de Sant Joan d´Alacant: https://www.youtube.com/watch?v=dEcyIUQFA2U

  8. admin Says:

    Gracias

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