¿Por qué haces el idiota, ‘Bambi’?

INTRO.

Un camarada de los que se parten del pecho me hizo entrega de este informe psiquiátrico. Yo tampoco le doy credibilidad al puñado de papeles del que me hizo entrega.

EL SUJETO.

El paciente creció viendo películas de dibujos animados donde los protagonistas se partían la cara y les salían los ojos de las órbitas y escupían olas de espuma cuando contemplaban a una cosita linda.

Esto nos hace pensar que el enfermo, fogueado en las artes del acoso y derribo y del derribo y acoso que les enseñaron aquellas fantasías animadas de ayer y hoy, sea inmune al tratamiento Walt Disney.

Hemos averiguado, sin embargo, que el sujeto se pone muy nervioso cuando le hablan de Bambi.

Al parecer vio la película con ocho años de edad y algo se quebró dentro de él.

No deja de repetir: ¡Déjame en paz, Bambi!

Así que recomendamos que se le aplique sobredosis de Bambi.

EL PACIENTE. CASI 70 AÑOS DESPUÉS

PACIENTE (escupiendo babas): ¿No lo entiende, doctor? ¡Solo imaginar que podré ver Bambi otra vez…!

DOCTOR: ¿Qué?

PACIENTE (llevándose las manos al cuello): ¡Póngame la camisa de fuerza y que me sometan a nuevas sesiones de electroshock!

DOCTOR. ¿Y una lobotomía?

PACIENTE (haciendo cuenta con los dedos): ¿Otra más, doctor?

DOCTOR (tosiendo): Me hablaba de Bambi. Continúe usted con lo de Bambi…

PACIENTE: Lo vi en un cine, doctor, del que guardo gratísimos recuerdos. Se llamaba  el Cinema Victoria y se encontraba justo debajo del Teatro Baudet, en la por aquel entonces avenida del general Molo hoy bautizada de las Islas Canallas.

DOCTOR (sacando la libreta de notas de uno de los bolsillos de su bata blanca): Siga, siga usted…

PACIENTE: En ese cine proyectaban de todo. Y durante un tiempo incluso se atrevieron a programar semana sí, semana no, extraños ciclos entre los que recuerdo uno dedicado al terror español.

DOCTOR (frunciendo el ceño): ¿Y vio usted esas películas?

PACIENTE: ¿Las de terror español? No. Era menor de edad, así que me limitaba a imaginarlas viendo sus carteles…

DOCTOR (decepcionado): Ya, ya…

PACIENTE: Pero como todo en esta vida el Cinema Victoria cerró. Ahora es un garaje. Es como si convirtieran una catedral en cancha de baloncesto. ¿Lo entiende, doctor?

DOCTOR: Haga el favor de continuar…

PACIENTE: Yo…. A veces cuando paso delante de lo que fue el Cinema Victoria quiero entrar en lo fueron sus tripas.

DOCTOR (levantando la ceja izquierda): ¿Sus tripas?

PACIENTE (algo molesto): Me refiero a estar dentro del garaje, doctor. No sé, igual tengo la esperanza de regresar a un pedazo despiezado y despiadado de mi infancia.

DOCTOR (pensativo): Mmmm, muy interesante pero volvamos con Bambi.

PACIENTE (tajante): No he vuelto a verla.

DOCTOR (se rasca la oreja derecha con el bolígrafo): ¿Por qué?

PACIENTE: Me da miedo.

DOCTOR (insistiendo): ¿Por qué?

PACIENTE: ¿Por qué? Porque me da muy mal rollo que maten a su santa madre.

DOCTOR (sorprendido): ¿A mi madre?

PACIENTE: A la de Bambi.

DOCTOR (subraya en rojo tres veces Bambi en su libreta): Ahhhh.

PACIENTE (nervioso): Luego conoce a sus amigos.

DOCTOR: ¿Qué amigos?

PACIENTE: En Bambi. Los amigos de Bambi, doctor. Primero el odioso Tambor.

DOCTOR: ¿Tambor?

PACIENTE (muy nervioso): Tambor. Odio a Tambor….

DOCTOR (falsamente preocupado): Relájese.

PACIENTE (más y más nervioso): Odio a Tambor.

DOCTOR (tranquilizador): Tómese una tila.

PACIENTE (echando espuma): Odio a Bambi. Odio a Tambor. Odio a…

DOCTOR (alarmado): Enfermera, haga argo.

ENFERMERA (canturrea mientras coge maternalmente la cabeza del enfermo): En un mundo mágico y de coloreeees…

Saludos, shhhhh, desde este lado del ordenador.

2 Responses to “¿Por qué haces el idiota, ‘Bambi’?”

  1. Sitedicenqueleí Says:

    Bambi no es idiota…¿no estará usted confundido y el paciente a que hace referencia, dado el carácter cinéfilo de este blog, sea El paciente inglés? Sí, creo que sí…todos debemos ser muy pacientes y dolientes, silentes, complacientes y en mi caso…hasta disidente. Atentamente

  2. admin Says:

    Interesante reflexión… Aunque el paciente del post se haya vuelto un impaciente.

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