‘La luz de Mafasca’ o el arte de marear la perdiz

Alguien me pasa en dvd el largometraje La luz de Mafasca (2012) película dirigida por Zacarías de la Rosa, mito o realidad de un cineasta que construye, es un decir, un pretensioso y confuso filme donde, curiosamente, si algo destaca es su luz.

Y no la luz de Mafasca, precisamente, sino la de una excelente fotografía que capta con una belleza yo diría casi voluptuosa la hermosa y arrebatadora geografía de Fuerteventura. Isla en la que se aparece este inquietante fenómeno e isla en la que se desarrolla la acción, es un decir, de este largometraje que no da una a derechas ni a izquierdas.

Una lástima, porque la presunta luz de Mafasca era reclamo suficiente para los aficionados a lo paranormal y también de los que gustan de películas de y en clave fantástica.

No hay nada de esto en La luz de Mafasca, sino cuatro narraciones que queriendo ser complementaria se dan la espalda porque no confluyen en el que tenía que ser un mismo origen.

El largometraje presenta así un conjunto de relatos independientes vacíos por dentro, sin apenas sustancia, lo que repercute en el estado de ánimo de un espectador que comienza a rumiar el sacrificio que supone esto de ver cine rodado en Canarias.

Jarto de esa manía por camuflar de rareza lo que no respira alma por dentro. Cansado de intentar encontrar argo de lógica a unas historias que no la tienen. Y no porque esa haya sido la intención de su hacedor, no, sino porque realmente tras tanta poética visual solo hay un esteticismo preciosista, de postal elaborada.

De las cuatros historias que quiere contar, solo convence la que se pretende documental del relato. Esa en la que hombres y mujeres que aseguran haber visto la Luz cuentan a cámara sus experiencias.

Las otras que configuran el esqueleto argumental (¿?) de la cinta resultan enojosamente desdibujadas. Paletadas que pretenden dar consistencia a un misterio que, tras verlo en la pantalla de mi televisor, lo mejor que puede hacer es que siga siendo, precisamente, un misterio.

Y esperar a que venga alguien que, sin revelar racionalmente su origen, se sirva de él para configurar una historia que conmueva, nos haga ver la realidad en la que vivimos de otra manera.

Con sentimiento, emoción.

No dudo que la intención de su realizador fuera la de mostrar una serie de personajes  que son, en el fondo, almas en pena y que aspiran a una comprensión que solo la dichosa luz puede revelarles, pero sí denuncio que su hazaña aburre y mosquea ese pozo de inteligencia que aún debe de quedarme en algún recóndito lugar de la mente.

No sé si reírme o llorar con la presunta tragedia del paracaidista autista. O con la investigación que emprende la periodista despistada que no cambia su antipática expresión de autosuficiencia a lo largo de la cinta. Tampoco con la de la señora que presuntamente da origen a esta puñetera Luz y los dos campesinos que trabajan a sus órdenes…

Con este material, resulta natural que la película se haga un lío y que mis bostezos resuenen en la soledad de mi mansión como los ladridos de un perrito pekinés.

Pensando mientras tanto que maldita la hora en que algunos de los que hasta el día de ayer hacían cine en estas islas abandonadas de la mano de los dioses fabularan que, realmente, estaban haciendo cine en estas islas abandonadas de las manos de los dioses.

Luz, más luz, gritaba Normand Desmond.

Y luz más luz es lo que necesita La luz de Mafasca.

Luz, esta de Mafasca, de la que apenas se proporciona información salvo la que facilitan los entrevistados…

Paralelamente, hay un triángulo sentimental entre la periodista avinagrada y sus ayudantes en Fuerteventura, dos mujeres que quizá sean lo mejor de esta película por la desarmante naturalidad con la que asumen sus papeles: Alba Cabrera y Guacimara de Elizaga. Nota aparte merecen también Carlos ArochaLuifer Rodríguez y Lorenza Machín.

El resto es un quiero, y naturalmente no puedo, en el que incurre la mayoría de las películas con pretensiones de ese cine que dicen canario que he visto en los últimos tiempos: arte para marear la perdiz. Arte para no contar nada presuponiendo que están contando argo. Un argo que no es nada pero como está bien vestido, excelentemente fotografiado y algunos de sus actores incluso resultan creíbles, pues debe ser eso que llaman cine.

Pero no es cine.

Por mucho que sus responsables, con toda la legitimidad del mundo, defiendan que sí lo es.

Cine, mal que les duela a unos y a otros, debe ser mensaje aunque la forma en que te lo cuenten resulte, solo aparentemente, desperdigado, confuso. Para gente curta y esas cosas.

Y la madeja que es La luz de Mafasca no suelta hilo para que un espectador resignado y últimamente jarto de que le vendan cualquier cosa, se rebele. Y se rebele porque no ha encontrado elementos a los que asirse, sino una pesada resignación a la contemplación de un producto bien hechito pero sin alma, sin esa presunta y misteriosa Luz de Mafasca brillando por dentro.

Saludos, apago de un manotazo el interruptor, desde este lado del ordenador.

19 Responses to “‘La luz de Mafasca’ o el arte de marear la perdiz”

  1. Daniel León Lacave Says:

    ¿no hay comentarios? … esto ya no es lo que era

  2. admin Says:

    Estimado, sueño para unos, pesadilla para otros…

  3. cautivo y desarmado Says:

    ¿Vergüenza propia o ajena?

  4. Lunaria Says:

    Daniel León Lacave, no es lo que era porque la gente quizás esté harta de tanta discusión que normalmente no lleva a parte alguna. En esta ocasión la apreciación del administrador sobre La luz de Mafasca me parace acertada, desgraciadamente.

  5. Daniel León Lacave Says:

    Puf vas a tener que desconectar el control de comentarios para que podamos defecarnos en nuestras respectivas progenitoras (snif)

  6. Daniel León Lacave Says:

    Lunaria
    evidentemente, mi comentario era y es irónico.
    Yo también me canso de discutir, y tienes razón que no nos lleva a ninguna parte, pero, no obstante, creo que tanta discusión SÍ que sirve para algo.
    Aunque no lleve a ninguna conclusión, ni nadie vaya a convencer a nadie, al menos vemos de qué va esto. De qué va cada uno, vemos las posturas y los argumentos, defensas de lo indefendible y ataques a lo inatacable.
    Eso es muy instructivo. ¿blanco o negro? y vemos entonces quien es blanco y quien es negro, y vemos también quien juega a ser gris, incluso vemos quien es negro en privado pero blanco en público.
    Eso no tiene precio.

  7. Lunaria Says:

    Señor Daniel, a pesar de su argumentación los foros de discusión sobre cine de aquí, en un 90% no siento que sirvan para nada, igual para enemistar a propios y a extraños, para crear recelos. ¿Para qué quiero yo, si soy por ejemplo guionista, saber que fulano o mengana es blanco, negro o gris? Lo extraño sería que fueran rosas o azules.

  8. Daniel León Lacave Says:

    Desde mi punto de vista, las enemistades y los recelos de los que usted habla, ya están ahí, antes de que se escriban en este blog. No creo que se originen a raíz de estas discusiones, sino que las discusiones son un reflejo de su existencia previa.

    ¿Para que quiere un guionista saber si determinado productor o realizador es una persona que no siente fidelidad hacia los colaboradores que en la época del “somos colegas, si subo yo, subes tú” le ayudaron?
    ¿para que quiere un guionista saber si determinada productora cumple o incumple sus acuerdos?
    ¿para que quiere un guionista saber si se da de alta o no al equipo cuando hay subvenciones?
    ¿Para que quiere saber un guionista si tal o cuál corto ha recibido ayudas por 20.000 euros o 70.000 euros hace dos años, pero aún no se ha rodado el corto?
    ¿para que quiere saber un guionista qué productora o realizador es amiguito del concejal de Coalición canaria y cuál no?
    Yo creo que es una información muy útil a la hora de tocar puertas con tu guión bajo el brazo.

  9. Daniel León Lacave Says:

    Y sobre “mafasca” lamento no poder dar mi opinión.
    No la he visto.
    Cuando la fui a ver al Festival de Las Palmas, se estropeó la proyección y tras varios intentos fallidos, programaron el pase de la cinta a otro día, día en el que yo tuve que trabajar y me la perdí.
    Creo que después la pusieron en la autonómica pero no me enteré.
    Así que sólo tengo referencias de los comentarios de amigos que sí la han visto.

  10. Lunaria Says:

    Estimado Lacave, todo lo que usted me dice ya lo sé sin necesidad de los foros de discusión, además de una forma más discreta que esta. Podemos discutir, eso sí, de nuestras apreciaciones sobre las películas.
    La película, para mí, está muy deslabazada entre sus bloques narrativos y estilísticos, tal y como apunta el editor, resultando finalmente un fiasco respecto al eje central: la luz misteriosa, que ni se siente, ni se intuye. Lo más cerca que estamos de ese misterio es a través del personaje del militar, pero siento decir que son esas secuencias las peor construidas, arrastrando hasta el final una gran indefinición. Me hubiera gustado que imaginaran algo más, que se atrevieran a fabular sobre la luz. Una pena. Las dos chicas canarias están muy muy bien en sus personajes.

  11. Daniel León Lacave Says:

    Pero puede que existan otras personas que no sepan todo eso, y que para ellos si les sea útil estas discusiones que ilustran el panorama audiovisual canario,

    Sobre Mafasca, yo aún no he podido verla, pero los comentarios que me han llegado coinciden bastante con su apreciación.

  12. María Jesús Alvarado Says:

    Muy de acuerdo con Eduardo, y con Daniel León Lacave.
    ¡Claro que hay que decir esas cosas! Como también: ¿Para qué quiere un guionista saber por qué, tras rechazar un proyecto serio de “Luz Mafasca”, se le da un montón de euros a otro del mismo nombre y tema totalmente deslabazado?

  13. admin Says:

    Estimada María Jesús, eso que apuntas es muchísiiiimo más misterioso entonces que la puñetera luz de Mafasca…

  14. María Jesús Alvarado Says:

    Jaja, sí, ya hablaremos, Eduardo. Que pases buen verano.

  15. admin Says:

    Igualmente, amiga. Un abrazo.

  16. Liliana Says:

    Hola Eduardo
    Me podría decir quién es Normand Desmond, quien gritaba Luz, más luz!?
    Hace rato estoy buscando un libro y no encuentro referencias en ningún lugar de la red, así que tengo la esperanza de que usted tenga alguna pista. Podría Normand Desmond ser el protagonista del libro que busco? Por favor cuénteme quién es.
    Muchas gracias!

  17. admin Says:

    Norma Desmond es el nombre de la estrella del cine silente que protagonizada Gloria Swanson en la película El crepúsculo de los dioses (Sunset Boulevard, Billy Wilder, 1950). Creo que se ha hecho un musical también. Respecto al libro, confieso que ni idea. De todas forma si cliquea Norma Desmond en Google se sorprenderá de la cantidad de referencias que hay en torno a este personaje.
    Un abrazo

  18. Liliana Says:

    Muchas gracias! El problema fue el typo porque sí encontré sobre Norma pero no sobre Normand, así que guardaba cierta esperanza.
    Gracias por su respuesta! :)

  19. admin Says:

    Gracias a usted por confiar en nosotros. Un abrazo.

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