“Nené: di adiós al pasado”

Para alguien que no sabe conducir, para alguien que apenas se mueve de los estrechos límites de la ciudad en la que se finge que vive, desplazarse a cualquier punto de la isla que habita es algo así como un viaje.

Basta que la guagua o el automóvil recorra algunos kilómetros sobre el asfalto para que sienta el espíritu de la aventura que consiste en abandonar el lugar de origen para llevarlo a un lugar no tan remoto y que apenas reconoce, salvo recuerdos cada días más dispersos de una infancia que desaparece, y a la que el destino ahora lleva porque nada está escrito.

Por norma, estos desplazamientos que te abstraen durante un par de días de una rutina salpicada de desengaños, te hacen ver las cosas de otra manera.

Será, pienso ahora, por la gente que conoces, la mayoría de ellos igual de despistados el primer día que es el día en el que tienes que dar el primer paso, darte a conocer, comprobar que la risa que sale de tu boca es espontánea porque vuelves a ser tú, ese fantasma que desdibujas con el peso de la realidad diaria y que en estas escapadas reencuentras afortunadamente quizá porque, reitero, al final del camino solo estás tú. Tú y tus circunstancias, que diría ese filósofo al que todo el mundo cita pero que casi nadie conoce.

Quiero pensar, de todas formas, que algo se mueve.

Que algo late cada vez con más fuerza.

Quiero pensar que este tipo de literatura, la negra, la policíaca, la criminal, se hace camino porque hace camino al andar y no pierde el tiempo en disquisiciones sobre alta o baja literatura porque sabe que es literatura.

Cuenta, además, con un desarmante espíritu de camaradería entre quienes le dan voz –los escritores– que no he encontrado en otras tendencias, en otros estilos que se dicen más intelectuales.

El martes, 14 de mayo, Alexis Ravelo presenta en Santa Cruz de Tenerife La estrategia del pequinés, a mi juicio su mejor novela aunque Javier Hernández Velázquez no se cansa de recomendarme vivamente Los últimos días de Mercurio, título que espero conseguir un día de estos.

Ese día en el que lleguen las novedades que se editan en Gran Canaria con la misma regularidad con la que llegan a las librerías que existen en Tenerife las novedades que aterrizan del territorio peninsular…

Ya he comentado La estrategia del pequinés, lo que no he  comentado es que ver en directo a Ravelo es un espectáculo porque el escritor, que habla como una ametralladora, posee un discurso igual de bien armado como el que emplea para estructurar sus historias.

El miércoles, 15 de mayo, Susana Hernández da a conocer las claves de su última novela, la atractiva Contra las cuerdas, en la Librería de Mujeres. La Librería de Mujeres es una especie de oasis cultural en una capital, como Santa Cruz de Tenerife, tan necesitada de oasis culturales.

Contra las cuerdas no es una novela pugilística sino una intensa y absorbente novela policíaca en la que su autora recupera a las subinspectoras de la Policía Nacional Rebeca Santana y Miriam Vázquez tras Curvas peligrosas y título del que volverá a hablar el jueves de esta misma semana en la séptima edición de NNegra de Arona, jornadas en la que se analiza la aportación al género de un puñado de narradoras que ya no titubea en explorar los territorios de la novela negra para contar historias.

En Arona se recuerda a algunas señoras que lo hicieron posible.

Cito de memoria a Vera Caspary y Dorothy B. Hughes, a ellas le debemos entre otros títulos clásicos: Laura y En un lugar solitario; también se evoca a Margaret Millar y, cómo no, a la gran Patricia Highsmith, todas ellas escritoras que se hicieron espacio a base de codazos y sobre todo mucho talento en un género hasta ese momento acotado a los hombres.

Ello explica, razona alguien, que los protagonistas de sus relatos fueran hombres y no mujeres. Y se menciona al inquietante y ambiguo Tom Ripley.

En las mesas redondas, en las charlas que se producen en NNegra de Arona y en las que participan Susana Hernández y Yanet Acosta (El chef ha muerto), se habla también de la vampiresa, de la mujer fatal.

La mujer fatal encarna un tipo de personaje femenino que rompe cadenas y que utiliza la cabeza y su cuerpo para salirse con la suya. El protagonista masculino de estas historias es algo así como un pauloviano cachorro que solo sabe babear cuando cae en las redes de estas señoras que el cine elevó a los altares con la forma de Ava Gardner o Lana Turner por mencionar solo a dos actrices que aún despiertan mi lado más pauloviano de entender la vida.

En NNegra de Arona se proporcionan títulos, se firman libros, se suscita un debate donde una señorita del público lamenta la presencia de dos caballeros en una mesa donde se habla de novela negra escrita por mujeres, y se hace un poco de sociología mientras las nubes no desaparecen del cielo de Arona que durante tres días se ha vuelto negro.

O negra, como la literatura que una vez pruebas, ya no dejas. Y no dejas porque algo tiene este género que trasciende las fronteras del género y en el que ellas están ocupando el papel protagonista que antaño ocuparon ellos. Es más, ellos están escorando su literatura a la novela de crimen de salón. Galería en la que hasta el día de ayer eran precisamente ellas las más conocidas y celebradas. Pensad en Agatha Christie, en Anne Perry, en Donna Leon, en…

Falla a estas jornadas con aroma a pólvora la escritora Mary Jungstedt, quien por motivos personales no puede trasladarse de Suecia a Tenerife para presentar su última novela traducida en España, Un inquietante amanecer.

Lo que no supone un quebranto para que durante tres días, del 15 al 17 de mayo, el espíritu de la novela negra se extienda como un manto entre los que sí hemos tenido la suerte de participar en estas jornadas.

AroNa se escribe pues con N mayúscula.

N de Novela y N de negra.

(*) En la imagen Jane Greer en Retorno al pasado (Out of the past, Jacques Tourneur, 1947)

Saludos, “nené: di adiós al pasado”, desde este lado del ordenador.

One Response to ““Nené: di adiós al pasado””

  1. iván Says:

    A Ortega ya ni lo citan ni lo leen. En efecto, es un espectáculo y un placer de la inteligencia conocer en persona y hablar con Alexis Ravelo.

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