‘Dos’, una novela de Santiago Gil

“No todo el mundo quiere fingir que es feliz”

(Dos, Santiago Gil, Editorial siete islas, 2017)

Santiago Gil es un escritor que se mueve muy bien en las historias sentimentales incómodas. Basta con rastrear en su ya más que copiosa producción literaria para encontrarse con obras donde más que el relato, lo que importa es la indagación en el lado más oscuro de sus personajes, personajes a los que desdobla en Dos, historia en la que cuenta la vida de dos hermanas gemelas que buscan su lugar en el mundo y su pequeño cachito de amor.

Narrada en primera persona y escrita con frases breves como hachazos, Dos hurga también en otros temas que van paralelos a una historia que explora las raíces del sufrimiento y el desamor, que podrían ser lo mismo en manos de un escritor que, como Santiago Gil, se muestra más preocupado en recrear situaciones que rozan con lo dantesco para mostrarnos hasta donde es capaz de llegar el ser humano.

En esta novela, encarnado por dos niñas, jóvenes y pronto mujeres, que atraviesan un peculiar calvario en busca de una redención que parece que se les escapa de entre las manos.

La anorexia, la bulimia, se abren paso en estas páginas con el mismo empuje de un toro bravo, y las situaciones que se narran se introducen en el ánimo de un lector que pasa por varias fases a medida que avanza en su contenido.

Primero se encuentra ante una situación de desconcierto, interpretando unos hechos dolorosos que empujan su espíritu para hacerse totalmente con sus sentimientos y, en segundo lugar, propone reflexiones que el autor imbrica con inteligencia narrativa para dotar de espesor un relato que se caracteriza por su aplastante sencillez estilística, casi como si Santiago Gil deshuesara la complejidad de temas y situaciones que aborda en la novela.

El sufrimiento, el aislamiento, vivir en el seno de una familia desestructurada, dar amor sin recibir nada a cambio son solo algunas de las situaciones que se deslizan por una narración que, difícilmente, dejará indiferente a nadie aunque, éste, y no otro, es uno de los mayores retos de un libro que, como Dos, no es solo un libro sino muchos libros concentrados en uno mismo.

Sorprende la capacidad que tiene el escritor para contar sentimientos y eriza la piel cuando los escenarios en los que se desenvuelven sus protagonistas se tiñen de una oscuridad que en ocasiones perfila con la crueldad.

Pero así es la vida, un camino de desencuentros en el que por casualidad a veces uno se encuentra con su alma gemela. U otra persona que comete los mismos errores en ese espejo en el que ocasionalmente se transforma la existencia. Ese rato de luz antes de caer en la más absoluta de las tinieblas.

Santiago Gil es un autor que no deja de sorprender, en este aspecto. Es un escritor necesario porque nos recuerda sin camuflajes genéricos que todos somos cómplices de las miserias humanas.

Con todo, y pese al drama, existe un rayo de luz al final del túnel si quien ha pasado por todas esas pruebas al final aprende a sacar fuerza de sus debilidades, a no caer en la trampa de ahogarse en su miedo al fracaso.

El caso es que en este particular descenso a los infiernos, a este peculiar mundo hostil que nos presente con desarmante sencillez el escritor, Dos completa de alguna manera lo que ya anunciaba Santiago Gil en su anterior novela, Gracias por el tiempo, también publicada este año y en la que el autor experimenta con el doble, no el uno, que todos llevamos dentro.

Dos es una novela notable y potente, equilibrada y precisa en su número de páginas, no supera las 150, y hermosa y terrible a partes iguales.

No, la lectura de Dos no va a dejar indiferente a nadie, o gustará o disgustará. En nuestra caso, ha gustado y mucho, se aprecia en sus páginas al mejor Santiago Gil, ese escritor empeñado en mostrar sentimientos a flor de piel, en hacer pelear a sus protagonistas consigo mismo y con el mundo y en transportar al atribulado lector a un universo donde el diferente es objeto de burla por parte de quienes le rodean.

Dos está publicada por la editorial Siete islas, casa que ha cuidado con mucho mimo la edición de este extraño relato infantil para adultos. La imagen de la portada resume de hecho el contenido de la obra: bombones cuyo sabor debe ser amargo.

Saludos, ¡¡¡NO AL CIERRE DEL TEATRO TIMANFAYA!!!, desde este lado del ordenador

One Response to “‘Dos’, una novela de Santiago Gil”

  1. Editorial siete islas Says:

    Gracias por la reseña ;)

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