Voluntad, una novela de Jeroen Olyslaegers

Voluntad cuenta la historia de un policía belga que, en plena ocupación nazi, mantiene dos caras. No desea servir a los alemanes pero tampoco llevarse mal con ellos, por lo que las circunstancias lo empujarán a adaptarse al nuevo orden ejerciendo la represión y la tortura.

Firma esta novela Jeroen Olyslaegers, libro en el que no deja muy bien parado a los habitantes de Amberes, incluso hasta los que protegieron a judíos escondiéndolos en sus casas ya que no fue por altruismo y solidaridad sino a cambio de dinero.

El protagonista de la novela Wilfried Wills narra la historia a su bisnieto, un relato en el que intenta justificarse por el papel que jugó durante la ocupación al mismo tiempo que mantiene una ambigua relación con su cuñado, también policía pero dentro de tan especiales circunstancias honesto ante la situación que vive su país y la ciudad en la que vive.

Ciudad que se ha convertido en un nido de víboras en el que los alemanes solo hacen hipócritamente de protectores de los belgas, hombres y mujeres que en su mayoría trabajan para ellos.

Los temas en los que pivotea el libro de Olyslaegers son la culpa y la necesidad de perdón pero sobre todo es un análisis bastante certero sobre la banalidad del mal, ya que la novela plantea preguntas cómo ¿qué hace que personajes normales y corrientes terminen convirtiéndose en torturadores y asesinos…?

El escritor recuerda que estos hechos sucedieron en otro tiempo, “tiempos de ambigüedad y desprecio” pero que esta circunstancia “no difiere de otros tiempos, lo que significa que no es pasado. O que el pasado sigue entre nosotros”, lo que resulta más inquietante si cabe.

El protagonista es poeta además de policía y tras un episodio de coma por una meningitis, pasa a llamarse (y a ser) inconscientemente, Angelo, desdoblamiento de la personalidad que le ayuda a sobrevivir en una sociedad en la que todos llevan máscaras y en la que se desconfía del vecino por miedo.

No, no resulta para nada benévolo Jeroen Olyslaegers con sus personajes y la actitud que adoptó su país durante la ocupación, esa para nada simbólica bajada de pantalones ante un ejército entrenado que contagió de su absurda visión del mundo a un puñado de belgas que, como Barbita Feroz, solo piensa en acabar con los judíos que viven en Bélgica, a los que hace responsable de sus desgracias.

Novela lírica y trágica y con una voz que recurre al monólogo, Voluntad no desdeña situaciones surrealmente cómicas como eróticas en un escenario que ha sido tomado por la corrupción. Wilfrid Wils, que al final de la guerra logra publicar su primer libro de poemas, titulado significativamente como Confesiones de un farsante, intenta justificarse en este largo diálogo interior con su descendiente aunque igual… Por sus ambiciones y tenacidad, por su brutal sinceridad, Voluntad es una de los libros más interesantes que hemos leído este año que ya superó su ecuador, y un título por lo tanto absolutamente recomendable para todos aquellos lectores que no le hagan ascos a una novela densa pero muy bien escrita, con ecos del Céline de Viaje al fin de la noche en clave flamenca, una mirada teñida de ironía que hace más soportable y creíble, por paradójico que resulte, su lectura.

Saludos, lean, lean, criaturas, desde este lado del ordenador

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