José Ovejero: “No me considero un escritor disciplinado, soy un escritor obsesivo”

Autor de novelas como Las vidas ajenas, La comedia salvaje y La invención del amor, entre otras; varios libros de poemas y recopilatorios de relatos, viajes, teatro y ensayo, José Ovejero (Madrid, 1958) estuvo a principios de julio en Tenerife para impartir un taller en la sede de la Escuela Literaria en La Laguna, donde transmitió a los alumnos algunas de las herramientas (desarrollo de personajes, diálogos, creación de atmósferas) que forman parte de su trabajo como escritor.

- ¿El escritor nace o se hace?

“Es una pregunta difícil de contestar porque España no cuenta con una tradición de talleres literarios por los que se miran con cierta distancia al mantenerse la idea de que el talento es natural. En otros países no, en Norteamérica hay grados universitarios de escritura creativa así que lo de ser mejor escritor haya estado en un taller o no, no tiene respuesta. En mi caso, entiendo el taller literario como un vehículo que llama la atención a los que participan de una serie de herramientas para que escriban mejor”.

– ¿José Ovejero fue alumno de un taller literario?

“No existían cuando empecé a escribir pero creo que mis primeros trabajos literarios habrían resultado mejores si hubiera estado en un taller”.

- ¿Cómo ha planteado el curso que dirige en Tenerife?

“Se hace primero una introducción general, ¿para qué sirve la literatura?, para qué sirve si sirve de algo, después hablamos de la creación de personajes y de qué hacer cuándo tenemos problemas para crearlos o cuando resultan planos y no evolucionan. Explico también la importancia de los diálogos, cómo deben fluir y que resulten verosímiles, que haya tensión en ellos y termino con una novela mía, La seducción, que analizamos para detectar el uso de esas herramientas y los posibles aciertos y defectos de la obra”.

- ¿A qué presta más atención en sus libros?

“Para mi los personajes son muy importantes porque normalmente escribo a partir de una escena. Me imagino algo y ese algo está relacionado con una situación de tensión. Una cosa que me interesa mucho, mucho más que las tramas, es la creación de atmósferas, muy importante para un cuento, no tanto para una novela. Construir atmósferas para que el lector se meta en el relato. Y si funciona lo demás encaja con más facilidad”.

- ¿Le gusta la literatura de género?

“La buena literatura de género es tan buena como la que no lo es. El problema de la de género es su fuerte poder de atracción hacia el cliché: el detective alcohólico, la mujer fatal, el banquero malvado si se trata de la policíaca. La literatura de género no es mala, lo que es malo es el uso que se hace de sus clichés”.

-¿Cree que el escritor necesita disciplina para escribir?

“Creo que depende de cada uno. Raymond Chandler decía que sin estar inspirado no era posible escribir buena literatura. En mi caso, no me considero un escritor disciplinado sino más bien obsesivo. Necesito escribir”.

- ¿Qué temas cree que son constantes en su literatura?

“He ido cambiando en mi literatura aunque probablemente tenga una serie de constantes. Al inicio el tema del viaje era muy frecuente, me pasé 35 años de mi vida fuera de España, pero ahora ha desaparecido. Lo que queda es una preocupación por las relaciones personales pero siempre mezcladas con las sociales ya que no puedo ver a mis personajes fuera de la sociedad. También mantengo una preocupación por la violencia, la violencia en las relaciones personales, sociales y políticas que no tiene que ver con la de una guerra convencional sino con la cotidiana, la de todos los días”.

- ¿España es violenta?

“No más que otros países. Cuando escribí La ética de la crueldad me planteé si España era uno de los países más crueles del mundo por los toros, las fiestas en las que tiran a un animal desde lo alto de un campanario… pero luego pensé que todos los países tienen su violencia aunque lo que diferencia a España del resto es el uso de la crueldad en el arte. La crueldad pertenece al eje central de nuestro arte, no es algo marginal. Ahí están Goya, Buñuel, El Lazarillo, El Quijote”.

- Algunos dicen que solo son crueles los débiles.
“No estoy seguro de eso. En todos nosotros hay una forma de debilidad que lidia todos los días con una crueldad que emana y que ejercen distintos tipos de poder”.

- ¿Es un escritor que improvisa?

“Me dejo llevar por la improvisación porque hace mucho tiempo me di cuenta que la improvisación incluye una parte de conocimiento no consciente que está ahí. Empiezo las novelas y los cuentos casi siempre sin tener la menor idea de lo que va a suceder. Hay una escena que me llama la atención y trabajo sobre esa escena que me sugiere otra y otra, lo que me permite aprovechar al máximo la capacidad de libre asociación. Luego hay un momento en el que me detengo y empiezo a estructurar cómo podría ser el final y lo impongo a todo eso que ha surgido”.

– ¿No tiene bloqueos?

“A veces el bloqueo no es culpa del material sino del autor. He dejado novelas porque me di cuenta que habían dejado de interesarme y hay otras con las que me atasqué pero siguieron interesándome. Esas las dejo a un lado y vuelvo a ellas tiempo después. Me pasó con Las vidas ajenas, no sabía cómo escribirla pero pasaron dos años y al regresar a ella encontré el error, me parecía demasiado a una novela histórica, así que traje todo al presente”.

- ¿Y la ambientaba?

“Comenzaba en el presente pero narraba la histórica explotación de recursos naturales que hubo en el Congo, una historia que ya estaba escrita y mucho mejor de lo que pudiera hacerlo yo. La deseché pero busqué otras ideas y cuando aparecieron aquello comenzó a tomar otra forma y a funcionar”.

- Dicen que en España cada vez hay menos lectores.

“Ese es un prejuicio que no es verdad porque en España hay cada vez más lectores”.

- Pero cierran las librerías.

“Cierran librerías porque España tiene una densidad de librerías superior a la de Alemania y Francia. Y luego está Amazon. Por mucho que crezcan lectores, Amazon se apropiará de ellos. Uno de los consejos que doy en uno de mis artículos para apoyar a los libreros es que dejen de comprar en Amazon”.

– Es feroz con la literatura basura. ¿Qué es literatura basura para usted?

“Es difícil de defender lo que entiendo por buena literatura porque parece elitista. Tengo, no obstante, un criterio relativamente sencillo con su zona gris. Para mi la buena literatura es la que muestra la complejidad del mundo mientras que la mala es la que lo simplifica todo. No niego que la mala literatura pueda entretener pero no aporta demasiado a los lectores. La que se preocupa por contar la complejidad del mundo esa es para mi la buena literatura”.

- ¿Qué libros recomienda en el taller?

“El gran cuaderno, de Agota Kristof ; El niño que robó el caballo de Atila, de Iván Repila y La perra, de Pilar Quintana. Se tratan de libros complejos, que hacen pensar y al mismo tiempo proporcionan placer. Un placer estético, de imágenes que plasman atmósferas,de interés por la trama ¿para qué sirve la literatura? Sirve para esto”.

- ¿Los españoles son buenos lectores?

“Por desgracia hay demasiados lectores en España que se conforman con la mala literatura que decía antes. Esa literatura que no exige nada, que no te aporta gran cosa. Y muchos son los lectores que se conforman demasiado deprisa, no han descubierto el placer de una novela con cierta complejidad”.

- Es autor del ensayo Escritores delincuentes.

“Al principio iba a ser un artículo sobre escritores que habían estado en la cárcel por delitos comunes pero a medida que fui investigando me di cuenta que casi todos ellos hablaban en sus libros de la culpa, la justicia, la procedencia de una zona de la sociedad desfavorecida; la violencia. Y me puse a buscar y leer y descubrí que todos esos escritores tenían rasgos comunes. Todos los escritores violentos tuvieron una infancia violenta. Me interesaba mucho descubrir cómo habían plasmado en su literatura esas vidas difíciles”.

- ¿Es España un país que trate mal a sus escritores?

“En Hispanoamérica, donde voy mucho, el escritor tiene un prestigio que ya no tiene en Europa. Como intelectual se confía más en él o en ella. Hay otro interés, otra curiosidad. Cuando estoy allí parece más importante lo que hago que aquí”.

- Vida y ficción es un documental que dirige con Edurne Portela.

“Nace a raíz de una impresión, la impresión de que en España la cultura y la literatura cuentan cada vez menos. Si contamos el espacio asignado a Cultura en los periódicos de hoy con el que se le dedicaba en el pasado el número de páginas se ha reducido drásticamente. Hay periódicos que mantienen Cultura como Espectáculos, muchas revistas literarias han cerrado. Estamos en un mundo donde la Cultura vale cada vez menos pero ahí seguimos, escribiendo. Hay jóvenes que escriben y veteranos que no publican pero escriben, lo que nos lleva a preguntar ¿por qué seguimos escribiendo? ¿Y leyendo? El documental sale de esas premisas, decidimos hacerlo así y no como libro porque queríamos entrevistar a los escritores sin avisarles y en un escenario particular para conversar sobre su literatura. Por ejemplo, a Antonio Orejudo se la hicimos en el desierto de Tabernas y a Marta Sanz en su casa”.

- ¿Cómo encuentra el actual nivel literario español?
“Me parece que está bien, mucho mejor que hace quince años. Ahora han surgido cosas nuevas, voces muy interesantes que están haciendo una literatura más atrevida. Hace quince años me preguntan lo mismo y hubiera respondido que el nivel medio estaba bien pero sin entusiasmarme, lo que no me pasa ahora”.

- ¿ Y que libro de José Ovejero recomendaría José Ovejero?

“Ahora estoy entusiasmado con Insurrección, novela que publica Galaxia Gutenberg en septiembre. En cuanto a libro de relatos, Mundo extraño”.

PIE DE FOTOs:

1.-
Imagen tomada de Zendalibros.

2.-
El escritor madrileño José Ovejero impartió del 1 a 5 de julio en la sede de La Escuela Literaria un taller de novela en el que enseñó algunas de las herramientas que utiliza cuando escribe. En la imagen, y al fondo con camisa oscura, el escritor rodeado por los alumnos y la directora de la Escuela Literaria, Antonia Molinero. José Ovejero es autor de novelas como Las vidas ajenas y ha escrito varios libros de poemas y recopilatorios de relatos, viajes, teatro y ensayo. Durante 25 años vivió en varios países de Europa aunque hoy reside en Madrid. FIRMA FOTO: Miguel Ángel Roldán

Saludos, otras miradas, desde este lado del ordenador

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