¿Pero sigo siendo el rey?

Hombre, no pongo en duda los gustos musicales del actual viceconsejero de Cultura del Gobierno de Canarias, Alberto Delgado, pero dejar constancia en rueda de prensa que el concierto de Alejandro Fernández es el chupinazo de la celebración de los fastos (no infaustos) del Día de Canarias no deja de sorprenderme.

 

No soy seguidor de Fernández, ni siquiera de su padre, Vicente Fernández, uno de los grandes de las rancheras, pero reconozco que de tanto en tanto tarareo alguna –ranchera– porque son rematadamente pegadizas. De todas formas, y por prejuicios (lo reconozco) se me pone la piel de gallina cuando alguien me sopla que eran las rancheras el género favorito de un personaje (este sí que infausto) llamado Pinochet. Me cuentan que su favorita era esa que canta “pero sigo siendo el rey…” y yo pienso indignado que se lo pregunte a los millones de chilenos a los que tuvo bajo su bota. Es verdad que hubo otros chilenos que celebraron estar bajo su bota pero esos otros, los desaparecidos y los que sufrieron tortura bajo su (insisto) bota seguro que, recurriendo a otra ranchera, se preguntan todavía porque una piedra en el camino les enseñó que su destino era rodar y rodar…

 

El asombro que muestro ante las declaraciones de Delgado no es porque haya dicho que el bueno de Alejandro Fernández inicia la agenda del Día de Canarias sino porque, diablos, caramba, yo qué sé, podría haber escogido otro gran fasto, quizá más pequeño y menos popular, pero más cultureta.

 

De todas formas confieso que además de vivir soy lo que se dice un cultureta. Y un cultureta es un tipo raro, casi un marciano en estos tiempos extraños en los que vivimos. Claro que teniendo en cuenta el lastre que lleva arrastrando el viceconsejero de Cultura admito que no le aconsejan bien quienes deben aconsejarle en estas cosas de la cultura. Que no curtura.

 

Una política cinematográfica que da escalofríos, una bienal que sale rana, un teatro que ni existe y una danza (hoy, que se celebra el Día Mundial) que da risa, obliga a recordarle al responsable de la Cultura del Gobierno autónomo que además de Alejandro Fernández y sus cuates hay más Cultura con mayúsculas que la que parece que gestiona.

 

Seguiremos dando la tabarra.  

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