Ya no se hacen películas como las de antes, ‘Al rojo vivo’

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Detesto este debate pero creo que antes se hacían mejores películas y novelas. Lo pensé ayer, mientras veía por enésima vez uno de los grandes clásicos del cine policiaco norteamericano, Al rojo vivo, del gigantesco Raoul Walsh. ¿Por qué lo pensé? pues lo pensé porque si bien se trata de una película para el gran público el filme tiene tantas subtramas y lecturas que ha terminado por convertirlo en lo que es un clásico. Sí, sí, ya sé que lo dije, pero es que cada vez que veo esta película descubro cosas nuevas, y me asombra su actualidad pese a tratarse de un filme rodado en los años 40.

La cinta la protagoniza James Cagney, que siempre fue un actor en estado en estado de gracia; el gran Edmond O’Brien (uno de mis actores de referencia, me caía bien el tipo, casi todo lo que hizo lo hizo la mar de bien), y una actriz por la que siempre he sentido debilidad: Virginia Mayo, una guapísima rubia a la que el estrabismo la hizo si cabe más atractiva e interesante.

Al rojo vivo cuenta la historia de un gángster con indisumulado complejo del viejo Edipo que también es un asesino a sangre fría que padece ataques epilépticos que busca refugio en los brazos de su mamá, una madre que parece que ha salido del infierno, y la responsable de que Cody, así se llama el personaje que interpreta Cagney, haya escogido el lado equivocado de la vida para conquistar la cima del mundo. Mayo hace de chica de la calle, una rubia peligrosa, una niñata caprichosa y malvada, mientras a O’Brien le toca el papel más ingrato de la cinta, el de poli infiltrado en la banda. El que se hace el amigo que nunca tuvo Cagney para luego traicionarlo con perpleja profesionalidad (¡toma ya!).

Con estos elementos, ¿creen de verdad que el cine norteamericano (no digo ya el europeo que está en crisis mucho tiempo antes de que viniera la dichosa crisis) sería capaz hoy de estrenar una película con semejante historia?, ¿creen que un cineasta de hoy no se despistaría con tantos personajes complejos: el hijo que depende de su madre, la madre que lo quiere y que le ha enseñado un mundo equivocado, la chica caprichosa que solo quiere un abrigo de visón y dinero para vivir cómodamente, el amigo policía que lo único que quiere es detener a Cagney para coger unas vacaciones e irse a pescar…) ? Yo no lo creo. Y a la cartelera me remito. No, qué quieren que les diga, tengo la sensación de que antes se hacían  mejores cosas, o que por lo menos no le tenían miedo a la hora de hablar por su nombre de esas mismas cosas.

Lo que se dice un clásico. Al rojo vivo. Ni lo duden. Un clásico con todas sus aplastantes letras.

¡¡¡NO AL CIERRE DEL CINE VÍCTOR!!!

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