Pese a la dichosa crisis y el no hay dinero habitual que ladran los que sí tienen dinero, espero que este año se celebre la tercera edición del Festival Internacional de Música de Cine de Tenerife (Fimucité), un encuentro que reúne en una misma sala a melómenos y cinéfilos. Lo que para muchos puede ser un milagro y para otros uno de los pilares a través del cual seguir apoyando una iniciativa que parece de primera división, aunque cuente con un presupuesto de risa.

Lo que está claro es que Fimucíté no deja de asombrar edición tras edición, lo que sorprende si tenemos en cuenta que apenas han dado dos pasos en lo que espero sea un larga escalera hacia el cielo. Fimucité es cultura con todas sus letras, y fusiona música y cine, dos artes que desde que el celuloide comenzó a convertirse en arte de masas no han dejado de estar unidos. La simbiosis perfecta.

No voy a repasar la amplia galería de directores de orquestas de prestigio y compositores de primera línea que han desfilado por esta mi tierra chamuscada para interpretar sus bandas sonoras, pero sí me entenderán los que me lean si confieso que antaño solía ser un habitual en la compra de este tipo de discos, una de las razones que provocó que la existencia de este Festival me llegara al corazón.

Además, conozco a parte del equipo que hace posible este milagro. Gente que ama al cine y a la música por encima de otras muchas cosas, y si bien a veces estoy de acuerdo o no en sus gustos cinematográficos, con Fimucité me quito el peluquín que oculta mi vergonzosa calvicie.

Para que hagan boca, les invito a pinchar en este enlace: http://www.vimeo.com/4075945.

Danke, Pedro.

Saludos (con John Barry de fondo) a este lado del ordenador.

Esta anotación fue publicada el Jueves, 16 de Abril de 2009 a las 19:45 y está archivada en la categoría de El Blog de El Escobillón. Puedes seguir cualquier respuesta a esta anotación a través de RSS 2.0. Puedes dejar una respuesta, o hacer un trackback desde tu página web.