Archive for Enero, 2010

¡¡¡Bienvenidos a ‘Zombieland’!!!

Martes, Enero 26th, 2010

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EL PLATANAZO DE COPITO DE NIEVE

Pues va a ser que no. Y llego a esta conclusión tras escuchar esta mañana una entrevista radiofónica con el alcalde del Puerto de la Cruz, esa persona humana a la que conocemos por aquí cariñosamente como Copito de Nieve.

El primer edil se muestra contundente, y viene a decir algo así como que “coño, que no habrá más Mueca. Que se acabó, joder. ¿Es que no se entera la muchachada?… No hay dinero. No hay dinero”. Y me lo imagino al otro lado del teléfono dando platanazos sobre la mesa cual un Nikita Jruhchov zapatazos en Naciones Unidas. Y yo me digo, pues si lo dice el señor arcardeeeee es que lo que uno sospechaba se confirma: Adiós Mueca.

De todas formas tengo un atisbo de esperanza, y es que conociendo como es la desastrosa vida política canalla canaria supongo que cuando le den puerta a Copito el nuevo equipo de gobierno que ocupe la gestión municipal recuperará un Festival en una ciudad turística venida a menos y últimamente acostumbrada a reanimar a sus muertos (Ecológico y ahora Mueca) cuando las ominosas sombras de la reacción hayan desaparecido de su despejado firmamento…

No obstante, su concejal de Cultura anuncia hoy, 26 de enero, en rueda de prensa que Mueca no muere. ¡¡¡No muere!!!

¡¡¡No muere!!!

Que no…

Que ¡¡¡No muere!!!

Aunque eso sí, dice que resucitará (ya les digo) en 2011.

SOMBRAS EN EL MAR

Afortunadamente parece ser que la Filmoteca Canaria se recupera de la gripe que sufre desde que nació allá en la noche de los tiempos. Durante su convalecencia, que ha sido larga y muy sufrida, ha contado con un variopinto grupo de responsables que, mucho me temo, no pasarán con letras bordadas en oro en la pequeña historia de la institución, aunque desde que María Calimano lleva sus riendas todo hace intuir que por fin la Filmoteca hace lo que tiene que hacer: rescatar y recuperar el patrimonio cinematográfico de estas siete islitas que flotan en el Atlántico.

La Filmoteca anuncia que cuenta con un pequeño rollo de película filmado en Gran Canaria en el año 1915. Rollo de 28 milímetros que se trata de las imágenes más antiguas que se conservan filmadas por un canario. La película le fue entregada a la institución por un familiar de Gustavo Navarro Nieto, fundador del diario La Provincia y presidente del Club Náutico de Las Palmas. En la película se puede observar a un grupo de niños en  la playa de las Canteras, donde se encontraba el antiguo balneario y hoy el Hotel Reina Isabel.

CRECED Y…

Los del Equipo Para están que no paran. La asociación cultural (http://www.equipopara.org ) y la librería El Paso de Santa Cruz ponen en marcha un proyecto para promover el interés por la lectura. Así, el último viernes de cada mes, se realizará en la librería El Paso una lectura pública a la que se invita a todo el que quiera.

Las lecturas estarán acompañadas por la proyección de ilustraciones directamente relacionadas con los textos y con música en vivo que cubrirá los silencios entre lector y lector. La primera tendrá lugar el viernes 29 de enero, desde las 17 hasta las 20 horas, horario de apertura al público de la librería. Los textos seleccionados para esta ocasión son Sopa de sueño y otras recetas de cocina29 historias disparatadas y 28 historias para reírse  pertenecientes  a la colección 7 leguas de Kalandraka editora.

¿AQUÍ HAY TEATRO?

Me pregunta un amigo venido de Península. O España si lo desean: ¿Es que en esta ciudad no hay teatro?

Muevo la cabeza con una sonrisa y arrastrando mi masa corpórea generosamente bien alimentada lo guío hasta el teatro Guimerá mientras paseamos por las calles y plazas de esta ciudad de zombies que es Santa Cruz de Tenerife.

Una vez en la meta, le señalo sin demasiado orgullo la fachada del Guimerá.

Mi amigo –peninsular o godo según lo miren– saca fotografías.

Intento despistarlo invitándolo a un café en el Cervantes pero ni con ésas. Me mira sorprendido mientras acepta el café el muy gañán. Así que preparo la respuesta antes de que me suelte la inevitable pregunta.

- ¿Pero está abierto?

- Buenoooo… es que están reparándolo.- le contesto apurando mi vasito de agua con gas.- La crisis, la maldita crisis…- Suspiro resignado.

- ¿Y en esa ciudad que es una laguna?

- En La Laguna está el Leal.- repito una vez más resignado.

Resignado.

Maldita sea, muy resignado.

Saludos, a lo ¡bienvenido a Zombieland!, desde este lado del ordenador.

Uno de mis tres grandes cuentistas…

Lunes, Enero 25th, 2010

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La decisión se hace difícil cuando pregunto que libros de ficción te han impactado más: ¿novelas o cuentos? Y digo difícil porque en mi peculiar catálogo de escritores a los que amo porque casi nunca me han decepcionado por la frescura de sus narraciones se encuentran tres ilustres cuentistas: Chéjov, el maestro del relato corto; Maupassant, a quien descubrí en plena y gozosa adolescencia, y quizá el más desconocido pero no por ello menos importante en mi fatigada galería de ilustres: el norteamericano O’Henry. Bueno, lo de O’Henry es un pseudónimo tras el que se escondía William Sydney Porter.

Les cuento lo de O’Henry porque pese a ser un autor relativamente bien publicado y traducido en España siempre ha sido contemplado como un microbio frente a otros grandes narradores de piezas maestras breves. Y si bien es cierto que como escritor nunca se caracterizó por eso que llaman “aguda penetración psicológica en el carácter de sus personajes”, los más de seiscientos relatos que legó para la caprichosa posterioridad son la mayoría de ellos piezas de una delicadeza extraordinaria además de un acerado y más que irónico, cínico sentido del humor que desarma.

El domingo pasado, en una de mis ya tradicionales excursiones al Rastro de la capitá tinerfeña, logré hacerme con un nuevo volumen de cuentos del maestro norteamericano. Libro que como es natural devoré la tarde del domingo plomizo y enfermo. O’Henry, una vez más, logró lo que casi siempre logra O’Henry en quien les escribe, que esa tarde plomiza y aburrida no lo fuera tanto.

Soy un firme defensor de lo que algunos llaman literatura de humor. Género que tiene notables narradores en sus filas. Y entre sus filas se encuentra este sorprendente escritor estadounidense que suele asombrar siempre a sus lectores con sus destacables finales.

Las historias de O’Henry están protagonizadas la mayor parte de las veces por pícaros y vagabundos, personajes a la deriva que en la pluma del escritor son retratados con entrañable nobleza de arrabal. A mi me recuerdan la mayoría de sus protagonistas en el filo del abismo a esos doctores y periodistas pendencieros y borrachos que tanto abundan en las películas de John Ford. De hecho, volviendo a leer sus historias, confieso que los personajes independientemente de la edad que tuvieran en el cuento, adoptaban en mi imaginación los rostros de Thomas Mitchell y Edmond O’Brien, distinguidos secundarios del cine americano.

Como soy de los que sospecho que los autores que han sabido penetrar en mi oxidada armadura están por ahí vivos en alguna parte, se da la extraña casualidad de que en junio de este mismo año se conmemorará el centenario de la muerte del escritor. Un escritor, O’Henry, que supo sacarle el lado humano a la canalla quizá porque antes de que se dedicara a la escritura él mismo fue un redomado canalla. De hecho, pasó una buena temporada en la cárcel por desfalco y se autoexilio de su país natal para pasar una larga temporada en Honduras. También buscó oro y cuidó ovejas en el salvaje oeste, paisaje que retratró magistralmente en algunos de sus más celebrados relatos.

Su muerte, como son casi todas las muertes de escritores con la cabeza desarreglada aunque quizá por eso con voz tan auténtica e independiente, lo cogió sumido en la ruina y con el hígado lo que se dice una pasa.

Un hombre grande, vamos.

Por eso, señor O’Henry, permítame que eleve el vaso de bourbon y me lo tome en salud a su memoria.

Saludos, muy reivindicativos, desde este lado del ordenador.

Cinco reflexiones ‘hitchcorianas’ sobre cositas culturetas Can-Arias. Y de regalo, ¡¡¡un extra!!!

Domingo, Enero 24th, 2010

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EL HOMBRE QUE SABÍA DEMASIADO

Desde que tengo uso de razón si hay un escritor canario que se encuentra más allá del bien y del mal es Félix Francisco Casanova. Y ello pese a que nos dejó una obra breve pero intensa. Tan intensa que algunos iluminados la califican ya como la de un Rimbaud canario. Que a mi me parece casi lo mismo que decir eso del lagarto gigante: especie autóctona de sangre fría a la que le gusta calentarse al sol.

Dejando antipáticas etiquetas a un lado, sí que es una buena noticia saber que la editorial Demipage reedita ahora la novela El don de Vorace y su Diario, lo que pongo en conocimiento de todos aquellos que todavía ignoraban esta noticia.

Transcurrido mucho, mucho tiempo después de su muerte –a los 19 años y en “extrañas” circunstancias como nos recuerdan las crónicas que se han ido publicando porque se reeditan estos dos textos esenciales del malogrado escritor– creo que la gran suerte pero también la gran desgracia de Félix Francisco Casanova fue la de saber demasiado en unos tiempos (como también son los actuales) donde se premia casi todo menos, precisamente, saber demasiado.

Entre los mejores textos que he leído sobre el nuevo revival Casanova (¿le dedicará el Ejecutivo regional el Día de las Letras Canarias en el año 3.000?) se encuentra este formidable artículo que firma el escritor Juan José Armas Marcelo en el suplemento cultural ABCD de las artes y de las letras publicado el sábado pasado, 23 de enero…

YO CONFIESO

Les confieso que no he seguido con mucha atención la que se está liando por no concederle la subvención “prometida” al Centro de la Cultura Popular Canaria. Pero es que a mí esto de los repartos de subvenciones siempre me ha puesto los pelos de punta. Y más, como dicen, si la misma era “prometida”. ¿Prometida?

No creo que a estas alturas nadie ponga en duda la labor desarrollada por el Centro desde que comenzó su andadura en la noche de los tiempos pero permítanme al menos observar que dentro de esas reivindicaciones que están lanzando numerosos notables culturales de esta tierra canaria, así como políticos de todo signo y de toda condición para que nada cambie y todo siga igual, que se repita y repita que la política de publicaciones del CCPC siempre ha sido exquista e impecable… qué baje la santísima Virgen de Candelaria y lo vea…

CON LA MUERTE EN LOS TALONES

Leo con ancha sonrisa en la edición de pasado jueves de Diario de Avisos que el escritor gallego Manuel Loureiro acaba de publicar la segunda entrega de su historia de zombis Apocalipsis Z (Plaza&Janés), titulada Los días oscuros. Y si bien admito que hasta aquí nada nuevo bajo el sol, el chiste profético me asalta cuando me entero que en esta segunda entrega los cuatro supervivientes del primer volumen recalan en Lanzarote donde son rescatados por un grupo de personas que procede de Tenerife, quienes les informan del apocalipsis zombi mundial. ¡Sólo Tenerife y Gran Canaria han logrado escapar de los no muertos! Aunque…. En ambas islas se ha declarado la guerra civil.

Y yo pienso, llevándome las manos a la cabeza, que tiene que ser uno de esos godos a los que tanto quiere el concejal del Ayuntamiento de la capital tinerfeña Hilario Rodríguez quien nos revele en clave de ficción uno de los posibles futuros alternativos del dichoso y ya cansino pleito insular…

LA SOMBRA DE UNA DUDA

Me tranquiliza un lector del blog al suponer que el anunciado the end de Mueca está aún en el aire. Y que sus festivaleros organizadores se han adelantado a la jugada sospechando la reacción a la contra del nuevo alcalde del Puerto de la Cruz, a quien conocemos por esta bitácora cariñosamente como Copito de Nieve.

Si eso es así, espero que Copito recule, se dé cuenta de lo que hace y dé luz verde a un certamen que no es que enriquezca al Puerto de la Cruz ni a Tenerife, es que enriquece a Canarias toda.

Quizá si la muchachada de Mueca convence al primer edil de que este Festival, además de traer a comediantes que hacen el ganso por las calles de la ciudad turística, también reparte dinero, pasta o parné en ese Puerto de mi Cruz igual se lo piensa antes de condenarlo a la nada….

FALSO CULPABLE

Me alegro lo que se dice un montón que Enrique Carrasco esté en estos momentos grabando el documental Gonsalvus, un canario en la kunstkammer. Me consta que se trata de un proyecto largamente acariciado por el periodista y cineasta tinerfeño.

Persona, además, que fue de las primeras que descubrió al tal Petrus Gonsalvus, un tinerfeño con exceso de vello que causó asombro en las cortes europeas del siglo XVI…

EXTRA: CORTINA RASGADA

Cuando era pequeñito y no entendía una palabra solía ir al maestro o a la mestra (porque en ese tiempo eran maestros y maestras y no profesores y profesoras) y le preguntaba qué quería decir (pongamos un ejemplo): ”corrupción”. El maestro o la maestra me respondían entonces casi siempre lo mismo: “búscalo en el Diccionario”. Les cuento esto porque el titulito hitchcoriano de este comentario es para “iniciados” y no me apatece contarles que Cortina Rasgada es una ironía de lo que se llamaba Mundo Libre cuando se lograba “pasar” a Occidente a alguien del otro lado del Telón de Acero y… ¡vaya, cojones, si casi se lo he dicho todo!

Les contaba esto porque ayer, sábado, quien les escribe se encontraba en uno de esos centros comerciales más perdido que uno de los protagonistas de la serie que hace tanto furor cuando de repente sus ojos se tropiezan con el único dvd que les quedaba de la miniserie ¡¡¡The Company!!! a precio de risa maríaluisa.

Como sabrán, cabestros, no hace mucho devoré las casi 1.300 páginas de la novela que la inspira, de Robert Littel, un escritor que para quien les escribe está a la misma altura –o más– de John Le Carré. De hecho, he tenido tiempo para masticar otras historias del autor como El Rizo y Leyendas, y es tanta mi obsesión que continuo a la captura de más novelas de este señor en el Rastro de la capitá con el mismo entusiasmo de un caballero de la Mesa Redonda tras el Santo Grial.

Cabe añadir, no obstante, que sin poca fortuna.

Pero ¿y qué?

Les contaba que me hago con la miniserie The Company. Y que me pego las cuatro horas bien entrada la noche.

¿Conclusión?

No la recomendaría si no han leído la novela.

Verdad de verdades…

Saludos, a lo “no preguntes qué puede hacer tu país por ti, pregunta qué puedes hacer tú por tu país”, desde este lado del ordenador.

“Estoy donde siempre me encontrarás: el cine”

Sábado, Enero 23rd, 2010

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Vamos, que se me ha muerto otro de los mitos que pueblan mi desquiciada cabeza. A veces pienso que el tiempo conspira sólo para hacernos un poco más infelices. Y enterarme hoy de que ha dejado este mundo de vivos fantasmas una estrella rutilante y viva que forjó mi memoria como espectador me deja si cabe un poco más huérfano y aislado en la pesada realidad que nos rodea.

Ha muerto Jean Simmons. Dama de inquietante belleza. Unos la recordarán por Narcico Negro. Otros por La túnica sagrada y Desireé aunque quien les escribe confiesa que se enamoró perdidamente de ella por sus papeles en Horizontes de grandeza, gradioso western dirigido por el gigantesco William Wyler; la prodigiosa santa impostada que asumió en El fuego y la palabra del siempre reivindicable Richard Brooks y cómo no por la esclava romana que enamora a Espartaco con cuerpo y cara de Kirk Douglas en esa casi obra maestra que firmó Stanley Kubrick. Si me apuran, también me quedo con la ¿casta? protagonista que interpretó en ese delicioso musical que es Ellos y ellas del cínico  Joseph L. Mankiewicz.

Simmons cuenta con más películas. Una filmografía extensa que invito a los cinéfilos del mundo unidos en la congoja tras conocer su muerte a que investiguen en la red de redes. Yo sólo puedo quedarme con una imagen fija y obsesiva en mi cabeza, la extraordinaria escena de amor que mantiene con Douglas en Espartaco. Escena que subraya una de las más hermosas bandas sonoras escritas para el cine por Alex North, y que recuerda ahora quien les escribe con el corazón –una vez más– partido.

Así somos los tontos que crecimos viendo películas en televisión. Repitiendo los nombres de las estrellas que se anunciaban en los títulos de créditos. Más tarde, al volver a ver muchos de estos largometrajes no dejaba de quedar fascinado por la extraña, turbia y aparentemente gélida belleza de esta actriz de origen británico.

Demasiados recuerdos que toman forma de película de las de antes. Obras la mayoría de ellas redondas. Se casó con Stewart Granger (el protagonista de Las minas del rey salomón y Scaramouche) y el ya citado Richard Brooks, director de Los profesionales y A sangre fría, entre otros grandes títulos.

Me quedo con la mente en blanco mientras me pregunto: ¿de verdad que ya no volverá a estar entre nosotros, señora Simmons?

Y me contesta un conmovedor susurro que sopla con el viento: “estoy donde siempre me encontrarás: el cine.”

Saludos, una vez más fúnebres, desde este lado del ordenador.

Luego rio para no llorar pero lloro porque me da la risa

Viernes, Enero 22nd, 2010

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A MODO DE PRÓLOGO

Alguien me pregunta en torno socarrón que donde está señor Ojo y le respondo que enterrado en uno de los muchos armarios donde escondo mis cadáveres. Esa misma persona me contesta entonces que mi casa debe de apestar como cuando la Refinería tiene la gentileza de soltar sus malos humos sobre los aires de esta ciudad a la que tanto amo y a la que también tanto odio. Pero dejo de prestarle atención cuando siento que la noche de ayer se confunde en el tiempo con otra noche de hace 26 años atrás. Cuando todos éramos más jóvenes y no sé si felices.

El motivo de este viaje al pasado –con toda la carga de profundidad que conlleva– es que apenas tengo ahora algo que ver con aquel muchacho de hace casi tres décadas. En mi transitar, además, ya no se encuentran los seres queridos que tanto noto en falta y me pongo triste porque sé que me pongo triste cuando la gente a mi alrededor dice que está feliz y pletórica gracias a los brebajes que se derraman por dentro.

La palabra Carnaval me quema la cabeza por eso. Pero tolero (que no es lo mismo que aprecio) la venida de esa fiesta que casi todo el mundo asegura que espera.

EL EXTRAÑO VIAJERO EN EL TIEMPO

Les contaba que como si fuera el protagonista de la extraordinaria novela La máquina del tiempo del maestro H. G. Wells, la noche de ayer me supo a la noche de otro ayer pero de hace 26 años.

El pub se llamaba Delfos y por una generosa invitación del incombustible y para mi ya legendario y necesario Antonio Arozena, mi buen amigo Coriolano González Montañez ofrecía su primer recital de poesía. Cori tuvo entonces la idea (creo que sin escuchar los crípticos razonamientos del oráculo del que tomaba nombre el establecimiento) de invitarme a que lo presentara en aquel acto público. El primero de nuestras vidas. Una buena razón pues para que casi treinta años después repitiéramos la experiencia.

El acto tuvo lugar en La Gramola, bar de copas que ha tenido gracias a Antonio la excelente idea de programar en sus entrañas actos culturales. Poesía ahora todos los jueves; y pronto monólogos de humor, conciertos de música clásica y magia.

Y algo de magia teñida de añoranza hubo anoche. Pero también de vértigo y de extraña tristeza para quien les escribe. No sé, últimamente me cuesta reír y cuando lo hago no parece mi risa de antes. Pero eso es otra historia.

SOLO MUJERES

Lo primero que me sorprende es que el público que asiste al recital es mayoritariamente femenino. Mujeres acompañadas de otras mujeres. O mujeres solas que quieren pasar el rato escuchando poesía. Apenas hay garrulos lo que es una buena señal mientras en mi cabeza sintonizo con The Kinks, grupo que siempre contribuye con su música a que me sienta un poco más feliz.

CAOS. BENDITO CAOS. CAOS.

Presento con la voz entrecortada y la cara colorada. Después Cori lee. Y mientras lee no estoy ahí en ese momento sino 26 años atrás. Intentando descubrirme en aquel chaval con sus ideas locas en la cabeza. Lamento decir que transcurridos los años no comparto ninguna de las locuras de aquel veinteañero sumergido en las aguas negras de la literatura lovecraftiana. Mis locuras actuales son muy distintas y no sé si igual o peor de ominosas que las pesadillas que nos dejó escrito el creador de los fascinantes mitos de Cthulhu.

VÉRTIGO

Al finalizar el recital, abrazos y besos. Cori se escabulle y me quedó con otros dos grandes colegas en el pub conversando con Antonio. Navegan personajes comunes que hemos conocido. Rápido repaso a la nefasta actualidad chicharrera y agradable sorpresa cuando un formidable prestidigitador de nombre artístico Yako hace unos juegos que nos sorprenden a todos. Son juegos de naipes, trucos de magia que siempre me han gustado más que los grandilocuentes espectáculos que diseña David Copperfield, y por mucho que intentemos descubrir cómo demonios lo hace: no hay manera.

Me comentan que es cosa de habilidad pero yo prefiero creer que es cosa de magia. Que las cosas suceden por remotas y caprichosas casualidades y no porque alguien nos engañe. Claro que he dicho que prefiero creer porque sé que inevitablemente siempre hay alguien que nos engaña, que nos despista, que nos quiere fuera…

Resumiendo, que fue una noche extraña. Una de esas noches que para quien les escribe le resultaban tan cotidianas hace treinta años pero que ayer recupera alterando la extraña armadura que se ha construído desde entonces para ir por la vida.

A MODO DE EPÍLOGO

Ruego que me disculpen pero es que con la que nos está cayendo… Confieso que regresé a casa con una risa nerviosa, muy parecida a la del Joker.

Era tanta la risa que casi no puedo subir a mi piso. Me doblaba por las escaleras.

Igual se preguntan: ¿Por qué demonios se reía tanto?

Y la verdad, la verdad es que lo hacía para no ponerme a llorar.

Ahora mismo me estoy partiendo de la risa. Y es tanta la risa que se me empañan los ojos de lágrimas.

Lágrimas amargas.

Luego rio para no llorar.

Pero lloro porque me da la risa.

Saludos, invocando a los Primigenios, desde este lado del ordenador.

No más Muecas en el Puerto de la Cruz

Viernes, Enero 22nd, 2010

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“LA CRISIS CHACHO, LA CRISIS”

La noticia ha caído como un mazazo entre los que todavía creíamos que lo increíble no era creíble.

En otra de sus equivocadas decisiones, el para nada inspirado nuevo equipo de gobierno del Ayuntamiento del Puerto de la Cruz ha decidido dar la patada al Festival Internacional de Arte en la Calle-Mueca recurriendo una vez más al siniestro tantra de nuestros tiempos: “es que no tenemos dinero, chacho. ¡Qué estamos en crisis, chacho!”

LA CALLE ES NUESTRA NO VUESTRA, COMEDIANTES

Poco importa que este festival, el único en su género en toda Canarias, cumpliera en este 2010 preveo que funesto su décima edición. Poco importa también que a medida que fue creciendo y consolidándose fuera capaz de reunir en la que se conoce como ciudad turística a unas veinte mil personas con ganas de pasárselo bien y que abarrotaran de paso (¡y entre espectáculo y espectáculo en la calle!) restaurantes y cafeterías. También plazas hoteleras y de apartamentos porque Mueca había (escribo ya en pasado) que no perdérselo y vivirlo en la plaza, las avenidas de la ciudad turística.

De hecho, el Festival se había convertido ya en referencia y en cita obligada para todos los comediantes del mundo uníos. ¡La calle por fin era nuestra!

Eso y no la excusa de la crisis, es lo que debe de haberle destrozado el estómago al nuevo gorila que dirige el Ayuntamiento del Puerto de la Cruz. Porque Mueca se levantaba edición tras edición con un presupuesto de risa. O de Mueca.

Pero pese a todo… pese a ese presupuesto de pipas bien administrado que hizo que Mueca pareciera un festival de clase A, llegó Copito de Nieve y lo mandó a parar. Ignorante del chollo del que se desprende. Chollo para el Ayuntamiento, chollo para la ciudadanía que lo disfrutaba y, paradójicamente, no tan chollo para sus organizadores, quienes con dignísima paciencia y escasos recursos montaban año tras años un festival que superaba al anterior.

Y todo ello gracias a algo tan simple como es la imaginación. Esa imaginación al poder que, parece ser, ya no se encuentra entre los que administran la cosa pública en el Puerto de la Cruz.

Y LLEGÓ COPITO DE NIEVE Y MANDÓ A PARAR…

Claro que si uno analiza con microscopio lo que debe de tener dentro de la cabeza el carpetovetónico alcalde que actualmente rige los destinos de la ciudad turística casi hasta lo entiende. Es decir, que temo que ese dinero que se dice que no no hay para Mueca se invierta ahora en fiestorros populares donde parece que te regalan el bocadillo de mortadela y el tintorro servido en riguroso vaso de plástico con la idea de ganar votos.

Lo que está claro es que con esta decisión el Puerto de la Cruz vuelve a la casilla de salida tras varios años monopolizando prácticamente los actos más imaginativos culturalmente hablando de estas islas desamparadas de la mano de los dioses.

MAGOS ILUSTRES, NO ILUSTRADOS

Al final los ilustres (que no ilustrados) de siempre, una vez logrado el golpe de mano, han optado por dar el garrotazo a una de las pocas iniciativas que adornaban esta ciudad para transformarla una vez más en el villorrio que los cuatro magos reconocidos han querido que fuera. Analfabetos con todas sus malditas letras. Esa clase de gente que saca la pistola cuando oye la sola mención de la maltratadísima palabra Cultura.

Mueca, que iba a cumplir diez años, contaba ya con programación cerrada y a la espera estaba de recibir el respaldo de un Ayuntamiento que hoy sólo puede ser comparado con el del camarote de los hermanos Marx. Todos ahí dentro exigiendo su huevo duro, apelotonados como sardinas en lata y dando patadas para sacar fuera a los que se habían hecho un hueco sin molestar a nadie. Mueca. Gente seria, reitero, que hacía su trabajo como se tiene que hacer el trabajo.

Qué asco de islas.

Y lo digo con la mueca torcida, sin salir aún del estupor.

Saludos, francamente indignados, desde este lado del ordenador.