Los grandes musicales nunca mueren: ‘Dinero caído del cielo’
Dinero caído del cielo (Pennies from Heaven, 1981) fue uno de los últimos grandes musicales de la historia del cine antes de que los musicales (y cuando escribo musical me refiero obviamente al cine norteamericano) se travistieran en otra cosa. Desde el tuneado kitch de Baz Lurhmann en sus operísticas Romeo + Julieta (1996) y Moulin Rouge (2001), al descafeinado éxito Chicago por citar solo algunos de los más destacables título de los últimos tiempos.
El caso es que Dinero caído del cielo celebra en 2011 su veinte aniversario. Aniversario que salvo locos agradecidos como quien les escribe, pasará si pena ni gloria entre los aficionados a esto que llaman séptimo arte probablemente porque desconocen la grandeza de un filme que, como todo buen musical que se precie, trasciende las fronteras del género.
Dirigida por Herbert Ross, que fue un cineasta que bordeó el cielo con Sueños de un seductor y el infierno con Footloose, y protagonizada por Steve Martin, Cristopher Walken, Bernadette Peters y Jessica Harper, entre otros, Dinero caído del cielo se desarrolla en los años de la Depresión, ambiente que por los tiempos que corren se me antoja de una actualidad digamos que diabólica.
Escrita por Dennis Potter, creador de la serie El detective cantante, que dio origen también a una interesante película que homenaje y parodia el cine negro, Dinero caído del cielo es un drama en el que sus protagonistas imaginan un mundo mejor interpretando aquellas cursis y si quieren algo facilonas canciones que estuvieron de moda en los años treinta en los Estados Unidos.
El título del filme, de hecho, es el de una de aquellas melodías que en la película de Ross adquiere notable ironía.
Dinero caído del cielo se trata, en definitiva, de uno de los mejores últimos grandes musicales de la historia del cine, y quizá por ello, por ser uno de los últimos grandes musicales de la historia del cine este título haya terminado por convertirse en un filme de culto. En una cinta para iniciados que saben que, desgraciadamente, el dinero nunca cae del cielo.
Claro que, pese a todo, siguen cantando. Y bailando porque ¿quién sabe? igual miras al cielo…
Saludos, cinéfilos, desde este lado del ordenador.
Julio 12th, 2011 at 3:58
Eduardo, permítenos que a algunos Footloose sea un icono de nuestra juventud (casi niñez) y por lo tanto también se haya rozado el cielo con ella. Ese baile no se olvida y vale su peso en oro.
Y, de resto, de acuerdo con tus apreciaciones, la vi hace mucho pero “dinero caido del cielo” es un gran gran musical
Julio 12th, 2011 at 9:33
Patrick, por el gran Kevin Bacon, que comparto tu estima por Footloose.