Archive for Septiembre, 2013

Mary Morris: “Solo existen dos tipos de trama”

Martes, Septiembre 24th, 2013

La escritora norteamericana Mary Morris cita a uno de sus profesores en la primera de las charlas de Conversaciones en La Ranilla, ciclo que forma parte de una de las secciones de Periplo, Festival Internacional de Literatura de Viajes y Aventuras de Puerto de la Cruz.

Viene a decir Morris, insisto que recordando a su querido profesor, que todas las historias tienen la misma trama, el mismo hilo conductor: te vas de viaje o un extranjero llega a la ciudad, idea que no deja de llamarme la atención durante su intervención, salpicada de referencias a su familia, pequeños relatos con los que dinamizó una entrevista en la que por encima de todas las cosas reivindicó la literatura de viaje escritas por mujeres.

Morris no recurre a las nuevas tecnologías cuando recorre el planeta sino que se sirve de cuadernos de tapas rojas que le sirven de diarios y un bolígrafo. Mezcla además memoria en sus relatos de trotamundos, aunque todavía continúa siendo una autora desconocida en España porque, que sepa, no se ha traducido ninguno de sus libros al spanish castillian.

Por Nothing to declare (Nada que declarar) obtuvo cierto reconocimiento en los Estados Unidos pero continúa siendo una obra de la que apenas tenemos referencias en España. Ignoro las razones que animan a traducir a determinados autores y obviar otros, pero escuchar a la señora Morris invita a acercarse a sus libros pese a que mi nivel de inglés sea el mismo que el de Ana Botella.

Morris está a punto de finalizar una novela, no un libro de memorias, cuya acción se desarrolla en Chicago, durante los felices años 20. Morris nació en Chicago y pretende rendir un homenaje a la histórica ciudad mezclando personajes reales, como Al Capone, o Cara Cortada, con ficticios, entre otros un trompetista negro y un pianista de origen judío de jazz.

Morris admite que tiene algo de Louis Armstrong su trompetista y que el jazz está muy presente en esta novela. Destaca, además, que padre, que nació los primeros años del siglo XX, fue pianista en esa década que también cantó literariamente F. Scott Fitzgerald. Los años locos, del alcohol ilegal, de figuras del hampa con más poder que el gobernador del Estado, de las revolucionarias flapper, del vive la vida…

Simultaneando su periplo por la ficción, Mary Morris no renuncia a viajar aunque reconoce que tras el atentado a las torres gemelas el 11 de septiembre ya no resulta lo mismo cruzar fronteras mientras muestra el pasaporte norteamericano.

¿Aprecia hostilidad?

No lo dice así exactamente, aunque algo de ello debe haber.

El Festival Internacional de Literatura de Viajes y Aventuras de Puerto de la Cruz continúa hoy a las 19 horas con Marc Serena, quien presenta en la sección Tan lejos, tan cerca, su libro La vuelta de los 25; y con la escritora Reyes Calderón en el ciclo Conversaciones en La Ranilla, a las 20.30 horas.

Saludos, agito las manos, desde este lado del ordenador.

Carolyn Cassady, Camille ‘En el camino’

Lunes, Septiembre 23rd, 2013

Y por la mañana Camille nos echó a los dos a la calle, equipaje incluido, La cosa empezó cuando llamamos a Roy Jonson, el Roy de Dénver, y le hicimos venir con cervezas, mientras Dean cuidaba a la niña y lavaba los platos y la ropa en el patio, aunque todo lo hizo muy mal debido a la excitación. Jonson aceptó llevarnos a Mill City a ver a Remi Boncoeur. Camille volvió del trabajo en la consulta de un médico y nos dedicó la triste mirada de una mujer atosigada. Jonson aceptó llevarnos a Mill City. Intenté demostrar a la desgraciada chica que yo carecía de malas intenciones con respecto a su vida familiar y la saludé cordialmente y le hablé con el mayor cariño del que era capaz, pero ella se dio cuenta que era una artimaña y una artimañaza que había aprendido de Dean, y solo me respondió con una triste sonrisa.” (En el camino, Jack Kerouac)

El viernes pasado, 20 de septiembre, falleció Carolyn Cassady, sufrida esposa de Neal Cassady. A través de su marido conoció a Jack Kerouac y Allen Ginsberg. Es decir, ante ella se le revelaron el padre (Cassady), el hijo (Kerouac) y el espíritu santo (Ginsberg) de la santísima trinidad del misterio beat.

Carolyn Cassady, Camille en la novela En el camino, se convirtió en un testigo involuntario de aquel nacimiento cuya obra literaria todavía inquieta por la noción de viaje. La de dar el primer paso sin mirar atrás.

La muerte de Carolyn Cassady coincide –caprichoso como se las gasta el destino cuando tira los dados– con la publicación en español de Off the road, escrito por la señora Cassady y en la que cuenta su peculiar historia junto a la santísima trinidad beat.

Off the road está editado en español por Ediciones Escalera, traduce Ana Lima, y es una oportunidad para visualizar con otra perspectiva cómo fue vivir con Cassady y su entorno.

Ediciones Escalera se está preocupando por recuperar y bien aquel universo literario, así como el trabajo de ilustres precedentes como Jack Black y su crudamente existencial Nadie gana, con prólogo de ese iluminado llamado William S. Burroughs.

Carolyn Elizabeth Robinson Cassady nació en Lansing, Michigan, en 1923 y su vida fue normal y corriente hasta que conoció a Neal Cassady (Dean Moriarty en El camino) y tomó contacto con el San Francisco (Frisco) de los años cincuenta. En 1983, Cassady se trasladó a Inglaterra, donde residió hasta su muerte. Tras algunos problemas para publicar las cartas de Jack Kerouac, su libro de memorias, Off the road, se publicó por primera vez en 1990.

Saludos, ya vamos de camino, desde este lado del ordenador.

De Kant a ‘La caballería roja’ de Babel

Sábado, Septiembre 21st, 2013

En Rusia, o en lo que queda de lo que una vez fue una unión de repúblicas socialistas soviéticas, un tipo le pega a otro un tiro porque discuten sobre Kant.

No he visto fotografías de los protagonistas de la noticia.

Noticia porque uno le pega a otro un tiro por Kant –Immanuel Kant– mientras hacen cola en una tienda.

Kant no es un futbolista.

Tampoco un político corrupto.

Ni siquiera un hombre con posibles.

Kant es Kant.

No me aclara ninguno de los despachos informativos que leo cuál fue la idea que provocó ese tiro.

BANG.

Hay que tener en cuenta, de todas formas, que en Rusia se toman muy en serio la cultura.

Tanto, que lo mejor de una generación de artistas desapareció en los calabozos o en Siberia gracias al camarada Stalin. Entre otros, un escritor y periodista llamado Isaac Babel.

Babel, un adelantado a su tiempo. Quizá eso explique porqué hoy casi nadie se acuerda de él aunque en español cuenta con un ilustrado imitador de su libro más recordado, La caballería roja.

¿Nombre de la obra y del hereje?

Condenados de Condado, de Norberto Fuentes.

Descubrí a Babel a través de La caballería roja en una edición del año 27 que estaba en la biblioteca de mi padre. Se trata de un volumen de Ediciones Biblos Madrid y cuenta con ilustraciones de Maroto aunque no se indica quien es el traductor.

El ejemplar, que aún conservo junto a Cuentos de Odesa y otros relatos (Alianza Editorial, 1972) tiene sus páginas amarillentas, y se deshace lentamente entre mis manos por el paso implacable del tiempo. Respira tradición, la fragancia de lo venerable, de lo viejo.

Leí La caballería roja hace mucho, mucho tiempo, y es uno de esos raros libros a los que recurro de vez en cuando porque siempre me cuenta cosas distintas.

La primera vez, su voz tuvo la forma de una extraordinaria aventura escrita con desarmante estilo seco y conciso.

Más tarde, encontré en esas mismas historias secas y concisas un objetivo y casi fotográfico relato de hechos.

La caballería roja está inspirada en las experiencias como combatiente y periodista de Isaac Babel durante la guerra ruso polaca y en estos relatos el autor se confunde entre la tropa. Es uno más que habla como ellos y cuenta lo que dicen ellos.

“Así perdimos a Chlebnikov. A mi me entristece mucho, porque Chlebnikov era un hombre pacífico, de carácter semejante al mío. Era el único en el escuadrón que tenía un samovar. Los días de calma tomábamos juntos té caliente. Y me hablaba con tanto detalle de las mujeres, que yo me ruborizaba. Y me hacía bien oírle. Creo que era debido a que los dos teníamos las mismas pasiones. Considerábamos el mundo como una pradera en mayo… como una pradera con caballos y con mujeres” (Historia de un caballo).

La Gran Purga del camarada Stalin ordenó detener a Isaac Babel.

Comienza el descenso a los infiernos de un sistema que él, paradójicamente, contribuyó a construir.

Sus declaraciones tras ser detenido resultan inquietantes.

Alguna de ellas las recoge Vitali Chentalinski en De los archivos literarios del KGB (Editorial Anaya & Mario Muchnik, 1993).

“PREGUNTA: Ha sido usted detenido por sus actividades antisoviéticas de traición. ¿Se considera culpable?

RESPUESTA: No, no soy culpable.

P: ¿Cómo se puede compaginar esta declaración de inocencia con su detención?

R: Considero que mi detención es el resultado de un fatal cúmulo de coincidencias, y de mi impotencia creadora, que me ha impedido publicar ninguna obra importante durante los últimos años, lo que en las condiciones soviéticas puede ser tomado como un sabotaje y una negativa a escribir.

P: ¿Quiere decir que ha sido detenido por ser escritor? ¿No cree que tal explicación es demasiado ingenua?

R: Desde luego, tiene razón. No se detiene a un escritor por su inactividad y su esterilidad.

P: Entonces, ¿cuál es la verdadera causa de su detención?

R: He viajado con frecuencia al extranjero y he mantenido estrechas relaciones con destacados trotskistas…

P: ¿Quiere explicar porque un escritor soviético como usted ha sido captado, en el extranjero, por los círculos enemigos del país que representa? Debe confesar su criminal actividad de traidor.”

Cuentan que Isaac Babel pidió, rogó hasta el final que lo escuchasen sus camaradas.

Los mismos camaradas que lo ejecutaron en enero de 1940.

La traición, le digo, compañero Juez de Instrucción Burdienko, se ríe de nosotros en la ventana; la traición avanza descaradamente en nuestra propia casa; la traición se cuelga las botas a la espalda para que las tablas de piso no crujan en la casa despojada. Pero nosotros queremos arrancar el piso para que se levante contra nuestra inocente rudeza y derramaremos sangre negra en esas botas que han aprendido a andar sin crujidos” (Traición).

BANG.

Saludos, seis años con El Escobillón, desde este lado del ordenador.

Seis años con El Escobillón

Viernes, Septiembre 20th, 2013

ESTA NOCHE EN SAMARKANDA

“Una mañana, el califa de una gran ciudad vio que su primer visir se presentaba ante él en un estado de gran agitación. Le preguntó por la razón de aquella aparente inquietud y el visir le dijo:

- Te lo suplico, deja que me vaya de la ciudad hoy mismo.

- ¿Por qué?

- Esta mañana, al cruzar la plaza para venir a palacio, he notado un golpe en el hombro. Me he vuelto y he visto a la muerte mirándome fijamente.

- ¿La muerte?

- Sí, la muerte. La he reconocido, toda vestida de negro con un chal rojo. Allí estaba, y me miraba para asustarme. Porque me busca, estoy seguro. Deja que me vaya de la ciudad ahora mismo. Cogeré mi mejor caballo y esta noche puedo llegar a Samarkanda.

- ¿De verdad que era la muerte?, ¿estás seguro?

- Totalmente. La he visto como te veo a ti. Estoy seguro que eres tú y estoy seguro que era ella. Deja que me vaya, te lo ruego.

El califa, que sentía un gran aprecio por su visir, lo dejó partir. El hombre regresó a su morada, ensilló el mejor de sus caballos y, en dirección a Samarkanda, atravesó al galope una de las puertas de la ciudad.

Un instante más tarde el califa, a quien atormentaba un pensamiento secreto, decidió disfrazarse, como hacía a veces, y salir de su palacio. Solo, fue hasta gran plaza, rodeado por los ruidos del mercado, buscó a la muerte con la mirada y la vio, la reconoció. El visir no se había equivocado lo más mínimo. Ciertamente era la muerte, alta y delgada, vestida de negro, el rostro medio cubierto por un chal rojo de algodón. Iba por el mercado de grupo en grupo sin que nadie se fijase en ella, rozando con el dedo el hombro de un hombre que preparaba su puesto, tocando el brazo de una mujer cargada de menta, esquivando a un niño que venía hacia ella.

El califa se dirigió hacia la muerte. Ésta, a pesar del disfraz, lo reconoció al instante y se inclinó en señal de respeto.

- Tengo que hacerte una pregunta –le dijo el califa en voz baja.

- Te escucho.

- Mi primer visir es todavía un hombre joven, saludable, eficaz y probablemente honrado. Entonces, ¿por qué esta mañana cuando él venía a palacio, lo has tocado y asustado? ¿Por qué lo has mirado con aire amenazante?

La muerte pareció ligeramente sorprendida y contestó al califa:

- No quería asustarlo. No lo he mirado con aire amenazante. Sencillamente, cuando por casualidad hemos chocado y lo he reconocido, no he podido ocultar mi sorpresa, que él ha debido tomar como una amenaza.

- ¿Por qué sorpresa? –preguntó el califa.

- Porque –contestó la muerte– no esperaba verlo aquí. Tengo una cita con él esta noche en Samarakanda.”

Tomado de El círculo de los mentirosos. Cuentos filosóficos del mundo entero (Jean-Claude Carrière, traducción: Néstor Búsquets, Editorial Lumen, 2000).

Saludos, feliz seas en tu día, desde este lado del ordenador.

Damos la nota

Jueves, Septiembre 19th, 2013

* Víctor Álamo de la Rosa presenta este viernes, 20 de septiembre, su última novela Isla nada (Tropo Editores), un título en el que su autor pone fin a su universo literario de Isla Menor. Álamo de la Rosa explica que su Isla Menor es una metáfora de El Hierro, de ahí el paisaje, los lagartos, las situaciones que plantea en una ficción que, prácticamente, ha definido hasta ahora su narrativa. Ello me hace preguntar por dónde irá a partir de ahora las nuevas historias del escritor. Qué temas explotará tras dejar atrás seis libros en los que construyó un imaginario que cuenta con devotos lectores y una señas de identidad que son ya marca de la casa.

El acto tendrá lugar, decíamos, este viernes a las 19 horas en Santa Cruz de Tenerife, en el salón de actos de la MAC Mutua de Accidentes de Canarias (c/Robayna, 2), y supone el pistoletazo de salida de una gira de promoción que también lo llevará a Venezuela, Madrid, Las Palmas de Gran Canaria, Los Realejos y El Hierro.

Isla nada relata “la historia de un aviador nazi que tras perder la guerra decide montar un curioso zoológico donde exhibir seres humanos, y la vida de un famoso tenor catalán que debido a las asombrosas adicciones sexuales de su esposa comienza a perder su portentosa voz”. Con estos hilos argumentales teje Víctor Álamo de la Rosa su nueva novela, cuatrocientas páginas, “por la que desfila una galería de personajes y una variedad de paisajes que llevarán al lector desde las discotecas de Río de Janeiro a los suburbios de Sierra Leona, desde los poblados esquimales del Ártico al parque del Retiro madrileño, pasando por El Hierro, Tenerife, Galicia, Francia, Marruecos, Canadá, un sinfín de apasionantes viajes que desembocarán en una isla misteriosa, asediada por un volcán, en la que los personajes empezarán a dudar de su propia existencia”.

* El Premio de Poesía Pedro García Cabrera, que anualmente otorga la Fundación CajaCanarias, ha recaído en la presente edición en el poemario El tiempo de los lémures, de Daniel Bernal Suárez. El galardón, dotado con 3.000 euros, lleva aparejado la publicación de la obra objeto de distinción.

En esta última convocatoria del certamen poético se presentaron más de medio centenar  de obras originales, de entre las cuales se seleccionaron diez trabajos finalistas. El jurado estuvo formado por Jorge Rodríguez Padrón, Nilo Palenzuela, Olvido García Valdés y Carlos Pinto Trujillo, y actuó como secretario el jefe de Acción Cultural de la Fundación CajaCanarias, Álvaro Marcos Arvelo.

Daniel Bernal Suárez (1984) cursa estudios de Ciencias Biológicas por la Universidad de La Laguna y ha obtenido varios premios literarios como Cruzarte, de Puerto de la Cruz (segundo Premio de Poesía en 2006 y 2010; segundo Premio y Accésit de Relato Corto en 2007), Félix Francisco Casanova (mención especial de Poesía en 2006 y 2007), Primer Premio de Poesía en el certamen Ciudad de Tacoronte (2008), así como con el Premio Internacional de Poesía Luis Feria (2011). Algunos poemas suyos han sido publicados en las revistas literarias Letralia Destiempos, Enfocarte e Isla negra. Colabora  con el Colectivo Artes y Letras en el desarrollo del Encuentro Internacional Tres Orillas. Actualmente, es codirector de la revista de creación literaria y crítica La Salamandra Ebria. Ha publicado los poemarios Escolio con fuselaje estival y Corporeidad.

* El taller de escultura y fundición artística Esculturas Bronzo inaugura este viernes 20 de septiembre a las 20.30 horas en su sala de La Laguna, Espacio Bronzo, la exposición José Abad. Obra reciente, una veintena de piezas realizadas en bronce y en hierro que nunca han sido expuestas y otros trabajos: dibujos, collages. La exposición permanecerá abierta al público hasta el 31 de octubre.

El Espacio Bronzo, situado en la calle Núñez de la Peña 19, ha sido creado por el taller de fundición para promover la creación artística centrada en la escultura y los objetos de diseño o funcionales e incluye tanto la sala de exposiciones como una tienda de arte y artesanía que sirve a la vez como lugar de encuentro entre creadores y público.

Las esculturas que forman parte de la exposición son piezas únicas de pequeño y mediano formato. Presenta también una nueva serie de Almanaques, serie de dibujos y collages que forman parte de una colección de 365 imágenes, una por cada día del año, de las que en esta ocasión presenta una selección de 8 piezas. Además de otros collages, la exposición incluye dos obras seriadas sobre papel a partir de fotografías hechas en el taller de la fundición Bronzo, manipuladas y modificadas por José Abad.

Saludos, unos se quedan y otros se van, desde este lado del ordenador.

Mi error fue abrir un libro de Jack London

Martes, Septiembre 17th, 2013

(Mi hermano) es completamente feliz por dedicarse solo a vivir la vida. Está demasiado ocupado viviéndola para pensar sobre ella. Mi error fue abrir un día un libro.” (El lobo de mar)

El tipo que te mira es Jack London, uno de cabecera.

No falla, siempre está ahí.

Lo conocí hace muchos años, demasiados… y siempre está ahí. Algo tuvo que ver Martin Eden. Una novela a la que llegué gracias a una miniserie de televisión cuyo entusiasmo compartí con otros amigos porque entonces London era y es un autor de cabecera.

Uno de los atractivos de Martin Eden es que el territorio de la aventura ya no se desarrolla en los mares del sur o en la fría Alaska, sino en la ciudad de Nueva York, una selva en la que su protagonista, un humilde marinero, se enamora de una mujer de buena posición y para estar a su altura se hace escritor e inicia una exitosa carrera literaria.

Otras novelas urbanas de London fueron Asesinatos, S. L., que dejó inacabada, y John Barleycorn. Las memorias alcohólicas, pero carecen de la trágica y desesperada inocencia de Martin Eden. Tampoco cuentan con su arriesgado espíritu de la aventura.

El mismo que encuentras en Antes que Adán, El vagabundo de las estrellas, Colmillo blanco, El lobo de mar

Sí, mi error fue abrir un día un libro de Jack London.

Saludos desde este lado del ordenador.