Andrés Pascual: “Somos lo que mostramos a los demás”
Andrés Pascual (Logroño, 1969) era un abogado de éxito hasta que un buen día dijo basta y se fue con su esposa a recorrer mundo. La pareja vive en la actualidad en Londres, aunque son frecuentes sus visitas a España donde imparte conferencias en las que enseña a trabajar en equipo y a escribir.
Autor de varias novelas, presentó hace unos meses en la capital tinerfeña un libro con escrito con Ecequiel Barricart titulado El oso, el tigre y el dragón. Los tres animales que habitan en ti (Urano, 2017), una fábula o manual de autoayuda que poco a poco ha ido calando entre los aficionados a la literatura de sanación espiritual.
- El oso, el tigre y el dragón. Los tres animales que habitan en ti está escrito por Ecequiel Barricart y usted, ¿cómo se escribe un libro a cuatro manos?
“Hay gente que piensa que uno escribe una línea o un párrafo y que el otro corrige pero no es así. La idea idea principal era la de contar una historia con los animales que representan las emociones, la acción y el propósito. Ecequiel, que es uno de mis mejores amigos, fue el que me contó esté relato y a mi me pareció tan potente que le propuse escribirlo juntos. Por mi parte, me encargué de crear una fábula sobre la idea que conocía y el iba editando añadiendo cosas, haciendo más grande la fábula y funcionó porque el trabajo que realizamos juntos estuvo basado en la confianza y la adoración mutua, era imposible hacerlo de otra forma”.
- ¿Era la primeras vez que escribía un libro de estas características?
“Y como ocurre siempre fue un desafío pero era también la mejor manera de contarlo y transmitírselo a los lectores”.
- ¿Y lo plantean cómo una fábula?
“La fábula está repleta de posibilidades que nos permite explotar este triángulo casi divino sin exigir apenas esfuerzo. Si alguien está pasando por algunos de los tres males que identificamos como son el miedo, el vacío y el estrés, te lees el libro en su suspiro y con un poco de suerte en poder de estos tres animales (oso, tigre y dragón) aparecerá en el camino parte al menos un poco de luz”.
- ¿Por qué estos tres animales?
“Porque pensamos que para representar el mundo de las emociones necesitábamos de un abrazo, aunque nos abracemos nosotros mismos y a los demás. Un acéptate a ti mismo para poder comprender mejor a los demás siendo generoso contigo mismo, que representa el oso. Y la garra del tigre, el tigre que tiene tres alimentos que hay que darle como son la valentía, la determinación y la creatividad y, por último, el dragón que si bien es un animal mítico lo utilizamos para que su vuelo simbólico resultara muchísimo más alto que el de un halcón o un águila porque queríamos ir más allá de este mundo y el dragón es un animal capaz de todo y cumple su función. Además, Ecequiel y yo somos muy orientalistas, y el dragón nos conectaba con estas formas de pensamientos que a nosotros nos ha dado mucho”.
- ¿Qué atractivo observar en las religiones orientales?
“Pues una forma diferente de plantear la realidad. Aunque toda la fuente del pensamiento religioso parte del amor. El caso es que en España asociamos el catolicismo al rito, rito que no podemos compartir si nos alejamos un poco y asumimos otras corrientes del pensamiento. Yo llegué a ellas por casualidad y a raíz de mi primera novela, El guardián de la flor de loto, tras un viaje al Tíbet, que es el escenario en el que se se desarrolla un libro que yo quería que fuera de tiros y persecuciones en la que se mostrara como los pobres tibetanos padecen el yugo chino pero me salió lo que alguien definió como el primer thriller espiritual porque en la novela al final tiene más importancia las perlas de sabiduría tibetanas que inserto en las páginas que la trama en sí”.
- En El oso, el tigre y el dragón el protagonista es sastre. ¿Fue premeditado escogerle este oficio?
“Queríamos dotarle de una profesión que fuera física, y el sastre maneja telas y otras herramientas en su trabajo. La fábula es atemporal, no está ubicada en el tiempo, y sastres han habido siempre, por lo que pensamos que era perfecto como protagonista del relato pero no tiene otro componente simbólico aunque el hecho de tejer un traje nuevo es como reconstruir tu personalidad. Somos lo que mostramos a los demás y en nuestro libro lo que pretendemos es que tengas un traje en el que no existan los miedos.”
- El oso, el tigre y el dragón recuerda a algunas obras de Paulo Coelho.
“Me encanta esta comparación porque Coelho es un escritor que han sabido adecuar las forma de contar las cosas para llegar a miles de personas”.
- ¿Entonces reconoce que el libro es una fábula y sirve de auto ayuda?
“Sí, ya que somos esclavos de una serie de prejuicios que nos impiden disfrutar de una serie de cosas de la vida. Nuestro libro se ha escrito se ha escrito desde la experiencia y con honestidad y desde el corazón”.
- ¿Cómo fue el proceso de llegar a este estadio tan dulce?
“En mi caso me vino muy bien los viajes. No quiero decir que hay que viajar para encontrar inspiraciones en la vida sino para traernos espejos en los cuales contemplarnos a nosotros mismos de otra forma. Conocer otras culturas y tradiciones me ha servido para conocerme mejor y quitarle importancia a todo aquello que me preocupa del día a día”.
- Y descubre Oriente.
“La primera vez fui buscando la aventura pero descubrí una serie de delicias espirituales en cuando a la concepción que tienen de la persona y de la humanidad. Lo que más me gusta es su idea del individuo, que no empieza cuando nace y termina cuando muere sino que forma parte de algo superior a nosotros. Por el contrario, el occidente, siempre está muy presente el individuo, lo que engendra a veces una carga de responsabilidad y de sentimiento de culpa que no existe para los budistas, que nunca hablan del yo sino de pensar que formamos parte de algo superior a nosotros mismos”.
- Como escritor y viajero, ¿qué mirada tiene de la España actual?
“ En estos momentos la sensación es de tristeza porque si algo tenemos es diversidad , un activo que no dispone Inglaterra. No he perdido, de todas formas, la esperanza de que nos demos cuenta los españoles que en este camino lo mejor es cogernos de la mano y cantar con diferentes voces la misma canción”.
Tras los sueños
Andrés Pascual comenzó siendo músico en sus ratos libres e incluso intento profesionalizarse hasta que se dio cuenta que no servía. De ahí, y compaginándolo con un trabajo en el que casi siempre tenía el hacha en el cuello, comenzó a escribir libros que obtuvieron relativo éxito como El guardián de la flor de loto, El compositor de las tormeras, que escribe un poco a desquite de su frustrada carrera musical, y El haiku de las palabras perdidas, entre otros, hasta Taj, Premio 2016 de Novela Histórica Alfonso X El Sabio, en la que cuenta la construcción de la tumba del Taj Mahal no desde el punto de vista del príncipe con el corazón destrozado de amor sino de uno de los veinte mil trabajadores que se emplearon para erigir este monumento, uno de los más bellos del mundo. “A partir de ahí escribo una historia de amor paralela entre la de ese joven trabajador con una doncella”.
Otras novelas de Andrés Pascual se desarrollan en Brasil (Edén) y en varios puntos del planeta como el autobiográfico El viaje de tu vida, donde el protagonista termina en Siria, Madagascar, la Amazonia, entre otros escenarios donde encuentra una razón para seguir caminando detrás de “nuestros sueños, no digo conseguirlos”. En Sudáfrica, por ejemplo, el protagonista del libro encuentra, paradójicamente, la libertad y en el Tíbet la acción porque “los lamas parecen sosegados pero los que los define es la acción porque piensan siempre en dar un paso adelante al considerar que vivir es una obligación y no un derecho”. En Siria, dice, “encontré la firmeza para no desviarnos del camino fácil. El escritor y el personaje del libro atravesaron así el desierto porque la idea era la de no evitar “las dificultades sino encontrar las formas de cómo superarlas”.
Saludos, hermanos y hermanas, desde este lado del ordenador