El festival de literatura policiaca Tenerife Noir entregó la semana pasado su premio Negra y Criminal a la escritora Alicia Giménez Bartlett (Almansa, Albacete, 1951), un auténtico sombrero borsalino con la que este encuentro reconoce su trayectoria profesional.
El género le debe a Alicia Giménez Bartlett la aportación de Petra Delicado, una mujer de carácter cuyas historias han terminado por convertirse en una saga. En la actualidad, prepara un novela en la que Petra Delicado tendrá su voz con el objetivo de que el lector se ponga de su lado.
- En cierta ocasión dijo que las mujeres tienen complejo de culpa desde los tiempos de Adán y Eva.
“No tuve una educación estrictamente católica aunque sí iba a un colegio de monjas y pronto observé que las mujeres siempre están sufriendo por algo. Trabajan y sufren porque siempre notamos algo en falta, lo que se transmite curiosamente por vía femenina, en especial a través de las madres, y es algo que no desaparece”.
- Pero eso igual pasa solo en las sociedades latinas y no del norte de Europa.
“Conozco menos las sociedades del norte de Europa y sí que es verdad que la mujer ha recuperado espacios de los que carecíamos en el pasado, lo que te genera cierta sensación de vacío que creo que es genera. En Francia, que es una sociedad que conozco bien, las mujeres te dicen lo mismo, tiene esa misma sensación de no llegar a todo lo que se les pide, y lo asumen con culpa y dolor.”
- A una escritora confesa feminista qué le parecen campañas virales como Me Too.
“El problema es que no hay que desligarlo con la clase social en la que se generó. La campaña se desarrolla fundamentalmente en Hollywood y la asumen muchas actrices que pertenecen a un mundo privilegiado al que no pueden acceder otras mujeres. Sería estupendo que se ampliara el radio de acción de Me Too y que no se quedara solo en una anécdota glamurosa y que fuera más allá, que todo el mundo estuviera en guardia con independencia de su estatus ya que una campaña de este tipo puede en serio destrozarle la carrera profesional al acosador. Ahora se genera una sensación de alarma y se percibe cuál es la situación”.
Usted irrumpe en la literatura policiaca española en los noventa con Petra Delicado. ¿Fue su manera de demostrarla a la tradicional y machista novela negra española que ya estaba bien?
“La verdad es que no pensé que había un espacio que podía ocupar el personaje. El personaje vino porque había finalizado un libro muy académico sobre la relación de Virginia Wolf y su cocinera y terminé muy agotada, lo que me hizo reflexionar que ahora tocaba escribir algo divertido y pensé en una novela negra protagonizada por una mujer que no fuera ni víctima ni ayudante, sino ella misma pero en ese momento no se me pasó por la cabeza es que Ritos de muerte se convirtiera en el inicio de una saga.”
-Hacia donde va Petra Delicado y cuánto hay de la escritora en su personaje.
“El personaje tiene ahora 50 años y es inevitable que deje algo de mis propias experiencia en ella, que se tiña de experiencias que me trajeron tranquilidad de espíritu por lo que quizá ahora resulte menos impetuosa que antes. Ha ganado cierta sabiduría pero también continúa siendo tan descuidada y bruta como siempre”.
- ¿Se inspiró en alguien especial para el personaje?
“La verdad es que nunca se sabe. Petra Delicado es un personaje representativo de una generación de mujeres que irrumpió en el mercado laboral del postfranquismo. Mujeres con creencias y vivencias muy particulares pero como personaje no pertenece a una personalidad concreta. Es un ente abstracto”.
- ¿Qué le gusta más y menos de Petra Delicado?
“Me gusta que sea valiente quizá porque yo no lo soy y me divierte su ironía porque yo también resultó muy irónica pero no me agrada que tenga tan mal genio. Esas explosiones de carácter que tiene muchas veces ha llevado a que algunos lectores me pidan que suavice su carácter, pero Petra no se deja”.
- Con la que está cayendo la realidad supera a la ficción de la novela policiaca.
“Absolutamente, y no solo en España. Vivimos una época muy movida y la ficción succiona de ahí. Se intenta analizar un poco lo que está pasando por lo que la novela se ha vuelto más analítica que anticipativa”.
- El escritor mejicano Paco Ignacio Taibo II dice que la novela policiaca es la novela social de nuestro tiempo.
“¿Parece que decae, no?, aunque este espíritu se mantiene en la en la novela mediterránea, la que escriben italianos, griegos, franceses y españoles porque sus obras continúan caracterizándose por su componente social, de mirada crítica con lo que está pasando a nuestro alrededor alrededor. Ahora hay muchísimos tipos de novela negra que incluye incluso apariciones de espíritus que quitan cualquier voluntad testimonial a la novela mediterránea que, pese a las circunstancias, sigue existiendo. No soy una militante pero creo ser un testimonio más de esta tendencia. En los casos que protagoniza Petra se enfrenta a la realidad. En el último libro de la saga, Mi querido asesino en serie, se habla entre otras cosas de la soledad. De la soledad en las grandes ciudades y soledad que no solo afecta a mujeres. Días después leo que en Gran Bretaña se ha creado un ministerio de la soledad”.
- ¿No ha sentido el síndrome Conan Doyle de desprenderse de Petra Delicado?
“Petra Delicado me ha dado muchas cosas, por lo que me da pena cargármela. Además, es un personaje que comienza a leerse fuera, por lo que me satisface que hayan lectores que se metan en la realidad española a través de estas novelas. Soy consciente que habrá un momento en el que me daré cuenta de que me repito con las historias y ese será el momento en que no es que deje en dique seco a Petra Delicado, pero sí que la jubile”.
-¿Cómo es Alicia Giménez Bartlett como escritores alejada del del género?
“Mucho más insegura que la que escribe las novelas de Petra Delicado porque el género negro tiene unas normas y resulta fácil amoldarse a ellas. Cuando escribo otra literatura no hay apenas complicidad y me vuelvo más seria. Vamos, que me permito menos humor aunque en ocasiones se me escapa pero fundamentalmente no creo que haya tanta diferencia entre un género y otro porque enfocas una parte de tu personalidad en un sentido o en otro”.
- Y qué opina de quienes consideran el género negro literatura de segunda?
“El problema es que en España como se lee poco se ha creado el síndrome de que un libro tiene que ser algo denso para ser leído lo que me parece una gilipollez. Por otro lado, se da un fenómeno curioso, el de grandes escritores que una vez al mes leen una novela negra. Hace tiempo, estando en Lanzarote, se me acercó una señora para que le firmara una de mis novelas de Petra Delicado y me dijo que era para José Saramago, que era un fan mío y de la novela negra. Saramago leía, al parecer en sus ratos libres, novela negra y filosofía. Y eso me hizo abrir los ojos, hay mucha gente que lee novelas de este género porque no encuentra el mismo divertimento con otros libros”.
- Parece que España vive un momento dulce con el género.
“No lo sé, diría que aun hay montón de factores que están inclinándose por el género y que aún dura el efecto Millenium y de los nórdicos. Se celebran además festivales por todo el país lo que es un buen baremo para calibrar que aún le queda cuerda al género negro y policíaco en España”.
- ¿Petra Delicado será la protagonista de su nueva novela… ¿Tendremos otra con Petra Delicado?
“Estoy comenzado una novela que son unas memorias de Petra Delicado. Se titula provisionalmente Sin muertos y consiste en coger al personaje para que recupere todo lo humano que se le ha hurtado en las anteriores novelas”.