Yolanda Arencibia: “Ningún canario se puede morir sin leer los Episodios Nacionales”
Yolanda Arencibia es catedrática emérita de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y dirige en la actualidad la cátedra Pérez Galdós en el mismo centro universitario. Entre 2007 y 2013 editó las Obras Completas de Benito Pérez Galdós en 29 tomos y dirige en la actualidad el proyecto de investigación Galdós 2020 que quiere convertir el epistolario de Galdós en una herramienta informática al servicio de los investigadores.
La siguiente entrevista se realizó dos semanas antes de que la profesora fuera reconocida con el Premio Comillas 2020 por una biografía, precisamente, de Benito Pérez Galdós
- Está trabajando en una biografía sobre Benito Pérez Galdós. ¿Ha descubierto algo nuevo sobre la vida y la obra del escritor?
“He descubierto nuevos datos sobre su vida y su contexto pero no quiero anunciar nada de momento porque la biografía se publicará antes de verano”.
- ¿Cómo eran las relaciones que mantuvo el escritor con las islas y sobre todo con Gran Canaria?
“La relación fue muy estrecha y directa, vivió siempre en el entorno de su familia. Hemos podido llegar a esta idea por conjeturas pero también documentos y cartas que se cruzaron aunque muchas se perdieron. Don Benito Pérez Galdós tuvo muy buena relación con Gran Canaria, de hecho cada vez que llegaba a la isla se anunciaba en los periódicos de la época, algo que era habitual en aquel entonces. Lo mismo pasaba cuando una de sus obras resultaba un éxito importante en Madrid. El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria se unía a la felicitación y hasta le dedica una calle y le pone nombre a una de sus plazas. Don Benito Pérez Galdós mantuvo también una buena relación con Tenerife. Me encuentro ahora escribiendo un artículo para la revista de la Academia Canaria de la Lengua que trata, precisamente, de la relación de don Benito Pérez Galdós con Tenerife, La Gomera, La Palma. Escribió incluso el prólogo de un libro de don Adolfo Cabrera-Pinto y Pérez y envió a uno de sus amigos de Tenerife una copia de Electra, pero es un asunto en el que debo seguir investigando”.
- ¿Considera que hay una huella canaria en Galdós?
“Toda aunque si bien trató temas universales sus reacciones y muchos otros vestigios revelan, más de lo que parece, una conexión con las islas que, si bien es más difícil de encontrar en el manejo del léxico, sí que se aprecia en la armonía, los modos, la sonoridad de su prosa y por supuesto en su manera de pensar”.
– ¿Un galdosiano como José Esteban dice que en la casa de Galdós en Madrid se comía a la canaria?
“Por supuesto. Su casa además fue una especie de consulado para cualquier canario que fuera a Madrid. Se sabe que a don Benito le encantaban los postres, que era tremendamente goloso”.
- Me gustaría que me aclarara la autenticidad de Galdós como autor de un texto que se le atribuye: Nueve horas en Santa Cruz de Tenerife.
“Se trata de un proyecto frustrado entre don Benito Pérez Galdós y Teófilo Martínez de Escobar quienes, tras coincidir en un viaje, acordaron escribir un diario que estaría estructurado en varios capítulos. Se llegaron a escribir los dos primeros: Una noche a bordo, que está escrito por Galdós y el segundo, que lleva el título de Nueve horas en Santa Cruz de Tenerife, que firma Martínez de Escobar. Los originales se encuentran en el Museo Canario y está claro quién escribe uno y quién escribe el otro”.
- ¿Qué etapas de su vida y de su obra destacaría?
“Fue un hombre muy consecuente en su vida. Tuvo una cabeza muy bien organizada, parte de la cual se llevó de aquí, de las islas. Escribió un artículo que casi es un programa de cómo debe ser la renovación de la novela española que es lo que él hace de ahí en adelante. Otra etapa de su vida está relacionada con la mejor etapa de su obra, que es la que se produce a partir de 1880, un período en el que viaja por Europa en una época en la que no era habitual que lo hiciera ningún escritor español y en la que escribe las mejores novelas de su tiempo. España políticamente estaba tranquila y él personalmente estaba afianzado”.
- Lo que escribe en la década de los ochenta es lo mejor de su obra.
“Sí, la década de los ochenta es su mejor etapa con novelas como La desheredada pero no quiero decir con esto que las que escribió en otras etapas resulten malas pero es que en los ochenta es cuando se hace el gran escritor que fue, el escritor al que le interesa escribir una Obra que, más tarde, se ocupará de otras preocupaciones como la política, la de enseñar y dejar huella; meterse más en el teatro que son también etapas muy interesantes”.
- Se acusa a Galdós de anticlerical.
“No era antirreligioso, ni anticatólico ni anticristiano. Su crítica va dirigida al clero que pretendía manejar a la gente a través de los confesionarios como a los que educaban a los jóvenes en los colegios. Galdós era lo contrario a todo eso pero no fue ni anticatólico ni anticristiano y sí belicoso contra esa Iglesia, que no es toda la Iglesia porque siempre mostró simpatía por el cura de pueblo”.
- ¿Por qué sigue siendo un escritor que genera tantas divisiones?
“Hubo un tiempo en el que se decía que no se leía a Galdós pero se le leía y eso generó envidias. Muchos proclamaron que no tenían nada que ver con él como Miguel de Unamuno, Pío Baroja y Azorín en cierta manera. Ramón María del Valle Inclán entra también en ese grupo. Se cuenta una anécdota que protagonizan Vicente Aleixandre y Federico García Lorca, dos grandes poetas de la Generación del 27, en la que se reconocían como grandes lectores de Galdós aunque, riéndose, manifestaban que no lo podían decir. Tras las vanguardias, en los años setenta, aparece una serie de escritores que quisieron distanciarse también de la novela de don Benito Pérez Galdós porque les molestaba su magisterio. Galdós tuvo además la mala suerte de que en política –era republicano–, estuviera en contra de una España que lo vio como un enemigo lo que dio lugar a que en los libros de texto franquistas no se le estudiara. Cuando se estudiaba la literatura española del siglo XIX a José María de Pereda se le dedicaban cuatro páginas y a Marcelino Menéndez Pelayo seis mientras que a Galdós media solo para decir que fue el autor de los Episodios Nacionales, lo que no es así aunque los profesores de aquellos años se educaron de esa manera. No se conocía a Galdós, no se le estudiaba ni en los institutos ni en las universidades hasta que lo descubrieron los americanos, sobre todo los grandes exiliados españoles que estaban en América tras la Guerra Civil. Estoy hablando de Max Aub, Luis Cernuda, José Fernández Montesinos, Joaquín Casalduero, Ricardo Gullón y Salvador de Madariaga, entre otros”.
- Y Luis Buñuel.
“Luis Buñuel declaró que la mayor influencia de su cine fue Galdós. En el museo que hay en Calanda, Teruel, se pueden ver las grandes obras del escritor subrayadas y marcadas por Buñuel, el gran surrealista porque Galdós tiene mucho de fantasioso a pesar de ser un autor realista”.
- ¿Por qué resulta tan vigente su literatura?
“Dejó escrito que nunca escribiría una línea sin intentar dejar huella. En esa gran década de los ochenta, Galdós retrata los males de la sociedad española en sus novelas preocupándose por los más desafortunados, los niños y las mujeres. Esto es algo que destaca y está presente en toda su obra”.
- Y se le considera el gran escritor de Madrid. Del Madrid de su tiempo.
“El gran escritor realista que como tal no podía escribir de otra cosa sino de lo que veía para retratarlo a la perfección”.
- ¿Escribió sobre Canarias?
“Tiene un cuento, así que no es verdad que no escribiera nada sobre Canarias, que publicó con el título de Necronología de un prototipo en el que el protagonista es un palanquero de la Catedral de Las Palmas. Lo publicó en Ómnibus y el cuento, que se publicó aquí y no en la península, tiene mucho de Bécquer, de un mundo romántico y desvalido”.
- La leyenda dice que cuando pisó Cádiz se sacudió los zapatos para limpiarse el polvo de las islas Canarias. ¿Se sabe quién lanzó el infundio?
“Fuenteovejuna. No, no se sabe. Se ha dicho lo mismo de Emilia Pardo Bazán por no escribir en gallego… Son historias que se dicen de los que se van de su tierra. Algunos de sus paisanos piensan que al irse renuncian a ella. La historia se difunde sobre todo en la época franquista y unos años después de la muerte de Franco”.
- ¿Qué le parecen los Episodios Nacionales?
“Me entusiasman. Hay que leerlos uno detrás de otro. La serie significó un descubrimiento para contar la Historia a través de la novela y si bien don Benito Pérez Galdós no fue el primero en hacerlo, sí que lo hizo como nadie. Siempre digo en broma que ningún canario se puede morir sin leer los Episodios Nacionales”.
Saludos, sale el sol, desde este lado del ordenador.