La rabieta

Los ecos de la rabieta entre el minsitro de Cultura y Deportes, José Manuel Rodríguez Uribes y los indignados marcianos de la cultura da para varias comedias protagonizadas por dos de nuestros más grandes y populares comediantes: Fernando Esteso y Andrés Pajares.

La cosa, muy resumida, vino a ser así: los que viven de lo que crean proponen un apagón en las redes ante el discurso de Rodríguez Uribes y entre otros profesionales de la cultura a algunos se les calienta la boca como al actor Juan Echanove. Se le ve cabreado en un vídeo que circula por las redes y casi, casi da hasta miedo. El Echanove, digo. No quiero imaginar si se lo dice a la cara al Uribes, frente a frente al señor Ministro pero como son tiempos del Covid-19 la cosa se queda en una salida de tono, en una rabieta del actor que si no, uno imagina al ministro de Cultura sin dientes si se tropieza con José Manuel en los pasillos del ministerio o en la calle…

Esto me hace recordar una entrevista que mantuve hace años con el Echanove. Estábamos sentados en la cafetería del Hotel Contemporáneo, en Santa Cruz de Tenerife, ese mismo que está frente al Mencey. No recuerdo exactamente qué obra iba a protagonizar el actor, quizá algo de Lorca, quizá porque coincidía con el aniversario de su asesinato, allá en Granada en 1936, pero de repente, en la charla, se me ocurrió preguntarle por Max Aub a quien estaba leyendo entonces y escritor que me estaba deslumbrando también entonces. Recuerdo el silencio de Echanove, cómo se le crispó el rostro, la mirada asesina que me lanzó…. esa misma mirada asesina que le vi el otro día en el vídeo donde se dirige al señor Ministro… En mi caso y de pronto algo cambió, porque Echanove se relajó y hablamos unos minutos sobre Aub y su obra. Apenas fueron dos o tres frases sobre el autor de La calle de Valverde pero me parecieron más que suficientes.

La verdad es que no sé la razón de que se me venga a la cabeza este recuerdo. Será que tengo miedo a la desmemoria. A mi desmemoria. Pero volvamos al asunto, a la rabieta del sector cultural español para con su Gobierno, gobierno que dice que los representa…

Lo dicho, el Gobierno de España para evitar un frente más en la batalla contra el dichoso virus que todo lo ha puesto al revés, propone otra reunión con Rodríguez Uribes y la Ministra de Hacienda. El encuentro parece que suaviza los ánimos encrespados y se capea el temporal que ya comenzaba a dar visos políticos y los culturos dan marcha atrás al apagón anunciado y lo desconvocan sin que demasiada gente en su casa, confinado y en zapatillas, se diera mucha cuenta de qué había pasado con los artistas españoles y olé. La actitud quita músculo al sector ya que la amenaza de desaparecer unos días de las redes como que ha pasado desapercibido no para los profesionales sino para su púiblico, que somos todos. Y en ese todo, mucho me temo que la mayoría no se ha enterado de nada. De nada, nada.

Conclusión, un pasito palante, un pasito patrás, lo que por otro parte viene siendo lo habitual.

Alguien me comenta vía telefónica, claro, que el error de Uribes fue anunciar lo que viene como quien le cuenta un chiste malo a un amigo, espera que se ría por complicidad pero el chiste no tenía puñetera gracia. De hecho, que citara a Orson Welles fue para dar cierta autoridad cultureta a sus palabras antes de anunciar el tan temido ahí los dejo… Búsquense la vida porque el escenario con el que nos encontraremos cuando todo esto se tranquilice, los contagios y el número de fallecidos descienda, nada, nada volverá a ser lo que conocimos. Hágánse a la idea: adiós a todo eso.

“Primero va la vida y luego el cine aunque la vida sin el cine y la cultura tiene poco sentido”, dicen que dijo el ministro cuando citó a Orson Welles.

Días antes y en una esquinita del Atlántico el viceconjero de Cultura del Gobierno de Canarias, Juan Márquez Fandiño, anunciaba que se inyectaría 2,6 millones de euros al sector de la Cultura. Se aplaude el gesto aunque es inevitable preguntar cómo se distribuirá, qué creaciones (cine, música, literatura, arte, danza…) saldrán beneficiadas y cuáles serán las olvidadas. También si tendré la oportunidad de verlo.

Leo en Diario de avisos el primer capítulo de una nueva novela que está escribiendo sobre la pandemia que vivimos Alberto Vázquez Figueroa. Y el texto te atrapa. Su sencillez es demoledora y lo que cuenta también. Les invito a que lo lean, yo votaría porque el escritor lo serializara antes de publicarlo como libro…

Es lo adecuado, más en estos tiempos de puntos suspensivos. De continuará…, me dicta al oído Pepito el grillo.

Saludos, luce el sol, apenas hay gente en la calle, desde este lado del ordenador

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