“La edición en Canarias está en una especie de cuidados paliativos”
Si don Quijote de La Mancha luchaba lanza en ristre contra molinos, Edward T. Riker (nombre de guerra tras el que se identifica a Eduardo Pérez Rafael) combate contra gigantes. De momento, y gracias a técnicas de financiación como el crowdfunding, el escritor y editor de Celaeno Books ha puesto en marcha una serie de colecciones de librojuegos que ha contado con el respaldo de miles de lectores nacionales e internacionales aunque en casa, suele pasar, se ha topado con un muro de indiferencia por parte de las administraciones públicas canarias que no ven, o no quieren ver, el prometedor futuro que aguarda a esta iniciativa editorial.
- ¿Cuándo comienza su afición por los librojuegos?
“Siempre he sido un gran lector, desde muy pequeño recuerdo que mis viernes consistían en una visita inapelable a la segunda planta de la Casa de la Cultura, los recreativos y el videoclub para alquilar El Retorno del Jedi. La posibilidad de poder elegir cualquier cosa para leer me hizo descubrir muchos géneros y relatos diferentes a los que nos obligaban, sí obligaban, a leer en el colegio, los típicos libros de Barco de Vapor que me resultaban desesperantemente aburridos. Descubrí los comics que me fascinaban y por encima de todo descubrí los librojuegos. Lo siento mucho, pero Fray Perico y su borrico no podía competir con la posibilidad de ser el protagonista de un viaje a través del híperespacio o de ser un prisionero que escapaba de una horda hormigas. La literatura interactiva, sentirme protagonista de las historias que me contaban “a mi” directamente, ver que mis decisiones tenían consecuencias, me hizo amar realmente no solo leer, sino también escribir”.
- Pero, ¿qué tienen de educativo estos libros?
“En Reino Unido, cuna europea del género, se hizo un estudio sobre el impacto de los librojuegos en el sistema educativo y se comprobó que los librojuegos de elige tu propia aventura o los más sofisticados, llamados librojuegos de rol, aumentaron un 17% el índice de lectura en niños y jóvenes. Recientemente se ha concedido en el Reino Unido a Ian Livingstone, escritor de Fighting Fantasy (Lucha Ficción) el título de Lord y entre sus méritos que no son pocos, se citó su contribución a la cultura y la educación del país”.
- ¿Qué es lo que los diferencia de un juego de rol?
“El juego de rol es la evolución del librojuego, del juego de estrategia y del juego de mesa temático de los 70… son “familia”, como quien dice, pero son cosas diferentes. Un juego de rol es una actividad grupal en el que varias personas “interpretan” un papel, un “rol”, para resolver una trama que plantea un director de juego. Un librojuego es básicamente literatura en la que el lector, en vez de adoptar un rol pasivo de mero espectador de la historia, se convierte en el protagonista y mediante la toma de decisiones sencillas (o moralmente complejas, según el público objetivo del libro si es para adultos) puede influir en el recorrido y el final de la misma”.
- ¿Qué se necesita para escribir un libro de estas características?
“Escribir un librojuego es básicamente escribir una miríada de historias interconectadas. Cada librojuego son varias novelas. Un buen librojuego no solo es tomar una decisión, sino que esa decisión influya en el contenido futuro de la historia. En nuestro caso hacemos dos tipos de librojuegos: los inventados por nosotros, que nos dan una gran libertad creativa, y los que toman historias ya escritas y nos permiten, o bien tomar las mismas decisiones que en la historia original o tomar otras diferentes y descubrir nuevos enfoques, nuevos caminos y, por supuesto, nuevos finales. Esto es lo que hicimos con nuestra serie estrella, Choose Cthulhu, una serie que toma las historias del escritor norteamericano de terror, Howard Phillips Lovecraft y las adapta al estilo de toma de decisiones. Escribir un librojuego requiere muchísima imaginación y adaptar una historia requiere esa misma imaginación y además investigación, sin contar con cierto mimetismo de estilo para que los nuevos caminos no desentonen con el tono y la voz del escritor original. No es nada fácil”.
- Presentan la edición definitiva de la serie de librojuegos Lobo solitario, ¿por qué se considera el mejor librojuego de la historia?
“Lobo Solitario es una serie que comenzó a publicarse en 1984 y que sigue sacando volúmenes en la actualidad, una de las pocas que sobrevivieron a la terrible crisis de los años 90 cuando los librojuegos desaparecieron de las librerías de casi todo el mundo al no poder competir con otros entretenimientos interactivos considerados por aquel entonces más modernos, como los videojuegos. Lobo Solitario varió el discurso, sus libros no eran aventuras pensadas para niños como Elige tu propia aventura o meros compendios de combates y situaciones peligrosas”.
- ¿Como accedieron a ellos?
“Digamos que gracias al impacto internacional que tuvimos con Choose Cthulhu, que nos posicionamos como una marca en Europa y no solo como autores. Eso nos permitió conocer a los escritores que leíamos cuando éramos niños y a sus editores. Vender nuestros derechos a multitud de países nos metió en el circuito internacional de librojuegos y la calidad de nuestros productos nos hizo merecedores de la confianza de gente tan importante como los editores de Mantikore Verlag o Vincent Books, las dos editoriales europeas más importantes y ellos no dudaron en recomendarnos ante Ben Devere, hijo del autor original de la serie, tristemente fallecido en 2016. Ben confió plenamente en nosotros para rescatar para España el legado de su padre y creo que hemos cumplido con creces”.
- Celaeno Books ¿además de librojuegos publican obras de otros géneros?
“Actualmente recibimos textos de toda España e incluso países del continente americano, pero somos una editorial muy pequeña, aun en pañales y tenemos que elegir mucho quienes son nuestros autores. Somos una editorial tradicional, no cobramos por publicar y encima, para más inri, vivimos de lo que vendemos realmente así que tenemos que ser meticulosos con cada lanzamiento. Publicamos autores canarios que consideramos capaces de defender sus obras y hacer que se vendan en librerías. Leandro Pinto, V. S. Naoko, Patricia Hidalgo, Jonathan Cabrera… Son nombres que ahora puede que no nos suenen, tal vez con la excepción de Leandro que ya es un autor importante en el género, pero estamos seguros de que lo que cuentan en sus historias es diferente y puede interesar. Nosotros seguimos todo el proceso de creación del libro, corregimos y lo ajustamos a la política editorial y le damos una distribución adecuada”.
- Para publicar Choose Cthulhu 1 y Choose Cthulhu 2 recurrieron al crowdfunding.
“Como editor en Canarias te enfrentas a una realidad que por mucho que tratemos de maquillar, es la que hay. De Canarias es muy difícil salir. Exportar a la Península es dificilísimo y costoso para las editoriales y ser conocido en los círculos de escritores de fantástico aún más para los escritores”. Cuando me plantee la idea de rescatar el género de los librojuegos para el público adulto lo hice como la culminación de un sueño personal. El crowdfunding es un mundo apasionante, no es simplemente un recurso para conseguir financiación, es una auténtica plataforma para publicitar tus productos, si se hace bien, claro. Y nosotros lo hicimos extremadamente bien. Choose Cthulhu 1 recaudó 52.400 euros y nos posicionó en el mercado internacional como una serie interesante. Tengamos en cuenta que lanzamos siete libros en español e inglés, lo que nos facilitó que editores especializados de Europa pudieran interesarse por nuestra idea. Choose Cthulhu 2 fue la confirmación de que la idea era excelente y el interés por el librojuego renacía, pese a las enormes dificultades que pasamos con Choose 1 debidas a nuestra falta de experiencia, Choose 2 recaudó más de 74.000 euros y fue nuestra puerta de entrada al mundo entero”.
- Y con esas cifras ¿Era necesario pedir una subvención al Gobierno de Canarias y al Cabildo de Tenerife?
“La gente, desde fuera, suele ver el crowdfunding como “pedir dinero” o como una mera “preventa” y eso es total y absolutamente absurdo, nadie te regala dinero si no es por caridad y producir libros de fantasía no es una labor social. El crowdfunding bien entendido, el que logra superar la barrera de esos 3.500 euros que es la media en España, es una auténtica campaña de financiación de un producto involucrando a los consumidores finales como productores. Tiene que estar calculado al milímetro para que el dinero que entre por parte de los mecenas les sea devuelto en producto. Nosotros no estamos simplemente imprimiendo libros, estamos creando desde cero una obra que queremos que perdure en el tiempo. Pagamos autores, ilustradores, ofrecemos gastos de envío gratuitos. Cuanto más crece la recaudación, mayores deben ser las mejoras y los “regalos de compensación” para que hasta el último euro se reinvierta”.
- ¿Cómo se convence a los mecenas?
“Estás tratando de convencer a gente que no te conoce de nada, de que gastar 50 o 70 euros en ti es una buena idea. Nosotros perdimos unos cuantos miles de euros con el primer crowdfunding debido a nuestra falta de experiencia y nos establecimos gracias al segundo. Las auténticas ganancias deben venir de la venta posterior de un producto ya conocido gracias a las campañas y completamente terminado. Si entregas un producto que no se corresponde con el coste al mecenas para ganarte un sueldito a su costa, te van a despellejar y puedes olvidarte de la marca”.
- ¿Qué falló?
“Nos dimos de bruces con una pandemia. Digamos que habíamos partido con viento a favor para encontrarnos con todo en contra durante la travesía. Teníamos una idea fabulosa, respetada en toda Europa, que gustaba a miles de personas y que no podíamos mantener porque teníamos producto, pero no el medio de venderlo. Llegó un momento en el que nos vimos tan desesperados que pedimos ayuda, como hacen todas las editoriales de España. Necesitábamos sobrevivir para no morir en la orilla”.
- ¿Y cuál fue la respuesta de las administraciones públicas canarias?
“Que nuestro producto no merecía subvención, por supuesto. No era relevante para Canarias por la temática, nuestros autores eran desconocidos y nos hicieron la misma pregunta que nos hiciste antes, si os va tan bien no necesitáis dinero… Básicamente nos dijeron que los que financian son los productos que no se venden. Entonces mi pregunta sería: Si sabes que lo que editas no es rentable, ¿para qué lo editas? Siendo bien pensados entiendo que para que no se pierda, y eso es válido para determinados temas y obras pero ¿qué pasa con los que queremos vender? ¿Es lícito dejarnos morir por no ajustarnos a lo habitual? Estábamos en una pandemia, necesitábamos realmente su ayuda para llegar al punto de ser rentables por nosotros mismos pero no entrábamos en los moldes. Por suerte o por desgracia tuvimos que malvender derechos para poder subsistir y recurrir a los préstamos personales. Digamos que nos vimos obligados a hipotecar una buena parte de nuestro futuro para poder conservar lo que habíamos construido con tanto esfuerzo”.
- ¿Qué esperan ver realizado en un futuro más o menos inmediato?
“En los próximos años esperamos ver el fruto de todo este trabajo y dificultades. Actualmente Choose Cthulhu está siendo publicado en Italia, Alemania, Francia y Polonia y está en vías de traducción y publicación en República Checa y todos los países de la Federación Rusa. Debemos tener en cuenta que en estos países los títulos van saliendo a medida que se traducen, como te decía tuvimos que malvender muchos derechos y todo esto empezó en 2019 justo antes de la pandemia. Los frutos los veremos a partir de 2023 cuando la mayoría de los títulos estén a la venta”.
- ¿No cree que las políticas editoriales públicas y privadas en Canarias siguen ancladas en el pasado?
“La edición en Canarias es extremadamente difícil y desde hace mucho está en una especie de “cuidados paliativos” para evitar que muera. Entiendo perfectamente a las instituciones que nos negaron las subvenciones, su pensamiento es lógico. El dinero es escaso y las peticiones muchísimas. Nosotros estábamos teniendo mucho éxito en apariencia, pero la realidad no tiene nada que ver con chequear criterios de valoración. Tal vez mis palabras suenen a resquemor y es cierto, nos fastidió bastante por no decir algo peor. Estuvimos a punto de tirar la toalla” .
INICIATIVA
La editorial de Eduardo T. Riker podría colaborar con la editorial Nectarina para “romper localismos”. “Tenemos productos y autores que pueden gustar mucho en España y fuera de ella, pero no tenemos medios para alcanzar esos lectores”, explica Riker, que añade que “la distribución es prohibitiva para editoriales que aspiran a vender 400 ejemplares”. Nectarina Editorial y Celaeno Books tienen dos formas de entender la literatura, pero sus objetivos son comunes: “publicar para vender, no para acumular ISBNS”.
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