Dos festivales de poesía, frente a frente
Se produce este largo fin de semana que anuncia la laaarga semana siguiente, la Santa, dos festivales de poesía en una isla, Tenerife, que tuvo siempre buen oído para los que recitan bajo la luz de la luna.
Lo insólito, y por eso deberían de dejárselo ver, es que estos dos festivales poéticos (antaño se le decían juegos florales) coincidan en el tiempo, lo que implica que pese a que no se celebren en la misma localidad sí que se pisarán los actos, los protagonismos, las lecturas y la cháchara que siempre se genera en este tipo de encuentros en el que uno observa casi siempre los mismos nombres de siempre. Es decir, que por un lado aparece el veterano/a poeta y por otro los de mediana edad y más atrás los jóvenes vates que ya no son tan jóvenes pero que siguen siendo vates.
Es más que probable y me atrevería incluso a poner la mano en el fuego del ara que acudan a cualquiera de estas sesiones los poetas que fueron excluidos de estos dos encuentros o que simplemente no se les llamó por despiste de los organizadores. Es probable también, aunque menos porque el tono guerrillero ha ido descendiendo estos últimos años, que uno encuentre en redes sociales algún chispazo de crítica a estos dos festivales consagrados a la poesía pero no creo que la sangre llegue al río como sí pasó en iniciativas poéticas anteriores en esta isla y también en otras islas de las Canarias donde la poesía, últimamente bajo tierra, asoma la cabeza para recordar que Tenerife y también el resto del archipiélago fue durante un tiempo tierra de poetas. Que uno, me dijo alguien una vez, levanta la piedra y salen tantos poetas como hormigas. Imaginad a los poetas (da igual su sexo) recibiendo la luz del sol tras tantos años escondidos bajo la sombra de la piedra…
Pero en fin, que de jueves a sábado y de jueves a domingo se celebran dos festivales poéticos en esta isla abandonada de la mano de los dioses, y que sin saberlo (presumo) quienes se han encargado en poner en marcha toda esta producción, hacen que coincidan en sus respectivas programaciones lo que se cantará en un lado y en el otro.
Por una vez que regresaba la poesía…
El primer encuentro se denomina Voces del Extremo-Encuentro de Poesía de la Conciencia Crítica y se celebra a partir de hoy y hasta el domingo en la ciudad de La Laguna. Leo que reunirá a sesenta poetas (espero que ninguno aparezca una mañana o una tarde o una noche con un puñal clavado en la espalda, algo, por otro lado, bastante habitual en estos festivales metafóricamente hablando) y cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de La Laguna, que ha cedido la ermita de San Miguel Arcángel, en la plaza del Adelantado.
Voces en el extremo lleva 25 años latiendo y contará entres otros poetas participantes con Antonio Orihuela, Elsa López, Jesús Alvarado y Antonia López.
Si voces en el extremo comienza hoy mismamente, 20 de marzo del 2024, año uno del fin del mundo, este jueves (o mañana, 21 de marzo del mismo año) San Juan de la Rambla acoge la primera edición de Mazapé. Festival Internacional de Poesía, que nace con voluntad de continuar.
Entre los invitados, Elsa López, que también estará en Voces en el extremo, Katya Vázquez Schöder, Cecilia Domínguez Luis y cantantes y músicos como Luisa Machado y Alberto Méndez, entre otros.
En fin, una doble interesante oferta para los que siguen con atención el universo de la poesía más que en Canarias, en Tenerife aunque estos dos encuentros se celebren prácticamente al mismo tiempo como si su intención fuera la de joderse uno al otro.
Entiendo, o mejor quiero entender, que estos dos festivales se celebran al mismo tiempo por casualidad pero da cierta rabia que dos encuentros donde la palabra es tan importante dejen a su público asistente potencial con el culo, literalmente, al aire ya que no puedo ir a esto de San Juan de la Rambla porque a la misma hora me coincide con lo de La Laguna y así las cosas…
Con todo, y pese a que uno y otros se hagan la competencia cuando lo que deberían de hacerse es el amor, les deseo con todo corazón que ambas fiestas poéticas coincidentes sean un éxito.
Saludos, se dijo, desde este lado del ordenador