Si te gusta la oscuridad, un libro que reúne novelas cortas y cuentos de san Stephen King
Este año se cumple el 50 aniversario de la publicación de la novela Carrie, título que catapultó a la fama a un escritor por aquel entonces poco o nada conocido: Stephen King. Ha llovido mucho desde entonces, tanto, que hoy prácticamente todo el mundo conoce la obra de este autor que tuvo problemas cuando era joven y que coqueteó con el alcohol y las drogas poniendo en riesgo su matrimonio. Por fortuna, los elementos conspiraron para que el joven escritor pudiera salir de aquel infierno y se dedicara a escribir, una manera sana y más eficaz para expulsar de su cabeza febril los demonios que la habitan.
Stephen King se ha convertido con el paso de los años en uno de los más grandes escritores norteamericanos de cuentos y novelas. Casi todos sus libros se han adaptado al cine así como muchos de sus relatos, lo que pone de manifiesto el gancho que su obra tiene sobre el público. Una obra que ha ido construyendo con el paso de los años y que ha enriquecido al crear un universo donde no es raro observar escenarios y personajes que aparecen en uno y otro libro, lo que hace que sus libros contenga territorios y algunos personajes reconocibles para el lector iniciado en las creaciones de un autor al que durante un tiempo se marginó por cultivar una literatura de género, como es la fantástica, que fu la que lo catapultó a la lista de los libros más vendidos.
La primera novela de Stephen King que cayó en mis manos fue La hora del vampiro, que no es otra que Salem’s Lot, su famosísima y terrorífica segunda novela en la que propone una atractiva y renovada aproximación al mito del vampiro. Después leí Insólito resplandor, o El resplandor como es más conocida. Una historia de fantasmas alojados en un siniestro hotel que llevó al cine Stanley Kubrick en una versión que no le gustó a King aunque mejora la novela original precisamente porque deja puertas abiertas. Puertas que no cierra, precisamente el audaz director de películas como La naranja mecánica y Barry Lyndon.
Tras la lectura de los cuentos que recopila en El umbral de la noche y La zona muerta, creo que fue entonces cuando leí por primera vez Carrie, que no tiene tampoco demasiado que ver con la estupenda versión cinematográfica que dirigió Brian de Palma y que el escritor construyó al modo del Drácula de Bram Stoker, es decir, a base de diarios, recortes de prensa, grabaciones, sobre unos sucesos registrados en un instituto y en el que se vieron envueltos una serie de adolescentes.
Escritor prolijo, hay mucha obra de Stephen King recomendable como otra de bulto que no vale nada. Eso es lo que hace estar comprometido con el mercado y el hecho de haberse convertido en un escritor que vende. Tanto, que sus lectores no acuden a las librerías pidiendo su último libro sino que demandan lo último de King. Es decir, que se trata de un autor que vende por su nombre.
Los cuentos y las dos novelas cortas (El mal sueño de Danny Coughlin y Serpientes de cascabel) que incluye en Si te gusta la oscuridad (Plaza y Janés, 2024) no son, por desgracia, de lo mejor del escritor aunque tampoco es de lo peor que ha publicado hasta la fecha. De hecho, el libro cuenta con algunas historias realmente buenas como Hombre respuesta, una historia con cierta aire a Bradbury y que había dejado sin concluir en su juventud hasta que la rescató su sobrino y le animó a que la terminase. Es Hombre respuesta con Los soñadores y Serpiente de cascabel los cuentos digamos sobrenaturales de un libro que nos muestra al Stephen King más pegado a la tierra. O el escritor realista que nunca ha dejado de serlo incluso en sus libros más terroríficamente fantásticos. Todos ellos están muy bien aunque la mayoría no terminen demasiado bien no por lo dramático de las situaciones que convoca sino porque no están bien resueltos. Se nota así que la mayoría de los cuentos que recopila Si te gusta la oscuridad se tratan de historias que tenía olvidadas en alguna carpeta de su ordenador, y que ha vuelto a reescribir para darle salida en este libro de más de 700 páginas.
Que el universo de Stephen King tiene vasos comunicantes se observa en algunos de los relatos de este libro. Entre otros, en Serpientes de cascabel, que se vende en la contraportada como una especie de segunda parte de Cujo aunque lo único que lo vincula a esta claustrofóbica historia (una madre y su hijo no pueden salir del automóvil porque son acosados por un gigantesco perro San Bernardo enfermo de rabia) es el marido y padre de aquellos, y quien se encuentra ahora al sur del estado de Florida en uno de sus cayos para descansar y sobre todo olvidar. En esta novela corta se habla de un escenario muy reconocido por los lectores de King, Duna Key, así como se hace referencia a Cujo. Es una historia que como todas las historias de King sabe reflejar la personalidad de su protagonista así como acierta en la descripción de un paisaje en el que, a pleno sol, suceden cosas muy extrañas.
Si te gusta la oscuridad cuenta con otras historias. En Dos cabrones con talento insiste en otras de sus preocupaciones como escritor, como es la literatura y el proceso de creación y propone interesantes estudios de personajes en El quinto paso y Willie el Friki. La lectura de El mal sueño de Danny Coughlin me recordó vagamente a la novela El visitante, que cuenta por cierto con una sólida serie de televisión. La historia narra como cae todo el peso de la ley sobre un tipo que descubre en un sueño donde está enterrado el cadáver de una mujer asesinada. Y así se lo transmite a la policía que una vez encuentran el cuerpo lo convierte a él en el principal sospechoso, sobre todo un policía que lo cree culpable y por eso no deja de acosarle.
El libro contiene otras historias que a mi, personalmente, no, han terminado de convencerme (Finn, En la carretera de Slide Inn, La pantalla roja, El experto en turbulencias y Laurie) aunque como todo lo que hace, están muy bien escritas, así que uno las lees y las digiere con suma facilidad pese a que lo que ha deglutido no sea el Stephen King que conoce desde hace años, prácticamente ese medio siglo que se cumple ahora de la publicación de Carrie, título en el que ya insistía en otra de las constantes que forman su particular universo literario: las mujeres con problemas. En el caso de Carrie, capaces de destruir lo que conoce y en el caso de Holly (personaje que da título a uno de sus últimos libros y que conocimos en El visitante), una eficaz detective con problemas para relacionarse con los demás.
Si te gusta la oscuridad cuenta con un epílogo en el que el escritor explica el origen de algunas de estas historias. Historias que no son de lo mejor del rey de Maine pero aún sin serlo, sí que saben entretener porque ¿a quién no le gusta lo que escribe Stephen King?
Saludos, se dijo, desde este lado del ordenador