Ciudadano, el Museo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife ¡¡¡te espera!!!

Ignoro en que ciudad vive el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, el popular Santiago Díaz Mejías, pero no es la que habito, la que siento mía. Se dice porque ayer en un desayuno informativo llegó incluso a afirmar que tiene el objetivo de convertir a Santa Cruz en la capital cultural de Canarias y como que no… Frene usted su entusiasmo, Santa Cruz sigue siendo el mismo contenedor que algunos meses y de mala gana desarrolla cierta actividad cultural que solo los muy inocentes pueden creer que transforma a la ciudad y al carácter de sus vecinos. En todo caso, esta revelación es uno de sus sueños y no el mío. Y no porque no crea que la cultura en Santa Cruz se haya convertido en una pesadilla pero sí en otra cosa. Episodios aislados que son como fugaces fuegos artificiales y que apenas tienen repercusión en la sociedad, salvo aquellos conciertos mastodónticos en el Heliodoro o en la explanada del Muelle.

El encuentro con los chicos/as de la prensa no iba sin embargo por ahí, en afirmar a lo changa que su objetivo es conseguir la capitalidad cultural de Canarias sino en reivindicar uno de los espacios a mi juicio más emblemáticos de la ciudad: su Museo de Bellas Artes, que es uno de esos sitios en los que suelo soñar, aquí sí que se trata de un sueño porque me resulta muy fácil perderme en esas salas en las que se exponen obras de arte que lo mismo anima el espíritu de un náufrago como el del chicharrero de toda la vida.

No tengan miedo, casi siempre da un poco de miedo reverencial entrar en un museo, así que entren y paseen por unas instalaciones que forman parte de las señas de identidad de Santa Cruz de Tenerife, una capital algo esquizofrénica porque no vive frente al mar sino a sus espaldas.

Para ser lo que es, la ciudad, tiene su teatro, “el primero de Canarias”, dijo el concejal, un tipo al que le gusta decir que somos los primeros en todo, entre ese todo, la Banda de Municipal de Música, además de insistir que la ciudad cuenta con otros espacios municipales tan chiripitifláuticos como la Biblioteca Municipal, que estuvo situada antes de llegar a TEA Tenerife Espacio de las Artes en, precisamente, el Museo de Bellas Artes y el Espacio R que para los que son de mi generación seguirá siendo la Recova Vieja, Recova ahora cerrada por obras.

No es que diga que no es elogiable que el concejal tenga el objetivo de convertir a Santa Cruz de Tenerife en la capital cultural de Canarias, y podría si me sale el lado bueno admitir que la campaña #Soyculturasantacruz con su QR a cuesta es un primer paso pero no veo un programa y mucho menos una estrategia para diseñar un plan municipal integral en Cultura, ni tampoco demasiado esfuerzo y voluntad para sacar la dichosa cultura a la calle. A que alegren las desabridas ramblas de mi ciudad, un paseo fantástico y tan mal utilizado para la cultura pese a que esté salpicado de esculturas que ya forman parte de la calle. Tanto, que alguna de ellas se han convertido en iconos santacruceros, una lástima que sus vecinos ignoren que aquí tienen además un museo que no es el Prado (aunque guarde en depósito algunos de sus fondos) pero sí un espacio que merece la pena visitar y conocer.

En 2023 visitaron “nuestro” Museo de Bellas Artes 28.000 personas, más guiris que nacionales y canarios, y acogió 98 actividades que hasta septiembre de este año han hecho ya 70.

Cuenta con pinturas, esculturas, cerámicas, numismática, armas y con colecciones tan atractivas como las de Juan de Miranda. En números redondos, 2.500 piezas, así que si yo fuera usted, hipotético lector, visitaría las instalaciones mientras espera que los tres ejes de la política de acción para renovarlo se desarrollen y lleguen a buen puerto.

Se recordó en el encuentro informativo que en noviembre se celebra el centenario de la Real Academia Canaria de Bellas Artes de San Miguel Arcángel pero no se adelantó nada de si hay algo previsto, que uno imagina que sí, así que en general, estoy entregado a la causa de reivindicar el Museo de Bellas Artes de Santa Cruz, ya que es mi museo de Bellas Artes, el único al menos que tiene esta ciudad que como cantó el poeta si de algo muere es de soledad.

En el encuentro con los periodista el concejal de Cultura estuvo acompañado de la gerente del Organismo Autónomo de Cultura (OAC), Carlota Cobo y la museóloga Ángela González y la experta en patrimonio Patricia Padrón. También asistió el concejal de Hacienda y Patrimonio, José Alberto Díaz-Estébanez León, quien además de disculpar la ausencia del alcalde, José Manuel Bermúdez, por su reciente paternidad, no pudo reprimir una de esas frases que deben ser grabadas en el friso de la posteridad: “no hay que ser competidor sino competitivo”.

Amén.

Saludos, ay, Santa Cruz, desde este lado del ordenador

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