
Cuando Los Llanos de Aridane celebró en 1999 el centenario de la obtención del título de ciudad, se organizaron desde el Ayuntamiento distintas actividades, entre la que destacó la creación del La Ciudad en el Museo. Fondo de Arte Contemporáneo (CEMFAC).
Han pasado ya veinte años y lo que comenzó siendo una aventura ha terminado por convertirse en una aplastante realidad, con 33 piezas que se exponen en algunas de las paredes de los edificios de la ciudad y que firman, entre otros, artistas como Ceesepe, Ouka Leele, Javier Mariscal, Francisco Rossique, Fernando Bellver, Hugo Pitti, Luis Mayo, Javier de Juan, Andrés Rábago, Pedro González, Alberto Oehlen, Jorge Fin, Gonzalo González y Carmen Cólogan.
Al frente de esta propuesta, propuesta que robustece el patrimonio y las señas de identidad cultural de la ciudad, se encuentra Ricardo Suárez Acosta, quien explica en la siguiente entrevista cómo se ha exportado esta iniciativa a varios países de África y América. De hecho, La Paz, Bolivia, podría acoger este año una de estas experiencias de arte urbano.
De momento, el CEMFAC cuenta con seis obras en el exterior: una en Maputo (Mozambique), en Quito (Ecuador), en Bata (Guinea Ecuatorial), en Asunción (Paraguay) y dos en Fort de France (Martinica).
- ¿Cómo nace, cuál es el origen de exportar La Ciudad en el Museo?
“La génesis de esta iniciativa es la cooperación en el ámbito cultural, el poder crear sinergias creativas con otros lugares, además de trasladar nuestra experiencia y que en esos territorios puedan poner en funcionamiento lo que hacemos en el CEMFAC, en la ciudad de Los Llanos de Aridane, como un factor de crecimiento social y económico”.
- ¿Por qué Senegal y por qué Julio Nieto para iniciar este itinerario por el mundo?
“En el año 2018 tenemos la oportunidad de participar en la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo Dakar y con anterioridad se había adquirido la escultura La búsqueda de este artista. Coinciden, de manera temporal, estas dos cuestiones y podemos trasladar esta pieza al marco de este encuentro mundial de arte actual instalando la misma en el atrio-plaza del Ayuntamiento de la ciudad con un éxito y repercusión espectacular”.
- ¿Cuántas obras hay en el exterior y cuál de ellas ha resultado la más complicada de montar?
“Hasta el momento han sido ocho las experiencias de internacionalización del CEMFAC y la más compleja en cuanto a materialización es la realizada en la ciudad de Maputo (Mozambique), ya que se ejecuta una pieza mural en una gran medianera, de siete pisos de altura, del edificio de la Oficina Técnica de Cooperación (AECID)”.
- El Museo en la Calle cuenta con imágenes pictóricas y también fotográficas, ¿esto se traduce también en su experiencia en el exterior?
“Por supuesto. Lo que se traslada a estos territorios son experiencias formativas y plásticas a modo mural, pero también se han desarrollado acciones fotográficas como la de Emilio Barrionuevo en los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia), que se materializó con la publicación Mujer Diluya. En estos momentos estamos trabajando en otra iniciativa similar con este fotógrafo para el sur de Colombia y norte de Ecuador, con la sección cultural de la Embajada de España en Ecuador”.
- ¿Qué requisitos necesitan para llevar el Museo en la Calle a otros países?, ¿cómo se asume la organización y se escoge el país y al artista que va a exponer?
“Pues ser localidades que necesiten colaboración en el arranque de un proyecto de museo en la calle o de intervenciones artísticas en el espacio público, en el ámbito de países en el que la gestión cultural necesite de un impulso, formación y reconocimiento de emprendimientos, así como de búsqueda de financiación. En cuanto al artista que interviene en este proceso, hasta el momento, se ha contado con creadores que ya tienen obra en el CEMFAC en Los Llanos de Aridane, si bien, en estos momentos se plantea empezar a colaborar con otros autores”.
- ¿Con qué tipo de apoyos institucionales cuenta esta experiencia?
“Fundamentalmente es el propio Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane quien gestiona estas acciones internacionales, si bien, de manera puntual el Gobierno de Canarias y el Cabildo de La Palma han colaborado en algunos casos, económicamente”.
- Además de la instalación-ejecución de la obra, ¿la iniciativa contempla también la formación de quienes participan en esta instalación?
“Así es. Se forman a profesionales de la gestión del ámbito cultural en lo que se refiere a la acción artística en el espacio público, como gestores y profesionales del entorno privado, funcionarios y personal de municipios, embajadas, ministerios, con el fin de que puedan tener conocimientos y herramientas para llevar a buen fin un proyecto cultural de esta envergadura”.
- ¿Qué es lo que hace diferente el Museo en la Calle de Los Llanos de Aridane?
“La verdad es que son sus especificidades y singularidades. Que sean cuadros realizados en superficies lígneas, madera (16), los que soportan la colección y todo el discurso museológico. Que sepamos esto no se repite en ningún otro lugar del mundo. A esto le sumamos la internacionalización del mismo, es decir, que un municipio como Los Llanos de Aridane, su museo, pueda ayudar y cooperar con otras ciudades en el ámbito cultural y social. Es increíble”.
- ¿El Museo en la calle da directrices a los artistas cuándo van a desarrollar sus obras, tanto en Los Llanos de Aridane como en el exterior?
“En cuanto a la temática me imagino te refieres. Sólo las primeras cuatro piezas del CEMFAC tuvieron que trabajar sobre una materia, mismo tema: la ciudad. Recordemos que este museo nace bajo el paraguas de la efeméride del centenario del nombramiento del título de ciudad en 1999-2000 y esto se refleja en estas piezas. A partir de ahí los artistas participantes han podido desplegar su trabajo sin trabas, ni censura. Pero en el caso de la internacionalización sí que han trabajado temáticas vinculadas al territorio, ya que no hemos querido ser invasivos, respetando las tradiciones en unos casos o las temáticas consensuadas en otros, como trabajar la capulana en Mozambique o las duras labores de la agricultura en Martinica”.

- ¿Cómo es el proceso de selección de los artistas que forman parte del Museo?
“Se seleccionan a artistas con una trayectoria reconocida, destacada y consolidada tanto en el ámbito de la pintura más académica, como de artistas urbanos. Es decir, aquellos que puedan responder con su trabajo, experiencia y currículo a lo demandado por el CEMFAC, a la propuesta directa de intervención en el espacio público. También se está comenzando a incorporar obra de jóvenes creadores con cierta implantación en el panorama artístico, una propuesta, ésta última, que se ha entendido como “saludable” en un proyecto promovido por una institución pública”.
- ¿Es alta la presencia de creadores canarios, tanto en Los Llanos como en el exterior, en esta experiencia expositiva?
“Podemos decir que es una presencia ajustada, con más de un veinte por ciento de presencia de artistas isleños y asentados en Canarias. De las 45 piezas con las que cuenta el CEMFAC hasta el momento once son de artistas canarios. Se pretende obtener una interpretación del espacio urbano desde el interior y otra desde el exterior de las islas”.
- ¿Llaman ustedes a los artistas o son ellos los que se ponen en contacto con ustedes?
“Somos nosotros los que contactamos directamente con ellos. En muchos casos es el propio espacio el que pide a un artista y lo que trabaja en ese momento. Por ejemplo, el caso del cuadro de Jorge Fin Vista de La Palma desde San Borondón que hace una prolongación del cielo hacia su obra o el mural de Pichi Avo, La Diosa, con Minerva o Atenea personificada como La Palma después de la erupción volcánica”.
- ¿Han tenido que desmontar algunas de las obras para que formaran parte de una exposición?
“Si. En el año 2004 el cuadro de Andrés Rábago, El Roto, se descuelga y traslada a Madrid a la Feria de Arte Contemporáneo ARCO para dar a conocer el CEMFAC, siendo un gran éxito de visitas. También la escultura de Julio Nieto, La búsqueda, que antes de estar en su emplazamiento definitivo tuvo varias itinerancias. Además de la citada en Dakar, tres instalaciones en Los Llanos de Aridane, y dos en la isla de Tenerife: en el Puerto de la Cruz, y en Santa Cruz de Tenerife, en el exterior del Auditorio Adán Martín. Y en fechas recientes el cuadro de Gonzalo González, de 30 metros cuadrados de superficie, se cede para una muestra en el Museo Insular de La Palma para homenajear a este artista como Premio Canarias de Bellas Artes”.
- ¿Dónde se localizan y cuántas son las obras que hay del CEMFAC en el exterior?
“El CEMFAC cuenta con seis obras fuera de sus fronteras o límites físicos, la ciudad de Los Llanos. Por citarle cronológicamente en Maputo (Mozambique), dos en Fort de France (Martinica), en Quito (Ecuador), en Bata (Guinea Ecuatorial) y en Asunción (Paraguay)”.
- ¿Se ponen en contacto con ustedes los organismos pertinentes para solicitarles que trasladen esta experiencia a sus respectivos países?
“Así es. Desde los centros culturales de España en esos países o desde las secciones de Cultura de la embajadas saben de nuestra labor internacional y nos piden colaboración para cooperar en acciones vinculadas con la internacionalización del CEMFAC, además de con otros proyectos que, bajo el amparo de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento, puedan surgir, como trabajos musicales, fotográficos o de asistencia cultural”.
- En este proceso, ¿se producen intercambios, sinergias entre Los Llanos de Aridane y el lugar en el que se instala una nueva obra?
“Se intenta, en la medida de lo posible, que esto ocurra. No sólo en el que existan intercambios de artistas, como ocurrió con el artista senegalés Docta Wear, que deja una pieza en el CEMFAC, después de la incursión en el Bienal de Dákar, sino en la formación continua y en el asesoramiento que es atemporal con las instituciones con las que se coopera o colabora. Aun así en estos momentos se trabaja para una posible pieza de dos artistas ecuatorianos que trabajarían conjuntamente (Ache y Apitatán)”.
- ¿Se impone al artista el tema de la obra? Y si no fuera el caso, ¿han tenido que dar marcha atrás a alguna de las propuesta por considerar que el tema tratado era demasiado delicado?
“Nunca se ha hecho esto. La censura no existe en el CEMFAC. Los artistas han podido trabajar libremente. Sin ir más lejos la última pieza del CEMFAC obra de la joven canaria, llanense, Ángela Glezal, con el título ¿Paraíso pa´quién? invita a la reflexión sobre quiénes realmente disfrutan de nuestra tierra que se presenta como un “lugar espectacular”, mientras enfrenta serios problemas como la pobreza, la mortalidad en rutas migratorias y la presión sobre sus recursos naturales, o se llega a visualizar un contraste entre la belleza de lo natural y las realidades de precariedad y pérdida de identidad cultural, provocando una reflexión sobre el impacto del turismo masivo en la vida cotidiana de sus habitantes. Pero hemos de decir siendo honestos que en un caso a finales del año 2022, y por una cuestión de mala gestión política, tiene que borrarse un mural del reconocido artista urbano NemO´s ya que tanto a los propietarios del inmueble, donde interviene este artista, como a la vecindad no les gusta, ya que se impone una temática, una iconografía, sin previamente hablar con ellos para que entendiesen el motivo de su génesis”.

- El artista que participa en esta iniciativa ¿cómo escoge el espacio en el que trabajará y expondrá su obra? ¿Y cuánto tiempo tiene para su realización?
“El artista que interviene es participante del CEMFAC, ya tiene obra en el museo. El lugar en el que trabajará tanto en la ciudad de Los Llanos como en el lugar de la internacionalización es trasmitido por la organización o entidad. Y el tiempo que suelen estar en el exterior haciendo una pieza varía entre los cuatro y diez días”.
- ¿Han tenido conflicto fuera con algunas de estas obras?
“Si. En el caso de la pieza Las bordadoras del metaverso, de Okuda San Miguel, ejecutada en Quito, primera ciudad nombrada Patrimonio Mundial de la Humanidad, tuvimos algo de tenderete. En su pieza Okuda pinta, en el sombrero de una las mujeres, una imagen de Pikachu y a los concejales de la oposición pues parece que no les gustó mucho. Ahí se montó algo de discusión y controversia, estando en medio la Embajada de España y el CEMFAC, en una especie de mini crisis diplomática cultural, con medios de comunicación un tanto excitados. Todo quedó zanjado con la intervención del Alcalde y técnicos directivos del Municipio en el que declaraban que Quito era también una ciudad contemporánea y sin censura. Se zanjó ahí el asunto después de días de oír disparates por parte de personas que no sabían que Okuda había trabajado sobre uno de los patrimonios inmateriales de la ciudad, con su impronta neofigurativa pop”.
- ¿Y por cuál de estas obras en el exterior siente usted un cariño especial?
“Pregunta de difícil contestación. Todas han sido experiencias de aprendizaje, participativas y enriquecedoras, pero trabajar en Mozambique con Boa Mistura, en Ecuador con Okuda San Miguel o en Martinica con 3TTMan (Louis Lambert), pueden ser las que más marca me dejaran, aunque el trabajar en Bata, Guinea Ecuatorial, con la joven Lidia Cao también fue una experiencia vital y profesional sorprendente”.
- ¿Quién asume el coste de la instalación en el exterior?
“Cuando se habla de cooperación cultural es eso, trabajar en conjunto para alcanzar un propósito común. Por ello en destino se encargan de todo lo que tenga que ver con el inmueble en el que se trabajará, así como materiales y logística general”.
- ¿Cómo se presenta 2025?Suena La Paz, Bolivia.
“Se han puesto en contacto, es cierto, desde el Centro Cultural de España allí para cooperar en una acción de arte urbano en esa ciudad. Necesitan asesoramiento, así como talleres formativos para darle un carácter más museístico a una acción de arte urbano muy interesante que desarrollan en los cementerios. Además desde Chile ha habido contactos activos, al igual que ocurre con Colombia y Costa Rica, y sabemos que desde Costa de Marfil también están interesados en arrancar un programa de arte en la calle en el que quieren nuestro asesoramiento”.
- El Museo en la Calle forma parte de la Red de Museos de Canarias, ¿qué ha mejorado formar parte de esta red?
“Estar o pertenecer a una red es algo siempre positivo. En este caso por cuestiones de ayudas económicas, pero también por los beneficios en materia de apoyos, acceso a centros y sistemas de información y documentación, así como su difusión cultural y turística. Desde 2021 se constituye como museo el CEMFAC, en 2023 entra a formar parte de la Red de Museos y en 2024 se inscribe en el Cabildo de La Palma, como marca la Ley de Patrimonio Cultural de Canarias”.
- ¿Qué se necesita para que esta experiencia continúe siendo un referente?
“Pues más apoyo interinstitucional por parte del Cabildo de La Palma y del Gobierno de Canarias, y de otras administraciones suprautonómicas. Siendo el único museo con estas características en España creo que deberían darle más “cariño” y que no todo se quede en promesas y palmaditas en la espalda. Si es cierto que la institución insular y el Gobierno colaboran económicamente, pero no lo suficiente”.

- Entiendo que las obras del Museo en la Calle en Los Llanos de Aridane como las que se encuentran en el exterior tienen un mantenimiento.
“La obra de arte tiene una vida. Lo importante, como en todo, es hacer mantenimiento y seguimiento del estado de conservación, como hacemos en el CEMFAC en Los Llanos de Aridane. Estamos en contacto casi permanente con los lugares donde hay obra del museo fuera de sus límites insulares. En caso de que ocurriese algún deterioro o desperfecto estamos a disposición, como ya ha ocurrido, en valorar los daños y actuar en Cuando Los Llanos de Aridane celebró en 1999 el centenario de la obtención del título de ciudad, se organizaron desde el Ayuntamiento distintas actividades, entre la que destacó la creación del La Ciudad en el Museo. Fondo de Arte Contemporáneo (CEMFAC).
Han pasado ya veinte años y lo que comenzó siendo una aventura ha terminado por convertirse en una aplastante realidad, con 33 piezas que se exponen en algunas de las paredes de los edificios de la ciudad y que firman, entre otros, artistas como Ceesepe, Ouka Leele, Javier Mariscal, Francisco Rossique, Fernando Bellver, Hugo Pitti, Luis Mayo, Javier de Juan, Andrés Rábago, Pedro González, Alberto Oehlen, Jorge Fin, Gonzalo González y Carmen Cólogan.
Al frente de esta propuesta, propuesta que robustece el patrimonio y las señas de identidad cultural de la ciudad, se encuentra Ricardo Suárez Acosta, quien explica en la siguiente entrevista cómo se ha exportado esta iniciativa a varios países de África y América. De hecho, La Paz, Bolivia, podría acoger este año una de estas experiencias de arte urbano.
De momento, el CEMFAC cuenta con seis obras en el exterior: una en Maputo (Mozambique), en Quito (Ecuador), en Bata (Guinea Ecuatorial), en Asunción (Paraguay) y dos en Fort de France (Martinica)”.
- ¿Cómo nace, cuál es el origen de exportar La Ciudad en el Museo?
“La génesis de esta iniciativa es la cooperación en el ámbito cultural, el poder crear sinergias creativas con otros lugares, además de trasladar nuestra experiencia y que en esos territorios puedan poner en funcionamiento lo que hacemos en el CEMFAC, en la ciudad de Los Llanos de Aridane, como un factor de crecimiento social y económico”.
- ¿Por qué Senegal y por qué Julio Nieto para iniciar este itinerario por el mundo?
“En el año 2018 tenemos la oportunidad de participar en la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo Dakar y con anterioridad se había adquirido la escultura La búsqueda de este artista. Coinciden, de manera temporal, estas dos cuestiones y podemos trasladar esta pieza al marco de este encuentro mundial de arte actual instalando la misma en el atrio-plaza del Ayuntamiento de la ciudad con un éxito y repercusión espectacular”.
- ¿Cuántas obras hay en el exterior y cuál de ellas ha resultado la más complicada de montar?
“Hasta el momento han sido ocho las experiencias de internacionalización del CEMFAC y la más compleja en cuanto a materialización es la realizada en la ciudad de Maputo (Mozambique), ya que se ejecuta una pieza mural en una gran medianera, de siete pisos de altura, del edificio de la Oficina Técnica de Cooperación (AECID)”.
- El Museo en la Calle cuenta con imágenes pictóricas y también fotográficas, ¿esto se traduce también en su experiencia en el exterior?
“Por supuesto. Lo que se traslada a estos territorios son experiencias formativas y plásticas a modo mural, pero también se han desarrollado acciones fotográficas como la de Emilio Barrionuevo en los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia), que se materializó con la publicación Mujer Diluya. En estos momentos estamos trabajando en otra iniciativa similar con este fotógrafo para el sur de Colombia y norte de Ecuador, con la sección cultural de la Embajada de España en Ecuador”.
- ¿Qué requisitos necesitan para llevar el Museo en la Calle a otros países?, ¿cómo se asume la organización y se escoge el país y al artista que va a exponer?
“Pues ser localidades que necesiten colaboración en el arranque de un proyecto de museo en la calle o de intervenciones artísticas en el espacio público, en el ámbito de países en el que la gestión cultural necesite de un impulso, formación y reconocimiento de emprendimientos, así como de búsqueda de financiación. En cuanto al artista que interviene en este proceso, hasta el momento, se ha contado con creadores que ya tienen obra en el CEMFAC en Los Llanos de Aridane, si bien, en estos momentos se plantea empezar a colaborar con otros autores”.
- ¿Con qué tipo de apoyos institucionales cuenta esta experiencia?
“Fundamentalmente es el propio Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane quien gestiona estas acciones internacionales, si bien, de manera puntual el Gobierno de Canarias y el Cabildo de La Palma han colaborado en algunos casos, económicamente”.
- Además de la instalación-ejecución de la obra, ¿la iniciativa contempla también la formación de quienes participan en esta instalación?
“Así es. Se forman a profesionales de la gestión del ámbito cultural en lo que se refiere a la acción artística en el espacio público, como gestores y profesionales del entorno privado, funcionarios y personal de municipios, embajadas, ministerios, con el fin de que puedan tener conocimientos y herramientas para llevar a buen fin un proyecto cultural de esta envergadura”.

- ¿Qué es lo que hace diferente el Museo en la Calle de Los Llanos de Aridane?
“La verdad es que son sus especificidades y singularidades. Que sean cuadros realizados en superficies lígneas, madera (16), los que soportan la colección y todo el discurso museológico. Que sepamos esto no se repite en ningún otro lugar del mundo. A esto le sumamos la internacionalización del mismo, es decir, que un municipio como Los Llanos de Aridane, su museo, pueda ayudar y cooperar con otras ciudades en el ámbito cultural y social. Es increíble”.
- ¿El Museo en la calle da directrices a los artistas cuándo van a desarrollar sus obras, tanto en Los Llanos de Aridane como en el exterior?
“En cuanto a la temática me imagino te refieres. Sólo las primeras cuatro piezas del CEMFAC tuvieron que trabajar sobre una materia, mismo tema: la ciudad. Recordemos que este museo nace bajo el paraguas de la efeméride del centenario del nombramiento del título de ciudad en 1999-2000 y esto se refleja en estas piezas. A partir de ahí los artistas participantes han podido desplegar su trabajo sin trabas, ni censura. Pero en el caso de la internacionalización sí que han trabajado temáticas vinculadas al territorio, ya que no hemos querido ser invasivos, respetando las tradiciones en unos casos o las temáticas consensuadas en otros, como trabajar la capulana en Mozambique o las duras labores de la agricultura en Martinica”.
- ¿Cómo es el proceso de selección de los artistas que forman parte del Museo?
“Se seleccionan a artistas con una trayectoria reconocida, destacada y consolidada tanto en el ámbito de la pintura más académica, como de artistas urbanos. Es decir, aquellos que puedan responder con su trabajo, experiencia y currículo a lo demandado por el CEMFAC, a la propuesta directa de intervención en el espacio público. También se está comenzando a incorporar obra de jóvenes creadores con cierta implantación en el panorama artístico, una propuesta, ésta última, que se ha entendido como “saludable” en un proyecto promovido por una institución pública”.
- ¿Es alta la presencia de creadores canarios, tanto en Los Llanos como en el exterior, en esta experiencia expositiva?
“Podemos decir que es una presencia ajustada, con más de un veinte por ciento de presencia de artistas isleños y asentados en Canarias. De las 45 piezas con las que cuenta el CEMFAC hasta el momento once son de artistas canarios. Se pretende obtener una interpretación del espacio urbano desde el interior y otra desde el exterior de las islas”.
- ¿Llaman ustedes a los artistas o son ellos los que se ponen en contacto con ustedes?
“Somos nosotros los que contactamos directamente con ellos. En muchos casos es el propio espacio el que pide a un artista y lo que trabaja en ese momento. Por ejemplo, el caso del cuadro de Jorge Fin Vista de La Palma desde San Borondón que hace una prolongación del cielo hacia su obra o el mural de Pichi Avo, La Diosa, con Minerva o Atenea personificada como La Palma después de la erupción volcánica”.
- ¿Han tenido que desmontar algunas de las obras para que formaran parte de una exposición?
“Si. En el año 2004 el cuadro de Andrés Rábago, El Roto, se descuelga y traslada a Madrid a la Feria de Arte Contemporáneo ARCO para dar a conocer el CEMFAC, siendo un gran éxito de visitas. También la escultura de Julio Nieto, La búsqueda, que antes de estar en su emplazamiento definitivo tuvo varias itinerancias. Además de la citada en Dakar, tres instalaciones en Los Llanos de Aridane, y dos en la isla de Tenerife: en el Puerto de la Cruz, y en Santa Cruz de Tenerife, en el exterior del Auditorio Adán Martín. Y en fechas recientes el cuadro de Gonzalo González, de 30 metros cuadrados de superficie, se cede para una muestra en el Museo Insular de La Palma para homenajear a este artista como Premio Canarias de Bellas Artes”.

- ¿Dónde se localizan y cuántas son las obras que hay del CEMFAC en el exterior?
“El CEMFAC cuenta con seis obras fuera de sus fronteras o límites físicos, la ciudad de Los Llanos. Por citarle cronológicamente en Maputo (Mozambique), dos en Fort de France (Martinica), en Quito (Ecuador), en Bata (Guinea Ecuatorial) y en Asunción (Paraguay)”.
- ¿Se ponen en contacto con ustedes los organismos pertinentes para solicitarles que trasladen esta experiencia a sus respectivos países?
“Así es. Desde los centros culturales de España en esos países o desde las secciones de Cultura de la embajadas saben de nuestra labor internacional y nos piden colaboración para cooperar en acciones vinculadas con la internacionalización del CEMFAC, además de con otros proyectos que, bajo el amparo de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento, puedan surgir, como trabajos musicales, fotográficos o de asistencia cultural”.
- En este proceso, ¿se producen intercambios, sinergias entre Los Llanos de Aridane y el lugar en el que se instala una nueva obra?
“Se intenta, en la medida de lo posible, que esto ocurra. No sólo en el que existan intercambios de artistas, como ocurrió con el artista senegalés Docta Wear, que deja una pieza en el CEMFAC, después de la incursión en el Bienal de Dákar, sino en la formación continua y en el asesoramiento que es atemporal con las instituciones con las que se coopera o colabora. Aun así en estos momentos se trabaja para una posible pieza de dos artistas ecuatorianos que trabajarían conjuntamente (Ache y Apitatán)”.
- ¿Se impone al artista el tema de la obra? Y si no fuera el caso, ¿han tenido que dar marcha atrás a alguna de las propuesta por considerar que el tema tratado era demasiado delicado?
“Nunca se ha hecho esto. La censura no existe en el CEMFAC. Los artistas han podido trabajar libremente. Sin ir más lejos la última pieza del CEMFAC obra de la joven canaria, llanense, Ángela Glezal, con el título ¿Paraíso pa´quién? invita a la reflexión sobre quiénes realmente disfrutan de nuestra tierra que se presenta como un “lugar espectacular”, mientras enfrenta serios problemas como la pobreza, la mortalidad en rutas migratorias y la presión sobre sus recursos naturales, o se llega a visualizar un contraste entre la belleza de lo natural y las realidades de precariedad y pérdida de identidad cultural, provocando una reflexión sobre el impacto del turismo masivo en la vida cotidiana de sus habitantes. Pero hemos de decir siendo honestos que en un caso a finales del año 2022, y por una cuestión de mala gestión política, tiene que borrarse un mural del reconocido artista urbano NemO´s ya que tanto a los propietarios del inmueble, donde interviene este artista, como a la vecindad no les gusta, ya que se impone una temática, una iconografía, sin previamente hablar con ellos para que entendiesen el motivo de su génesis”.
- El artista que participa en esta iniciativa ¿cómo escoge el espacio en el que trabajará y expondrá su obra? ¿Y cuánto tiempo tiene para su realización?
“El artista que interviene es participante del CEMFAC, ya tiene obra en el museo. El lugar en el que trabajará tanto en la ciudad de Los Llanos como en el lugar de la internacionalización es trasmitido por la organización o entidad. Y el tiempo que suelen estar en el exterior haciendo una pieza varía entre los cuatro y diez días”.
- ¿Han tenido conflicto fuera con algunas de estas obras?
“Si. En el caso de la pieza Las bordadoras del metaverso, de Okuda San Miguel, ejecutada en Quito, primera ciudad nombrada Patrimonio Mundial de la Humanidad, tuvimos algo de tenderete. En su pieza Okuda pinta, en el sombrero de una las mujeres, una imagen de Pikachu y a los concejales de la oposición pues parece que no les gustó mucho. Ahí se montó algo de discusión y controversia, estando en medio la Embajada de España y el CEMFAC, en una especie de mini crisis diplomática cultural, con medios de comunicación un tanto excitados. Todo quedó zanjado con la intervención del Alcalde y técnicos directivos del Municipio en el que declaraban que Quito era también una ciudad contemporánea y sin censura. Se zanjó ahí el asunto después de días de oír disparates por parte de personas que no sabían que Okuda había trabajado sobre uno de los patrimonios inmateriales de la ciudad, con su impronta neofigurativa pop”.
- ¿Y por cuál de estas obras en el exterior siente usted un cariño especial?
“Pregunta de difícil contestación. Todas han sido experiencias de aprendizaje, participativas y enriquecedoras, pero trabajar en Mozambique con Boa Mistura, en Ecuador con Okuda San Miguel o en Martinica con 3TTMan (Louis Lambert), pueden ser las que más marca me dejaran, aunque el trabajar en Bata, Guinea Ecuatorial, con la joven Lidia Cao también fue una experiencia vital y profesional sorprendente”.
- ¿Quién asume el coste de la instalación en el exterior?
“Cuando se habla de cooperación cultural es eso, trabajar en conjunto para alcanzar un propósito común. Por ello en destino se encargan de todo lo que tenga que ver con el inmueble en el que se trabajará, así como materiales y logística general”.
- ¿Cómo se presenta 2025?Suena La Paz, Bolivia.
“Se han puesto en contacto, es cierto, desde el Centro Cultural de España allí para cooperar en una acción de arte urbano en esa ciudad. Necesitan asesoramiento, así como talleres formativos para darle un carácter más museístico a una acción de arte urbano muy interesante que desarrollan en los cementerios. Además desde Chile ha habido contactos activos, al igual que ocurre con Colombia y Costa Rica, y sabemos que desde Costa de Marfil también están interesados en arrancar un programa de arte en la calle en el que quieren nuestro asesoramiento”.
- El Museo en la Calle forma parte de la Red de Museos de Canarias, ¿qué ha mejorado formar parte de esta red?
“Estar o pertenecer a una red es algo siempre positivo. En este caso por cuestiones de ayudas económicas, pero también por los beneficios en materia de apoyos, acceso a centros y sistemas de información y documentación, así como su difusión cultural y turística. Desde 2021 se constituye como museo el CEMFAC, en 2023 entra a formar parte de la Red de Museos y en 2024 se inscribe en el Cabildo de La Palma, como marca la Ley de Patrimonio Cultural de Canarias”.
- ¿Qué se necesita para que esta experiencia continúe siendo un referente?
“Pues más apoyo interinstitucional por parte del Cabildo de La Palma y del Gobierno de Canarias, y de otras administraciones suprautonómicas. Siendo el único museo con estas características en España creo que deberían darle más “cariño” y que no todo se quede en promesas y palmaditas en la espalda. Si es cierto que la institución insular y el Gobierno colaboran económicamente, pero no lo suficiente”.
- Entiendo que las obras del Museo en la Calle en Los Llanos de Aridane como las que se encuentran en el exterior tienen un mantenimiento.
“La obra de arte tiene una vida. Lo importante, como en todo, es hacer mantenimiento y seguimiento del estado de conservación, como hacemos en el CEMFAC en Los Llanos de Aridane. Estamos en contacto casi permanente con los lugares donde hay obra del museo fuera de sus límites insulares. En caso de que ocurriese algún deterioro o desperfecto estamos a disposición, como ya ha ocurrido, en valorar los daños y actuar en consecuencia”.
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