Alberto Delgado responde, documentales bélicos y ‘Bruno’ súperstar
* No ha tardado el viceonsejero de Cultura y Deportes el Gobierno de Canarias, Alberto Delgado, en dar respuesta también en La Opinión de Tenerife a la carta abierta que ayer publicó el realizador Manuel S. Umo en el mismo periódico. Leída ambas dos, confieso que me ha soprendido gratamente que el Viceconsejero haya optado por dar la cara y asumir su responsabilidad en contra de la persona a quien Umo dirigía su escrito: la actual directora del Plan Canario Audiovisual, Patricia González Cámpora. En su carta, Alberto Delgado lo justifica recordando que todo lo que se mueve en los departamentos que gestiona tiene (y debe, añadimos) que contar con su aprobación.
En este aspecto, se agradece que la carta abierta de Delgado sea comedida y sin ganas de entrar en polémicas, aunque resulte algo molesto pero disculpable que al final le traicione cierta malicia que podía haber estropeado el conjunto hasta ese momento modélico de su escrito.
No creo que a estas alturas de partido haya nadie capaz de cuestionar que el diseño del precario edificio del audiovisual en las islas –pese a sus inestabilidades– ha sido capaz de crear un tejido productivo que mirando hacia atrás sin ira no deja de asombrar. Por ello, me ha resultado tan aleccionador que sea el propio Viceconsejero quien haya tomado la decisión de responder públicamente a la por otro lado también razonadas conclusiones de Umo, con el fin de aclarar que “he sido yo quien ha firmado las bases y las resoluciones que dan forma a las decisiones tomadas en las convocatorias realizadas en la presente legislatura. Además he sido yo quien ha contestado personalmente al escrito que, con anterioridad a la publicación de su artículo, me hizo llegar directamente con los mismos argumentos”.
Alberto Delgado recuerda, además, que entre sus competencias “se encuentran las de velar por el correcto funcionamiento de todos los departamentos de Canarias Cultura en Red, no sólo del Audiovisual, y por supuesto, el de la correcta ejecución y transparencia en los procesos abiertos. La persona responsable del Plan Canario Audiovisual desempeña las funciones técnicas específicas para el departamento que dirige y gestiona las convocatorias a las que usted hace mención, pero no es la persona encargada de trazar las directrices y objetivos del mismo, ya que esa responsabilidad recae en el Gobierno de Canarias, y en concreto en esta Viceconsejería.”
Me quedo con la sensación de que la respuesta del Viceconsejero es una manifestación, a mi juicio justa y necesaria, de que está ahí, y que desea despejar la sensación de que hasta ahora estaba guarecido en una torre de marfil. O al menos que se desvanezca esa idea en el imaginario de muchos. Este anuncio, entiendo, resulta por ello tan sugerente como a tener en cuenta.
• La Opinión de Tenerife inicia el domingo 6 de diciembre una interesante colección de documentales bélicos dirigidos por grandes cineastas de Hollywood. Las entregas, a 2.95 euros más periódico, incluyen títulos como Preludio a la guerra de Frank Capra; 7 de diciembre, dirigida por John Ford; Informe desde las Aleutianas, de John Huston y Thunderbolt, de William Wyler, entre otras.
* Consigo ver tras mucho esfuerzo la descacharrante Bruno, una de esas películas que mucho me temo no cabrían en la programación de TEA. Protagonizada por Sacha Baron Cohen, el filme continúa explotando las claves que han hecho universalmente famoso al humorista. Un humorista provocador, sin pelos en la lengua y con una noción marciana de lo políticamente correcto. Cuentan que la comunidad gay y judía encendió las antorchas tras el estreno de Bruno, lo que quizá explique su irregular carrera comercial. Sea no sea responsabilidad de manos negras, Bruno es un documento y una ficción que si se agrade es porque se ríe sin máscaras y en ocasiones extrema crudeza de estos y otros colectivos que todavía están batallando por su normalización. Me partí de la risa con Bruno (verla en versión original, por los dioses) aunque admito que la carcajada que salía de mis entrañas a veces me resultaban perturbadoramente extrañas.
Saludos, tarareando las Walkirias, desde este lado del ordenador.
Noviembre 26th, 2009 at 18:16
El consejero da la cara y los cineastas callan cosas, el mundo al revés.
Noviembre 26th, 2009 at 21:33
De verdad le pareció que el tono de la respuesta del Viceconsejero era tan correcto. A mi me pareció que se sentía atacado, que no aceptaba las críticas, que tenía que dicir algo para limpiar su imagen. Sinceramente, no creo que el Viceconsejero decida todo lo que se hace, ni sepa de que va todo lo que firma. Supongo que para eso tiene a los técnicos. Y algunos técnicos de cultura llevan demasiado años trabajando por intuición y complaciendo a los que más se quejan. Del resultado de los repartos no habló el Viceconsejero, ni de si se tiene en cuenta que los proyectos se hayan concluído para volver a recibir ayudas. Y ya sabemos todos que la administración pública puede hacer las cosas con un viso de legalidad y no ser justa, que quien hace la ley hace la trampa.
Noviembre 27th, 2009 at 10:37
A mí la respuesta del viceconsejero me parece que deja en mal lugar a la directora del plan canario audiovisual, como si ella no pudiera recoger las inquietudes y quejas de los cineastas. La respuesta de ese señor me huele a prácticas antiguas, pero en vez de silencio opta por lo inesperado, dejando un impacto en los cineastas, habrá que haber visto sus caras al leer el manifiesto del señor viceconsejero, más de uno estará acojonadito, por si acaso no hablamos.
Noviembre 29th, 2009 at 10:37
Me temo que aún hay mucho que hacer, mucho que limar. Al menos el Viceconsejero comenta que ese es un proceso abierto o dinámico, o algo así, en donde las cosas se pueden ir mejorando. Pues eso es lo que el señor Manuel S. Umo pretendía con su carta, no otra cosa, imagino.
Noviembre 29th, 2009 at 16:19
Yo no veo que el viceconsejero haya respondido a ninguna de las cuestiones que plantea Umo, tan sólo se preocupa por dejar claro que él es el responsable último del audiovisual canario, por si a alguien se le había olvidado. Quizá debería preguntarse a sí mismo por qué sucede esto. Por qué será que la gente del audiovisual no sabe que existe. No obstante, es una actitud muy digna la de proteger a una subordinada de unas críticas que, en justicia, no corresponde hacer a Doña Patricia sino a la política audiovisual canaria y su falta de criterio -es decir, al viceconsejero y su evidente desinterés por el tema… hasta ahora…
Quizá, en este momento en el que el político reconoce ser responsable de algo, podría tomarse la molestia de contestar públicamente a las preguntas de Umo (lo que no ha hecho), y explicar las numerosas inconsistencias que plantea, y por qué, sin tan bien y limpamente está todo organizado, el 95% de las ayudas favorecen sistemáticamente a una serie muy pequeña de empresas sin currículum que lo justifique, y sin resultados que los avalen; y por qué, a pesar de haberse invertido más dinero que nunca bajo su mandato, tenemos el ritmo de producción más bajo de la historia -tres largos canarios en cinco años (esto contando con Oscar, que ni siquiera dependió de las ayudas de Canarias Cultura en Red. Me niego a considerar películas canarias “Qué parezca un accidente” o Caótica Ana, por una obvia razón: No lo son, aunque se haya malgastado mucho dinero del Pueblo en ellas).
Y ya puestos, porque se apoyan cursos y talleres a dedo y sin convocatoria pública; o por qué las antiguas ayudas a escritura de guión se han convertido en matriculas para un “laboratorio” de guiones organizado por un par de “expertos” locales, muy locales.
O por qué una asociación minoritaria de productores locales tiene voz (y hasta hace poco) voto, en esas comisiones tan independientes y tan llenas de “expertos de reconocido prestigio” de fuera de Canarias, a las que se refiere. Adelante, Sr. Viceconsejero. Las elecciones se acercan y a todos nos gustaría conocer su opinión al respecto. Como suele decirse, más vale tarde que nunca. Llevamos tres años viendo a Doña Patricia sacarle las castañas del fuego, y aguantando bofetadas públicas por la equivocada gestión de las ayudas. Ya era hora de que saliera usted al balcón. Pero ahora que lo ha hecho, conteste, no se quede sólo en el saludo.
Noviembre 29th, 2009 at 18:47
Sin que sirva de precedente… estoy al 100% de acuerdo con el comentario de “Cautivo y desarmado”
Noviembre 30th, 2009 at 12:29
Es cierto que la respuesta quizás no responde a las preguntas directas del cineasta, pero casi ningún político lo hace, en eso consiste la política desde tiempos romanos. Mejor no esperar nada, pero las quejas está bien hacerlas, si ves algo que no te parece correcto y no se recoge en las bases, es de recibo decirlo, no todos somos tan inteligentes como nuestros políticos, ni tan partidistas (de un grupo concreto).
Salud
Noviembre 30th, 2009 at 22:07
El comentario de David D. me ha hecho reflexionar. En especial cuando dice que “no todos somos tan inteligentes como nuestros políticos”. Estoy 100% de acuerdo con su razonamiento. Pero añado, que desde mi desilusionado punto de vista, el problema no es tanto el político, que está dando muestras de estar abierto a cambios y mejoras, ni la voluntad del gobierno, que en el tema audiovisual ha mostrado desde hace casi diez años un interés casi injusto si se compara con otras artes u oficios. El problema está en el asesoramiento que recibe -fundamentalmente de parte de la ACEPA -es decir, del minúsculo grupillo de productores que controla la asociación y que se beneficia de su existencia.
Plantear cuestiones como valoración de proyectos en función de méritos anteriores, o de criterios de viabilidad, no está entre sus prioridades, pues de lo que se trata es de sufragarse sus extravagancias sean o no del agrado del público o la crítica. Sin duda es un modelo equivocado, pero un modelo que protege a los “popes” tradicionales del cine canario. Deberían ser los jóvenes creadores de las islas los que se agrupasen para protestar conjuntamente, pero sobre todo, para plantear alternativas a la política actual. Pues el problema no parece ser una falta de apoyo o voluntad por parte del político, sino la incoherencia del planteamiento que se ha hecho. Por ejemplo, la adjudicación de ingentes cantidades a producciones que no son canarias, salvo por una participación iunsignificante de un productor canario. ¿Quién tenía que haber puesto el grito en el cielo? Pues la Asociación de Productores canarios, pero claro, cuando dicha ayuda beneficia a uno de sus significados miembros, se callan y a otra cosa. Así que el político entiende que está haciendo las cosas bien.
El verdadero problema del cine canario es la canalla que lo compone, en un 70%. Gente que no está dispuesta a competir en igualdad de condiciones, y exponer la valoración de sus proyectos a comisiones totalmente independientes y formadas por expertos. O a movilizarse para defender la justicia en la adjudicación de cursos, representaciones y otras prebendas no reguladas por comisiones.
Sinceramente, veo muy difícil arreglo a la situación salvo que sea precísamente el político, quien haciendo uso de sus facultades, plantee un modelo más eficaz. Sugerencias a dicho modelo:
1) Que una sola productora no acumule más de una ayuda por año, en cualquiera de las categorías (reparto equitativo).
2) Que una sola productora no reciba más ayudas hasta haber completado el proyecto anterior otorgado.
3) Que la viabilidad real de los proyectos se considere en función de su plan financiero (comprobado), y no en base a expectativas sin fundamento. Así no ocurriría el lamentable espectáculo de ayudas concedidas que luego se devuelven, que no comen ni dejan comer.
4) Que la participación de téncicos y actores y empresas canarias, así como el rodaje en Canarias, sean factores a valorar prioritariamente, de forma que se estimule la industria local, y no se de el repetido caso de producciones que se ejecutan íntegramente en el exterior, y donde la única participación canaria es la del productor o el director. El sentido de estas ayudas es promover la industria canaria, y no promover a las “productoras canarias”, pues cualquiera puede domiciliarse aquí y no tener nada que ver.
5) Asegurar que la valoración de los proyectos es llevada a cabo por expertos en cada uno de los aspectos, pues poco puede opinar un guionista, por ejemplo, de la adecuación de un presupuesto, o un director de producción, sobre la calidad de un texto. La organización deficiente y poco especializada de las comisiones es uno de los aspectos más trágicos. Se pone a un director de cortos documentales cubanos a opinar sobre las virtudes de una producción internacional de género de ficción, por ejemplo -(convocatoria del 2007).
6) Vigilar por la independencia real de la comisión, no admitiendo que participen en modo alguno representantes de la industria local beneficiaria de las ayudas. NI VOZ NI VOTO de Acepa, TVC o similares, que han supuesto el 40% del voto en todas las comisiones salvo el año pasado y este.
7) Establecer un baremo sistemático y objetivo de los solicitantes del proyecto, puntuando en referencia a pemios recibidos por anteriores trabajos. A premio en festival pequeño, tantos puntos. A premio en festival grande, tantos puntos. Un baremo igual para todos, de forma que los comisionistas no juzguen de oídas (por amigos o enemigos) o por si la foto del autor les parece más o menos atractiva. Hacer que la puntuación máxima y mínima de cada comisionista no cuente en el cómputo, para evitar que un solo miembto manipule una votación. (Esta propuesta es de Eduardo Araujo, presidente de Acepa, y es una enmienda muy recomendable que no sé si ya se aplica).
9) Restituir las ayudas a escritura de guión, y sólo participar en cursos y laboratorios que hayan sido convocados abiertamente, y seleccionados por una comisión de valoración. Otorgar un máximo de ayudas a una productora – director, tras lo cual no pueda solicitarse más. No es de recibo que un solo autor financie su carrera con ayudas encaminadas al estímulo de una incipiente industria. Si tras tu tercer intento (de largo) no te has comido una rosca, por algo será. Aquí ocurre lo contrario. Cuantos más fracasos acumules en el tiempo, más amistades tienes, más conocido eres y más experiencia tienes en la presentación de proyectos. Por lo que terminan obteniendo sistemáticamente proyectos aquellos mismos de los que ya nada se epera. Si por el contrario, tu obra ha triunfado, poca necesidad tienes ya de las ayudas -vease caso Gil o caso Fresnadillo. Esos autores tampoco lo necesitan, por lo que lo lógico sería que tras una serie de proyectos (oportunidades), se te cierre la posibilidad de las ayudas para darle la oportunidad a una nueva generación, sin que esta tenga que desear que te mueras para ocupar tu lugar.
Me parece que con que se aplicaran estas normas, mucho de los problemas que tienen estarían resueltos.
Aprovechando que las he expuesto aquí, voy a aprovechar y enviárselas al viceconsejero, para que no se diga que las críticas y propuestas las hacemos donde no corresponde. Aprovecho para animar a los lectores del blog a hacer una crítica de las mismas o a aportar otras consideraciones.
Noviembre 30th, 2009 at 23:08
Yo creo que deberías enviarle la propuesta también a La Opinión de Tenerife. Y si contesta de nuevo el Viceconsejero, que permitan escribir comentarios, que nos dimos cuenta…
Diciembre 1st, 2009 at 7:09
Yo creo que lo correcto es enviárselo a él, no a la prensa. Otra cosa es que no conteste, pero me consta que lo hace. Creo que el problema de Alberto Delgado no es sino el desconocimiento lógico de alguien que desconoce el medio. No es nada fácil lidiar con la maraña de intereses creados y personalidades egóticas que componen el audiovisual canario. Su actitud al contestar -a la carta personal, y a la carta abierta,- demuestra cierto talante democrático que merece aplauso, aunque como bien dice David, sea la respuesta convencional y sin excesivo compromiso que pueda esperarse de un político. Pero el hecho de contestar demuestra que no está escondido en una torre de marfil, y que siente alguna preocupación por lo que Umo -o quien sea- pueda opinar. Es toda una muestra de respeto hacia el ciudadano, y por una vez, y sin que sirva de precedente, debo felicitarlo.
Diciembre 2nd, 2009 at 15:30
Sea como sea, creo que este es el camino para todo (el que apunta cautivo, y no quejarse amargamente y con pataletas ciegas porque a uno le dejen “fuera del pastel”. Cuando las quejas llevan argumentos al menos no queda otra que escuchar, al menos en democracia.
Bastantes de los puntos que señala cautivo y desarmado me parecen correctos y lógicos, otros también pero con reservas (todo se puede puntualizar), por ejemplo el punto 7 de la puntuación por méritos en festivales, ahí habrían problemas seguro porque no todos tienen esos méritos, y no por ello significa que sea mal director o productor o que sus trabajos hasta la fecha (si los hubiera) no tengan interés, aunque también es verdad que cuando un trabajo recibe parabienes es porque algo tiene, aunque eso sea relativo en muchos casos (pero, cuando el río suena, agua lleva, a veces agua embarrada, pero agua). Lo de no recibir ayudas hasta no haber terminado trabajos anteriores con adjudicación, es lo mínimo que se debería tener en cuenta, me parece de una lógica aplastante. La independencia TOTAL de las comisiones es otro punto correcto que aportas. Y no sigo porque no soy productor o no tengo ánimo para ello, y puedo meter la pata más de la cuenta.
Salud
Diciembre 4th, 2009 at 13:44
David, lo de los festivales lo entiendo para largos y proyectos de más envergadura. En el caso de cortos, aplicar esta medida sería injusta, pues da más oportunidades a los que ya la han tenido. En ese caso, si que vale la pena invertir sin garantías previas. Pero creo que un baremo objetivo y externo a CCR es la clave para que nadie pueda protestar “porque sí”, dado que la puntuación no se daría “porque sí”, sino basada en algo objetivo, el número e importancia de premios que tu obra a recibido con anterioridad.
Diciembre 4th, 2009 at 20:47
El tema de la trayectoria y los premios anteriores para para optar (o como medida para la concesión de ayudas a futuros proyectos) a nuevos proyectos siempre me ha parecido fascinante por lo de dificil de tratar y las discusiones que despierta, me intento explicar:
creo que una persona puede tener un proyecto maravilloso aunque sus anteriores proyectos no lo hayan sido, también creo que la única forma para tener trayectoria es haciendo y que se pueda hacer, si alguien no ha hecho mucho puede ser por juventud o poco tiempo dentro del medio lo cual no se debería penalizar, entiendo que los premios o selecciones en festivales es una medida aceptable de “bondad” (permitanme la palabra para este caso) de un proyecto, pero es de proyectos anteriores al que se presenta. Otra reflexión es a quién se le aplicaría este baremo, a la productora, al director, al director de foto, al guionista, a todos; no olvidemos que la propiedad intelectual de una obra cinematográfica es de varias personas.
En resumen, y espero no ser muy lioso en mis exposiciones, creo que valorar un proyecto por la obra anterior no es del todo justo con dicho proyecto, y que planteará más pegas que beneficios.
En cuanto al resto de puntos estoy básicamente de acuerdo, por supuesto que no debería darse dinero a alguien que no haya justificado una ayuda anterior, aunque creo que eso (muy habitual antaño) no pasa ahora (o espero), también porque existen prorrogas para un año y mientras te dan otros proyectos… (lease con cierta, sólo cierta, ironía).
En cuanto limitar el número de ayudas a un director (porque una productora puede tener muchos directores) no sé si es adecuado por algo similar a lo expuesto anteriormente, sí se debería separar entre director nóvel y “consagrado” (si no recuerdo mal para el ministerio eres nóvel en tus tres primeros largos) y diferenciar las ayudas.
Y de acuerdo en volver a instituir las ayudas a guión aunque con algún arreglo frente a las antiguas.
Y aquí lo dejo que yo sí soy productor, pero también director y suelo meter algo la pata.
Saludos y un abrazo a todos.