Mariposas negras, una película de David Baute

Enero 13th, 2025

Mariposas negras es una película que está llamada a despertar conciencias. Plantea cosas que uno está acostumbrado a ver en los telediarios: niños con hambre, gente que lo ha perdido todo por culpa de catástrofes naturales… Solo que en la película estas personas tienen nombre y apellidos. Y uno conoce a sus familias, y el esfuerzo titánico que hacen sobre todos las mujeres para sacarlas adelante en el extranjero y en un ambiente terriblemente hostil. La película (¡de dibujos animados, pero qué dibujos y como están animados!) sigue, en este sentido, la vida de tres de ellas, cada una con un origen distinto aunque unidas por la desgracia.

Estas tres mujeres son víctimas, como son víctimas millones de personas, de un fenómeno que se está produciendo en los últimos tiempos pero que muchos aún niegan: el cambio climático. Este mundo enfermo ha provocado su desgracia, y que se marchen, a veces sin sus hijos, a otras tierras para trabajar, más bien sacrificarse, con el fin de enviar dinero a sus respectivas familias.

El mensaje de la película es rotundo por claro pero me desconcierta la narrativa a la que recurre David Baute, su director, para contarnos estas historias. Mariposas negras comienza por la segunda parte y termina por la primera, un recurso que no termino de entender.

El largometraje cuenta la historia de Lobuin, que abandona su tierra para buscar una vida mejor con su familia en una súper poblada ciudad africana; Vanesa, que tras quedarse sin hogar por la fuerza del huracán emigra con sus dos hijos a una capital del primer mundo mientras deja a su marido en la desolada isla de San Martín; y Soma, quien para ayudar a su familia se marcha a Dubái como sirvienta.

En la segunda mitad, y es lo que me desconcierta -¿por qué Baute no quiso seguir un criterio cronológico?-, se narra cómo era la vida de estas tres familias antes de que las fuerzas de la naturaleza pusieran fin a sus sueños. Catástrofes naturales que cada vez resultan más virulentas con el paso de los años. Ese cambio climático que no termina de creerse parte de la humanidad y que sin embargo es la responsable de muchas tragedias familiares. Tres son las que muestra la película. Y las tres son mujeres, las madres que se marchan a lo desconocido con el fin de encontrar algo mejor para su gente cuando todo lo que tuvo ya no existe.

David Baute procede del mundo del documental, género en el que ha hecho una carrera y en la que ha explorado historias que no tuvieran mucho o nada que ver con sus experiencias anteriores. En Mariposas negras, además de la fascinación que provocan algunas de sus imágenes, se aprecia a un cineasta que ha ido tomando nota, que se ha cultivado, y que recurre a la elipsis con acierto, en algunas ocasiones con notable mirada cinematográfica.

Sin embargo, creo que la película se hubiera reforzado si se hubiera cuidado mejor el doblaje de los personajes. Apenas noté autenticidad en las voces utilizadas; timbres y acentos que no logran despertarme los sentimientos que la película incita: rabia ante las injusticias y la humillación que padecen sus protagonistas. Que los pobres, la famélica legión, sean siempre las primeras víctimas de un futuro que no se percibe nada favorable para las próximas generaciones.

Y la película, en este sentido, no advierte (ya estamos cansados de tantas advertencias) sino que se reafirma ante una realidad dolorosa y aplastante: la catástrofe ya está aquí. La Tierra no es la misma. Y ese cambio, provocado en gran parte por el primer mundo, ese mismo mundo al que van a trabajar algunas de las protagonistas, parece que ya no tiene vuelta atrás. Lo dramático, y se muestra muy bien en Mariposas negras, es que pese a que la información está, la mayoría la rechaza o no quiere tenerla en cuenta.

En cuanto a las tres historias, a mi particularmente me llegó más que las otras la que protagoniza Vanesa, y el calvario que sufre para traer a su esposo al primer mundo. La escena con los funcionarios que la atienden resultan siniestras, muy kafkianas por demasiado real. De todas formas, esta crítica se traslada también a las otras dos protagonistas de la película. En el caso de la mujer africana cuando los turistas blancos (¿funcionarios en sus países de origen?) fotografían y hasta compran por una miseria su collar, que es una seña de identidad de la protagonista. En el caso de la asiática, la piel se eriza al seguirla como empleada del hogar en una casa bien de Dubái, donde trabaja en unas condiciones de esclavitud. Estos momentos, y los que sufren en silencio ante la indiferencia de personas que hacen que no las ven porque realmente no las ven, son elementos que refuerzan otra de las grandes lecciones que quiere transmitir esta película que trasciende los dibujos animados: y es que los poderosos exprimen a los débiles sin que les tiemble la conciencia.

La música de la película está compuesta por el director y compositor tinerfeño Diego Navarro, que acentúa lo que se reproduce en pantalla con el uso de instrumentos de cuerda. Mariposas negras incluye además una selección de canciones de las zonas de donde proceden sus tres protagonistas e incluye un tema original que interpreta Rubén Blades.

La película se ve y consigue que se te remueva el alma por dentro. Da igual sus titubeos. Y da igual porque es un trabajo necesario y arriesgado, de los que agitan. Y sí, todo esto en una película de dibujos animados que al final revela que sus tres protagonistas son reales, mujeres de carne y hueso. Y entiendes y asumes su tragedia.

Saludos, esto se acabó, desde este lado del ordenador

Un año de cine en Canarias

Enero 9th, 2025

Cada año, al plantearnos un repaso de lo que ha dado de sí cinematográficamente el archipiélago, nos hacemos la misma pregunta, ¿es necesario dejar constancia de un trabajo bien hecho en la mayor parte de las ocasiones pero también enojosamente mediocre en otras? Como somos una sociedad que no está acostumbrada a valorar críticas sensatas y sin ánimo de demolición, la trayectoria de “nuestro” audiovisual (vamos a llamarlo así, “nuestro” aunque no lo sea) ha dado a lo largo de este 2024 algunas satisfacciones pero también decepciones a las que es necesario enfrentarse. De todas formas, se ha logrado lo que era imposible imaginar hace apenas veinte años, que desde el Gobierno regional se haya encarrilado un cine a mi juicio muy interesante porque en ocasiones cuenta historias que se preocupan por reflexionar sobre las islas y sus paisajes en clave artística y universal. Sin desdeñar un espíritu crítico que, parafraseando al poeta Pedro García Cabrera, hace que “nuestra” esperanza se mantenga.

Hubo premios este 2024 al cine de aquí. Entre otros, a ese audaz experimento en torno a uno de los grandes clásicos del cine canario como es El ladrón de los guantes blancos (Romualdo García de Paredes y José González Rivero, 1926) que actualizó en El sueño del ladrón, de Eduardo Díaz, quien cometió la osadía de reinterpretar este clásico de “nuestro” cine con notable sentido del tempo. La película de Díaz recibió el galardón al mejor filme experimental en SEVIFF. Otro premio, pero éste con inevitable sabor emocional fue la Biznaga de Plata Honorífica que recogió el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, en el Festival de Cine de Málaga. Este Festival le ha traído suerte al cine que se rueda con acento canario. Se dice porque tras la estancia relámpago de Clavijo en la capital andaluza, La hojarasca, de Macu Machín, obtuvo la Biznaga de Plata a la Mejor Película y a la Mejor Dirección en la Sección Zonazine.

Macu Machín venía de participar en la Sección Fórum del Festival Internacional de Berlín con esta película producida por El Viaje Films con el respaldo del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), el Gobierno de Canarias, los cabildos de Tenerife y de Gran Canaria y la Televisión Canaria.

El productor tinerfeño Chano Álvarez recibió el II Premio CIIF Market – Sociedad de Desarrollo y la película Mariposas Negras, de David Baute, el premio Forqué al mejor largometraje de animación. Asistimos además al estreno en Santa Cruz de Tenerife del documental Quesada, la verdad del silencio, un trabajo contundente del cineasta tinerfeño Iván López. Iván López también fue el director de Another Part of Me, producida por Rumen Justo, el filme narra la vida de Gus Jackson, el mejor imitador europeo de Michael Jackson, 30 años después de la visita del malogrado rey del pop a Tenerife.

El cine canario no tuvo sin embargo mucha suerte en las nominaciones a los Goya 2025. Está Mariposas negras, que dirige David Baute, y Súper Klaus (Andrea Sebastián y Steve Majaury), en la que participan los estudios tinerfeños 3 Doubles Producciones en la categoría de Animación. Se da la circunstancia que en ambos trabajos la música fue escrita por el compositor y director de orquesta Diego Navarro. También fue nominada en la categoría de Mejor Cortometraje de Animación, Cafunè, de Carlos F. de Vigo y Lorena Ares, y producida por los canarios Damián Perea y Raquel Camacho. La cantante palmera Valeria Castro participa por segunda vez entre los nominados al Goya a la Mejor Canción con El borde del mundo, de la película El 47, pero nada más. Una pena, porque este año la cosecha canaria contaba con títulos prometedores para entrar en competición en otras categorías.

Otros largometrajes que fueron estrenados a lo largo de este 2024 que ya dejamos atrás son la ya mencionada película de animación Mariposas negras, del tinerfeño David Baute, en el que narra la historia de tres mujeres forzadas a emigrar de sus países no por razones políticas sino por el cambio climático, y que está destinada a despertar conciencias en torno a una realidad que muchos ponen en duda. También se pudo ver Anaga, naturaleza infinita, dirigido por Pedro Felipe Acosta y que fue promovida por la Fundación Diario de Avisos y hace apenas una semana Musa paradisíaca, de Eduardo Cubillo, en el que se cuenta la historia del plátano y también la de los pueblos que lo han cultivado, consumido y dotado de significado.

¿Dónde están mis muchachos?, de Pnumbra, ofreció por otro lado un recorrido por la vida del legendario Jesús Beltrán y los inicios del movimiento cultural que se generó en torno al club A go go y se presentó también La vida en lienzo, un documental sobre la vida y obra de Pepe Dámaso, que firmó Gustavo Socorro y Voy a desaparecer, de Coré Ruiz. Por otro lado, Disney Branded Television adquirió la serie de animación Messi and the Giants, que se está realizando en el estudio canario Atlantis Animation. El Viaje Producciones presentó A nuestros amigos, de Adrián Orr mientras que VolcanoFilms participó en las producciones de las miniseries The Helicopter Heist y La Palma, esta última un rotundo éxito de público en Netlix, y que está basada parcialmente en la erupción del volcán Tajogaite en 2021.

En el apartado de cortometrajes independientes se estrenaron Mujer gato, de Josep Vilageliu; La isla errante, de Pablo Borges y los documentales de memoria histórica Los rojos de San Andrés y la represión franquista, filme colectivo realizado por los vecinos del barrio marinero con el asesoramiento de Raúl Jiménez y La represión franquista en el Puerto de la Cruz, de Aarón León, aunque si hubo un estreno sonado fue el de Damsel, de Juan Carlos Fresnadillo, en el cine Víctor de la capital tinerfeña, y largometraje que se puede ver en la plataforma Netfilx, donde sigue siendo uno de los más vistos. Juan Carlos Fresnadillo fue además el autor del pregón de las Fiestas de Mayo de la capital tinerfeña. Con el título de Santa Cruz, un mapa emocional, el cineasta evocó las calles, las plazas, la familia y los amigos de una ciudad que “siempre está en mí”.

Se estrenó también Una casa en el pueblo, un filme de Domingo J. González y las empresas Secuoya Studios, Álamo Producciones Audiovisuales y A Contracorriente Films anunciaron el inicio del rodaje de Solos, una comedia dramática basada en la obra homónima de Paloma Bravo y dirigida por Guillermo Ríos.

En este viaje cinematográfico por 2024 con acento canario los cineastas Teodoro y Santiago Ríos (Guarapo) ya dan nombre a un pasaje de la capital tinerfeña mientras que la actriz canaria Aïda Ballmann fue una de las protagonistas de L’aviá y el foraster y la brasileña. Thays Borges y el canario Juanmi Mantero contaron en imágenes y en un libro como se conocieron y enamoraron durante un Erasmus en Portugal en Amor en paliativos y se informó de Sugar Island, una coproducción entre Guasabara Producciones (República Dominicana) y Tinglado Films (Canarias, España). Se trata de una película a medio camino entre la realidad y la ficción, y en la que participaron movimientos como la Unión de Trabajadores Cañeros y el Grupo de Gagá de la 30 de San Pedro de Macorí, así como activistas antirracistas de República Dominicana. Para crear un paraíso fue un documental de David Baute basado en una idea de Alejandro Krawietz que se inspira en un viaje realizado por el arquitecto canario Vicente Saavedra.

La nota triste de un año extraño y confuso fue conocer la muerte de Juan Puelles, un histórico de aquel cine canario que salió de las catacumbas en los años 70, y cuyo trabajo debe de verse hoy como lo que fue: una inocente rebeldía.

El catálogo Canarias en corto reunió los trabajos Las cosas queridas, de Pablo Vilas; Tiempo de carnavales, de Antonio Munáiz; Las noches rotas, de Valentino R. Sandoli; Colonos del Espacio, de Fernando Alcántara; La isla errante, de Pablo Borges; Ojo de agua, de Héctor García y Hola, ¿cómo estás?, de la pareja artística Eli Herrera y Manuel Román.

En cuanto a libros sobre cine relacionados con lo que se hace aquí o firmados por gente de aquí se publicó Kafka y lo kafkiano en el cine (Hermenaute) del grancanario Jonathan Allen y el madrileño Jesús Palacios y título que coincidió con el centenario de la muerte del escritor checo, un centenario que por otra parte pasó muy desapercibido en España. Se pudo leer también Conversaciones desde el Jardín de las Hespérides (Tinglado Films, S.L.) del periodista Javier Tolentino, un libro que plantea conversaciones realizadas en las islas con cineastas como Víctor Erice y los canarios Víctor Moreno y David Pantaleón, entre otros.

De 2023 aunque se puso en movimiento en 2024, Arquitectura + cine + ciudad (Construcciones y miradas) de Jorge Gorostiza plantea entre otras reflexiones como las imágenes han transformado la percepción del paisaje urbano y arquitectónico y en cuanto a reivindicar a los protagonistas del primer cine canario, Benjamín Reyes presentó Don Miguel, el del cine, un libro necesario sobre el pionero de la fotografía y el cinematógrafo en Canarias. La revista Latente, de la Universidad de La Laguna publicó el artículo La Filmoteca Canaria: Memoria visual de las islas (2005-2023), de Josep Vilageliu y el autor de estas líneas, Eduardo García Rojas, firmó Paisajes del alma. Cine canario y paisaje (Idea) que se pondrá en circulación a partir del 10 de enero.

Por otro lado, Happy End, de la cineasta canaria Fátima Luzardo, se exhibió en la Cineteca Madrid, CICUS de Sevilla y en el RUIRAU de Alicante y la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna acogió la exposición 30 aniversario de La Mirada, una muestra que repasó el trabajo que ha venido desarrollando esta productora canaria a lo largo de estos últimos treinta años a través de una variada colección de objetos.

En TEA Tenerife Espacio de las Artes se exhibió y con motivo de su 50 aniversario: Crónica histérica. La conquista de Tenerife, un filme realizado con cuatro perras por el denominado Equipo Neura en 1974. En la misma sesión se pudo ver además los cortometrajes Preludio (Josep Vilageliu, 1975); Un día en Tenerife (Josep Vilageliu, 1975), una selección de escenas de Vamos a desenmascarar al padre Manolo, bueno, vamos (Equipo Neura, 1975), Mismamente usted, el desfile del Carnaval cómo lo ve (Equipo Neura, 1975); El dictador aquí y ahora, una película comprometida (Equipo Neura, 1975) y Santo Barranco (Equipo Neura, 1975). También se informó sobre el documental Escuchar las sombras, de Miguel G. Morales, sobre los cubanos que vinieron a combatir a España al lado de la II República durante la Guerra Civil.

El canario Jonay Guerra fue el productor ejecutivo de Los sueños de Pepe, un documental de Pablo Trobo sobre el ex presidente de Uruguay José Mújica y hace apenas una semanas el Gobierno de Canarias anunciaba una partida de 2,8 millones de euros en ayudas al sector audiovisual y que beneficiarán a 36 proyectos entre largos y cortometrajes, series, documentales y películas de animación.

Entre las producciones nacionales y extranjeras que encontraron en las islas el lugar idóneo donde rodar sus historias y más con los beneficios fiscales que ofrece, asistimos al estreno en Netflix de la serie La Palma, una producción noruega sobra la erupción del Tajogaite. Otras producciones que encontraron en las islas el acomodo que buscaban fueron, entre otras, el rodaje de la segunda temporada de El Señor de los Anillos: Los Anillos del Poder en El Parque Nacional del Teide y San Juan de la Rambla, en Tenerife y que se viera el tráiler de Juego de ladrones 2: PANTERA, protagonizada por el actor Gerald Butler y rodada también en Tenerife.

Por otra parte, se presentó en noviembre el Estudio Virtual XR para Gran Canaria Platós.

El estudio cuenta con una pantalla de 40 metros de ancho y 8 de alto, varias pantallas móviles de grandes dimensiones y paneles LED de la máxima calidad, que permiten crear variedad de entornos digitales. La principal ventaja de esta herramienta “es que facilita las jornadas de rodaje, con ahorro en los gastos de desplazamiento del equipo técnico y personal”, se informó en una nota. Este estudio es un proyecto impulsado por el Cabildo de Gran Canaria, que destaca: “abrirá nuevas oportunidades a productoras de la isla a partir del primer trimestre de 2025”.

Los festivales de cine continuaron y gozan de momento de buena salud. Entre otros, están el Festival de Cine de Las Palmas de Gran Canaria y Fimucité, el Festival Internacional de Música de Cine de Tenerife. También el veterano Festivalito, festival de las estrellas de La Palma e Isla Calavera, que además de traer lo que se está haciendo en el género fantástico y de terror en el mundo, contó con invitados estelares como María José Cantudo, musa del destape; Lou Ferrigno, el famoso monstruo verde, Hulk, de la televisión y los actores Ron Perlman (En busca del fuego y Hellboy, entre otras), Henry Thomas (E.T.) y Adrienne Barbeau, habitual en las películas de John Carpenter y una mujer que dejó huella por tanto encanto y saber estar.

El Festival de Cortos de La Orotava, ya todo un clásico en su género, invitó a Imanol Arias, protagonista de la serie de televisión Cuéntame. También se celebraron el Festival Internacional de Cine de Lanzarote, el Festival Internacional de Cine de Gáldar,; FICMEC, el Festival Internacional de Cine Medioambiental de Canarias; MiradasDoc, que celebró su XVII edición y Animayo.

Por últimos se organizaron encuentros de coproducción como el titulado Ecosistema audiovisual de Canarias y en el que se presentaron las ventajas que las Islas ofrecen para la producción y la coproducción internacional e isLABentura Canarias, laboratorio de guion: creando puentes con Latinoamérica, donde se dio a conocer las claves del programa así como una alianza que fortalecerá los lazos entre los guionistas de América Latina y Canarias.

Por último El Foco en Canarias, 15 años produciendo, celebró el 15º aniversario de la declaración de la industria audiovisual como sector estratégico en Canarias. El acto tuvo lugar el 28 mayo en la sede de Presidencia en Santa Cruz de Tenerife y fue presidido por Fernando Clavijo.

Las imágenes (de arriba a abajo) corresponden a los filmes:

1.- La hojarasca

2.- Damsel

3.- Musa paradisíaca

4.- Una casa en el pueblo

Saludos, y colorín, colorado…, desde este lado del ordenador

Novedades: las últimas novelas de los escritores canarios José Luis Correa y Guillermo Alemán

Enero 8th, 2025

El bebedor de coñac (Alba Editorial, 2025) es la nueva novela protagonizada por el detective privado Ricardo Blanco, una creación del escritor José Luis Correa (Las Palmas de Gran Canaria, 1962). Como otras de las novelas del mismo autor, la acción se desarrolla prácticamente en la capital grancanaria. Esta es su historia: Amado Martel, un hombre amante del coñac y las vidrieras, que reparte su tiempo entre los amigos de bar y su familia, aparece con la cabeza abierta entre los escombros de una parcela sin edificar en su barrio de siempre. Ante las sombras que arroja esa muerte siniestra, el hijo de la víctima decide apostar su beca y su palabra a un caballo testarudo y socarrón: un detective privado de Las Palmas de cuyo nombre, ya ven, quiero acordarme: Ricardo Blanco.

El escritor tinerfeño Guillermo Alemán presenta Muerto el viejo se acabó la rabia (Fatiga Books, 2024), a finales de diciembre. Se trata de su cuarta novela, poblada de giros en la que narra un largo y tortuoso camino hacia el infierno de su protagonista, el Moi. Después de un recorrido vital en el que ha hecho de todo –repartidor, camarero, guardia de seguridad, recadero para el Viejo–, este buscavidas da un mal tropiezo que lo empuja fuera de los límites de la sociedad. “Hasta entonces siempre había hecho lo correcto, había caminado por el filo de la navaja que no corta, pero ahora siente que la vida le ha pasado por encima como un tren de mercancías. Todo comenzó justo cuando empezó a oler la mierda que revolvía para sacar a flote algo con lo que pagar sus facturas”.

Saludos, ya tienen primeras lecturas en un año que recién comienza, desde este lado del ordenador

Dando la nota

Enero 7th, 2025

* El Día de las Letras Canarias 2025 estará dedicado al poeta y narrador Rafael Romero Quesada (Las Palmas de Gran Canaria, 5 de diciembre de 1886 – ib., 4 de noviembre de 1925), más conocido como Alonso Quesada. La elección se llevó a cabo, por primera vez, mediante una comisión de expertos, siguiendo un criterio promovido por Migdalia Machín, consejera de Universidades, Ciencia e Innovación y Cultura del Ejecutivo autonómico. La conmemoración anual coincidirá con la efeméride de la prematura muerte del autor, que falleció con solo 38 años. El próximo 21 de febrero se iniciará, así, un año dedicado a la divulgación y estudio de su obra y figura, cogiendo el testigo de Ángel Guerra, autor homenajeado en 2024.

* El sábado pasado, 4 de enero, falleció en la capital grancanaria el periodista y escritor José Alemán, quien dedicó toda su vida al periodismo y al análisis de la actualidad en los medios de comunicación donde dejó su impronta. Miembro de la Academia Canaria de la Lengua desde 2001, fue autor de varios ensayos y novelas como Conocer Canarias, Canarias hoy: Apuntes a un proceso histórico, Crónicas para cuasi cuarentones, La ciudad del vacío, Libro de Familia o La quimera del islo. En 2023 le fue concedido el Premio Canarias de Comunicación.

* Alejandro Krawietz presenta nuevo libro en Ediciones La Palma, A todos los que entran es su título.

* A lo largo de este mes llega a librerías Paisajes del alma. Canarias, cine e identidad, de quien ahora redacta estas líneas. El libro está publicado por Ediciones Idea y reúne 23 entrevistas con cineastas canarios y un puñado de críticas de películas rodadas y firmadas por gente de aquí.

Saludos, ya vinieron los Reyes, desde este lado del ordenador

Diecisiete títulos de aquí

Diciembre 31st, 2024

El año termina así que es tiempo para repasar muchos de los títulos que leímos este 2024 con el entusiasmo de recomendar la lectura de algunos de ellos. También a que piensen en estos libros como posible regalo en fechas tan señaladas. Por razones ajenas, dejamos algunas de las obras recibidas en cuarentena porque no nos dio, literalmente, tiempo a leerlas antes de que se cerrase este 2024 pródigo en tantas cosas. Y muchas de ellas no necesariamente malas como podría pensarse. Entre los libros que no pudimos añadir a esta lista pero que serán de los primeros que leamos en 2025 hay varios títulos como Muerto el viejo se acabó la rabia (Fatiga Books), de Guillermo Alemán; Gambuesa (Alrevés), de Carmen J. Nieto; Alteración y fuga (Mercurio), de Elena Villamandos y El Johnny en llamas (Baile del sol), de Dani Ortiz, entre otros.

En cuanto a los que sí están en la siguiente relación hemos mezclado narrativa, ensayo, novela y cuentos. Somos conscientes, como en años anteriores, que nos dejamos muchos títulos en el tintero pero el espacio nos obliga a seleccionar estos trabajos que, al menos a quien les escribe ahora, le hicieron pasar un buen rato y de eso se trata, de pasar siempre un buen rato pero también, y al margen del entretenimiento, de tomar conciencia, de plantearse preguntas, de que lo que se lee invite a la reflexión además de dejar huella.

Una advertencia final, el orden de los títulos no obedece a ningún criterio, con esto lo que se quiere decir es que el último bien podría ser el primero y viceversa.

1.- Madres (Ediciones La Palma), vv.aa. El escritor Juan Carlos de Sancho es el responsable de hacer realidad esta antología de cuentos sobre las madres de los doce autores que colaboraron en ella. Madres cuenta con historias de, entre otros, Bruno Mesa, Jorge Fonte, Ángel Sánchez y Anelio Rodríguez Concepción, y si los cálculos no fallan, debe de tratarse de uno de los títulos mejor promocionados a lo largo de este año por su antólogo, el incansable, Juan Carlos de Sancho.

2.- El bajío (Idea/Aguere), Marcos Cova.- Más que una novela son cuentos que leídos forman un andamiaje que lo aproxima al territorio de la novela propiamente dicha pero sea una cosa u otra, esto es lo menos interesante para aproximarse a este libro que huele a mar y que se desarrolla en dos localidades marineras de la isla de Tenerife como son La Punta del Hidalgo y San Andrés, que es donde se desarrolla el epílogo de un libro que no va a dejar indiferente a nadie.

3.- Retrato del fin del mundo (Alba), Carlos Ruiz Caballero.- La historia está inspirada en una fotografía que reproduce la novela y en la que aparecen dos jóvenes anarquistas recién casados en la prisión de Fyffes. A él, Néstor Mendoza Santos, lo fusilarán poco después. A ella, Margarita Rocha Mata, le espera el exilio. Narrada con pulso, debe de tratarse Retrato del fin del mundo de las pocas novelas que hablan de “nuestra” Guerra Civil en la que sus protagonistas militan en la CNT. Los escenarios del libro se desarrollan además en La Palma y Tenerife antes, durante y finalizado el golpe militar de julio de 1936 que puso fin al sueño de la II República española.

4.- Estos niños no existen (Círculo Rojo), Carmen del Puerto.- Además de estar impecablemente editado, se trata de una obra original e innovadora en la que la escritora y periodista reconstruye la vida imaginada de unos niños que han sido creados por Inteligencia Artificial con desarmante y en ocasiones muy inquietante autenticidad, y trabajo que firma Laura Porras del Puerto.

5.- Cuando las aguas bajen (ACEN), Soledad Muñoz.- Debut el que ofrece esta escritora con su primera novela. Un policíaco que comienza en Tenerife, donde reside su protagonista, Irene Peñarroya, pero cuyo meollo se desarrolla en un lugar de La Mancha al que se traslada para la rehabilitación de un balneario que perteneció a su familia. Policíaco rural cuando se descubre un cadáver emparedado tras el muro de una bodega subterránea, uno sospecha y espera que veamos en 2025 una nueva novela escrita por su autora, quédense con el nombre: Soledad Muñoz.

6.- Pluto. La bestia de Georgia (Idea), Ángell Marr.- Escrito e ilustrado por Ángell Marr, pseudónimo tras el que se encuentra Ángel Marrero, la novela se desarrolla en las tierras pantanosas de Georgia donde habita un gigante de raza negra que está decidido a terminar con la vida de todo hombre blanco que se le cruce por el camino. Narrada con la peculiar ironía que caracteriza el estilo de su autor tanto en ilustraciones como en cómics y relatos, Ángell Marr consigue con esta historia que uno como lector le demande y le exija más. Más obras.

7.- La isla de las abejas (Baile del sol), Ulises Martín Hernández.- Se trata de uno de los escritores más originales que en la actualidad escriben de y sobre Canarias. En esta ocasión con una selección de trece cuentos en los que aborda, en ocasiones con aliento poético, distintos capítulos de la Historia del archipiélago. El escritor ya dejó en el pasado rastros de por donde transita su literatura con libros como Atis Tirma y Mitos Atlánticos, entre otros.

8.- La chica que leía a Faulkner (Ediciones Oblivium), Juan Capote.- Otras de las revelaciones de este año fue la lectura de esta novela de aparentes tintes policíacos aunque se preocupa más por presentarnos a sus dos personajes protagonistas. La historia logra involucrar al lector y que se plantee las mismas preguntas que sus personajes.

9.- 1622. El barco de las ratas (Herques), Alberto Vázquez Figueroa.- El libro incluye una novela corta del autor de Tuareg y un ensayo histórico que firman Daniel García Pulido, Manuel Lorenzo Arrocha y Juan Francisco Delgado Gómez. Hambre, tormentas, ataques piráticos y por último una invasión de ratas en todos los barcos de la flota que partiendo de Centroamérica se dirigía a España con escala en Tenerife, son solo algunos de los ingredientes que nos recupera al escritor tinerfeño que revolucionó los libros de viajes y la novela de aventuras.

10.- El juego de caer (Nectarina), David Cabrera.- Otro de esos títulos insólitos que me ha ofrecido la literatura con acento de aquí este año que se termina. También editor, David Cabrera se inspira en un caso real, el que llevó a la cárcel a José Bretón por el doble asesinato de sus dos hijos pequeños, para concebir este a ratos fascinante rompecabezas que se introduce dentro de la caótica mente de su protagonista, quien sigue manteniendo entre rejas –como el mismo Breton– que él no mató a sus hijos. Sea o no verdad, lo más desconcertante de esta novela es la forma es cómo está narrada.

11.- No es culpa de ellos, ellos no tienen la culpa (Diego Pun), Nicolás Melini.- Se trata de una selección de cuentos que el mismo autor escoge de varios de sus libros anteriores. El conjunto final termina resultando interesante porque permite seguir las huellas de su itinerario narrativo a lo largo de los años y cómo ha ido templando su estilo y cómo éste ha terminado por transformar su literatura. A nosotros, de momento, nos gusta más el primer Melini cuentista pero esto como todo es cuestión de gusto.

12.- Rastros de vidas y palabras (Mercurio), Santiago Gil.- Libro de cuentos, la mayoría de ellos nos recupera a un escritor de historias cortas que lo mismo recurre a la primera como a la tercera personas para contar desventuras que a la mayoría de los lectores les parecerán conocidas. Resulta, por otro lado, atractivo descubrir cómo el veneno del escorpión de la literatura hace efecto en un autor que si peca de algo es por su incombustible constancia.

13.- Te pondrán flores en el estómago. Nuevos flujos de literatura canaria (Ediciones La Palma), AA.VV..- Lo mejor de esta antología de nuevas voces poéticas y narrativas canarias es mostrarnos lo que hacen, por dónde transitan y cómo evolucionarán lo que ahora se encuentra en estado de ebullición. Y si bien no hay ningún cuento ni poema que me zarandee de este libro, la esperanza me mantiene. La edición está al cuidado de Paula Fernández Hernández, quien recuerda en el prólogo que esta antología existe gracias al respaldo de la escritora y poeta Elsa López.

14.- Historias de un mitin. El dilema eurocomunista (Idea), Domingo Garí.- No se han escrito demasiados libros sobre la Transición en Canarias, libros al menos con el mismo espíritu divulgativo de Historias de un mitin de 1977. El dilema eurocomunista, del profesor Domingo Garí, un texto en el que rememora la visita de Santiago Carrillo, secretario general del Partido Comunista de España (PCE), a Tenerife y de los acontecimientos que provocó en unos tiempos muy difíciles para Canarias y España.

15.- Vida del noticioso Jorge Sargo (Diego Pun), José de Viera y Clavijo.- Escrita cuando su autor apenas contaba 15 o 16 años de edad, la editorial Diego Pun recuperó este año “la primera novela de la literatura canaria escrita y ambientada en las islas”, en este caso, la de Tenerife, durante la primera mitad del siglo XVIII. Narrada en clave de novela picaresca, la recuperación de este clásico contó para facilitar su lectura con “la modernización de la ortografía de las palabras así como la regularización y clarificación de las cláusulas sintácticas extensas o confusas”, explica el profesor José Antonio Ramos Arteaga, responsable de la edición.

16- La pistola que Millán Astray le regaló a mi abuelo, Eduardo González según una historia de Francisco Pomares.- Se trata de uno de los mejores cómics que, probablemente, se hayan publicado este año en España, y no solo por el excelente temple narrativo que caracteriza el trabajo como guionista y dibujante de Eduardo González, un maestro en el uso del blanco y negro, sino de lo que tiene de memoria y también familia un relato en el que la verdad y la mentira se confunden para convertirse en leyenda.

17.- Espantos de Santa Cruz (Fundación Canaria Cine + Cómic), Ángel Marr.- Una original revisión de las míticas estampitas de La pandilla basura solo que trasladado al universo nocturno chicharrero, poblado de personajes tan variopintos como Cuco el facha, un espectro que, vestido con camisa azul, asoma por la noche la cabeza por los alrededores del monumento a Franco. Y este es solo uno de los personajes que aparecen en este descacharrante y tan chicharrero volumen.

Saludos, último día del año, desde este lado del ordenador

Lecturas con acento canario para lidiar con un 2024 salpicado de catástrofes y conflictos

Diciembre 30th, 2024

Libros para todos los gustos. Y muchos, afortunadamente, los que hemos recibido este año en cuanto a editoriales canarias se refiere, también de sus autores/as. Es decir, que en este año que ya se nos va, hemos tenido la oportunidad de conocer nuevas voces narrativas que amplían un universo que aumenta significativamente aunque es verdad que otra cosa sería afirmar que cualitativamente. El caso es que el siguiente repaso que proponemos no pretende ser exhaustivo pero sí un inicio para evaluar cómo se mueve el sector en las islas y el nivel de lo que escriben algunos escritores/as que ya estaban y los que ahora aparecen.

No descendió, sino que me atrevería a decir que aumentó sensiblemente, el número de publicaciones en el archipiélago. Tanto, que incluso se asistió al nacimiento de nuevos proyectos editoriales como Cyberpress y al número cada vez más creciente de libros, alguno de ellos autoeditados, que siguen ahí pese a las ausentes, y si no erráticas, políticas de apoyo al sector que tanto el Gobierno de Canarias como los cabildos insulares ningunean salvo, afortunadamente, la encomiable labor que desarrolla en esta línea el Cabildo de Gran Canaria.

En este año fugaz y de continuas transformaciones se nos fueron creadores como el escultor y poeta Fernando García-Ramos y periodistas y escritores como Fernando Delgado, Olga Álvarez, José Manuel de Pablos, Pedro Guerra, Pedro González Sosa y Fran Domínguez, uno de los mejores críticos de cine que hemos tenido en estas tierras y subdirector de Diario de Avisos. También nos dijeron adiós el investigador Nicolás González Lemus y el pionero en contar en cómic la historia de Canarias, Luis Pérez Aguado. Otros que se marcharon fueron la artista y escritora referente del movimiento LGTBIQ+, Roberta Marrero, y la artista grancanaria Yolanda Graziani, el bailarín Miguel Montañez y la cantante cubana Yudith Porto.

En cuanto a políticas en favor del libro, el consejero de Cultura del Cabildo de Tenerife, José Carlos Acha, anunció la intención de reabrir la librería del Cabildo para este año entrante o el próximo, lo que habrá que ver… José Carlos Acha recuperó además la colaboración de la institución con la Feria del Libro con resultados de momento bastante irregulares y en ocasiones frustrantes como fue calendario de actividades que organizó para las ferias del libro de Santa Cruz de Tenerife como La Laguna.

La viceconsejería de Cultura lidió con los usuarios de la biblioteca infantil y juvenil de la Biblioteca Púbica del Estado de Santa Cruz de Tenerife al cerrarla por no contar con personal. El hecho movilizó protestas ante la Casa de la Cultura, sede de la Biblioteca Pública, para presionar por su reapertura. No obstante parece que este problema que pudo haber degenerado en una escandalosa ruptura espera ser subsanado antes de que finalice el año. Por otro lado, y en una de esas decisiones marcianas que a veces adopta el Ayuntamiento de la capital tinerfeña, se acordó trasladar el Rastro a un enclave que parece haber sido diseñado por su peor enemigo: la zona de aparcamientos frente al edificio de Hacienda.

El Día de las Letras Canarias estuvo dedicado al escritor Ángel Guerra, pseudónimo tras el que se encontraba el periodista y escritor José Betancort Cabrera (Teguise, 19 de marzo de 1874-Madrid, 18 de noviembre de 1950). Entre las publicaciones que recuperaron su obra apareció en Ediciones Remotas con la colaboración del Gobierno de Canarias, Relatos canarios, en una edición al cuidado de Zebensuí Rodríguez Álvarez. El área de Cultura del Gobierno de Canarias anunció también la publicación de nuevos libros en sus distintas colecciones literarias: Leopoldo, de Jorge Fonte, que se añadió a la colección Agustín Espinosa de narrativa; el poemario Lluvia de fuego en Canaán, de Juan Castro Gaviño, en Nuevas Escrituras Canarias; La latitud irreparable, de Marta Giménez, que se sumó a la biblioteca Natalia Sosa Ayala de poesía y el ensayo Turisferia, de Samir Delgado, en la colección Clavijo y Fajardo.

La Real Academia Canaria de Bellas Artes de San Miguel Arcángel presentó los actos institucionales programados para la celebración del 175 aniversario de su creación y que prevé para el 14 de febrero de 2025, en TEA Tenerife Espacio de las Artes, una exposición en la que estarán representados todos los académicos y académicas que tengan obra en las disciplinas artísticas: pintura, escultura, arquitectura, fotografía y cine. En la Televisión Canaria, asistimos a la emisión del programa Lavadora de textos, dedicado a divulgar el buen uso del español con especial atención al dialecto canario, y que presentan la periodista Selene Melián y el corrector Ramón Alemán.

Por otro lado se celebraron festivales literarios para todos los gustos. Citamos solo unos pocos: Aridane Criminal, Tenerife Noir, el Observatorio Negrocriminal de Fuerteventura y Lanzarote Negra y los festivales de novela histórica que se desarrollan en Tacoronte como en La Orotava, y el de Cuentos de los Silos como el Orlando Hernández Martín dedicado a las literaturas fantásticas, de terror y de ciencia ficción en Agüímes.

También se celebraron Letras Verdes, dedicado a la literatura sobre naturaleza y mundo rural en Buenavista del Norte, Los Silos y San Miguel de Abona y la XII edición del Festival Internacional de Literaturas de Viajes y Aventuras Periplo en el Puerto de la Cruz. La poesía tuvo sus encuentros con la celebración de Voces del Extremo-Encuentro de Poesía de la Conciencia Crítica (La Laguna) y Mazapé. Festival Internacional de Poesía, en la localidad de San Juan de la Rambla, también en Tenerife. Por último, el Festival Hispanoamericano de Escritores que estuvo dedicado a Venezuela, se celebró en Los Llanos de Aridane donde la organización aprovechó para presentar la publicación de la antología El adiós de Telémaco, una rapsodia llamada Venezuela.

Antonio Álvarez de la Rosa obtuvo el Premio Ensayo de Málaga 2024 por Flaubert a la carta (Una brújula en el laberinto) (Páginas de Espuma) y presentó en Tenerife Destino de la Luz (Edalibros), una antología de la obra de Luis Feria. Otros escritores canarios que recibieron reconocimiento este año fueron Elio Quiroga, al obtener el III premio en la categoría de Novela Histórica del certamen de Vallirana por El vientre de la tierra y Pedro Flores, que fue premiado con el 21 premio César Simón con el poemario A veces la poesía es un desguace a la orilla de una carretera secundaria y el Alegría de Poesía con Nuestro nombre es piedra y el Emeterio Gutiérrez Albelo con Bajo el fuego de los altos hornos.

Sophia Hildalgo recibió por Costillas de bytes el XIV Premio Nacional de Poesía Joven del Ateneo de La Laguna y Sergio Mira Jordán, el I Premio Alexis Ravelo de Novela Negra por La sombra del océano.

Noticia triste, sobre todo para los lectores de lo oculto, medicinas alternativas y adivinaciones varias, fue el cierre de la Librería Unicornio en Santa Cruz de Tenerife, aunque abrió en La Laguna El Refugio, que presta su espacio en la calle Maya a presentaciones literarias. Por otro lado, la Librería El Águila, en La Laguna, celebró 90 años de compromiso con el libro y con los lectores.

En cuanto a nombramientos, TEA Tenerife Espacio de las Artes cuenta ya con director, Sergio Rubira y el Círculo de Bellas Artes de Tenerife nombró presidente a José Valladares. La sede de la institución, por desgracia, sigue cerrada, como la del Ateneo de La Laguna aunque los ateneístas se han preocupado por celebrar actividades si no en su sede sí que en otros espacios.

La revista digital BienMeSabe.org presentó el libro Mujer e identidad y Diego Pun, una editorial tinerfeña que se ha especializado en literatura infantil y juvenil, Vida del noticioso Jorge Sargo, una novela picaresca que José de Viera y Clavijo escribió cuando era un adolescente. El libro Umiko, de Mónica Rodríguez y Daniel Piqueras Fisk, publicado también por Diego Pun, recibió el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 2024. Y ya que hablamos de literaturas para jóvenes, Víctor Álamo de la Rosa publicó La pandilla del mero Pancho en la editorial Siete islas.

Los veteranos Juan Manuel García Ramos, Alberto Vázquez Figueroa, Juan Cruz, Elsa López y Andrés Sánchez Robayna publicaron nuevas obras durante este 2024 sacudido por guerras y la amenaza, ya real, del cambio climático.

El escritor y periodista Juan Cruz presentó Érase una vez Alfaguara y La Laguna, largo paseo por el arte (Tinta blanca), un libro en el que rinde tributo a la ciudad y que cuenta con ilustraciones de José Luis Fajardo. Esta ciudad también es la protagonista de La Laguna, un aperitivo infinito (Mercurio), de Juan Manuel García Ramos, un texto que evoca a Aguere y su Universidad. El escritor y periodista Alberto Vázquez Figueroa volvió a demostrar su notable pulso narrativo en 1622. El barco de las ratas (Herques), que incluye además de la novela del autor de Tuareg, un ensayo histórico que firman los investigadores Daniel García Pulido, Manuel Lorenzo Arrocha y Juan Francisco Delgado Gómez. Luis León Barreto firmó Reguetón (Mercurio).

La poeta y escritora Elsa López amadrinó la antología Te pondrán flores en el estómago. Nuevos flujos de literatura canaria (Ediciones La Palma) y Andrés Sánchez Robayna dio a conocer el ensayo Las ruinas y la rosa (Galaxia Gutemberg-Círculo de lectores).

En cuanto a libros recibidos nos llegó La siesta del fauno (Egales editorial). Escrita en forma de diario firma la obra Ramona Gautier, pseudónimo de una reconocida escritora tinerfena. También nos llegó El Johnny en llamas (Baile del sol), de Dani Ortiz y Arenas blancas (Mercurio), de Juan R. Tramunt y El bajío (Idea), de Marcos Cova.

Mientras, y en uno de los géneros más populares ayer, hoy y mañana entre los lectores como es el negro y criminal, pudimos leer con acento de aquí una nueva entrega de las pesquisas del investigador privado Ricardo Blanco en Un arpegio de lluvia en el cristal (Alba), de José Luis Correa, que también presentó La gitanilla de Ankara (Mercurio), una historia que deambula “por todos los callejones de la narrativa: comienza como novela de viaje, que de repente se vuelve erótica, se trasviste luego en romántica y acaba en el más puro negro”. Recibimos también Muerto el viejo se acabó la rabia (Fatiga Books), de Guillermo Alemán; Gambuesa (Alrevés), de Carmen J. Nieto; la divertida La secta del volcán, de Rafa Avero, El eco de Cobain (M.A.R. Editor), de Javier Hernández Velázquez; La huésped de la casa amarilla (Suma), de Jorge Laguna y Agua mortal, La riada y El camaleón, de Jorge Rojas, que dio a conocer también Crímenes en el escenario, que reúne cuatro textos teatrales de este incombustible escritor tinerfeño.

Destacó también la novela con tintes policíacos Cuando las aguas bajen (ACEN Editorial); La chica que leía a Faulkner (Ediciones Oblivium), de Juan Capote que no es estrictamente de género pero sí que bebe de algunas de sus fuentes y Yo no seré La implorante (M.A.R. Editor), de Pablo Martín Carbajal, que tampoco es de género aunque juega con unos pocos para contar una historia en cuyo fondo domina la escultora francesa Camile Claudel. Esta novela puede ser entendida, además, como una prolongación del universo que su autor inició con Tú eres azul cobalto, libro consagrado a Frida Kalho.

Josefa Molina dio a conocer La Taxista (Mercurio); Miguel Aguerralde Las cinco muertes de Jacinto Samitier (Siete Islas) y Mónica Munch Cuento sin hada (Titanium) una novela de suspense inspirada en La Sirenita de Hans Christian Andersen.

En el apartado negro y criminal apareció en Nectarina El juego de caer, primera novela “negra” del también editor David Cabrera y en este mismo sello, Rayos X, del argentino Carlos Salem. Por último, apareció una antología de cuentos policíacos bajo el nombre de Tenerife noir (M.A.R.) que incluyó trabajos de autores/as canarios y peninsulares con resultados meridianos. Narrada desde dos puntos de vista, se publicó también 181 (Círculo rojo), de Miguel Ángel Rolland.

En los territorios de la novela histórica Jorge Fonte presentó Yo, Florentina de Llarena (Ediciones Idea) y Dulce Mª Rodríguez González la biografía novelada Delfts Blauw. De cuando Luis Van de Walller el viejo llegó a la isla de La Palma en el siglo XVI (Cartas Diferentes Ediciones) y Víctor M. Bello Jiménez la también novela Un sueño ajeno (Caballos Azules Editorial). Anaga (Idea/Aguere) de Marta Reyna Fay, resume por otro lado la historia de este macizo y La isla de las abejas (Baile del sol), de Ulises Martín Hernández, cuenta de otra forma capítulos de la historia de Canarias. En este apartado, brilló con otra luz Retrato del fin del mundo (Alba), de Carlos Ruiz Caballero, una historia de amor frustrado que transcurre entre La Palma y Tenerife antes, durante y tras el golpe militar perpetrado el 18 de julio de 1936.

En ciencia ficción y fantasía en general, se publicó la kafkiana Alteración y fugas (Mercurio), de Elena Villamandos, que presentó este año también un volumen de cuentos, Curiosas ataduras (Cuentario) (Mercurio) y la estremecedora y también cachonda Pluto, la bestia de Georgia (Idea), de Ángell Marr. Elio Quiroga regresó a librerías con Efecto túnel (Dimensiones ocultas) y Víctor Conde se metió de lleno en el universo de los Kaijus con La sombra del coloso, en una publicación del Isla Calavera Festival de Cine Fantástico de Canarias Ciudad de La Laguna y dentro de la colección Crónicas de La Laguna Negra.

Ya con otro carácter, Maca Martinón publicó Islas íntimas (Escritura entre las nubes) y se presentaron volúmenes de cuentos como la antología Te pondrán flores en el estómago. Nuevos flujos de literatura canaria, bajo el cuidado de Elsa López; Rastros de vidas y palabras (Mercurio), de Santiago Gil; Escritos antivíricos (Baile del sol), de José Manuel Marrero Henríquez; No es culpa de ellos, ellos no tienen la culpa (Diego Pun Ediciones), de Nicolás Melini y Madres, volumen en el que doce escritores rinden tributo a sus progenitoras, y que coordinó y promocionó como muy pocas veces se ha visto en estas isla el también escritor Juan Carlos de Sancho. Claudio Colina Pontes publicó Tranquilo en las montañas de Rusia (Ediciones Camelot), 99 microcuentos de 99 palabras cada uno.

En el apartado de poesía recibimos Estación definitiva, cuarenta y un sonetos de amor, furia y otras pasiones de Ramón Alemán con ilustraciones de Marta Rosado Armas. Se trata de la primera obra de carácter no lingüístico del primero, corrector y asesor lingüístico, además de ser el creador de la marca Lavadora de textos. Nicolás Dorta presentó Papel platino (Ediciones La Palma) y en la colección Ministerio del Aire de la misma editorial, Álvaro Marcos Arvelo presentó el poemario Si los pájaros hablaran y Félix Viñas El Poema es la Red Social (Ápeiron Ediciones), que se suma a La Palabra Poesía (ediciones Carena), que vio la luz también durante este 2024. Por último, Felipe García Landín dio a conocer una reedición de Poemas de andar y ver (Mercurio Editorial) muy recomendable para acercarse al universo poético de Ventura Doreste. Otros títulos publicados de poesía este año fueron País natal (El Sastre de Apollinaire), de Samir Delgado; Tiempo de entrega (Beginbook Editorial), de Susana de la Torre con ilustraciones de Augusto Vives; Indicios (Beginbook Editorial), de Javier Cabrera y En la cúpula del aire (Farallón), de José Orive.

En cuanto a libros de historia, ensayos e iniciativas varias nos encontramos con La memoria inmune, un volumen que recoge poemas y textos inéditos de Alfonso y Fernando García-Ramos; Grandes guerreras de la historia (Singularidad), de Jesús Barranco Reyes. El proyecto Amaro Pargo. Documentos de una vida (Idea), bajo el cuidado de Manuel de Paz Sánchez y Daniel García Pulido, presentó los volúmenes Compañeros de viaje y Candelaria entre guanches. También leímos Masonería, criollismo y cuestión nacional en Cuba (1808-1823), del catedrático de Historia de América de la Universidad de La Laguna, Manuel Hernández y el investigador David Suárez nos reveló la Historia del esoterismo en España (Almuzara).

Domingo Garí publicó en la colección Memoria Histórica el libro Historia de un mitin de 1977. El dilema eurocomunista (Idea) y tanto la periodistas Carmen del Puerto como el arquitecto Carlos Pallés presentaron dos de las obras más bellamente editadas este año. Se tratan de los títulos Estos niños no existen (Círculo rojo), en la que cuenta la vida imaginada de unos niños creados por Inteligencia Artificial y Templo masónico de Tenerife, un libro recomendado a los interesados en conocer un poco más sobre esta sociedad discreta y no secreta.

Virginia González Dorta publicó en el Centro de la Cultura Popular Canaria (CCPC) La Gomera, entre Aguamul y Tejiade, un recorrido apasionado y apasionante por estos dos hermosos rincones de la isla colombina.


LA NOVELA ‘GUANCHE’ ESTÁ DE MODA

En este año que se despide asistimos a la publicación de dos novelas inspiradas en la conquista de Canarias escritas no por escritores/as de las islas sino de territorio peninsular aunque uno de ellos, Ana García y que escribe bajo el pseudónimo de Ana Salamanca, reside en Gran Canaria desde hace varios años. Este no es el caso del madrileño Santiago Díaz, aunque no le quedó más remedio que viajar a Tenerife y La Gomera varias veces para escribir Los siete reinos (Alfaguara).

Los últimos guanches (Pàmies) es la obra por la que Ana Salamanca se hizo con el XIII Certamen de Novela Histórica Ciudad de Úbeda, un libro que tiene la ambición de narrar la conquista de La Palma y Tenerife como la de describir aquella formidable empresa desde los ojos de dos mujeres: Gazmira, benahorí capturada por los castellanos que la utilizan como lengua o traductora y doña Beatriz de Bobadilla, que también aparece en la novela de Díaz. ¿Merecen la pena ambos textos?, si se obvian las licencias históricas a la que recurren ambos autores, no deja de sorprender en estas dos novelas el posicionamiento a favor de los guanches que adoptan ambos relatos, lo que es comprensible porque fueron los grandes derrotados (y también traicionados) de aquel conflicto.


BUENOS TIEMPOS PARA LOS CÓMICS

El 2024 fue un buen año en cuanto a cómics, historietas, colorines o chistes se refiere. La edición de tebeos con acento canario la encabezó la Fundación Canaria Cine + Cómics, que además de organizar Santa Cruz Cómic, este año en la plaza del Príncipe de la capital tinerfeña, publicó en la colección Delta los estudios Cómics & estudios culturales 4. Imágenes en movimiento, coordinado por Francisco Pomares y Lucas Morales y EntreVistas, de Manuel Darias, que recoge una selección de sus conversaciones con artistas del noveno arte publicadas en su página La historieta , primero en La Tarde y en la actualidad en Diario de Avisos. En la colección Archivos de la Fundación, se presentaron Gladiadores de la piscina. Historias de la Acidalio, de David Torres de Miguel; Burrow, de Moño (Mónica Umpiérrez); Un clavel ha crecido sobre tu tumba, de Javier Corzo; R&R Show, de Jonathan D. e Ibrahim C.; Isla de tisones, de Sara Cumplido Castillo; Fabiolada y otras historias, de Carlos Fabio Cabrera Martín y Humor isleño, de Eduardo Millares Sall. Se publicó también La pistola que Millán Astray le regaló a mi abuelo, con guión y dibujo de Eduardo González sobre un texto de Francisco Pomares y Espantos de Santa Cruz, de Ángell Marr. ¡¡¡Estamos jodidos!!! (Diego Pun) reunió viñetas en clave de humor de Gustavo Mederos.

Saludos, mañana más, desde este lado del ordenador