Archive for Septiembre, 2023

Miradas literarias y cinematográficas para reconocer Canarias

Viernes, Septiembre 29th, 2023

Algo cambió tras el éxito de Panza de Burro de Andrea Abreu en 2020, apenas comenzábamos a recuperar la normalidad tras la pesadilla del Covid-19, y es que sucedió lo imprevisto. La novela de Abreu provocó un seguimiento que más tarde producirían también Supersaurio, de Meryem El Mehdati El Alami y Leche condensada, de Aida González Rossi, tres escritoras que sin renunciar a su acento muestran una mirada de Canarias que ha conectado más allá de las fronteras insulares. Narrando historias que suceden aquí, en un escenario perfectamente reconocible para los que habitamos estas tierras.

Algo cambió también en el cine que se hacer aquí por gente de aquí. Películas, la mayoría de ellas, que proponen una reflexión sobre la isla auténtica. Una mirada que cuenta historias canarias pero también universales.

Para hablar sobre todo esto el pasado sábado 16 de septiembre, el IFIC Instituto de Formación e Investigación Cinematográfica reunió en el Espacio Cultural de CajaCanarias en Santa Cruz de Tenerife a la escritora Aida González Rossi y a los cineastas David Pantaleón y Omar Razzak, directores de Rendir los machos y Matar cangrejos, respectivamente. El título de la charla, moderada por Jairo López, Creando desde lo cotidiano: Nuevas narrativas canarias en el cine y la literatura.

Lo de nuevas narrativas quizá pueda resultar exagerado pero es verdad que algo está cambiando. En literatura la brecha la abrió Panza de burro, de Andrea Abreu. Y han consolidado esa mirada Aida González Rossi y Meryem El Mehdati El Alami. En cine varios directores que cuentan ya con una más que respetable filmografía están proponiendo materiales interesantes y en los que se preocupan por contar historias que se desarrollan en las islas.

David Pantaleón dijo que a él le gusta observar el territorio que habita para encontrar elementos con los que hacer una película. Es decir, que primero aparece el paisaje y los personajes y después la historia. Esto tiene un origen y es procurar que el espectador no sepa qué hay de verdad o de ficción en una película. En Rendir los machos se condensa el estilo de un director que rueda como rodaban los clásicos: con planos largos. Muchos de los planos de esta película me recuerdan el estilo pictórico de Jorge Oramas, sobre todo por la luz, esa luz poderosa y casi transparente que caracteriza cualquier día soleado en estas tierras. Pantaleón recurre, como Omar Razzak en Matar cangrejos, a actores profesionales con los que no lo son. Y el resultado es un cine que obra el milagro de rozar lo real con lo maravilloso.

Aida González Rossi dijo que tuvo desde el principio muy clara la historia que quería contar: cómo es crecer en un pueblo del sur de Tenerife.
Leche condensada no es, sin embargo, una novela autobiográfica” aunque “hay mucho de mí en el libro”. Un libro en el que intenta cruzar el vídeo juego con lo poético porque “en mi escritura ha tenido mucha influencia internet y las redes sociales”.

Matar cangrejos aguantó en la cartelera de unos multicines de Santa Cruz de Tenerife tres meses y no es una película autobiográfica aunque con ella Omar Razzak quiso desmontar algunos complejos que tenemos en las islas sobre estas mismas islas. En su película, que se desarrolla días antes del concierto que Michael Jackson ofreció en Tenerife a finales de septiembre de 1993, no hay plano en el que no aparezca un avión surcando el cielo mientras que el mar que nos rodea le pertenece más al turista que al isleño.

El mar para el director de Rendir los machos siempre fue algo así como ir a Hawai. Nació en un pueblo situado en la montaña (Valleseco, Gran Canaria) y la isla que reconoce no es la de la costa sino la que mira a la profundidad de los barrancos.

Algo ha cambiado. O está cambiando y es una mirada que tiene ganas de explorar estas tierras. Para David Pantaleón esta transformación comenzó cuando irrumpió una generación que no teme hacer películas en los territorios que habitan. De alguna manera, muchos de ellos y con independencia de su sexo cuando cuentan historias, muestran historias que se desarrollan en un territorio que reconocen y en el que viven desde que nacieron.

De momento, es muy difícil vivir del cine y de la literatura en Canarias pero esto pasa también en esa España que existe igual que existe el Telediario. Yo esperaría a ver que nos depara el futuro y observar cuál será la mirada de los que vienen detrás.

De la mesa redonda me quedo con una frase que dice David Pantaleón: “cuidado con la idea de identidad frente al folclore”; tres escritores que Aida González Rossi cita entre sus referentes: Eugenio Millet, Félix Francisco Casanova y una novela, El barranco, que escribió la gran Nivaria Tejera y un consejo al que no hizo caso Omar Razzak cuando le dijeron en un cine de Madrid que le pusiese subtítulos a Matar cangrejos sin que se diera cuenta quien se lo dijo que es su acento uno de los atractivos de la película. Y si ven esta película créanme si les digo que el cineasta hace milagros. Y no solo por la pareja de niños que encontró para interpretar a los protagonistas ya que su mirada se extiende también a los adultos. Todos lo clavan y contribuye a ello precisamente el acento que hablan.

Cuando salgo del acto cae perezosa la noche y pienso que sería bueno que se produjeran más debates como éste. Que hablen de cine y literatura, de música, arte y de lo que sea. Nos ayuda a reconocernos.

Saludos, telón, desde este lado del ordenador

Pier Mac Orlan, vagamundo y escritor

Jueves, Septiembre 28th, 2023

No tenía que ser muy tranquilizador encontrarse a Pierre Mac Orlan en plena noche y detrás de una esquina. En fotografía su aspecto parece amenazador, el de un boxeador que ha perdido el gusto de darse guantazos encima de un ring pero no en la calle y más si cobra por ello. No fue, de todas formas y hasta donde conozco más o menos su biografía, un púgil en sus años mozos sino que desempeñó otra clase de oficios para mantener una vida a trancas y barrancas que no tiene nada que ver con la de su cordialmente odiada burguesía.

El caso es que encontró un medio para salir adelante gracias a su talento para contar historias. Historias por norma general casi siempre breves. Cuentan que Mac Orlan se aburría con las historias largas, y como se aburría que se aficionó a contar historias cortas porque además de permitirle ir directo al asunto, asunto que en sus libros permanece siempre en el aire, en una incómoda posición, lograba que no le cansaran ni aburrieran los personajes ni los escenarios de sus relatos escritos más por necesidad (el hambre aprieta) que por entusiasmo artístico.

Escritor por tanto del arroyo, de los que nacen y se crían en situaciones dantescas, la producción de Mac Orlan es conocida sobre todo en España a raíz de dos novelas. La primera se titula La Bandera y la segunda El muelle de las brumas. De las dos se hicieron sendas películas protagonizadas por la estrella del cine francés Jean Gabin, y como narraciones recogen muy bien el peculiar mundo que Pierre Mac Orlan se acostumbró a describir en sus libros. Es decir, ambientes nocturnos y muy deprimidos donde terminan con sus huesos una serie de personajes marginales que solo saben olvidar sus penas tomando un vaso de ron en un bar destartalado, ubicado en una periferia brumosa tras la que aparecen y desaparecen hombres y mujeres que buscan algo aunque no sepan que es lo que buscan.

Por ejemplo, el protagonista de La bandera es un francés que tras cometer un crimen se alista en Barcelona en la Legión Española, o el Tercio como prefería denominarlo su fundador, el general Millán Astray, uno de los militares más estrafalarios del ejército de este país al menos durante el siglo XX. Un personaje que da pie a varias novelas porque detrás de su arrojo y su espartano sentido de la disciplina, sabía idiomas, le gustaba leer y que todos a su alrededor pensaran que era un Don Juan. Un Don Juan de andar por casa.

El protagonista de La Bandera es destinado junto a sus compañeros a una bandera legionaria en un rincón agreste del Rif, territorio bajo el Protectorado español, y ahí conoce a una serie de personajes entre los que destacan un policía secreto infiltrado en la Legión así como Aïscha, una belleza indígena. El protagonista de la novela se presenta voluntario al final de la novela para una misión suicida, una de esas que están diseñadas para hacer daño al enemigo pero de la que no se regresa y si se regresa es solo con los pies por delante.

Entre lo mejor de la novela está la descripción del barrio chino barcelonés, que se nota que pisó y conoció a fondo el autor de un relato que evita proclamas incendiarias, teñidas de ideología caduca. Lo que importa a Mac Orlan es presentar a un hombre libre (no tiene nada) que pese a todo sigue adelante y con la cabeza muy alta.

El muelle de las brumas quizá se trate de una de las novelas más poética del escritor francés. Poética porque, efectivamente, todo en esta novela parece que discurre en una ciudad portuaria a la que invade una niebla que parece perpetua.

La película no es demasiado fiel a la novela pero esto se explica porque la novela salta de personajes, todos ellos reunidos al principio en una taberna. Se tratan de hombres y alguna mujer que transitan por el filo de la navaja, que no tienen esperanzas y que no buscan por tanto nada de nada salvo seguir viviendo hasta que la muerte los separe.

A mi, particularmente, me parece una de las novelas más atractivas de Mac Orlan porque respira un aire de decadencia que termina por contagiar. Esta decadencia no tiene nada que ver con la desesperación porque en este escritor sus personajes viven bajo tierra pero no sufren o se han habituado al sufrimiento y por eso es raro que cualquier cosa les haga daño. Es como si estuvieran inmunizados.
Pierre Mac Orlan escribió más novelas e incluso se atrevió a escribir guiones de películas. Entre su producción literaria y que haya sido traducida al castellano se encuentran El canto de la tripulación, A bordo de la estrella matutina y Mademoiselle de Mustelle y sus amigas que no deja de ser un divertimento, una incursión gamberra en la novela erótica y que se publicó en España Tusquets en su colección de La sonrisa vertical.

Letrista de canciones, el escritor francés también actuó como periodista además de formar parte de ese chiste académico que fue el Colegio de la Patafísica. Muere rodeado de recuerdos en 1970, en 1950 aquel desperado, vagamundo y escritor aficionado a los terremotos, había sido nombrado miembro de la Academia Goncourt. Tras su deceso, dejó bastante obra inédita y una legión de seguidores entre los que destacaron los españoles Ramón Gómez de la Serna (es el autor del prólogo de la edición en español de El muelle de las brumas) y Fernando Savater, quien se pregunta en la versión española de El ancla de la esperanza porque la obra literaria de Mac Orlan sigue siendo tan desconocida en España, un país donde los que leen ya no afean a los lectores que leen a escritores como Pierre Mac Orlan.

Saludos, tiempos muy extraños, desde este lado del ordenador

Ráfagas

Miércoles, Septiembre 27th, 2023

El viceconsejero de Cultura del Gobierno de Canarias, Horacio Umpiérrez, anunció ayer en el V Festival Hispanoamericano de Escritores que se desarrolla en la actualidad en Los LLanos de Aridane, La Palma, el compromiso de poner en marcha una serie de ayudas para la creación literaria. Estas ayudas serían como una especie de becas, y nacen según el responsable del área de Cultura del Ejecutivo regional, para promocionar la literatura a este lado del océano Atlántico.

En la misma rueda de prensa en la que participó el Viceconsejero de Cultura, el presidente del Festival Hispanoamericano de Escitores, Juan Jesús Armas Marcelo, dijo que el país invitado en la que será la VI edición de este encuentro con las letras de ambas orillas estará dedicado a España.

Atala Nebot Álvarez, doctora en Historia del Arte y documentalista, es la autora de Cine en Canarias. Los hermanos Ríos (Editorial Kinnamon, 2023), libro que resume su tesis doctoral dedicado a los cineastas, responsables de largometrajes como Guarapo, Mambí y El vuelo del guirre. La obra se presenta el día 29 de septiembre, a las 19:30 horas, en la Casa de Colón. La entrada es libre y gratuita, hasta completar aforo.

Saludos, eso es todo por hoy, desde este lado del ordenador

Horizontes de estrellas, una novela de ciencia ficción y fantasía de Víctor Conde y Sergi Sánchez

Martes, Septiembre 26th, 2023

Víctor Conde, nombre de guerra tras el que se encuentra el escritor tinerfeño Alfredo Moreno Santana, es en la actualidad uno de los pocos autores profesionales en España que se dedica y con éxito a géneros tan dispares como la ciencia ficción, la fantasía y el terror, aunque también tantea y con resultados muy atractivos en los territorios de la novela negra y criminal así como con otras narrativas en las que se mueve como pez en el agua porque más allá de la imaginación que derrocha en sus libros, Conde es un escritor con todas sus letras. Es decir, que lo mismo escribe de una cosa como cambia de registro en otra.

Esta constancia y disciplina se ha visto recompensada hasta la fecha con varios premios literarios en los que el escritor a solas o con otros se ha alzado con galardones que reconocen su manera de hacer las cosas y sobre todo de entender un género, como es el de la ciencia ficción, en el que se codea con los grandes que escriben de y sobre este género en España.

Horizontes de estrellas está co-escrita con Guillem Sánchez, novela por la que ambos fueron reconocidos con el Premio Minotauro 2022. Víctor Conde solo que en solitario, obtuvo en 2010 este mismo reconocimiento por la novela Crónicas del multiverso.

Horizontes de estrellas, como ya se ha dicho, es una novela escrita a cuatro manos, lo que no es una novedad en la república de las letras y mucho menos en la literatura de género. En la misma ciencia ficción destacaría el trabajo que realizaron los hermanos Arkadi y Boris Strugatski, autores que por cierto se mencionan en Horizontes de estrellas, y en la novela de aventuras a Erckmann-Chatrian, el nombre con el que firmaban sus obras los dramaturgos y narradores franceses Émile Erckmann y Alexandre Chatrian. En novela negra recuerdo ahora el trabajo conjunto de escritores como Boileau/Narcejac y Wade Miller, pseudónimo tras el que se encontraban Robert Allison Wade y H. Bill Miller. En España y hace unos años se descubrió que tras la misteriosa Carmen Mola había tres escritores (Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero) y estos son solo unos pocos ejemplos para ilustrar que escribir no tiene que ser a veces un trabajo tan solitario sino que se puede compartir con otros.

Y compartir es los que han hecho Conde/Sánchez con Horizontes de estrellas, que es una novela de ciencia ficción algo dura para lectores que no están acostumbrados a los desafíos que el género plantea a veces aunque, por otro lado, resultará un trabajo muy interesante para los que gustan de adentrarse en este tipo de aventuras.

Reconociendo que no soy un aficionados a esta rama de la ciencia ficción, y que si me gusta el género es porque cultivé en su momento la lectura de escritores que apostaban más por la ficción que por la ciencia como Ray Bradbury o Theodore Sturgueon, a mi la primera mitad de Horizontes de estrellas me parece un ejercicio de fantasía prodigioso, que me hizo recordar además un título hard pero que devoré hace ya muchos años con verdadera hambre como es Cita con Rama, uno de los grandes clásicos que nos regaló Arthur C. Clarke cuando estaba entre nosotros.

La segunda mitad, cuando se supone que la historia coge velocidad y se convierte en un vehículo que atraviesa mi imaginación, no me convence sin embargo tanto como ese inicio y ese desarrollo que sabe atrapar mi interés y ,al mismo tiempo, suscitar numerosas preguntas. Preguntas que probablemente no tendrán respuesta.

La historia de Horizontes de estrellas es, si leemos con atención la información de la contraportada, la siguiente: Soleyko es una ingeniera que ha decidido dejar atrás su vida, la tierra y la relación de su pareja para embarcarse en una misión colonizadora en una nave con 200.000 colonos. Se trata de una expedición conjunta con los idor, una raza alienígena que coopera con los humanos a pesar de todas las diferencias que los separan (desde la más evidente como la anatómica hasta la más profunda como la capacidad de ficcionar: su mundo se divide entre certidumbres e incertidumbres).

Soleyko despierta de la hibernación cuando la nave parece haberse desviado de su ruta. Los viajeros en las vainas han empezado a mostrar mutaciones en su ADN y en el mismo punto en el que ellos se encuentran en el espacio topan con una enorme nave que parece ser de los ker, una civilización de la que apenas se sabe nada.

No obstante y si quieren conocer más de los ker les invito a que lean esta novela cuyos protagonistas además de los extraterrestres son dos mujeres que a medida que avanza la acción tomarán cada una de ellas un papel predominante en la historia, mientras que los masculinos, entre ellos un militar, solo piensan en la violencia como recurso para hacerse entender ante lo que no entiende porque lo desconoce.
Horizontes de estrellas sabe combinar los escenarios fantásticos que describe con una serie de personajes que son muy fáciles de recrear en la imaginación. Propone, sobre todo en sus primeras paginas, una sutil sensación de amenaza y al mismo tiempo plantea lo que podría pasar si dos forman de entender la realidad de manera tan radicalmente distintas se encuentran en medio del… Espacio profundo.

Leyendo la novela he tenido la sensación casi todo el rato de estar ante una obra que reinterpreta las claves que en su día nos legó la obra de Clarke pero es una sensación personal, de lector que guarda buen recuerdo de aquel escritor y de aquella novela. No sé, en este aspecto, si estaba presente en la cabeza de Conde como de Sánchez cuando comenzaron a trabajar juntos en este Horizontes de estrellas que, si uno llega al final, entenderá porque se llama así, precisamente Horizontes de estrellas aunque no creo que se pregunte qué partes pudo escribir uno u otro paisaje porque, seamos francos, es lo de menos ya que en conjunto la novela parece estar escrita por una sola persona.

LO MEJOR: La primera parte de una novela cuyo comienzo recuerda la lectura de un clásico del género, Cita con Rama ,de Arthur C. Clarke

LO PEOR: La segunda mitad de la novela, quizá porque el misterio ya se ha desvelado y lo que viene a continuación es fantasía con su puntito lisérgico

Saludos, este es el camino, desde este lado del ordenador

Horacio Castellanos Moya: “Son malos tiempos para el periodismo porque son malos tiempos para la democracia”

Domingo, Septiembre 24th, 2023

Horacio Castellanos Moya nace en Tegucigalpa, Honduras, en noviembre de 1957 pero la familia se traslada pronto a El Salvador, país en el que permanece hasta iniciar sus estudios universitarios que no termina porque viaja al extranjero. Periodista en su juventud y escritor en su madurez, Horacio Castellanos es autor de una obra en la que se mezcla la poesía con la prosa, y un ciclo de novelas que protagoniza la familia Aragón en la que toma el pulso de los personajes y también del territorio que ocupan. Castellanos Moya es uno de los invitados del V Festival Hispanoamericano de Escritores, que acoge Los Llanos de Aridane del 25 al 30 de septiembre.

-Su nomadismo es ¿voluntario o involuntario?, ¿cómo cree que ha afectado a su literatura y en su manera de ver la vida?

“Me parece que los años de la adolescencia y juventud son muy importantes en la formación de un escritor. Pero nadie escoge las propias condiciones en que se nace y se crece, así como nadie escoge la composición de sus genes. Somos hijos de nuestras circunstancias. Yo he llevado una vida errante no porque lo decidiera, sino porque así me tocó, como a otros les toca la vida sedentaria; de igual forma que soy bajo de estatura y otros son altos, aunque nada tenga que ver nuestra voluntad con ello. El ser humano tiene la superstición de que escoge muchas cosas que determinan su vida, pero yo tengo la impresión contraria: escogemos muy poco y la mayor parte de la vida nos sucede. En cualquier caso, para un escritor, todo lo que le sucede, lo que ve, lo que escucha, lo que siente, lo que sueña, es materia que enriquece su visión de mundo y que nutre su literatura”.

 -Lo preguntaba porque la primera novela que publica se titula, precisamente, La diáspora.

“En efecto, escribí La diáspora cuando estaba a medio camino en mi primer exilio mexicano, que duró 10 años (1981-1991), el mismo tiempo que duró la guerra civil en El Salvador. Pero ya antes, el título de mi segundo libro de cuentos, Perfil de prófugo (1987), sugería una forma de estar en el mundo, siempre tratando de escapar, infeliz con el presente y en busca del futuro. Una forma un poco malsana de estar en el planeta, para serle sincero. Pero, a otro nivel, se trata de un fenómeno colectivo y expresa una situación histórica: las migraciones causadas por la violencia y el hambre, por el hecho de pertenecer países convulsionados”.

 -Es además de escritor, periodista. ¿Han influido en su estilo sus experiencias como periodista?

“Fui periodista. Hace exactamente 19 años que no ejerzo. Y en mi caso el periodismo no influyó en mi estilo. El periodismo se mueve en la actualidad, tiene mucha prisa, le interesa decir verdades de forma directa con patrones establecidos de lenguaje. La literatura es un arte cuya materia prima es el lenguaje; funciona a partir de otros criterios. El periodismo le puede dar experiencia vital al escritor, ampliar su perspectiva, pero también puede ser nocivo para su estilo precisamente porque el trabajo con el lenguaje es radicalmente distinto. Hice periodismo con una parte del cerebro; escribo literatura con otra. El periodismo significa prisas en la computadora; la ficción la escribo a mano, con lápiz, en libretas que no aceptan ninguna urgencia. Nunca pude ejercer los dos oficios al mismo tiempo”.

-¿Son malos tiempos para el periodismo?, ¿cómo vive esta crisis, a la que se suman secuestros de ediciones y persecuciones a profesionales en algunos países de Centroamérica?

“Así es. Son malos tiempos para el periodismo porque son malos tiempos para la democracia. Y lo preocupante es que cada vez hay más gente, en varios países latinoamericanos, a la que no le interesa la democracia, pues la asocian con violencia, corrupción política y pobreza. La desesperación despierta impulsos autodestructivos en los pueblos. En el horizonte sólo se ven más nubarrones”.

 -Creo que su segunda novela es El asco. Thomas Bernhard en El Salvador. La pregunta es ¿Thomas Bernhard en El Salvador?, ¿qué quiso contar en esta obra?

“Mi segunda novela es Baile con serpientes (1996). Un año después fue publicado El asco. ¿Qué quise contar? Pues en esencia lo que está en el libro: la historia de un tipo que regresa a su país luego de dos décadas de ausencia y a quien todo lo que mira y escucha le repugna, un neurasténico parecido a los personajes de Thomas Bernhard que vomita su mala leche sobre lo que le rodea. La comencé a escribir con espíritu lúdico como un ejercicio de imitación de la prosa de Bernhard, una prosa parecida a la víbora cascabel, en su sonido tronante y en su mordedura venenosa. No supuse que se convertiría en un libro ni que tendría las consecuencias que tuvo”.

 -En 2003 inicia con Dónde no estén ustedes la saga de la Familia Aragón, cuyo libro más reciente es El hombre amansado, el séptimo de la serie. ¿Qué pretende con este proyecto y qué razón lo empujó a articularlo en forma de saga?

“Las novelas sobre la familia Aragón han ido saliendo muy caprichosamente, en la medida en que los personajes me hablan, es decir, en que se me convierten en obsesión creativa. Es evidente que a través de ellas se ven reflejados periodos claves de la historia salvadoreña, pero nunca escribo con el propósito de ilustrar la historia. La historia me sirve como telón de fondo y siempre la uso a mi antojo, o más bien, de acuerdo con las necesidades de la trama. Quizá esas novelas expresan un deseo de inventar la familia que no tuve”.

-¿Se tratan de novelas independientes o hay que leerlas en orden cronológico?

“Son novelas independientes. Fueron surgiendo sin plan de continuidad. Así han sido concebidas. Tienen vasos comunicantes, claro está: la zona geográfica y los lazos familiares. Pero no hay un orden cronológico y cada historia es cerrada en sí misma. Prefiero pensarlas como un grupo de novelas autónomas más que como una zaga”.

 -¿Qué ha aprendido escribiendo sobre esta familia acerca de la realidad centroamericana?

“La realidad es una generalidad. La literatura tiene que ver con particularidades. Podría decirle que la realidad centroamericana es muy compleja (aunque la realidad de cualquier país o zona geográfica sea compleja). Podría hablar de pobreza, violencia, atraso, militarismo, corrupción, autoritarismo, conceptos que ayudan a abordar esa maraña, a tratar de desenredarla, desde las ciencias sociales o la economía. Pero la literatura trabaja con la particularidad humana, el detalle, los claroscuros, lo invisible (los pensamientos y las emociones), la incertidumbre. Y ahí está su magia”.

 -¿Qué temas piensa que son recurrentes en su literatura?

“Algunos críticos hablan de la violencia, otros del uso de la oralidad, aquél de la ruptura de la familia, éste del uso de la historia centroamericana. Pero quizá lo que a mí más me interesa son los estados mentales, los estados emocionales; hurgar en la infelicidad del ser humano, en su insatisfacción permanente, en sus fuerzas de autodestrucción. Quiero decir que me interesa el ser humano a merced de fuerzas que no controla, que lo determinan, que lo jalonean, lo cimbran y lo ponen de rodillas, tanto fuerzas externas relacionadas con el acontecer histórico y como fuerzas internas procedentes de su psiquis y de su corazón”.

 -¿Reconoce influencia de otros escritores/as?

“Claro. No hay escritor sin influencias. Pero las influencias no siempre son un pilar de mármol fijo, un pedazo de pared inamovible. Las influencias también son cambiantes y en cada etapa de la vida encontramos otros libros que nos solazan. Uno de mis grandes placeres es volver a aquellos libros que algún momento creí que me habían influenciado y descubrir que lo siguen haciendo; y una de mis tristezas es descubrir que ya no me dicen nada”.

 -Escribe novela y cuento, ¿qué dificultades implica para usted cultivar uno y otro género?

“Compárelos con una competencia atlética: el cuento es una carrera de 100 o 200 metros libres, un puro sprint sin posibilidad alguna de especular con su energía; la novela es un maratón en el que precisamente necesita administrar sus energías”.

 -¿La sombra de Roque Dalton sigue siendo alargada en las letras salvadoreñas?

“Eso es. Aunque cada generación lo recibirá de distinta manera, acorde a los tiempos que le toca vivir. Ahora bien, la mejor poesía de Dalton, aquella irreverente y sarcástica, en la que hace gala de su virtuosismo con el lenguaje, rica en imágenes, subversiva y desmitificadora, sigue muy viva. La otra parte de la sombra de Dalton es su muerte grotesca: el más importante poeta nacional asesinado por sus propios compañeros de lucha bajo el cargo de traición. Para ilustrarlo mejor: a José Martí, a Federico García Lorca, a Rodolfo Walsh o a Víctor Jara, los mataron sus enemigos; pero a Dalton lo asesinaron sus propios camaradas. Es una sombra de la que no sale uno fácilmente”.

 -¿Qué otros escritores salvadoreños nos recomendaría?

“El novelista más prominente de la generación de Dalton es Manlio Argueta (1935). En la hornada a la que pertenezco están Jacinta Escudos, Miguel Huezo Mixco, Roger Lindo, y Rafael Menjívar Ochoa (1959-2011), muerto prematuramente, pero que dejó una obra significativa, en especial unos estupendos libros policiacos. En la generación siguiente destacan Claudia Hernández, Jorge Galán y Mauricio Orellana. Por supuesto, hay muchos autores jóvenes que desconozco o a los que no he leído. Quien envejece tiene una mirada sospechosa hacia la novedad”.

 -¿Qué elementos son más constantes en su producción literaria?, ¿cuáles son sus preocupaciones como autor a la hora de enfrentarse a su obra?

“Mi principal preocupación es escribir lo mejor posible, llegar hasta a mis límites en la obra en la que estoy trabajando. Sacar lo que tengo que sacar con el único lenguaje posible. Y llevar ese lenguaje a sus últimas posibilidades. Tener la certeza de que hasta donde he llegado es hasta donde puedo llegar, que no hay perfección, sino la satisfacción de la obra realizada”.

 -¿Se considera un escritor con o sin raíces?

“Algunas me quedarán por ahí. No hay manera de desprenderse de la memoria y es ahí donde están hundidas las raíces, no importa donde uno se encuentre, las lleva consigo. Pero la verdad es que no me atrae la idea de ser planta o árbol. Preferiría ser pájaro, para ver todo con distancia y dejarme llevar por el viento”.

Saludos, noche, desde este lado del ordenador

Músico y escritor Pau Roca presenta esta tarde en Santa Cruz de Tenerife la novela Un día en la vida

Jueves, Septiembre 21st, 2023

Hombre, yo no me lo perdería si fuera alguno de ustedes y es que esta tarde de jueves 21 de septiembre, a las 19,30 horas, el escritor y músico Pau Roca presenta en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés en Santa Cruz de Tenerife su primera novela, Un día en la vida (Aguilar, 2023), un debut en el república de las letras que no deja indiferente a nadie. Por eso lo de hombre, yo no me lo perdería ya que con este título se aprecian los mimbres de un escritor que seguro que nos depara en ese lejano futuro que siempre es mañana un autor con todas sus letras. Tiempo al tiempo.

Saludos, nos vemos, desde este lado del ordenador