Archive for Junio, 2019

Víctor Álamo de la Rosa revela las claves de El pacto de las viudas

Jueves, Junio 27th, 2019

El escritor Víctor Álamo de la Rosa hablará este viernes, 28 de junio y a partir de las 18 horas, sobre su última novela, El pacto de las viudas (Editorial Siete Islas, 2019) y sobre lo divino y lo humano si se tercia. El encuentro será en la sala Domingo Pérez Minil, en la Casa de la Cultura, Santa Cruz de Tenerife, dentro de la actividad que desarrolla el Club de Lectura Agustín Espinosa en colaboración con la Biblioteca Püblica del Estado.

El pacto de las viudas describe un mundo devastado por una pandemia de suicidios donde Danilo Porter, un investigador privado, buscará la verdad de lo que está ocurriendo, adentrándose en una realidad distópica en la que el planeta está gobernado por las esposas de los más célebres dictadores del siglo pasado.

La novela se construye como un diálogo con la obra La tempestad, de William Shakespeare, y no se conforma con narrar una realidad más o menos presente sino que se adentra en un futuro distópico donde las viudas han sido capaces de viajar en su vehículo espacial a Marte y fundar allí una nueva ciudad, un nuevo mundo, alejado de la contaminación de la Tierra, un planeta acuciado por el cambio climático, la lluvia ácida y los desastres naturales.

El pacto de las viudas es la octava novela publicada por Víctor Álamo de la Rosa, autor nacido en Santa Cruz de Tenerife en 1969, aunque su infancia transcurrió en El Hierro, isla que ha marcado su literatura. Ha publicado ocho novelas: El humilladero (1994), El año de la seca (1997), Campiro que (2001), Terramores (2007), La cueva de los leprosos (2010), Isla nada (2013), Todas las personas que mueren de amor (2015, Premio Benito Pérez Armas 2013) y El pacto de las viudas (2019).

Saludos, nos vemos mañana, desde este lado del ordenador

Una pesadilla con olor a algas y salitre

Miércoles, Junio 26th, 2019

Muchos lectores de H.P. Lovecraft ignoran que uno de los escritores que más influyó en su obra fue William H. Hodgson, un escritor de vida extraña que observa el mar con otra mirada. Una mirada metafísica que transforma en pesadilla con olor a algas y salitre.

Algunas fuentes aseguran que Locecraft tomó de él su idea de un cosmos terrorífico, también el de las monstruosas criaturas marinas que aparecen en algunas de sus novelas. Novelas que leídas mucho tiempo después y con otras preocupaciones resultan igual de entretenidas que entonces. Igual o más, porque ahora descubre cosas nuevas, claves que en su momento pasaron desapercibidas. Señales que todavía funcionan sin que haya que hacer un ejercicio notable de concentración.

Los botes del Glen Carrig
fue su primera novela, se publicó en 1907 y en ella ya aparecen las obsesiones de un escritor que continuaría explotándolas en sus siguientes libros.

La principal y más llamativa es el mar. Otro mar en las novelas de Hodgson.

La novela cuenta la historia de los supervivientes del Glen Carrig, quienes en dos embarcaciones llegan tras pasar un manto de niebla a un mar cubierto de algas y una isla extraña, de suelo movedizo, setas gigantes y un inmenso agujero excavado en el centro.

Por la noche, se verán atacados por cangrejos gigantes y unas criaturas que describe con rasgos humanos y de calamar. Esas criaturas salen del mar pero también del inmenso agujero que hay en tierra, lo que desencadena batallas demenciales entre humanos y monstruos. El protagonista de la obra,y cuya historia narra en primera persona, es un pasajero del navío naufragado pero las circunstancias, medirse con el resto de sus compañeros al terror todos los días lo va cambiando, se hace un miembro más de la comunidad en la que se encuentra.

La aparición de un barco varado en el mar de algas y próximo a la isla, y en el que se encuentran otros supervivientes, es otro elemento atractivo de una novela en la que el escritor enfrenta a los protagonistas no solo con las criaturas sino con su capacidad de resistencia para comunicarse con los supervivientes del barco varado y juntos resolver cómo escapar del extraño mundo en el que están anclados.

Escrita con un estilo sencillo, lo interesante de un escritor como Hodgson es su capacidad para inventar extraños territorios y hacerlos creíbles en sus novelas. No se detiene ante el artificio, rechaza cliches y se deja desbordar por su inventiva. Una inventiva trágica, pero en la que sus protagonistas se enfrentan al peligro y no rehuyen ante él.

Es una pena que su obra haya sido tan corta, aunque afortunadamente está traducida al español. Tras Los botes del Glen Carrig, William H. Hodgson escribió La casa en el confín de la tierra, uno de los títulos que determinó el imaginario de H. P. Lovecraft u otra terrorífica fantasía marina, Los piratas fantasmas.

El mar está presente también en la mayoría de sus cuentos.

La última novela del escritor fue El reino de la noche, publicada en 1912, quizá su obra más chiflada y varios relatos protagonizados por Thomas Carnacki, un detective de lo oculto que tienen su gracia.

William H. Hodgson, que se había reenganchado a la edad de 40 años en el ejército británico para combatir por su país en la I Guerra Mundial, murió en el frente en abril de 1918, la muerte que es así de irónica se lo llevó a él y a otro millón de muertos más seis meses antes de que los cañones dejaran de rugir en Europa.

Saludos, loado sean, desde este lado del ordenador

Kiko Amat: “Uso la comicidad para extirpar dolores que están ahí, dentro de lo que escribo”

Martes, Junio 25th, 2019

Kiko Amat (Sant Boi de Llobregat, 1971) participó en la XXXI Feria del Libro de Santa Cruz de Tenerife donde presentó Antes del huracán (Anagrama, 2018), su libro más reciente y novela que considera la más redonda de su carrera. El escenario vuelve a ser el mismo de sus obras anteriores, Sant Boi de Llobregat, “una ciudad satélite” que en Antes de huracán retrata en dos años cruciales en la vida de Curro, su protagonista, 1982 y 2017.

- Antes del huracán se desarrolla en su localidad natal, Sant Boi de Llobregat, un lugar del que dijo “se puede salir pero no sale dentro de uno”.

“El lugar del que vengo es extraño pero no más extraño que otros sitios. Procedo de un lugar que es el extrarradio de una gran urbe y, por definición, una tierra media porque no es rural ni tampoco una gran ciudad. Es una ciudad satélite, así que yo crecí en un satélite, un sitio en el que miramos desde fuera al estar iluminados por la luz de una gran ciudad. Crecí en ese ambiente, en el de una ciudad satélite hija del aluvión industrial. Era un lugar extraño y violento. Allí pasé los años 70 y mi adolescencia en los 80 y es mi pueblo natal en el que desarrollo todas mis novelas”.

- ¿Por qué?

“Porque uno tiene que hablar de lo que sabe y su infancia es su patria, como dice el cliché. El influjo que tiene sobre mi se ha ido magnificando con el paso de los años. Sant Boi cuenta con el hospital psiquiátrico más grande de Cataluña, y antes fue uno de los más grandes de España así que crecí rodeado de locos en un sitio donde la locura era lo cotidiano. Los locos estaban en la calle y en los bares con nosotros. El paisaje de Antes del huracán es ese mundo, un mundo de dementes, demencial en el que, para cargar las tintas, mi madre, enfermera del psiquiátrico, me llevaba por alguna equivocada idea pedagógica. Le debo a mi madre uno de los primeros traumas de mi vida. Tenía entonces nueve años”.

- La crítica coincide y destaca que se trata de su novela más madura.

“Vengo de una cultura pop y de rock and roll y mis primeras novelas hablaban de aquéllo. Eran novelas con la misma hondura solo que a medida que fui escribiendo comencé a quitarme clichés que estaban influenciados sobre todo por las música y los escritores anglosajones que escuchaba y leía. Escribía entonces de un modo más pop y era como un niño híperactivo, los textos contenían muchas onomatopeyas y mayúsculas que fui perdiendo con el tiempo. Así que no lo entiendo como una cuestión de madurez ya que por un lado tiras de esas herramientas y por otro haces cosas nuevas. Antes del huracán es una novela que requería un tono sobrio, preciso y sin grandes aspavientos porque las cosas que suceden son así de reales y enloquecidas. La parte real de la historia es más bestia y enloquecida que la de ficción por lo que necesitaba una voz más calmada, que es la del protagonista que está loco de atar. Una parte transcurre en el Hospital Psiquiátrico y otra durante su infancia, que es la que está escrita en primera persona y explica con la mayor naturalidad del mundo lo que para él es normal”.

- En la parte de la novela que transcurre en 2017 el protagonista se encuentra en el Psiquiátrico, donde mantiene una relación muy especial con otro paciente, Plácido, que hace de su mayordomo. Forman una pareja que recuerda a la de don Quijote y Sancho Panza.

“Mi cultura es anglosajona. Hay muchos autores de humor ingleses que escriben novelas quijotescas pero para mi es P. G. Wodehouse la mayor influencia. Wodehouse escribió una serie de novelas muy alucinantes que son el lugar al que voy a reposar. Las historias tratan de un joven ocioso y rico y su mayordomo, que es más rápido que él y lo saca de todos los entuertos. Estas novelas son para mi lugares seguros, así que lo peor que puede pasar en una de ellas es un malentendido por un jarrón. Son novelas donde nadie te va a engañar. La primera parte de mi libro, quizá la más oscura y dura que es la del Psiquiátrico, quise que resultara cómica porque utilizo el humor como un recurso crucial para hablar de la tristeza pero sin resultar victimista. El humor te da la posibilidad de contar algo terrible riéndote ya que de alguna forma es como si te rieras de ello. La gente explota sus desgracias con chascarrillos porque es la única forma de enfrentarse al horror”.

- Es una forma curiosa de entender el humor.

“Siempre he sido así, soy el fulano que se carcajea en los bares mientras se lamenta por dentro. Mis libros son así, uso la comicidad como una forma de extirpar dolores que estaban ahí dentro y que vuelco en lo que escribo”.

- ¿Cuándo comenzó a escribir?

“Yo publiqué tarde, a los treinta años, pero llevaba esa necesidad de contar historias que arrastro desde que era pequeño. Más tarde me di cuenta que en mi mundo no había nadie que supiera deletrear la palabra escritor. Me parece que John Lydon, de los Sex Pistols, dijo que lo más sucio del pop venía de otro planeta y a mi me pasó lo mismo con la literatura porque tenía la idea de que para ser escritor tenías que ser inglés, educado en una academia y estar muerto. Durante muchos años seguí escribiendo y mejorando mis herramientas mientras intentaba entender que era aquello de escribir pero no creía que iba a desembocar en una carrera hasta que publiqué mi primer libro

- ¿Y cómo eran aquellas primeras historias que escribía?

“Se trataban de crónicas, críticas, una manera enorme para aprender a escribir ya que entendía qué hace gracia, qué cosas funcionan. Y todo eso lo aprendí con la no ficción”.

- ¿Y cómo termina dedicándose a escribir ficción

“Hasta que tuve la necesidad de contar historias. Vengo de un mundo donde la gente contaba historias y contar historias lo hacía todo el mundo pero era tan poco épico contar lo de la noche anterior que tenías que aderezarlo con la mayor cantidad de épica y comicidad posible. Todo el mundo asumía que era inspirador y nos enseñó a que amásemos a todas aquellas falsas novias que enumerábamos. Todo era medio mentiras, invenciones muy adobadas. Por eso me hice escritor, que es una manera de ganarse la vida inventando historias”.

- La infancia de Curro, el protagonista, está muy bien conseguida.

“La novela contiene algunas historias reales. Una de ellas, de las cosas más inquietantes, sucedió al lado de mi casa en una tienda de patatas fritas porque en el pueblo no teníamos ni para una de pollos asados. Un día uno de los tíos que trabajaba en ella perdió la razón y blandió un cuchillo con el que comenzó a atacar a la gente. Llegó a apuñalar a uno hasta que vino la policía, se produjo un tiroteo hasta derribarlo y detenerlo. La historia me la contó mi padre, no sé que tipo de enseñanza había en esa explicación con tanto detalle gore a mis siete años, pero lo cierto es que cuando pasaba delante del establecimiento lo hacía con una inquietud que me recorría por dentro. Así que pensé un día tengo que escribir sobre esto, ¿qué le había pasado al pavo del cuchillo?, ¿por qué la policía le pegó un tiro en la pierna?, y así hasta que apareció el personaje. La novela en un principio iba a ser cómica, sobre un loco que está en el manicomio por haber matado a gente pero me fui decantando por conocer cómo cambian las personas, cómo llega uno a su verdad mientras narra una serie de sucesos terribles que fueron los que lo destruyeron por dentro y desencadenó un brote psicótico. El libro nació al principio al modo de una narración actual pero añadí el flash back de la infancia de Curro que se desarrolla en 1982 y que conformó finalmente el libro de verdad”.

- ¿Durante la escritura tuvo algún momento que le resultara especialmente complicado de narrar?

“La anomalía es que la novela fluya de manera normal y que se escriba en seis meses sin necesidad de retocar porque nunca es así. La novela pasa por muchos estadios de escritura y de desesperación. La neurosis que es pareja a escribir novelas tiene que ver con este cambio diario de tu relación con la obra. La aparición del mayordomo se me ocurrió cuando ya terminaba el libro pero pensé que era atractivo que se hablara de otros, que tanto Curro como su mayordomo, que puede ser un personaje ficticio, fruto de su imaginación, representaran la mirada del lector y que éste observara lo que ellos le cuentan. El libro pasó a una nueva fase cuando introduje este personaje; se iluminó con una nueva luz pero a todas esas cosas llegas a base de trabajar”.

- ¿Con cuáles de los personajes de Antes del huracán se siente más atraído?

“Diría que Curro, el protagonista, ya que soy un poco yo mismo pero es su relación con Plácido la que me interesa. Este es un libro en el que no abundan personajes particularmente positivos pero mi intención no era resultar maniqueo ya que el objetivo era que no hubieran malos obvios y sí que todo el mundo apareciera como lo ve la gente. La gente tiene lados oscuros y más o menos agraciados. Los lectores detestan en esta novela al padre de Curro pero procuro que se le entienda porque hay personas que llegan, sin alcanzar a entenderlo, a la desesperación, el patetismo y la locura. También te encuentras en la novela con la desesperación de la madre, desesperación que quise que fuera comprensible. Tuve la idea de que todos estos personajes se entendieran y fueran atractivos porque los comprendes bajo cualquier punto de vista”.

- Y está la relación que mantiene Curro con Plácido, una relación bastante divertida y que funciona como amo y criado.

“Plácido es como el único amigo de Curro. La única persona que le ha tratado con amor. Es como su amigo de la infancia aunque ésta tiene un puntito de traición, celos y apostasía y de negarle al alba, como dice La Biblia. Quería que el mejor amigo del protagonista en su niñez fuera un nerd cobarde que cuando zurran a Curro sale corriendo porque no quiere defenderlo. De todos los personajes reales del libro a los que quiero más son a los cobardes porque la cobardía forma parte del ser humano”.

- Para Kiko Amat el escritor ¿nace o se hace?

“La academia es esencial para la cirugía pero no para la escritura creativa. La academia no es el sitio para aprender a escribir aunque te da trucos y todos los trucos son bienvenidos pero llegas o no llegas a ser escritor. Si no tienes la inclinación de contar historias todo el rato es que esto no va contigo. A mi me ha ido bien como escritor autodidacta y no me avergüenzo de ninguna de mis novelas aunque sí que cambiaría muchas cosas. No pertenezco al mundo literario en cuanto a festejos y vida social; mi mundo ya estaba hecho cuando publiqué mi primer libro así que no me interesa demasiado ese mundo literario que no juzgo pero que no es mi mundo y no veo que puedo sacar de él además de los canapés. No tengo relación con ese universo pero tampoco me resulta hostil y si no hay conflicto, no me interesa. Probablemente se deba a que todos mis autores favoritos escriben en estado de conflicto. En mi caso, ser autodidacta y venir de la clase social de la que vengo no me facilitó la entrada pero es que tampoco me interesa pertenecer al mundo literario”.

- Por último, ¿qué libros de Kiko Amat recomendaría Kiko Amat?

“Cuando escuchas a los que hacen rock and roll que su último disco es el mejor de su carrera y tú sabes que ellos saben que es el peor en mi caso no fue así. Antes del huracán es el libro en el que lo he puesto todo y el que más trabajo me ha dado. Depuré el lenguaje y trabajé mucho más la historia que en mis anteriores novelas. Entre los libros que he escrito Antes del huracán y Rompepistas son mis mejores novelas”.

Saludos, criaturas, desde este lado del ordenador

Secuestro en Hong Kong, una novela de Dulce Xerach

Lunes, Junio 24th, 2019

Las novelas que protagoniza María Anchieta no son novelas negras y criminales en el sentido que el género tiene para el gurú Paco Ignacio Taibo II, hoy gerente editorial de Fondo de Cultura Económica, quien lo define como la novela realista de estos agitados tiempos.

Novela realista y novela crítica con esa misma realidad que se reproduce con tantos brazos como brazos tiene un pulpo: crítica al sistema, a la policía que lo defiende, a la corrupción en definitiva que se ha instalado entre nosotros.

Las novelas de Anchieta tampoco deben ser entendidas como de estricto misterio, de resolver un crimen en una habitación cerrada al modo de Agatha Christie sino algo más próximo al universo hedonista con el que Ian Fleming ambientó las historias de su James Bond, el popular 007.

Escritas por Dulce Xerach Pérez, la investigadora tiene mucho de su creadora, quien desarrolla unos relatos en escenarios de película y rodea a su protagonista de una galería de personajes en los que se mezclan los reales con los imaginarios. Entre los que mantiene una estrecha relación con Anchieta en la dos primeras novelas se encuentra el presidente del Gobierno de Canarias, Adán Martín, con quien mantiene una relación paterno filial que quizá ocupan algunas de las páginas más sentidas, por emocionales, de estos libros.

Resulta interesante observar en estas tres novelas (Asesinato en Sao Paulo, Asesinato en una playa de Londres y ahora Secuestro en Hong Kong) cómo cada uno de ellos se desarrolla en un país diferente, lo que da herramientas a la autora para proponer al lector un viaje por lugares a los que llega la protagonista para cumplir con su deber.

Estos desplazamientos de trabajo permite que el personaje se meta en toda clase de líos mientras mira con atención otras realidades que no son la suya.

En Secuestro en Hong Kong (Editorial La Oveja Negra, 2019) está realidad transcurre en una de las dos regiones administrativas especiales que existen en la República Popular China, un pequeño territorio entregado al capitalismo salvaje que convive con un sistema como el Chino que lo adapta –con todas las contradicciones– a su realidad ideológica. Una delgada línea roja apenas perceptible pero que está ahí, vigilando tan extraño como fascinante proceso.

María Anchieta se encuentra en Hong Kong para investigar la desaparición de una estudiante española durante la revolución de los paraguas en 2014. Este escenario sirve a para mostrar los contrastes más llamativos entre dos culturas tan diferentes. Mientras, inicia una investigación que resuelve de manera original, adentrándose más como espectadora que como personaje en un universo que se mueve a otra velocidad.

La riqueza que observa en Hong Kong abruma a María Anchieta como, se presume, abrumó a Dulce Xerach cuando conoció la ciudad. También abruma a la protagonista del libro algunos de los personajes que conoce en esa tierra tan alejada de la suya. Al margen de clichés, la investigación queda a ratos subyugada por la apoteosis capitalista que descubre cuando indaga en escenarios que convierte en pobres los paraísos multimillonarios occidentales, un dilema que se agiganta con el enfrentamiento de culturas que observan la vida de otra forma.

La protagonista, la inspectora María Anchieta, está aquí más equilibrada que en novelas anteriores por lo que no pierde aplomo ante situaciones de riesgo físico y espiritual.

El personaje parece más definido y seguro de sí misma en esta tercera entrega y lidia de otra manera con sus demonios interiores. María Anchieta comienza a tomar forma como personaje, a pisar y pensar en sólido. Se ha vuelto más madura que es de lo que se trata en una serie. Una serie la de Anchieta que conserva todos sus tics, reconocibles para los que hayan seguido una saga que, de momento, iba a ser trilogía aunque parece que habrá más, así lo afirma la escritora en una entrevista.

Dulce Xerach arma en Secuestro en Hong Kong un mundo que, con todas sus imperfecciones y defectos, resulta creíble.

Los lugares que recorre la investigadora los conoce la autora e incluso parece que algunos de los personajes que rodean a la protagonista están inspirados en la realidad, en personas que conoció Xerach Pérez en algunos de sus viajes al Lejano Oriente.

Solo una particularidad y es que el Hong Kong que retrata la novela no es el Hong Kong callejero ni pegado a la zona portuaria sino el que se ha entregado, o vendido, que ustedes juzguen cuando lean el libro, al dinero.

Y dinero hay en la mayoría de los escenarios que se describen en el libro: tiendas fastuosas, hoteles de lujo…, y dinero es lo que mueve un secuestro que no es otra cosa que un negocio.

Paralelamente, se cruzan diálogos con sentencias de Confuso y una investigadora que, pese a las adversidades y pistas falsas, conseguirá resolver un caso que la ha alejado demasiado tiempo de su pareja y de su familia.

Saludos, familia, desde este lado del ordenador

Trallazos

Jueves, Junio 20th, 2019

* Se dice en los mentideros que este año no habrá MiradasDoc, el festival y mercado internacional de cine documental de Guía de Isora, pero se olvidan esas mismas fuentes que la localidad acoge estos día AfroLatam, una muestra de cine realidad que reúne a cineastas africanos como latinoamericanos con la idea de tender puentes y hacer realidad aquello ya tan manido de que Canarias es puerto de escala entre tres continentes: África, América y Europa. Que los aficionados no desesperen por lo tanto porque si bien este año no se celebra la XIII edició de MiradasDoc sí que habrá Festival el próximo año. Es probable, además, y estudiando con detalle los resultados de AfroLatam, que éste pase a formar parte de MiradasDoc.

* Leemos que el Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canarias celebrará su veinte años aniversario con una edición que se desarrollará entre el 17 y el 26 de abril de 2020. La organización trabaja en una programación que mezcle lo viejo y lo nuevo con la idea de recuperar la confianza de los espectadores cuya asistencia cayó en 2.632 personas en la pasada edición.

* El Salón de Actos de la Mutua de Accidente de Canarias acogerá este viernes, 21 de junio, a las 19 horas la presentación del Diccionario Vietnamita-Español (Ediciones Idea/Aguere, 2019), de Thuy Huong Mguyen Plam. Se trata del primer diccionario que existe en España de este idioma y en el acto acompañarán a la autora el escritor y poeta Jesús Rodríguez Castellano y el editor y escritor Ánghel Morales.

* El viernes 21 de junio Víctor Álamo de la Rosa presenta su novela El pacto de las viudas (Editorial Siete Islas, 2019) en la librería Sinopsis de Las Palmas de Gran Canaria, en la calle Domingo J. Navarro, 8. El acto comenzará a las 18 horas. El escritor, natural de la isla de El Hierro, recrea en el libro un mundo donde las mujeres han logrado los hilos del poder.

* Juan Carlos de Sancho presente este sábado, 22 de junio y a las 19 horas, Elogio de lo invisible (Mercurio Editorial, 2019) , en Desván Blanco. Espacio Cultural, situado en la calle de María Rosa Alonso Rodríguez, 7 y 9, Vuelta de los Pájaros, en Santa Cruz de Tenerife. Durante el acto se interpretarán varios relatos, tarea que asumirán Irene Rosales, Miguel Ángel Dávila Muñiz y Myriam García.

(*) La imagen que ilustra estas líneas corresponde al largometraje La legión negra (Archie L. Mayo, 1937)

Saludos, paz y prosperidad, desde este lado del ordenador

Adaptaciones al cine de novelas canarias

Martes, Junio 18th, 2019

El cine que se hace en Canarias cuenta entre otras curiosidades con las adaptaciones de novelas escritas en las islas pero no son todavía muchas. En este artículo no se pretende enumerar todas las que se han realizado hasta la fecha pero sí algunos títulos que, a raíz del estreno de La estrategia del pequinés, trae a la actualidad la posibilidad de explotar cine y literatura por las sinergias que arropa y el diálogo que establece entre dos mundos aparentemente diferenciados pero que se retroalimentan cuando se unen.

En la relación que se expone a continuación hemos eliminado por razones de criterio La niebla y la doncella, de Andrés M. Koppel porque adapta una novela que se desarrolla en el Archipiélago, en concreto La Gomera, pero no está basada en una novela escrita por un autor de las islas y se han obviado los documentales de Miguel G. Morales Los mares petrificados, sobre Domingo López Torres y Una luz en la isla. Domingo Pérez Minik. Tampoco se reseñan Fetasianos, el laberinto habitado y Ella (s), ambas de David Baute, en torno al grupo literario tinerfeño y la escritora Mercedes Pinto, entre otros.

Comenzamos este viaje con una película que si bien no está basada en una novela sí que lo está en una zarzuela, La hija del Mestre, de Santiago Tejera Ossavarry y que fue llevada al cine en 1928 por Francisco González González y Carlos Luis Monzón. La película, que no rinde justicia a la pieza original porque es silente, está considerada como el segundo largometraje de ficción rodado en Canarias por un equipo canario. Dos años antes y en Tenerife ya se había comenzado a tantear las posibilidades del todavía nuevo arte con El ladrón de los guantes blancos (José González Rivero y Romualdo García de Paredes) que hace pasar los paisajes de Tenerife como británicos.

La segunda adaptación que tenemos registrada de un texto canario es Tirma (Paolo Moffa y Carlos Serrano de Osma, 1954) un filme que se basa en la obra teatral del mismo título de Juan del Río Ayala y que podría considerarse como la primera producción que se desarrolla en los tiempos de la conquista allá por el siglo XV. El filme, una coproducción hispano italiana, está interpretada por Silvana Pampanini, Marcello Mastroianni y Gustavo Rojo y cuenta el romance entre una princesa canaria con un joven europeo.

Marcello Mastroianni recordaba en su libro de memorias Sí, ya me acuerdo… (Ediciones B, 1997):

“Luego hice algo también exótico: Cuando suena el tam-tam (Tam Tam Mayumbe), en África, en El Congo y, ah, Tirma (La principessa delle Canarie), con la simpática Silvana Pampanini. Silvana parecía una piel roja. Todas las mañanas llegaba vestida y maquillada, y le preguntaba al director, Paolo Moffa (que se convirtió en director porque había echado al director español):

– Paolo, ¿estoy regia?
– ¡Sí, sí! – decía Moffa.

Pasé dos o tres meses en las Islas Canarias, en verano, embutido en un traje de Cristóbal Colón. Siempre he tenido las piernas delgadas, así que tenía que ponerme también esos pantalones tan ceñidos de terciopelo que llegan hasta medio muslo. ¡Hacía un calor infernal!.”

En los años setenta y con un guión basado en el poema escrito por Alonso Quesada, La umbría, Pepe Dámaso ofrece una personal visión de la obra sin descuidar la forma y el fondo del texto original, que cuenta la historia de una familia acuciada por la tuberculosis, la muerte y los espectros de sus antepasados en una casona del Valle de Agaete a principios del siglo XX.

Jorge Lozano, en La Palma rueda La pared de Roberto (1977), inspirada en una leyenda popular recogida en la prensa palmera del siglo XIX por Antonio Rodríguez López y Elías Santos Abreu, que inicia una nueva etapa en la filmografía del director bajo el nombre de Cuentos y leyendas de La Palma que engloba además El salto del enamorado (1979) y Aysouragan (Lugar donde la gente se heló), de 1981.

Al margen de estas dos producciones, si hay una novela canaria llevada al cine que esperaba romper con todas las expectativas fue Mararía (Antonio Betancor, 1998), una discutida adaptación de la ya canónica novela de Rafael Arozarena cuyo proyecto lo puso en marcha primero el colectivo Yaiza Borges barajando a Jaime Chávarri como director y con guión de Lola Salvador, hasta el resultado final, una producción de Andrés Santana con música de Pedro Guerra y un reparto internacional en el que figuraban Goya Toledo, Carmelo Gómez, Ian Glenn, Mirta Ibarra y José Manuel Cervino, según un guión escrito por Carlos Álvarez y Antonio Betancor.

La serie Océano (Ruggero Deodato, 1989) se basa en las novelas que el escritor tinerfeño Alberto Vázquez Figueroa ha escrito sobre la familia de los Perdomo. La versión televisiva, que se rodó en Lanzarote, contó con un reparto multinacional, en el que destacaban actrices como Irene Papas y actores como Ernest Borgnine, entre otros.

En dibujos animados destaca en 1977 el episodio piloto de la serie de animación El chou de Cho-Juaá, basado en los personajes humorísticos de Eduardo Millares Sall y que en los años noventa se materializaría como serie de trece episodios bajo la dirección de Ramón Saldías y La historia de Canarias, en cuyo guión participaron historiadores de las dos universidades del archipiélago.

Dejando a un lado el mundo de la animación, en 2007 se estrena La caja, de Juan Carlos Falcón, una película basada en la novela Nos dejaron el muerto de Víctor Ramírez y en 2016 La punta del iceberg (David Cánovas) que adapta la obra de teatro del mismo nombre de Antonio Tabares.

Josep Vilageliú, uno de los cineastas de la resistencia del cine canario desde los setenta, es el director de otra adaptación, esta vez sí de una novela: No te mentiré, de la escritora y periodista Doris Martínez mientras que Aurelio Carnero adapta el relato de José Santiesteban Suena el destino, digo el teléfono, ¿lo coges?. A esta nómina se suma ahora La estrategia del pequinés, de Elio Quiroga según la novela de Alexis Ravelo.

Se han quedado en proyectos adaptaciones largamente anunciadas como Las espiritistas de Telde, una novela de Luis León Barreto, convertir en serie las andanzas de José García Gago y Ricardo Blanco, personajes creados respectivamente por Antonio Lozano y José Luis Correa, versionar Un camino a través del infierno de Javier Hernández Velázquez, Las flores no sangran, de Alexis Ravelo y Villa Melpópene, una novela de Santiago Gil que recrea la estancia del músico Camille Saint-Saëns en Gran Canaria.

Sañidos, mañana será otro día, desde este lado del ordenador
Saludos, ¿continuará?…, desde este lado del ordenador