Archive for the ‘Libros’ Category

Un viernes y sábado cargado de presentaciones varias

Jueves, Marzo 9th, 2023

Este viernes se presenta en la asociación Blanco y Negro de El Toscal, Santa Cruz de Tenerife, el libro Escena final, de Roberto A. Cabrera. En el acto, que comienza a las 20 horas, acompañará al autor Adalber Salas. La asociación Blanco y Negro se encuentra en la calle de San Martín, 46.

Alexis W. Da a conocer este vierners, 10 de marzo, el libro El Hierro. La isla del color en un acto que se desarrollará a partir de las 20 horas en el Centro Cultural de El Pinar con una intervención lumínica en el Parque del color, por Picacho y un dúo de piano y violín a cargo de Marcos de Paz y Aída.

El Espacio R, La Recova, en la capital tinerfeña acoge el sábado, 11 y a las 19 horas, la primera de las mesas redondas del Festival Tenerife Noir 2023, encuentro en el que se abordará Canarias, autores y escenario de lo negro criminal y en la que intervendrán Estela Valido, pseudónimo bajo el que se esconde cinco escritoras/es de las islas que presenta CasaDores; Roberto A. Rodríguez, que hablará de Malpaís; Miguel Aguerralde y El jardín secreto y Rafael A. Solís, autor del libro de relatos Parada de fantasmas.

Por último y este sábado 11 de marzo también, la librería de Mujeres en Santa Cruz de Tenerife acoge la presentación del libro A instancias del agua, de Isabel Expósito. El acto comenzará a las 18 horas y acompañará a la escritora el también escritor Antonio López Ortega.

Saludos, sale el sol, desde este lado del ordenador

Dentro del corazón de las tinieblas

Lunes, Marzo 6th, 2023

Como todas las guerras, la del Vietnam ha dado origen a mucha literatura. Buena parte de ella escrita por veteranos de aquel conflicto y de ambos lados.

Por desgracia, la versión de los que se enfrentaron a la gigantesca máquina militar estadounidense nos ha llegado a cuenta gotas ya que hay muy poca literatura traducida. No sucede así con la de los norteamericanos que intervinieron en aquel conflicto. Existe también una generosa producción literaria que registra los antecedentes de la guerra del Vietnam, sobre todo escrita y publicada en Francia, que perdió de manera humillante esta colonia (Indochina) del sudeste asiático que dividió al país en dos mitades: Vietnam del sur y Vietnam del norte.

Escritores norteamericanos como Robin Moore, Samuel Fuller, Gustav Hasford, Dennis Johnson y James Crumley, entre otros, han situado el escenario de sus novelas en la guerra de Vietnam. Algunos eran veteranos, como Hasford y Johnson, otros la observaron de cerca, muy de cerca, como James Crumley, autor de la excelente Uno que marque el paso, y escritor que está muy presente en Compasión por el diablo, un libro de Kent Anderson, autor que dedica a Crumley una obra que habla desde dentro, desde el alma de un soldado convertido en guerrero, una contienda que pulverizó la inocencia de su país.

Otros libros que se han inspirado en esta guerra que visibilizó lo de todas las guerra, su crueldad, su inutilidad, la de reducir a cenizas el corazón de los hombres, están inspirados en el relato que contaron los veteranos que pelearon en aquellas tierras así como los periodistas (en libros que se han convertido de referencia como Despachos de guerra de Michael Herr) y otros testigos cuyas experiencias el cine ha contribuido a magnificar con una estética (y una banda sonora) que ya se ha quedado grabada en nuestra memoria como la de los helicópteros que surcan el cielo anaranjado de Vietnam en Apocalypse now!

Publicada en Sajalin, una editorial que se ha especializado en dar a conocer novelas de escritores/as digamos que al margen, Compasión por el diablo, de Kent Anderson, cuenta la historia de Hanson, un joven universitario que es reclutado por el ejército norteamericano y que recién llegado a Vietnam decide unirse a los Boinas Verdes, las fuerzas especiales, ya que si uno va a un sitio como éste y no participa es como acostarse con una modelo y mirar al otro lado, reflexiona su protagonista cuando toma una de esas decisiones que cambian la vida.

El libro está dividido en tres grandes secciones (La base de apoyo, El comienzo, Fort Bragg y De vuelta en Vietnam), y en cada una de ellas se reflejan distintas situaciones en las que se ve inmerso el personaje, aunque quizás la más atractiva sea la segunda parte, El comienzo, Fort Bragg, en la que se escribe el entrenamiento antes de marchar a Vietnam y una vez en la guerra como miembro de los Boinas Verdes, su regreso a casa de permiso y darse cuenta que poco o nada tiene que le ate a su país. Un país además que lo recibe por la puerta trasera y en donde algunos lo acusan de asesino… Y si uno sigue las experiencias bélicas de Anderson en Vietnam, las misiones de alto riesgo y la relación de hermandad que teje con dos compañeros Boinas Verdes, no hace pensar otra cosa porque el trabajo de Anderson, como el de todo soldado en el frente, es del matar antes de que lo maten.

Otra cosa es que lo que sirven allí sean considerados en casa como unos asesinos. Claro que no lo ven sometido a presión en territorio enemigo, con las piernas hundidas en el fango y rodeado de una nube de mosquitos.

Y de todo esto se habla en Compasión por el diablo, unas memorias más que una novela pese a que los recuerdos hayan sido modificados en favor de la ficción. Una ficción basada en estrictos hechos reales que tienen la misión –o ese es el mensaje que hemos recogido– de hacerle entender al lector que incluso máquinas de matar como Hanson y sus camaradas, tienen alma y sentimientos en los que prevalece por encima de cualquier otro el de la lealtad. Y por lealtad, precisamente, y porque la guerra lo ha cambiado por dentro para siempre, quizá por estar condenado a sobrevivir en aquel infierno, el protagonista hace lo que hace al final del libro, desatar el caos en una base de los suyos que horas antes machacó con fuego de artillería (fuego amigo lo llaman) al mismo Hanson y sus compañeros por error. Acompañan a los Boinas Verdes guerrilleros montagnard, un pueblo que vive en las montañas y al que desprecian los vietnamitas como desprecian los blancos a los afroamericanos, advierte Anderson en un libro que nos lleva dentro del corazón de las tinieblas.

Entre lo surreal de esa guerra y de este libro, es que su protagonista, un guerrero que a veces da miedo, lleva en el bolsillo un libro de poemas de Yeats. Hanson, no lo he dicho, es un universitario que aprende en Vietnam a ver la vida de otro color. Un color que tiende al gris, y grisáceo es el corazón devastado de su protagonista.

Se trata de una novela oscura aunque está escrita con luz. También incómoda, como un golpe al estómago: ya que hombres como Hanson son necesarios en tiempos de guerra así que tened compasión por el diablo.

Saludos, una semana, la pasada, muy extraña, desde este lado del ordenador

Cuatro obras aspiran al Premio Ciudad de Santa Cruz de Novela Criminal que conceden Tenerife Noir y el Ayuntamiento de la capital tinerfeña

Viernes, Marzo 3rd, 2023

Cuatro obras aspiran a obtener el IX Premio Ciudad de Santa Cruz de Novela Criminal como mejor novela negra de 2022, que conceden el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y el Festival Atlántico de Género Negro, Tenerife Noir. Se trata de En el descuento (Alrevés), de Jordi Ledesma y José Ángel Mañas; Entre los muertos, (Ediciones B), de Mikel Santiago; Spanish Beauty (Anagrama), de Esther García Llovet, y Un bien relativo (Siruela), de Teresa Cardona.

El festival presentó las obras seleccionadas este jueves, 2 de marzo, en una rueda de prensa celebrada en la Biblioteca Municipal Central de la capital tinerfeña, en la que participaron la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Gladis de León; el periodista Eduardo García Rojas y el director y productor de esta iniciativa cultural, Alejandro Martín.

El jurado que elegirá la mejor novela negra de 2022 en la novena edición del galardón está presidido por el escritor y director del festival Black Mountain Bossòst, José Luis Muñoz, y se completa con la participación de la escritora y guionista Ana Ballabriga; el escritor, catedrático de Literatura y director del festival Castelló Negre, Pedro Tejada Tello; la profesora de Literatura e investigadora de la Universidad de La Laguna (ULL) María Concepción Brito y el periodista y crítico tinerfeño Eduardo García Rojas, según informó este último, que integra también, desde sus orígenes el “Sindicato”, el equipo que pone en marcha cada año este festival.

“Hoy tenemos el honor de presentar las cuatro novelas finalistas de un premio literario que es muy importante en el género negro en español, que lleva el nombre de Santa Cruz, un referente en España y en Latinoamérica, y que forma parte del programa de un festival muy importante para nuestra ciudad, a la que convierte en plató de cine durante una semana –destacó la concejala de Cultura, Gladis de León–. Con este premio valoramos el talento y la creatividad de los autores, de ahí que esté dotado económicamente”, De León felicitó a los finalistas e insistió en la importancia que tiene situar la capital tinerfeña en el mapa mundial del género negro.

Por su parte, Alejandro Martín recordó que “el premio Ciudad de Santa Cruz de Novela Criminal es de los pocos galardones a nivel nacional que tiene una dotación económica, de 3 000 euros, para obra publicada originalmente en español por parte de editoriales españolas”. El director y productor de esta iniciativa cultural en torno al género negro actúa como secretario de este jurado, que dará a conocer el fallo del Premio Ciudad de Santa Cruz de Novela Criminal el domingo 26 de marzo. El galardón tiene un año más de recorrido que el festival, porque nació en 2016 en las jornadas que, un año después, cristalizaron en Tenerife Noir.

Las obras finalistas han sido escogidas entre los 54 títulos propuestos por un equipo de 20 informantes del Festival Atlántico de Género Negro Tenerife Noir, un grupo compuesto de forma paritaria a nivel nacional entre diferentes ámbitos del sector del libro: librerías, universidades, autores, comisariados y direcciones de festivales y grupos de lectura, blogueros… Entre estos 54 títulos se encuentran 18 obras escritas por mujeres y 32 por hombres; algunos de los libros incluidos en esta preselección compartían autor, de ahí que el total de obras no coincida con el total de autores. La selección paritaria del equipo de informantes y del jurado responde al compromiso de Tenerife Noir con la igualdad y la apuesta por la visibilización y el reconocimiento del trabajo de las escritoras de género negro. El resultado en la contabilización de los títulos informados este año ha ofrecido también una paridad en los finalistas.

Las obras

En el descuento (Alrevés) es una novela escrita a cuatro manos por Jordi Ledesma y José Ángel Mañas, dos reconocidos cronistas de la calle que se unieron para firmar una extraordinaria novela negra. La obra está protagonizada por un juguete roto del fútbol, el cojo Chúster, recién salido de la cárcel en un permiso penitenciario tras comerse un “marrón” de cinco años por no delatar a su jefe y amigo Francisco. Este le propone un trabajito rápido y suculento que acaba convertido en la noche más salvaje, donde Chúster jugará contra la muerte el derbi de su vida en una historia de gánsteres violenta y apasionante.

Con Entre los muertos (Ediciones B), Mikel Santiago cierra la Trilogía de Illumbe, de la que forman parte las exitosas El mentiroso y En plena noche. Se trata de un thriller lleno de misterios y giros sorprendentes guiados por la necesidad de responder a la pregunta sobre si es posible enterrar un secreto para siempre. La agente de la Ertzaintza en Illumbe Nerea Arruti –una mujer solitaria que arrastra sus propios cadáveres y fantasmas del pasado– tendrá que investigar una supuesta muerte accidental en una historia donde todos los participantes tienen algo que ocultar y los muertos no descansan hasta que se haga justicia.

Esther García Llovet se traslada a Benidorm para ambientar la primera entrega de la Trilogía de los países del Este, Spanish Beauty (Anagrama), protagonizada por Michela, una agente corrupta y turbia que busca a su padre y un mechero talismán en una historia sobre la redención y la búsqueda del amor empapada en alcohol. En la ciudad más enloquecidamente internacional del Mediterráneo residen mafiosos ingleses, rusos millonarios, gente barata y nuevos ricos, cuyas vidas ofrecen diferentes versiones para completar un cuadro en el que conviven quemaduras de sol y de cigarrillos, secuestros, fiestas, operaciones ilegales y el mar, siempre de fondo como futuro proyecto urbanístico.

Teresa Cardona ha sido calificada por la crítica como la nueva voz de la novela policiaca en español. Un bien relativo (Siruela) está protagonizada por la teniente Karen Blecker, que afronta un nuevo invierno frío y monocorde en el cuartel de San Lorenzo de El Escorial. La aparición del cuerpo muerto de una monja en el camino de La Horizontal conmociona al pueblo. Con la ayuda del brigada Cano, aborda una oscura investigación que los conducirá desde las zonas más acomodadas hasta los barrios periféricos del Madrid de los años ochenta, una labor en la que se ven forzados a revisar sus propias convicciones y a cuestionarse si no existe falla en la monolítica rotundidad del bien.

Tenerife Noir cuenta en este 2023 con el patrocinio del Instituto Canario de Desarrollo Cultural del Gobierno de Canarias, el Cabildo Insular de Tenerife, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y la Universidad de La Laguna.

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Juan C. Hurtado

Saludos, sale el sol, desde este lado del ordenador

El pecado de leer (ya en vídeo)

Jueves, Marzo 2nd, 2023

El pasado mes de febrero tuvimos la oportundiad de moderar la primera mesa del ciclo El pecado de leer que organiza Alianza Editorial. Compartieron mesa la escritora Yolanda Delgado y el poeta Pedro Flores bajo mi modesta moderación. Les dejo aquí el vídeo de la velada, subido ya a Internet. El acto se celebró el 8 de febrero en la librería Sinopsis, en Las Palmas de Gran Canaria donde tuve además la oportunidad de encontrarme, eso sí, muy brevemente, con amigos que se acercaron a compartir con nosotros este rato con la cultura.

Si quieres vernos, solo tienes que pinchar aquí.

Gracias mil, que decimos más allá, siempre, del sur.

Saludos, terrícolas, desde este lado del ordenador

El cielo llora por mí, una novela de Sergio Ramírez

Miércoles, Marzo 1st, 2023

“El inspector Morales almorzó tarde ese domingo en una fritanga del barrio el Edén, instalada en la acera de un cine que sólo pasaba películas pornográficas anunciadas en la marquesina de mejores tiempos con letras dispares, a veces una mayúscula a media palabra en el rótulo, o una letra ausente, o una letra colgando patas arriba. Ese día presentaban La banana mecánica”.

El cielo llora por mí, Sergio Ramírez, colección: Narrativa Hispánica, Alfaguara, Penguin Random House Grupo Editorial, 2009)

Primer libro de la trilogía protagonizada por el inspector Dolores Morales, El cielo llora por mí es una novela policíaca en el mejor sentido de la palabra aunque al estar escrita por un escritor de la solidez de Sergio Ramírez, el relato respire a profundidades que no suelen alcanzar otros especialistas en el género quizá porque el autor nicaragüense se toma muy en serio lo que escribe.

Tan en serio que esta novela y las otras dos que forman el ciclo, utiliza las claves del género para contar más cosas. También denunciar una realidad que nació siendo un sueño (el derrocamiento del régimen somocista por los sandinistas) y hoy es una pesadilla. Y pesadilla es que Sergio Ramírez, que fue un miembro activo de los grupos que combatieron al dictador Somoza, después del triunfo de la revolución esté viviendo hoy en el exilio, condenado por un régimen que gobierna quien fue uno de los suyos, Daniel Ortega.

En este aspecto, El cielo llora por mí además de narrar una buena historia policíaca, la investigación que emprende Dolores Morales junto a su compañero, el subinspector Bert Dixon, y las complicaciones que se derivan del caso (entra en juego el narcotráfico), le sirve a Sergio Ramírez para dar testimonio de su país, y de la corrupción que lo maneja con extraordinaria soltura, esto sin renunciar a un potentísimo estilo salpicado de palabras del español que se habla en Nicaragua y de personajes a cada cual más atractivo. Al mismo tiempo, y en una a veces breves y en otras algo rebuscadas comparaciones, hace un retrato de su país con la precisión de un fotógrafo de la palabra ya que es con palabras cómo visualiza el escritor la realidad de una nación que amaneció un día celebrando la caída de un usurpador para terminar dándose cuenta que al final lo que hizo fue abrir la puerta a un nuevo usurpador que combatió en el pasado contra Somoza.

Lo policíaco se mezcla con lo político en El cielo llora por mí y sin dejar de ser una novela que podría entenderse también como picaresca, solo que una picaresca que nos viene del otro lado, de otro continente, pero que sin perder su origen, resulta al principio tan extraño y al final tan cercano, tan nuestro.

La trilogía de novelas policíacas de Sergio Ramírez continúa con otros dos títulos, Ya nadie llora por mí y Tongolele no sabía bailar en la que ofrece un retrato bañado de desencanto sobre lo que pudo ser y no fue Nicaragua. Al mismo tiempo, y como toda novela negra que se precie, Managua, la capital, se convierte también en otro de los grandes personajes del libro.

En la galería de personajes que rodea a la pareja protagonista, Dolores Morales y Bert Dixon, gravita una excelente colección de secundarios como son los jefes y los villanos (gente con apellidos al servicio del narcotráfico) así como un agente de la DEA al que conocen los policías como Chuck Norris.

No había tenido la oportunidad hasta ahora de acercarme al universo de Dolores Morales, El cielo llora por mí se publicó en Alfaguara en 2009, pero tras esta lectura digamos que me he enganchado al personaje y a ese país que retrata con tanto cariño pero también pesadumbre.

El caso es que Sergio Ramírez se mueve muy bien por las aguas de la literatura negra y criminal. Y es tal su mimetismo con el género que se aprecia que conoce bien el terreno que pisa. Es decir, que el escritor no por cultivar un género (menor según unos pocos) no deja de seguir siendo el gran narrador que es. Porque lo mismo escribe un libro para tipos sesudos que una novela sesuda pero de género para tipos que no lo son tanto. Sesudos, me refiero.

Las cargas de profundidad que lanza en El cielo llora por mí me hace explicar, con resignación de Cartujo, que sus relaciones con el gobierno de Daniel Ortega no resultaran, precisamente, fluidas. Esta novela, como las dos siguientes de la trilogía, cuenta lo que ve un hombre que no tiene miedo de expresarlo en estas tres novelas. Novelas que no gozan del visto bueno del actual presidente nicaragüense, que no contento de llamar terrorista al escritor, le arrebató su nacionalidad y lo expulsó de su patria por molesto, por intelectual que piensa y defiende lo que cree.

El cielo llora por mí es un buen ejemplo de hasta donde puede llegar la literatura. Y destaca también el sobresaliente momento que están viviendo las literaturas negras en América, desde arriba, México, hasta Argentina y Chile. Cada una con sus claves, con su retrato certero de la corrupción que devora como un cáncer los regímenes que gobiernan aquellas naciones con independencia de su signo ideológico.

Y Dolores Morales (qué nombre) es uno de los investigadores que siguen las huella de otros ilustres como Héctor Belascoarán Shayne o Mario Conde, del hispano mexicano Paco Ignacio Taibo II y el cubano Leornardo Padura, respectivamente. Y cito solo a los primeros que se me han venido a la cabeza.

Saludos, va por ellos, desde este lado del ordenador

Javier Díez Carmona: “Los perdedores de la crisis deciden en la novela convertir en víctimas a los que les llevaron a esta situación”

Martes, Febrero 28th, 2023

Los dos últimas títulos de Javier Díez Carmona (Bilbao, 1969), Justicia y Solas, son las dos primeras novelas de una trilogía en la que en su primer libro rinde un emocionado homenaje a Bilbao, pero ese Bilbao que no conocen los turistas, y en el segundo a sus campestres alrededores. En esta ciudad que nunca duerme se mueve como pez en el agua aunque eso sí aterido de frío, su protagonista, Osmany Arechabala, un cubano que visita la ciudad para investigar quién asesinó a su hijo y de paso conocer a su nuera y a su nieto porque Arechabala descubre en esa tierra tan extraña a la suya –el Bilbao que retrata Díez Carmona es oscuro y lluvioso– que ha sido abuelo.

El pasado del protagonista se va perfilando a lo largo de los capítulos de Justicia, por lo que el lector conocerá que Osmany Arechabala no es un cubano cualquiera sino un ex Avispa Negra, que así es como se conoce en Cuba a los miembros de sus fuerzas especiales. Osmany, por lo tanto, es un guerrero, sí, pero también un guerrero que se siente viejo y cansado.

Javier Díez Carmona es licenciado en Económicas, pero su pasión es la escritura. Premiado en más de cien certámenes literarios (fundamentalmente relato, pero también de poesía y teatro), ha participado en diversas antologías aunque inició su carrera literaria con dos novelas juveniles y otras dos para el público adulto. Ahora, con Justicia, Solas y el tercer libro que vendrá y en el que se encuentra trabajando ahora, adquiere una voz con sed de denuncia, y que mejor género para cantar las cuarenta a los que tienen las sartén por el mango que una novela, como es la negra y criminal, acostumbrada a reflexionar sobre lo mal repartido que esta el mundo y a señalar con el dedo a los que desde arriba, los poderosos, manejan este extraordinario teatro de títeres que llamamos sociedad.

- Primero Justicia y ahora Solas… ¿Cuándo se incorpora al género negro y criminal?

“Empecé escribiendo relatos cortos de temática muy variada y que no tenían nada que ver con el género negro. Mi primera novela se publicó en 2012, Correr a ciegas, e iba sobre un colaborador de ETA que huye de Euskadi y acaba en Nicaragua, pero fue con mi segunda novela, E-King, en 2013 cuando me metí de cabeza en el género. La novela se ambienta en el Raval, Barcelona, y transmite las sensaciones que tuve cuando recorrí ese submundo, submundo que desde entonces ha estado presente en lo que he ido escribiendo”.

- Justicia y ahora Solas son las dos primeras novelas de una trilogía que protagoniza un investigador muy peculiar: Osmany Arechabala. El otro gran protagonista de Justicia es Bilbao.

“Quería hacer un homenaje a Bilbao aunque con esta novela no me darán un premio de turismo pero quería describir la ciudad desde el punto de vista de un extranjero que llega sin un céntimo. Por comodidad, quise que este personaje hablara castellano y como entre los países que conozco de América Latina Cuba es de los que más sé, convertí a Osmany Arechabala en un cubano. Cuba tiene una historia muy rica y eso me ayudó a crear una biografía del personaje al que sitúo en hechos históricos transcendentales para su país como fue la toma de Santa Clara, donde conoce al Che Guevara hasta la guerra de Angola”.

- Y al fondo, Bilbao.

“La novela nació de mis ganas de rendir un homenaje a esta ciudad y en concreto a esa parte de la ciudad por la que no pasean los turistas y en la que hay más africanos que gente nacida en Bilbao y en la que la policía se encuentra en las esquinas con un actitud muy diferente que la que presenta al otro lado de la Ría. Aquí se concentra gente que vive de manera diferente, hay más ruido en los que se pronuncian diferentes lenguas y a mi me parece que tiene más vida que la que hay en el Bilbao convencional. Justicia es un homenaje a una ciudad en continua mutación que probablemente sea hoy diferente a la de 2014 porque continuamente recibe flujos de gente que viene a ganarse la vida y hace que cambie la ciudad cada vez más, que la haga reconocible e irreconocible al mismo tiempo. He jugado también con la climatología, la oscuridad, esos clichés que tenemos en del País Vasco y que influyen en nuestra forma de ser y de actuar así que Bilbao es el gran protagonista de la novela”.

- Sin embargo Bilbao no aparece en Solas, la segunda entrega de la trilogía.

“Pero por el mismo motivo ha sido el paisaje el que me ha hecho escribir Solas. Se trata de un paisaje que está a 30 o 35 km de Bilbao y es un paisaje de caseríos dispersos, montañas abruptas, nieblas casi perpetuas. Es un paisaje para ambientar no sé si una novela negra o una novela de suspense pero que es ideal y eso fue lo que me inspiró para escribir el libro. Osmany vuelve porque me cae muy bien y lo he trasladado hasta aquí porque utiliza el tren súper lento que une ambas comarcas”.

- ¿Y en la tercera parte que ahora mismo está escribiendo Osmany regresa a Bilbao?

“La acción regresa a Bilbao porque Osmany no se ha ido de la ciudad. En Solas va a esta zona rural que se llama Las Encantaciones pero en la tercera regresa a Bilbao. Lo que he hecho en esta novela es buscar y encontrar una conexión con las dos anteriores por lo que termino cerrando por completo la trilogía en el Bilbao más oscuro, el de la calle de San Francisco y el de Las Cortes a ritmo de thriller”.

- En justicia no se corta al criticar con dureza a determinadas instituciones por corruptas.

“Hay una visión social de lo que ha generado la actividad económica de los grandes capitostes de la economía. Hemos vivido una crisis que fue más aguda que la del corona virus, la del 2008, cuando se hundió todo el sistema financiero internacional y tuvo al final un efecto para cuatro o cinco bancos en el mundo y para todos los trabajadores con el argumento de que había que acabar con la deuda externa que estaba lastrando sus cuentas de resultados. El caso español es paradigmático ya que acabó con todas las pretensiones sociales que se habían construido y comenzaron los despidos sin indemnizaciones con una reforma laboral que los empresarios entregaron al gobierno del PP para que la firmara. Se popularizaron los desahucios y se agravó la situación con la irrupción del corona virus. Hay personas que dice que hemos superado esa crisis pero las consecuencias siguen ahí porque hay gente que con cincuenta años se fue al paro y viven con subvenciones de 450 o 600 euros al mes. Se trata de gente desahuciada que no tiene vivienda. Y quería hablar de todo esto en la novela, denunciarlo desde el punto de vista literario”.

- Paco Ignacio Taibo II dice que la novela negra es la novela social y también realista de nuestro tiempo.

“En mi caso siempre intento entrar en temas sociales sin hacer apología, sin posicionarme pero sí trazando una descripción muy clara de lo que está sucediendo. Y creí que describir lo que le ha sucedido a una persona que ha perdido su empleo, su vivienda y que ha sido abandonado por su familia porque ya no puede llevar el sueldo a casa era una denuncia en sí mismo, luego se crea la trama criminal en la que los perdedores de la crisis deciden convertir en víctimas a quienes les han llevado a esta situación”.

- Usted no escribe en vasco.

“No soy euskaldun de nacimiento, aprendí el euskera de mayorcito porque no se estudiaba cuando iba al colegio. Mi euskera sirve para hablarlo pero no soy capaz de escribirlo”.

- ¿Cómo va el mundo editorial en el País Vasco?

“El problema que veo cuando se publica en una editorial vasca es que apenas tienes repercusión fuera de Euskadi. Hay dos grandes editoriales, Erin, una editorial muy conocida pero con poca repercusión fuera, y Elkar, que es un monstruo pero está dedicada a la producción en euskera. Ahora publico en Penguin y Grijalbo pero con esto de las nuevas tecnologías no conozco a nadie de la editorial. Todo ha sido por teléfono, internet y zoom… Conocí de hecho a mi editora un año después de se publicara Justicia. Las nuevas tecnologías nos ayudan un poquito más a los escritores”.

- ¿Tiene ya planificado lo que va a escribir cuando finalice la trilogía que protagoniza Osmany Arechabala?

“No me veo escribiendo una historia que se limite a contar los problemas personales del protagonista. Me gusta escribir y denunciar lo que veo a mi alrededor”.

- ¿Cómo entiende el escritor pero también el bilbaíno que lleva dentro la ciudad en la que nació?

“He escrito una novela negra y tengo que jugar con los ambientes así que en mi caso estoy acostumbrado a que llueva siempre en Bilbao. Bilbao es, por otra parte, una ciudad muy acogedora y bastante segura. Mi novela por fortuna es solo ficción”.

FIRMA FOTO: Andrew Gallego

Saludos, parece que fue ayer, desde este lado del ordenador