Archive for Abril, 2020

Otro sitio con encanto al que dejar morir

Jueves, Abril 30th, 2020

Kala y su mascota llegan al parque Viera y Clavijo, uno de esos sitios con encanto que han dejado morir en esta ciudad, para recorrer los jardines mientras el viejo edificio se cae a pedazos. Da un poco de grima, sobre todo porque quien ahora les escribe recuerda cómo era antes de que terminara abandonado.

Antaño, hace muchos eones como diría Lovecraft, el parque pasó a llamarse Parque Cultural Vieja y Clavijo, y con razón. Además de la iglesia neogótica, se habilitó en su parte trasera un teatro, el teatro Pérez Minik. Allí vi, entre otros, a Faemino y Cansado y todavía me duele la barriga cuando recuerdo aquella función de la risa maríaluisa que me entró viendo a esta pareja de extraterrestres del humor. Tras la iglesia neogótica que dice la Wikipedia, existía un patio con cipreses y un busto de Viera y Clavijo. Era un sitio perfecto para abastraerte del espíritu abúlico de esta capital de provincias pero no sé en qué estado se encuentra ahora, imagino que ruinoso como el resto del complejo. En la actualidad, no hay acceso posible a la recoleta plaza de los cipreces y mucho me temo que ya no tendrá ni cipreses ni el busto del pensador canario.

Si uno camina un poco más, se topará en la trasera del edificio varios escenarios al aire libre y una amplia explanada repleta de rabo de gato y una fauna variada de alimañas que parecen burlarse del pasado esplendor cultural que tuvo el Viera y Clavijo en unos años que ahora, cuando pienso en ellos, me resultan de los más anormales en estos tiempos de nueva normalidad.

Paseaba digo por los jardines que mantienen afortunadamente empleados del Ayuntamiento de la capital tinerfeña cuando Kala, que por naturaleza es bastante tímida, se aproximó a otro perro, atado éste a un banco en el que estaba sentado un caballero. Un tipo moreno y arrugado con una cerveza en la mano que me preguntó:

- ¿Sabe como se llama el perro?

- El mío Kala.- respondí.

El hombre, que estaba sentado bajo la sombra fresca de un laurel de indias, hizo un gesto de fastidio aunque percibí que también sonreía.

- No, no… el mío.

Negué con la cabeza.

- Sultán. Le puse Sultán porque me gsta el nombre.

Hablaba moviendo la mano en la que llevaba la lata de cerveza. Una lata verde.

- ¿Vive aquí?

Asintió.

- ¿Hay más gente?

Respondió que como unas catorce. Le dio un trago a la cerveza y me contó que vivía en un cuartito, con Sultán y dos gatos. Más tarde me dijo que vivía con una compañera pero no me lo dejó muy claro. Le pregunté, por el acento que tenía, de dónde era y dijo que argentino. De la provincia de Buenos Aires. Me contó también que estando en su país –aunque comentó que su pasaporte era italiano y por lo tanto miembro de la Unión Europea que se pierde– saltó a la calle con miles de compatriotas cuando Argentina ganó el Mundial de Fútbol de 1978 y que allí, en lo que fue el Parque Cultural Viera y Clavijo, residía gente de todas las nacionalidades. Los cubanos, los peores, me dijo. “Piden dinero si te hacen un favor”.

- No se dan cuenta de cómo vivimos los que estamos aquí. Solo piensan en dinero. Ya podrían volver a su país.

Los perros mientras tanto jugaban. Creo que Kala estaba a sus anchas porque Sultán estaba atado, así que se ponía a bromear con Sultán sin dejar de mover el rabo.

Le pregunté que dónde comía. Y me dijo que tenía un infernillo. ¿Y agua, tienen agua?. Había que ir a buscarla, señaló un poco fastidiado porque ya no le quedaba cerveza en la lata.

Cuando Kala se cansó de jugar, me despedí del caballero y caminé un poco más antes de abandonar aquel parque que una vez fue otra cosa. Y no, en ese momento no pensaba en la función de Faemino y Cansado.

La imagen que acompaña estas íneas está tomada de change.org.

Saludos, ruinas, solo ruinas, desde este lado del ordenador

El profeta de la basura

Miércoles, Abril 29th, 2020

Tengo la sensación en estos tiempos de confinamiento que hay que mantener buena cara ante la fatalidad si no quieres que te señalen con el dedo y te llamen “ciudadano”. O tío que no se cree esta corriente de buenismo dentro de la tragedia que les ha entrado a algunos. Si alguien conoce el valor de la resistencia en estos tiempos, incluso mucho antes de la expansión de la covid-19, es alguien que conozco y que vive en el barranco. Alejado de to’dios, que dice. Lo acompaña un perraco que impone respeto pero que resulta más bueno que el pan si no aprecia agresiones a su alrededor.

A este tipo barbado y que huele a pis me lo suelo encontrar bajo las escaleras que dan al barranco de Santos y como Kala, mi perra, y su perraco han hecho buenas migas, ya saben, tras olerse el culo se ponen a saltar y a correr como si se conocieran de toda la vida, mantenemos laaargas conversaciones en unos tiempos, los de la nueva normalidad, que parece que no quiere que la gente dialoge. Y si dialoga, que sea como telecharlas. Darle al bisté ya no será igual. Quieren borrar la tabarra de nuestro uso común.

“Se trata de un plan perfectamente estudiado”, me dice el profeta de la basura, Y pienso que si el hombre navegara por las redes sociales tipo Facebook, se hubiera tirado del puente Zurita hace tiempo. No sabe de la que se libra. Facebook, últimamente, me parecen perjudicial para la salud. Demasiado narcisismo. Eso sí, nadie muestra de verdad la desnudez de su alma, lo que equivale a que ninguno de ellos tiene dos dedos de frente. Me pregunto si…

Lo que me cuenta este profeta de la basura es que ahora todo es chachi, popi, siempre y cuando no cuestiones lo que está pasando. Vamos, que te rebeles, que quieras ir a la contra. El profeta de la basura –basurilla escuché que lo llamaba el otro día un vecino desde la ventana de un cuarto piso– me dice que a él siempre se le hizo difícil responder a cualquier tipo de autoridad “porque nací y me crié en una familia donde me enseñaron a vivir y dejar vivir. Hoy parece que no te dejan vivir si rechistas”.

En esa estábamos, alegando mientras los perros juguteaban por el fondo del barranco cuando comenzaron los avisos sonoros del guasap, lo que molestó bastante a mi acompañante que estaba reclinado en una roca mientras tiraba piedras a los lagartas. Mogollón que había a esa hora de la mañana, de sol inmenso y cielo azul, profundo azul celeste.

Le dije que estaba un poco confundido ya que veía a conocidos a los que respetaba hasta el dìa de ayer mostrando una faceta que reducía su singularidad como gente pensante. Todos, le comenté, o casi todos, se han plegado a obedecer la consigna de un sistema que insiste en que aquí no pasa nada, salvo los muertos que cosecha la enfermedad. La nueva normalidad volverá a reinstaurar lo que tan alegremente desperdiciamos cuando todo era solo normal.

“Eso dicen pero es mentira”, responde el profeta. “Casi todos seremos, en cualquier caso, más pobres y probablemente más infelices”.

Se rasca su barba, que crece desordenada bajo la nariz y en torno a los labios.

“Primero lo que tienes que hacer es relajarte”, dice sorbiéndose los mocos, “y continúa metiendo el dedo en la llaga. Que no lo hagan los demás por comodidad, por miedo, por papanatismo es cosa de ellos. Lo tuyo es seguir insistiendo y denunciando cuando obra, lo que está pasando”.

Confieso que no entendí demasido lo que quería expresar pero cerré la boca intentando digerir sus palabras. Los perros correteaban ahora por una ladera del barranco, metiendo sus hocicos entre las piedras buscando roedores o lagartos.

El profeta continuaba hablando pero ya no le prestaba mucha atención. Cerré los ojos e incliné la cabeza para recibir de lleno los rayos del sol. Ese agradable calor que parece que lo sana todo. El profeta de la basura dio un silbido y escuché el trotar de los perros dirigiéndose hacia nosotros. Cuando abrí los ojos, Kala moviendo el rabo manifestaba una felicidad que también le salía por los ojos. Daban ganas de achucharla.

- Hasta mañana.- me dijo el profeta de la basura.

Le dije adiós con las manos y salí del barranco acompañado de Kala, que no dejaba de mover el rabo.

Saludos, lo encontrarán allí…, desde este lado del ordenador

Se acabó lo que se daba

Martes, Abril 28th, 2020

Encontré las dos jarritas en un puesto del Rastro de la capital tinerfeña. Fue en aquellos días donde podías navegar en marea de gente y salir a la calle sin mascarillas ni guantes en las manos. Otros tiempos que no sé ya si volverán.

Lo que me llamó la atención de aquellas dos jarritas fue que estaban decoradas con simbología masónicas. Por un lado, la escuadra y el cartabón cruzado y la siguiente leyenda:

“Happy to Meet
Sorry to Part
Happy to Meet
Again

Por el otro:

Olde English Night
Sutton Pilgrims Lodge
No. 7780
Bro. R. D. Hughes
19th February 1983.

Las jarras, porque se tratan de dos jarras, pertenecieron al hermano R. D. Hughes pero no cuento con más información sobre su anterior propietario salvo la muy escasa que he logrado recoger en Internet.

La logia existe y cuenta de hecho con una estupenda página en la web pero no he encontrando información fidedigna de quién fue el hermano Hughes, ni cómo diablos terminaron estos dos objetos personales en el Rastro de Santa Cruz de Tenerife aquellos domingos que ya no sé si volverán.

Las jarras ocupan ahora un espacio privilegiado en una de mis bibliotecas y de vez en cuando paso el rato limpiándolas y observándolas con interés. Muchos se preguntarán la razón pero es que encontrarlas significó para mi un momento bastante especial. De hecho, lo mantengo aún grabado en la memoria. Esto no quita que quiera saber quién fue su anterior propietario, cómo era como persona más allá de que fuera libre y de buenas costumbres.

Me gusta imaginar que R. D. recaló en Tenerife para disfrutar de su jubilación y que no cortó sus contactos con la logia porque se sabe que en el sur de la isla donde vivo trabajan algunos talleres en inglés, al estar formado mayoritariamente por personas de este país hoy desgraciadamente tan mal gobernado.

Es una hipótesis que no me quita demasiado el sueño, aunque si tuviera la imaginación de antes podría articular todo una historia más próxima a la leyenda que a la realidad.

A lo largo del día de ayer, y no me preguntes la razón porque ni yo mismo lo sé, me pregunté otra vez quién sería el hermano Hughes. Y si dejó familia, alguien que pudiera resolver un misterio que no resulta tan pequeño porque todos somos bastante grandes a nuestra manera.

¿Qué aficiones tendría R. D.?, ¿le gustaría comer y beber?, ¿el fútbol?, ¿Dar paseos? ¿Estaría casado o sería soltero?, ¿tendría perro?

En fin, ese tipo de cosas. Y su edad, por supuesto.

Encontré estas jarras, dije, antes de que estallara la crisis de la Covid-19 y que el Estado decidiera confinarnos en nuestras casas para que la epidemia no se expandiera.

Escribiendo estas líneas y con las jarritas sobre la mesa me resulta extraño pensar que llegaron a mis manos en otro tiempo. Un tiempo que ya no volverá. Me pregunto si tendrán el mismo destino cuando deje de estar presente, si acabarán en un puesto del Rastro donde las encontrará otra persona que desconocerá el pasado que aguantan estas jarritas de cristal decoradas con símbolos masónicos.

Cierro los puños, estiro los dedos de la mano, vuelvo a cerrar los puños. He concluido hace unos días que no merece seguir la actualidad de la enfermedad que monopoliza informativamente los medios y las redes sociales, donde santones de todo pelaje escriben y otros vomitan sus neuras para sonrojo de los que todavía pensamos que estamos vivos.

Salgo a la calle a pasear a Kala con la esperanza de que todo fue un mal sueño. Y me doy cuenta que como la mayoría soy un conservador, alguien que desea que todo siga como antes. Si el progreso era esto, la verdad es que te lo regalo. Entre lo que me calma, entre lo que me recuerda que todavía merece la pena seguir adelante aunque muera y muera gente por culpa o no de la enfermedad, están las jarritas misteriosas que me encontré hace un tiempo que no volverá en el Rastro de la capital tinerfeña. Entonces nada auguraba este cambio radical en las cosas y en las relaciones.

Las amistades que se mueren desangradas y que no sirvieron de nada.

Te das cuenta ahora gracias a esa extraña lucidez que provoca el confinamiento.

Saludos, se acabó lo que se daba, desde este lado del ordenador

De Las Palmas a Dakar, un libro de Eduardo Suárez Socorro

Lunes, Abril 27th, 2020

Más allá de lo estrictamente literario, el interés que puede suscitar un libro como De Las Palmas a Dakar (Ediciones Baile del Sol, 2020), que firma Eduardo Suárez Socorro, es su carácter de rareza en el actual panorama literario que se escribe en Canarias. O al menos en la producción narrativa reciente que se está produciendo en las islas.

Este libro tiene algo también de literatura que mira más allá de su entorno y aprovecha su itinerario por otras geografías para tomar el pulso a unos años que resultan fundamentales para entender la segunda mitad del siglo XX

De Las Palmas a Dakar recoge las memorias del empresario Eduardo Suárez Socorro, uno de esos personajes cuya vida parece sacada de una novela de aventuras y no de la realidad.

Una realidad durísima que, leyendo estas páginas, forjó el carácter de un hombre que supo superar rencores y otras trampas con las que solemos manipular nuestro pasado con el fin de adecentar nuestro presente.

Sorprende por eso en estos recuerdos la lúcida inocencia que en ocasiones desgrana para describir algunos de los capítulos más intensos de su periplo existencial y la manera con la que se enfrentó ante las adversidades para convertirse en un hombre que transita respetando a los demás pero sobre todo a sí mismo.

Antes de dar inicio a este repaso existencial, a esta aventura por vivir apasionante y por ello tan aleccionadora para lectores de todo pelaje, De Las Palmas a Dakar advierte que fue redactado “tal y como salían de mi memoria” y avisa que “aunque he procurado poner en orden mis recuerdos, en algunos momentos su lectura puede dar saltos en el tiempo”.

Estos “saltos” como los llama, no interrumpen ni van en detrimento sino que ofrecen una mayor perspectiva de una vida que hace pensar que aquellas generaciones, las que padecieron la postguerra de “nuestra” Guerra Civil, fueron labradas con otra pasta. Libros como éste hacen creer que, efectivamente, aquellas generaciones se forjaron con el material con el que están hechos lo sueños. Un espíritu que los alienta y que los acostumbra a los reveses del destino.

Por singular, esta es una clave que hace tan necesaria la lectura de libros con estas características en estos tiempos que vivimos, invadidos ahora por el miedo a una enfermedad que amenaza con trastocar el mundo que conocíamos antes de su sorprendente propagación.

De Las Palmas a Dakar comienza en la capital grancanaria, ciudad en la que su padre, diputado comunista durante la II República, muere fusilado por las tropas rebeldes. Ser hijo de rojo marcará los días del protagonista hasta que, a finales de los años 40, su madre vende sus pertenencias para emigrar a Venezuela a bordo de un velero que, sin embargo y por lo complicado de la travesía, tiene que atracar en Dakar donde el protagonista se queda a vivir durante 18 años con su madre y su hermana. Con el paso del tiempo, contraerá matrimonio y pondrá en marcha algunos negocios.

De Las Palmas a Dakar ofrece una interesante visión de la capital de Senegal durante la colonización francesa, de cómo vivía la colonia europea allí radicada y su relación con la población nativa.

El libro destaca por su robusto humanismo y transmite al lector las sensaciones que invaden a su protagonistas a medida que van sucediéndose los capítulos que recuerda de su vida. Una vida salpicada de golpes, muchos inesperados durante sus años de aprendizaje y que contribuyeron a fraguar su carácter, mirar de frente, y a exigir lo mismo en sus relaciones con los demás.

De Las Palmas a Dakar adquiere también un interesante valor como documento histórico al desgranar sus experiencias no solo en este país africano sino también en otros del área y que el autor describe con los ojos del que estuvo allí.

Las memorias, que previamente se editaron en francés, dan un atractivo retrato de un hombre y su época. Una mirada que no tiñe de nostalgia porque son retratos de una vida.

El libro, que no plantea desequilibrios de ningún tipo, es notable por franco desde el principio hasta el final y se lee con celeridad mientra se desentrañan los momentos más intensos y productivos de alguien con mucho mundo, y que da lecciones para entender África o al menos parte del África occidental, conviviendo, conociendo a sus gentes. La mayoría, dice a modo de conclusión y con independencia de su credo y raza, hombres y mujeres que quieren vivir. En definitiva, esta es una memoria que parecen pero no es, una novela.

Saludos, seggíamos confinados, desde este lado del ordenador

Demandas de la mesa sectorial de las artes escénicas y la música de Canarias

Viernes, Abril 24th, 2020

Se reproduce a continuación un conjunto de demandas que presenta la autodenominada mesa sectorial de las artes escénicas y la música de Canarias. Un paquete de medidas para paliar los efectos que la crisis de la Covid-19 ejerce en el mundo de la cultura y en concreto en los sectores que representan los firmantes de este manifiesto:

“Los profesionales de la Cultura servimos a la ciudadanía en su tiempo de ocio y por ello, algunas veces, se confunde nuestra actividad con algo que ni tan siquiera es importante. Pero es innegable que las manifestaciones artísticas, como uno de los grandes pilares en que se fundamenta la CULTURA, han estado presentes a lo largo del desarrollo de la humanidad de una forma casi universal. Como apuntaba Albert Camus:

“Sin la cultura, y la relativa libertad que ella supone, la sociedad, por perfecta que sea, no es más que una jungla”

La Cultura propicia la difusión de valores ligados a la cohesión social, a la comprensión del momento histórico que atraviesan sus gentes, sus anhelos, necesidades y contradicciones. Es, sin duda, un instrumento básico para el desarrollo social y la transmisión de los valores democráticos. Genera riqueza y trabajo, es un servicio publico indispensable para una sociedad equilibrada y plenamente desarrollada.

Ante la delicada situación presente, la Cultura, desempeña un papel aglutinador de un gremio históricamente disperso, pero con una función social y cultural importante y contrastada históricamente, tanto desde el ámbito artístico como pedagógico.

Desde el espacio de la Cultura, se nos hace necesario reivindicar la necesidad que las diferentes instituciones vean y consideren a la Cultura como un sector estratégico y un bien de primera necesidad. En este sentido, celebramos el anuncio, por parte del Ministerio de Cultura, de aprobar la declaración de la Cultura como Bien de Primera Necesidad.

Desde que se declarase el estado de alarma el mundo de la cultura no ha dejado de movilizarse, y nosotros no hemos sido una excepción. Desde estas lineas queremos transmitir, en primer lugar, a la administración pública nuestra voluntad permanente de colaboración con los planes que se implementen para superar esta grave crisis social y económica. Por eso, las diferentes asociaciones profesionales y empresas del ámbito cultural en Canarias estamos trabajando en una mesa sectorial conjunta (a la que por el momento se ha sumado de manera testimonial Canarias Cultura en Red) desde donde se esta realizando un gran esfuerzo con el objeto de crear acuerdos y soluciones.

Esta mesa de diálogo que aglutina a la práctica totalidad de la industria de las Artes Escénicas y la música en Canarias, ofrece toda su experiencia a las administraciones publicas, representadas en el Gobierno de Canarias, Federación de Islas (FECAI) y Federación Canaria de Municipios (FECAM), que a día de hoy siguen actuando por su cuenta, para que, de manera solida y argumentada perciban la Cultura como un bien de primera necesidad, evitando así el fácil remedio, con tintes publicitarios, de desviar los presupuestos de
Cultura a otros fines, también sociales como el nuestro.

Es importante refrescar la memoria sobre la realidad desfavorable que padece la Cultura desde hace doce años. Desde el comienzo de la crisis económica de 2008, con un recorte acumulado en los presupuestos de la Comunidad Autónoma de Canarias en el periodo 2008-2018 de un 75%, mermando en gran medida el poder adquisitivo del tejido cultural Canario. Queremos dejar constancia de que, a pesar de la moderada recuperación económica de los últimos años, no se han conseguido los niveles presupuestarios anteriores al 2008 y, mucho menos, la cuota del 2% del presupuesto de la Comunidad Autónoma, que ha sido una reivindicación histórica del sector de la Cultura en Canarias.

Este año 2020, en que, por primera vez, desde 2008, los presupuestos de la Comunidad Autónoma parecían que daban un respiro, con un repunte esperanzador de las partidas presupuestarias, se desata una inesperada pandemia que no solo borra la ilusión de un cambio en positivo, sino que hunde en la desesperación a un sector con mucho desgaste

La Cultura es un bien de primera necesidad, es un error considerar al sector de la cultura como un lujo, y no como lo que es en realidad, o sea, un bien de primera necesidad. Así lo avalan otros países de la Comunidad Europea, poniendo a su disposición medidas para proteger el tejido cultural de sus Estados, como es el caso de Alemania y Portugal entre otros.

Algunos datos económicos, que consideramos relevantes para tomar conciencia de la dimensión del sector cultural están recogidos en el ultimo Anuario de la Sociedad General de Autores y Editores, publicado el año pasado, que reveló que el consumo cultural en la música, artes escénicas y audiovisuales en Canarias fue, en 2018, superior a la media nacional, registrándose un incremento del 3,8% en numero de representaciones y en recaudación y de un 4,5% en volumen de espectadores.

Por otra parte, y según datos recogidos en la ultima edición del Anuario de Estadísticas Culturales del Ministerio de Cultura, publicado en 2019, la industria cultural canaria posee algo mas de 5.000 empresas que generan mas de 26.000 puestos de trabajo directos e indirectos, casi el 3% del empleo total de las islas, lo que significa una aportación del 2% al PIB de la Comunidad Autónoma.

Estos datos identifican al sector como garante de empleo de futuro, de contribuir con la economía canaria a través de los impuestos y sobre todo, de proveer a la ciudadanía de contenido cultural y de ocio.

La Unesco en su documento “Textos fundamentales de la convención de 2005 sobre la Protección y la Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales”-, expresa en su articulo 7 Medidas para promover y proteger las expresiones culturales, en el punto 2 dice: “ Las Partes procurarán también que se reconozca la importante contribución de los artistas, de todas las personas que participan en el proceso creativo, de las comunidades culturales y de las organizaciones que los apoyan en su trabajo, así como el papel fundamental que desempeñan, que es alimentar la diversidad de las expresiones culturales”.

No podemos pasar por alto, tampoco, que la OMS ha recomendado incluir Arte y Cultura en el marco de la atención sanitaria ya que dicha organización internacional llego a la conclusión, tras realizar los estudios pertinentes, que la música, el arte y las actividades culturales “producen grandes beneficios para nuestro cuerpo y nuestras emociones”, tal como se ha puesto de manifiesto en el transcurso del confinamiento que estamos experimentando.

Ademas, también queremos poner en valor que la comunidad internacional ha reconocido que la Cultura es un motor fundamental para hacer posible el objetivo de la sostenibilidad en una sociedad que se plantea firmemente un nuevo paradigma social y el objetivo de un planeta mejor.

Para que esto pueda ser llevado a cabo, estamos actualmente trabajando desde la citada mesa sectorial en la que, de manera conjunta, buscamos soluciones. De esta colaboración, extraemos este acuerdo de mínimos que afecta, por igual, a todo el sector de la cultura, y que proponemos a las distintas Administraciones:

1.1. Plan Canario de la Cultura.

Ahora mas que nunca necesitamos de una herramienta que dote al sector de un plan de acción, de ejes sobre los que trabajar e implementar nuevas energías y de base al tejido cultural canario.

1.2. Pagos en tiempo y forma según procedimiento administrativo.

Tan necesario es trabajar como recibir la contraprestación del mismo, por ello, es de vital importancia que se busque la formula para que el tiempo de pago a estos servicios culturales no sean eternos, sino que sean en tiempo y forma, ya que es fundamental para la estabilidad de las empresas.

1.3. Crear un fondo de compensación económica para otorgar una renta básica temporal a los trabajadores de la cultura con profesionalidad y experiencia demostrable (actores, bailarines, músicos, técnicos, narradores orales, artistas del circo, gestores culturales, etc) que no sean Empresa ni autónomos.

1.4. No perder las consignaciones presupuestarias para programación cultural, actividades formativas, encuentros profesionales,residencias, producción y cualquier otra actividad vinculada a la Cultura de los Ayuntamientos, Cabildos y Gobierno de Canarias. Se pide el aplazamiento de las contrataciones fijadas y que los presupuestos para Cultura no se destinen a otros fines.

1.5. Acompañamiento empresarial por parte del Gobierno de Canarias sobre mecenazgo cultural.

Reconocimiento social a las empresas. Proponemos apelar a la responsabilidad social y cultural de las empresas creando un sello de calidad y ofreciéndoles la oportunidad de aumentar su visibilidad y prestigio uniendo su marca a un evento o proyecto cultural.
1.6. Solicitar al Gobierno de Canarias que ponga en contacto a esta Mesa Sector como representantes del Sector Cultural, con los responsables de la toma de decisiones al respecto de las medidas sanitarias para el desconfinamiento en Canarias. La finalidad es transmitirles las singularidades del sector y mediar sobre el protocolo de uso de los productos culturales.

1.7. Exenciones y rebajas en las cotizaciones de autónomos y pymes.

El día de la recuperación en el sector esta por llegar, aunque sera tarde. Esto hará necesario una ayuda extra hasta que podamos realizar el trabajo en condiciones estables. En este sentido, se debería estudiar también la prolongación, en los casos necesarios de los ERTES, hasta que se consiga el grado optimo de actividad cultural.

1.8. Bonificaciones en las cuotas de seguridad social de trabajadores asalariados.

Estas medidas deberán ser consensuadas por las diferentes áreas de la administración que tengan competencias sobre las mismas. Entendemos que sin este acuerdo transversal seria una quimera su implementación.

Entendemos la complejidad del momento actual y estamos abiertos a matizar, ajustar y explicar todo lo que se solicita, pero con toda humildad anunciamos que, si nuestras administraciones publicas no asumen lo que aquí se propone, la subsistencia del sector cultural en Canarias estará en grave peligro”.

FIRMAN MESA SECTORIAL DE LAS ARTES ESCÉNICAS Y LA MÚSICA DE CANARIAS

● Asociación Canaria de Narración Oral (TAGORAL)
● Asociación de Artistas del Movimiento de Canarias (PiedeBase)
● Asociación de Empresas de Artes Escénicas de Canarias (Replica)
● Asociación de la Industria Musical Canaria (AIMCA)
● Asociación de Profesionales de la Gestión Cultural de Canarias (APGCC)
● Asociación de Profesionales de la Música Clásica (ASPROMUC)
● Asociación de Profesionales del Circo de las Islas Canarias (APCIC)
● Asociación Profesional de Técnicos de Las Artes Escénicas de Canarias
(APTEACAN)
● Asociación Sindical Unión de Actores y Actrices de Canarias (UAC)
● Clúster Canario de la Música.

(*) La imagen está tomada de Don Galán. Revista de invetigación teatral

Saludos, ¿calima?, desde este lado del ordenador

Los editores recomiendan… (1)

Jueves, Abril 23rd, 2020

Este jueves es 23 de abril, un día marcado al rojo y no por ser festivo precisamente, en el calendario de los que leen, de los que escriben y de los que editan.

Los libros alimentan el alma. Como decía el escritor argentino Jorge Luis Borges: “De los diversos instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el libro; todos los demás son extensiones de su cuerpo… Sólo el libro es una extensión de la imaginación y la memoria”. Y memoria, mucha memoria, es la que se necesita para resistir y recordar estos días cuando salgamos de ésta.

Para poner algo de dulce a una fecha que, este año, pasará tristemente desapercibida por la pandemia que nos ha confinado en casa, quisimos que algunos expertos en libros nos brindaran sus recomendaciones para pasar estos días. La encuesta, que tendrá continuación la semana que viene pero con preguntas que se centran en cómo la crisis ha terminado por afectar al sector, se realizó no entre escritores ni lectores sino entre los que hacen posible la publicación de los libros en el archipiélago.

Son los editores, hombres y mujeres que están ahí pero que apenas conocen los lectores y que sin su esfuerzo y constancia, a su sacrificio también, hacen posible que en Canarias se edite y en la mayor parte de las ocasiones se edite muy bien.

Lo que debe quedar claro es que sin ellos muchos narradores y poetas de las islas que publican en la actualidad en sellos nacionales no habrían visto sus primeras obras publicadas.

En estos días extraños, de aislamiento, de quedarse en casa, los libros son una extraordinaria alternativa para evadirnos, hoy más que nunca, de esta realidad que parece salida de una pesadilla. Así que leer, como decía el poeta nicaragüense Rubén Darío: “es fuerza, es valor, es alimento; antorcha del pensamiento y manantial del amor”.

En las cuestiones que les propusimos a los editores se planteó que recomendaran libros de su propio sello editorial y de otros canarios, así como que indicaran qué están leyendo en la actualidad para llenar el vacío de tantos días de confinamiento.

Las editoriales consultadas, y que nos disculpen las que no aparecen, están radicadas en Tenerife, Gran Canaria, Lanzarote y La Palma, un abanico lo suficientemente amplio para tomar el pulso de un sector que no lo está pasando demasiado bien estos días. Esto se traducirá en la próxima entrega de un reportaje que hoy solo quiere celebrar un Día del Libro muy pero que muy especial.

Ediciones La Palma es una de las editoriales más veteranas del panorama editorial canario. Al frente de Elsa López y bajo el nombre de la Isla en la que vive y a la que promociona su nombre más allá de las fronteras insulares, Elsa López recomienda entre otros títulos Vestidas para un baile en la nieve de Monika Zgustova (Galaxia Gutenberg); Fabulosas y rebeldes de Joanna Bonet (Destino); Primavera sombría de Unica Zürn (Siruela); Elevación de Stephen King (Suma) y La invitada de Simone de Beauvoir (Pocket Edhasa).

De su editorial escogería “poesía, mucha poesía para mantener la calma, los pies en el suelo, y, sobre todo, la armonía necesaria para sostener el alma alerta. Volvería a mis clásicos, a la colección Retorno, por ejemplo y a poetas como José Hierro, Claudio Rodríguez, Valente, Sánchez Robayna (he vuelto a releer su Días de aire y cumple los requisitos enumerados más arriba), Chantal Maillard, Pino Betancor, etc”.

En cuanto al libro que se encuentra leyendo ahora: Los peces de la amargura de Fernando Aramburu.

El Centro de la Cultura Popular Canaria (Tenerife) es otra de las editorial más veteranas del Archipiélago, lleva en activo desde 1980, lo que significa que celebra este 2020 su 40 aniversario. Lástima que la propagación del virus haya hecho imposible, aunque solo de momento, que la editorial celebre como se merece todo este tiempo de dedicación a la cultura y en concreto a la cultura de las islas. Remedios Sosa forma parte del Centro de la Cultura Popular Canaria (CCPC) prácticamente desde sus comienzos y simultanea esta labor con la de presidenta de la Asociación de Libreros de Santa Cruz de Tenerife. Otro sector, el de los libreros, al que la crisis del Covid-19 ha provocado un daño que parece irreparable.

Respecto a lecturas, Remedios Sosa opina que eso depende de cada persona. “Depende del momento que atraviesa uno, de sus vivencias. Así que si se tiene en cuenta que hay muchos más no lectores que lectores, la recomendación es que prueben, que esta crisis es una oportunidad para descubrir el interés del libro, el disfrute que te da el libro, la percepción del mundo y de la vida. Nadie discute que el libro es el vehículo fundamental para hacer posible un pueblo con altos niveles educativos y culturales y por tanto una auténtica Democracia”.

Y en cuanto a qué libro está leyendo ahora, Sosa recuerda que el CCPC “lo formamos un buen número de personas, con lecturas variadas, de calidad, tanto del CCPC como de otras editoriales. Lo importante es que el libro, el pensamiento, el ensayo, la novela, la poesía… siguen siendo armas poderosas, ahora para una minoría pero con la esperanza de que se haga mayoritario”.

Zebensui López Trujillo, de Le Canarien Ediciones (Tenerife) selecciona de Idea el último libro de Paco García-Talavera, Guanches ayer, hoy canarios, “un interesante trabajo sobre la formación de la identidad canaria y su aporte indígena” y de Aguere, “del amigo Ághel Morales, al que hecho de menos porque siempre nos veíamos en el Mercadillo de La Matanza donde tiene un puesto de libros, Generación 21”.

Zebensui López escoge también de DelMedico ediciones, “cualquiera de los magníficos poemarios de Manuel Pérez Cedrés” y de Baile del Sol, “sin duda, Los amores cojos de María Paz. Sublime”. En su selección destaca además de Mercurio, la biografía de Nicolás Estévanez, obra de Nicolás Reyes. “La tengo a medias, pero el personaje es espectacular” y de Canariasebook, “un libro muy original y divertido es La Cocina Canaria de Eleuterio Marrero”.

Otros libros que menciona son La Cueva de las Mil Momias (Herques) y del catálogo de LeCanarien Guanches. Tiempos de Guerra, de Pepe Tejero, “una novela trepidante sobre la conquista de Tenerife”; Mujeres Canarias, quince pequeñas biografías de canarias relevantes, acompañadas de las ilustraciones de Víctor Jaubert y César de Arena y Sal, relato homenaje de Juan Cruz a Manrique, ilustrado por Roberto F Perdomo.

Zebensui López explica que acaba de releer El viejo que leía novelas de amor, de Luis Sepúlveda, “una lectura absorbente” y por su formación como historiador Abogados contra el Franquismo, de Irene Díaz, Claudia Cabrero y Rubén Vega.

El editor Ánghel Morales de Ediciones Aguere (Tenerife), que trabaja desde 2003 con Ediciones Idea, recomienda de su editorial una novedad reciente y un título que apareció el año pasado: La Sorriba, de Cecilia Domínguez Luis y Felisa en su mudanza, de María Candelaria Pérez Galván. De la “competencia” aunque todos los editores coincidieron en que no existe competencia entre los que se dedican a esta labor en las islas, escogió un libro de investigación sobre un lagunero ilustre, Picar Morales, de Juan Francisco Santa Domínguez y que edita Mercurio (Gran Canaria).

Por último, Morales señaló que estos días “estoy leyendo mucho, pero acabo de empezar un libro del Premio Nobel (1955), Halldor Kiljan Laxness, que lleva por título Gente independiente”.

ATTK editores (Gran Canaria) es la primera editorial digital de Canarias, la dirige Guadalupe Martín Santana, lectora y cinéfila. Sus recomendaciones se escoran por “defecto profesional” a libros que se encuentran en versión digital con el fin de que los interesados puedan “fácilmente acceder a ellos”.

Sus títulos son Palabras del otro lado, del escritor peruano Alonso Cueto, novela ganadora del II Premio de Narrativa Alcobendas y ya de su editorial, ATTK, “pues el último publicado en la editorial el pasado 24 de marzo, Saber decir adiós, de la escritora Rebeca Miranda” y título que “adelantamos en el calendario precisamente para aportar nuestro granito de arena a hacer más llevadera esta cuarentena”.

Guadalupe Martín Santana comenta que hace poco terminó la novela corta El estupor de los atlantes, de Nicolás Melini y que inicia ahora Una letra femenina azul pálido, de Franz Werfel.

Tito Expósito lleva al frente de Baile del Sol (Tenerife) desde que la editorial se puso en marcha en 1992. Al plantearle la pregunta responde que “los gustos lectores son muy personales, creo que cada uno debe acercarse a aquello que más le interese y le entretenga, que en un momento dado puede ser una novela negra y dentro de un rato nos acercamos a un ensayo”.

Para Tito Expósito “todo depende del momento, la persona que lee, leerá siempre uno o más libros a la vez y su elección dependerá del instante en el que se encuentre”.

El editor, que en su día fue también un activismo faneditor, supera estos días de confinamiento con la lectura de Los colores del incendio, de Pierre Lemaitre.

El editor de Mercurio Editorial (Gran Canaria) es Jorge Liria quien explica que “desde mi posición como editor es muy complicado recomendar lecturas específicas, pues para un editor todos sus autores y autoras son iguales. De cara a la calle un trato preferente en este sentido sería injusto para el resto”.

Sobre las lecturas a las que recurre para pasar estos días de incertidumbre, Jorge Liria dice que tiene sobre la mesa “una montaña de libros que forman parte de la bibliografía de un libro que estoy finalizando como autor, El Valle de la Discordia. Un trabajo sobre el Valle de los Caídos tras finalizar hace tiempo la parte documental”. Jorge Liria lleva trabajando en esta obra “unos tres años” y comenta que “estaba previsto que saliera a la luz en marzo” pero con la crisis calcula que “salga hasta junio, como mínimo”.

María Jesús Alvarado y Juan Ramón Tramunt son los responsables de la editorial Puentepalo (Gran Canaria), que lleva en activo desde 2001.

Los libros que recomiendan de su editorial son “cualquiera de la nueva colección de Poesía a quien le guste este género” pero coinciden al apuntar que se les hace difícil elegir de otras editorial canarias aunque puestos a escoger mencionan Stoner (J. Williams) de Baile del Sol; El río que desafía al desierto (J. Naranjo), de Azulia; Qué haría yo sin la música (Eduardo González Ascanio), de Idea; Antología de cien escritoras canarias (M.C. Reina) publicado por Mercurio; o Lancelot 28º-7º (de Agustín Espinosa), primera publicación de la nueva editorial Itineraria.

“Hay en las islas muchas más editoriales que las que se cree y muchos autores con textos de buena calidad. Pero para elegir bien hay que tener la oportunidad de acceder a ellos, de ahí la importancia de su difusión y distribución”.

Los libros que les acompañan durante el confinamiento son, en el caso de J.R. Tramunt, Landrú, de Pierre Garnier (Ed. Rodegar) y en el de María Jesús Alvarado Todo quedará en la sombra, de Ana Mª Alonso Fdez-Aceituno, obra que fue ganadora del premio de novela Benito Pérez Galdós.

El editor de Siete Islas (Lanzarote) Ismael Lozano recomienda de su sello Todo aquello que nunca te dije de Miguel Aguerralde; El pacto de las viudas de Víctor Álamo de la Rosa; La puerta de la jaula de Santiago Gil y Órzola de Ismael Lozano Latorre. En cuanto a la lectura con la que combate la rutina de estar en casa, acaba de terminar Malaherba de Manuel Jabois.

Elena Morales lleva al frente de Escritura entre las nubes (Tenerife) desde mayo de 2014 y ha publicado desde entonces más de una centena de títulos. La también escritora explica que la crisis no ha sido obstáculo para que promocione libros que recientemente ha publicado su sello como Haya y Haya. Para los más pequeños, de Héctor José Rodríguez Riverol, ya que su ilustrador, Ivanevsky, enseña a dibujar los personajes de la obra en varios vídeos tutoriales de su canal de Youtube, que cuenta con más de 114.000 suscriptores.

“Visualizar los vídeos es una magnífica actividad para la familia ya que además de recrearse con las aventuras de Haya, se trata de una obra ideada para ayudar a superar los miedos”. Escritura entre las nubes se ha comprometido mientras dura el confinamiento a que los lectores descarguen gratuitamente en pdf otros libros de la editorial como Optimist Nautilus y Optimist Nautilus II. La misteriosa Isla perdida, de Antonio José Arderíus Baca-Balboa.

El hobbit Anotado es el libro que Elena Morales está leyendo en estos momento. Se trata de la obra de J.R.R. Tolkien, anotado por Douglas A. Anderson. “Es una edición maravillosa porque al mismo tiempo que nos presenta la aventura de Bilbo Bolson, en realidad, es una suerte de manual sobre Tolkien, que comenta al detalle su proceso de escritura y reescritura, así como la historia del propio libro. Un volumen ideal para desconectar de la actualidad en la que estamos inmersos”.

Al frente de DelMedio Ediciones están Emilia Vié y Manuel Pérez Cedrés, quienes recomiendan la lectura de poesía, género por el que apuesta la editorial. “Puede ser una gran compañera en esta cuarentena”. Seleccionan de su sello La memoria del cuerpo, El cielo habla con los árboles de la noche y Perdona, ¿tienes fuego?

Los editores creen que este es un buen momento para leer en familia con el fin de acercar la lectura “a los más pequeños de la casa”. La editorial cuenta con un notable surtido en el que se encuentran títulos como Lía y Lucía y El camino a la montaña mágica que “pueden ser grandes compañeros de aventuras de los más pequeños”.

En cuanto a las lecturas con las que los editores ocupan el confinamiento se encuentran Biología del presente, de Sergi Torres y David del Rosario; Tierra, de Eloy Moreno; En defensa de la conversación, de Sherry Turkle y Quiero escribirte esta noche una carta de amor, de Ángeles Caso.

¿Y LOS LIBREROS?

La presidenta de la Asociación de Libreros de Santa Cruz de Tenerife, Remedios Sosa, ha reclamado a las administraciones un plan específico para reactivar el sector. En la actualidad, dijo en declaraciones a la agencia Efe, algunos librerías amenazan con el cierre de la actividad porque están “a cero ingresos”.

Remedios Sosa indicó que, en general, tanto las librerías como las editoriales están pasando un periodo “tremendamente difícil” debido a los recortes aplicados al ámbito de la cultura, la más castigada desde la anterior crisis económica y que si a esta situación se añade el cierre de actividad establecido por el decreto del estado de alarma la impresión es que este periodo traerá “bastantes consecuencias” a las librerías. Otra de las dificultades que afronta el sector es la suspensión de las ferias del libro y, por lo tanto, “la posibilidad de recuperar ingresos”.

Remedios Sosa insta a la creación de un modelo específico de ayudas para el sector, que ya había quedado bastante grave con la crisis económica, lo que se tradujo con el cierre de varias librerías como La Isla y El Paso, entre otras, en la capital tinerfeña.
De momento, la Asociación que preside está recabando datos entre las librerías de la provincia para determinar cuántas han solicitado aplicar un ERTE.

¿Y LA FERIA DEL LIBRO?

A finales de mayo, y coincidiendo con el Día de Canarias que, presumiblemente este año se suspenderá o cambiará de fecha, el parque García Sanabria solía animarse con la Feria del Libro de Santa Cruz de Tenerife, la gran cita de los libreros de la isla y el encuentro –en uno de los más hermosos pulmones de la ciudad– de los lectores con los autores. Este año, no obstante, y tras la declaración del estado de alarma y la recomendación de quedarse en casa mientras se combate contra el Covid-19, los organizadores de la Feria en las dos capitales canarias anunciaron hace unas semanas que su celebración quedaba en suspenso. De momento se barajan fechas, entre ellas las del puente de la Constitución con el de la Inmaculada pero no son concluyentes ya que todo depende de la evolución de la batalla contra el virus y de cómo quedará el panorama laboral del sector tras el huracán de una pandemia que no termina de estabilizarse.

Saludos, yo aún recuerdo…, desde este lado del ordenador