Archive for Marzo, 2019

Cuando gritan los muertos, de Paco Gómez Escribano, Premio Ciudad de Santa Cruz de Tenerife Noir 2019

Domingo, Marzo 31st, 2019



Cuando gritan los muertos
(Alrevés editorial, 2018), de Paco Gómez Escribano fue la novela ganadora del Premio Ciudad de Santa Cruz, que entrega Tenerife Noir en su cuarta edición, la quinta del galardón. De esta manera, el Festival Atlántico de Género Negro reconoce a la mejor novela negra publicada en España en idioma español durante el año previo a la celebración de este encuentro anual en torno al género negro en Tenerife (Islas Canarias).
 
La novela de Gómez Escribano, que competía por el premio con otras tres obras literarias, fue merecedora del reconocimiento del jurado por ser “una novela muy trabajada en la que cuenta de forma directa e incisiva la realidad de las personas y un barrio, Canillejas, que de alguna manera refleja el espíritu de la serie negra, no perdiendo el matiz de lo local”, según consta en el acta del fallo.
 
El jurado, integrado por el director de contenidos de la Semana Negra de Gijón, Ángel de la Calle; la escritora Yurena González; la librera de Librería de Mujeres de Tenerife, Izaskun Legarza, y un servidor destacó también que “Gómez Escribano utiliza un lenguaje clásico, directo y trabajado, que permite una lectura rápida y satisfactoria. Es una obra que desborda un alto nivel literario”.
 
El jurado llama la atención también sobre el alto nivel de las cuatro obras finalistas. Junto a Cuando gritan los muertos, competían por este premio las novelas Corazones negros (Eiren, 2018), de Noelia Lorenzo; Las voces de Carol (EdicionesB, 2018), de Clara Peñalver, y El porqué del color rojo (Salto de página, 2018), de Francisco Bescós.

En palabras de Paco Gómez Escribano, Cuando gritan los muertos es “una historia de perdedores” en la que hace un viaje en el tiempo hasta los primeros añis de la Transición, para contar una histori sobre corrupción policial, supervivencia y venganza.

Saludos, negros y criminales desde este lado del ordenador

Las películas ‘canarias’ de Werner Herzog

Jueves, Marzo 28th, 2019

* Werner Herzog, que antes de hacer películas pretendidamente comerciales y rehechos charcuteros como El sargento corrupto, fue un cineasta personal que cuenta, a pesar de su caída al abismo, con películas tan estimables como Aguirre, la cólera de Dios y Fitzcarraldo, ambas con el protagonismo del irrepetible Klaus Kinski, es autor de dos filmes cuanto menos raros en los inicios de su carrera, trabajos ambos que rodó en la isla de Lanzarote y que llevan por tìtulo Tambien los enanos empezaron pequeños (1969-1970) y Fata Morgana (1971).

La primera cinta narra la rebelión en un reformatorio habitado íntegramente por enanos que se encuentra en una casa decimonónica del pequeño pueblo de Tegoyo (Tías), en medio de un paisaje volcánico, la segunda, una demasiado intimista versión sobre el mito maya de la creación (el Popol Vuh) de Lotte Eisner. Cuenta la leyenda que, años más tarde, el cineasta alemán al que se conoce por su espíritu de aventura rechazó la invitación de un festival de cine que se celebra en Lanzarote al considerar que la isla ya no tenía nada que ver con la que conoció.

El paisaje desértico había sido brutalmente transformado por el cemento de impecables e implacables urbanizaciones de lujo, destino preferente de turistas europeos muchos de los cuales eran y son de la nacionalidad del mismo Herzog.Para dejar constancia de las películas canarias del cineasta germano reproducimos imágenes de También los enanos empezaron pequeños (Iblanco y negro) y Fata Morgana (color), donde se puede apreciar a pesar de su mala calidad a uno de los personajes tocando el timple.

Pero no, no sé, aunque presumo que no, si sobre todo esto se hablará este jueves, 28 de marzo en la segunda mesa del Foro Enciende la Tierra 2019 que, bajo el título Ciegos junto al abismo, reunirá en el Espacio Cultural de la antigua entidad de CajaCanarias en Santa Cruz de Tenerife al científico Lawrence Krauss con el cineasta que tanto nos hizo y últimamente cuando le suena la campana, pensar.

* El próximo sábado, 30 de marzo, la iniciativa Charlas de Cine ofrece en Multicines Tenerife (La Laguna) la proyección de Regresa el Cepa, una película documental dirigida por Víctor Matellano sobre el filme de Pilar Miró El crimen de Cuenca (1980). Tras su première en el marco del Festival de Cine de Málaga, el director visitará Tenerife para presentar su nuevo trabajo acompañado del actor Guillermo Montesinos y el político José Bono. Esta sesión especial tendrá lugar a partir de las 20.30 horas y será con entrada gratuita hasta completar el aforo de la sala.

*Tenerife Noir anunciará el premio Ciudad de Santa Cruz en una cena temática que se celebrará en el Hotel Escuela Santa Cruz, de Hecansa, en la capital tinerfeña el próximo sábado, 30 de marzo, a las 21horas. Con este premio, el Festival Atlántico de Género Negro reconoce la mejor novela negra publicada en España en 2018.

Las novelas finalistas son Corazones negros (editorial Eiren, colección Cosecha Roja), de Noelia Lorenzo; Cuando gritan los muertos (Alrevés editorial), de Paco Gómez Escribano; Las voces de Carol (EdicionesB), de Clara Peñalver, y El porqué del color rojo (Salto de página editorial), de Francisco Bescós.

El menú de la cena noir está elaborado por el jefe de cocina del Hotel Escuela Santa Cruz (HESC), Jacobo Vera, que interpreta platos sugeridos por Tenerife Noir a partir de las lecturas de autores emblemáticos del género. Junto a Vera trabajarán en esa cena los alumnos del segundo curso del Grado Superior de Dirección de Cocina del HESC. Los responsables del servicio de sala son el jefe de AyB del HESC, Rafael Castañeda, y su maître, Alfonso Sabina, que estarán acompañados por estudiantes de segundo curso del Grado Superior de Alimentación y Bebidas y de segundo curso del Grado Medio de Servicio.
 
El público que desee asistir a la cena puede reservarla a un coste de 20 euros a través de correo electrónico en la dirección info@c23culture.com o por teléfono en el 618 206 013, antes de las doce de la noche de este miércoles, 27 de marzo.

Saludos, esto está que arde, desde este lado del ordenador

Teatro Noir en Tenerife Noir

Miércoles, Marzo 27th, 2019

La agenda de teatro de la cuarta edición de Tenerife Noir se abre este miércoles, 27 de marzo, a las 20.30 horas, con La noche del 16 de enero, de Ayn Rand, en versión libre, traducida y adaptada por Patricia Acosta. La representación, a cargo de la Agrupación de Teatro de Filología de la Universidad de La Laguna (ULL), tendrá lugar en el Paraninfo de la ULL al coste de 6 euros en taquilla.

El programa de teatro del Festival Atlántico de Género Negro se completa con Gregor Samsa, escrita y dirigida por David Llorente e interpretada por Sherezade Atiénzar y Ramón Nausía, que se muestra el marco del Seminario Tenerife Noir de Investigación en el Género Negro, de la ULL, el viernes, 29 de marzo, a las 10:30 en el Aula Magna del Campus de Guajara.

La noche del 16 de enero se presenta en una versión libre del texto original de Ayn Rand, seudónimo de Alisa Zinóvievna Rosenbaum, traducido y adaptado por Patricia Acosta Gutiérrez. La filósofa y escritora de origen ruso Ayn Rand plasmó en esta obra teatral noir algunas de sus preocupaciones intelectuales más relevantes: la idea de un ser humano guiado por el egoísmo, su defensa del sujeto nietszcheano y su ataque a los valores del altruismo y la solidaridad.

La representación permite a los espectadores ser público y jurado a la vez y será quien tenga literalmente la última palabra La trama central se desarrolla en torno al juicio sobre la muerte poco clara del empresario Bjorn Faulkner, lo que permite desvelar algunos de los verdaderos resortes que nos llevan a actuar éticamente de una manera u otra ante unos acontecimientos determinados. Pese a la profundidad de su planteamiento, La noche del 16 de enero se mueve entre los géneros de la comedia y el folletín macabro. Tal y como ocurre desde su estreno en 1934, los asistentes que lo deseen podrán formar parte de un jurado que decidirá sobre la inocencia o culpabilidad de la acusada. Así, dependiendo de su veredicto, la obra tendrá un final u otro.

Como una vez escribió la autora sobre este texto: “La obra está construida de tal manera que las pruebas de la culpabilidad o la inocencia de la acusada están cuidadosamente contrapesadas, y la decisión se basará en el carácter y valores del jurado. Es realmente a la audiencia a la que se juzga”.

Las entradas pueden adquirirse en la página web del Paraninfo en Tomaticket al precio de 6 euros. Los estudiantes universitarios tienen una promoción especial por la que pueden comprar dos entradas al precio de una.

Por su parte, las personas que asistan a la tercera edición del Seminario Tenerife Noir de Investigación en el Género Negro encontrarán en el Gregor Samsa de David Lorente a una criatura repugnante que se encierra voluntariamente en un pequeño habitáculo con el objetivo de aislarse para siempre de la sociedad. Misa es una joven que ha sabido de su presencia y que baja a las últimas galerías del subsuelo para encontrarse con él. Ambos personajes entablan un diálogo descarnado en el que salen a relucir las deformidades de cada uno de ellos y que demostrará que las taras interiores son mucho más monstruosas que las que se ven.

Saludos, se abre el telón…, desde este lado del ordenador

Tenerife Noir. Actos del miércoles 27 de marzo

Martes, Marzo 26th, 2019

* Entrega del Premio Wilkie Collins de Novela Negra a Enrique Pérez Balsa y Jesús Javier Corpas Mauleón, y entrega del Premio Objetivo Noir 2019. Miércoles 27 de marzo de 2019. 19.00 horas. Ámbito Cultural de El Corte Inglés.

* Presentación de El edén de las manitas de cerdo, de Enrique Pérez Balsa. Miércoles 27 de marzo de 2019. 19.15 horas. Ámbito Cultural de El Corte Inglés.

* Presentación de Desayuno para el muerto, de Jesús Javier Corpas Mauleón. Miércoles 27 de marzo de 2019. 20.00 horas. Ámbito Cultural de El Corte Inglés.

* Obra de teatro La noche del 16 de enero, de Ayn Rand.Versión libre, traducida y adaptada por Patricia Acosta. Agrupación de Teatro de Filología de la ULL. Miércoles 27 de marzo de 2019. 20.30 horas. Paraninfo ULL. Entrada: 6€.

Saludos, continuará…, desde este lado del ordenador

Antonio López Ortega: “Hemos hecho una relectura del siglo”

Martes, Marzo 26th, 2019

El título de uno de los libros escritos por el “secreto mejor guardado de América Latina”, según Álvaro Mutis cuando se refería al poeta venezolano Juan Sánchez Peláez da nombre a Rasgos comunes. Antología de la poesía venezolana del siglo XX (Pre-Textos, 2019), obra cuya selección, notas y prólogo escriben Antonio López Ortega, Miguel Gomes y Gina Saraceni con el objetivo de transmitir la sensación, a través de los 87 autores que recopila el libro, que el mejor país es “el que aquí se expresa”.

La antología se presenta el martes 2 de de abril y a las 20 horas en el salón de actos de Caja Siete, en Santa Cruz de Tenerife donde uno de los antólogos, Antonio López Ortega intervendrá acompañado de Nieves Concepción, Ernesto Suárez y Rafael-José Díaz.

- ¿Es Venezuela tierra de poetas?

“En Venezuela la poesía ha sido un género muy sólido, muy constante. Hay una ilación que se mantiene, sin discontinuidades. Esto es aún más cierto durante el siglo XX, pues a partir de allí podemos hablar de poesía moderna. Asombra ver la profusión de poetas, la fuerza de la vocación poética. Junto al cuento, que también es un género que ha gozado de buena salud en el siglo XX, estamos hablando de dos géneros rectores, que han marcado y siguen marcando la literatura venezolana. No digo esto en detrimento de la novela, que también es un género importante, aunque no siempre constante. Volviendo a la poesía, siempre es importante preguntarse cuáles serían las razones históricas o culturales para que esta vocación sea tan vigorosa, pero las respuestas no son obvias. Tan sólo pensaría en que Venezuela ha sido siempre un país muy musical, y que con la música llega la versificación. La música tradicional venezolana está llena de poesía. No la conocemos lo suficiente: se trata de un tesoro por redescubrir”.

- En cuanto a la Antología, ¿qué criterios se han seguido para escoger a unos y no a otros poetas?

“Esta antología la hemos hecho a seis manos Miguel Gomes, Gina Saraceni y yo. Miguel es un gran narrador, al igual que gran crítico y ensayista, y hoy en día profesor de estudios hispánicos en la Universidad de Connecticut; Gina, por su parte, que se ha especializado en poesía hispanoamericana, ha estado asociada siempre al muy prestigioso Departamento de Literatura Hispanoamericana de la Universidad Simón Bolívar de Caracas, si bien hoy ejerce la docencia y la investigación en la Universidad Javeriana de Bogotá. En el estudio introductorio que firmamos los tres, trazamos cuatro líneas de fuerza que determinan la selección: la primera es cartografía de sujetos y cuerpos; la segunda, espacios y paisajes de la patria; la tercera, construcción de otras realidades; y la cuarta, desplazamientos de la cultura. Fueron como líneas orientadoras para ordenar la vasta creación poética del siglo. Pero volviendo a la pregunta, en estos ejercicios antológicos siempre son menos los que entran y más lo que quedan fueran; no podría ser de otra manera. Esto no es un álbum de fotos; esto es una selección razonada y discutida. Y para mayor consenso, decidimos que nuestras decisiones tendrían que ser todas por unanimidad”.

- ¿Cuáles de los autores que no han podido publicar, cree que deberían de estar en ella?

“Son varios; y es inevitable porque toda antología reduce su campo de selección a lo mínimo necesario. Siempre es difícil, y hasta doloroso, dejar por fuera a escritores que estimas; esa es la parte dura del trabajo. Pero aquí tenemos que actuar bajo criterios y consensos, que es lo que hemos hecho. Reducir cien años de creación poética a 87 nombres podría verse como un parecer rígido, pero para otros quizás sea más bien generoso. No me extrañaría que otros antólogos, enfrentados al mismo reto nuestro, hubieran optado por un número menor. Buena parte de nuestro empeño ha estado centrado en dar cuenta de la diversidad de la poesía venezolana: diversidad de referentes, temas, técnicas, propósitos, lenguajes, raíces culturales. Está comprobado que, a mayor diversidad, mayor vitalidad”.

- En la antología hay varios poetas venezolanos de origen canario…

“Sin pensarlo mucho, mencionaría a dos: Reynaldo Pérez Só y Eugenio Montejo. El primero no sólo es de ascendencia canaria, sino que ha vivido por temporadas en Tenerife. El segundo ha recordado a sus progenitores canarios en alguno de sus poemas. Montejo tiene un libro precioso llamado El taller blanco. Allí hace referencia a su padre, que era panadero. La palabra taller corresponde al espacio donde se hacía el pan, y la palabra blanco corresponde a la harina de trigo que flotaba en el ambiente. El niño Eugenio veía allí nubes o niebla. Ese espacio de elaboración del pan era también el espacio del nacimiento de la poesía”.

- ¿La poesía de estos autores con origen canario los diferencia de los otros? Y respecto a su origen isleño, creo que me dijo que uno de ellos recurría al paisaje en sus obras para revelar unas islas no muy gratas…

“No creo que sean diferentes; más bien calzan de lleno en la tradición venezolana. La diferencia pudiera estar en que, en vez de evocar antepasados andinos o llaneros, recuperan vivencias de culturas españolas o portuguesas o italianas, lo cual nos lleva a otro enriquecimiento, que es el del mestizaje y la transculturización. La diversidad de orígenes y de culturas de los poetas venezolanos no ha hecho sino engrandecer nuestra poesía. Pero volviendo a la pregunta, sí es cierto que en el caso de Pérez Só hay visiones del paisaje canario (el mar, los muelles, los barcos pesqueros, las playas volcánicas) que transmiten algo de desaliento, de desamparo. Quizás podríamos hablar del término saudade, que tanto gustaba a Montejo”.

- ¿Cómo se dividieron el trabajo los responsables de esta Antología?

“En principio, todos hicimos todo. Es decir, cada quien estaba muy al tanto de lo que estaban haciendo los otros dos. Este libro lo montamos entre 2014 y 2018, y durante todo ese período nos intercambiamos innumerables correos y nos visitábamos virtualmente al menos una vez por semana. A veces nos hemos dicho que, cuando nos toque reeditar el volumen, convendría agregar un apéndice con todos los correos que nos cruzamos, porque allí están compilados, esencialmente, todos nuestros juicios de valoración y selección. La verdad es que, en todo el proceso de trabajo, que fue extenuante por lo minucioso, nos sentimos muy a gusto, y por momentos conmovidos. Hemos hecho una relectura del siglo, y toda relectura cambia los pareceres. Ninguna antología se salva de omisiones, pero en la nuestra yo destacaría los redescubrimientos y las revalorizaciones. La selección la hicimos por etapas, y en la fase final los tres interveníamos hasta lograr la unanimidad en torno a cada poeta. En cuanto a las notas, nos las repartimos en tres bloques, pero al final todos interveníamos en la revisión y redacción. Y para el prólogo, dibujamos una especie de frankenstein al que cada quien le arrancaba un brazo o una pierna para engordarlos a adelgazarlos. Al final lo reensamblamos y lo obligamos a entrar en cintura con sucesivas ediciones”.

- ¿Cuáles son los temas y constantes entre los autores que se incluyen en la antología?

“La respuesta a esa pregunta es la propia antología: en esas mil cien páginas damos cuenta de los temas y las constantes. En todo caso, como temas deberíamos advertir la fascinación por el paisaje, que se extiende desde la generación del 18 hasta las últimas promociones del siglo; la irrupción de la ciudad como nuevo escenario del sentido, muy presente en la generación del 58; el cuerpo como superficie, que se advierte desde la precocidad de María Calcaño, pasando por Miyó Vestrini, hasta llegar a las poetas de los años 80, como Yolanda Pantin a María Auxiliadora Álvarez; también algo que, a falta de mejor nombre, llamaría terredad, para usar un término de Eugenio Montejo, presente desde Enriqueta Arvelo Larriva, hasta Ramón Palomares en los años 60 o Igor Barreto en los 90. Podríamos mencionar muchos más, hasta llegar a verdaderas singularidades: el sentido de extrañamiento, la subjetividad quebrada, el noctambulismo, el pasado visto como territorio de la orfandad. Ahora bien, en cuanto a constantes yo mencionaría el tratamiento del lenguaje, ya sea para hablar desde la exaltación o ya sea para reducirlo en pos del silencio. Siento que los poetas venezolanos, consciente o inconscientemente, han entendido desde muy temprana edad que la forma es el fondo, es decir, que tanto importa lo que se dice como cómo se dice. Las palabras son siempre peces muy vivos, que el poeta pone a nadar en un estanque en el que, sin quererlo, se refleja y lo reflejan”.

- ¿Qué poetas destacaría de los que se han escogido en este libro?

“Justamente los más desconocidos, que son la mayoría. El lector podrá reconocer a los grandes poetas del siglo: Ramos Sucre, Gerbasi, Sánchez Peláez, Cadenas, Sucre, Montejo, Pantin, Barreto, que son los árboles altos del bosque, pero yo diría que lo más importante es el bosque. Esta antología permite entender que nuestros grandes nombres son inexplicables sin esa tradición, o mejor dicho, que nuestros grandes poetas forman parte de una tradición: no salen de la nada. Y lo importante es tenerlos a todos allí, para que el lector reconozca, justamente, los rasgos comunes, que son muchos. En el bosque también hay singularidades, obras que son mundos propios, como las de Hanni Ossot, o Armando Rojas Guardia, o Edda Armas, o Santos López. Hay mucho por descubrir, por reconocer, por validar. Mi impresión, al ver el libro ya editado, es que la poesía venezolana, y en esto quisiera ser lo mas objetivo posible, es de las más importantes poesías del continente verbal iberoamericano. De esto no me cabe ninguna duda”.


- ¿Y qué etapas, y autores, cree que son las más importante por su calidad del pasado siglo XX?

“La generación del 18, incluyendo a Ramos Sucre, es de las más importantes: fueron cosmopolitas, se abrieron al mundo, tradujeron a los románticos alemanes, pero a la vez fueron grandes paisajistas verbales. Ellos se apartan de los tardomodernistas, muy europeizantes, y comienzan a hablar de nuestros árboles autóctonos: apamates, araguaneyes, bucares. Paz Castillo o Moleiro son poetas a los que regresamos porque fijan el rostro de la geografía nacional, pero no haciendo un inventario de especies, sino urdiendo una emocionalidad en torno al paisaje, esto es: el paisaje somos nosotros mismos. Luego, hacia mediados de siglo, nos hicimos vanguardistas, con obras como las de Luz Machado o Juan Sánchez Peláez. Un libro como La casa por dentro, de Machado, exige una relectura, que aquí proponemos, porque el ámbito de la domesticidad, donde se ha querido recluir a la mujer, explota en mil pedazos, por no decir en mil versos. En paralelo, la lujuria verbal de Sánchez Peláez, a mi manera de ver, parte el siglo en dos mitades: ya nunca se escribirá de igual manera a partir de su obra, que tiene la virtud de fijar un antes y un después en nuestro discurso poético. Si seguimos caminando por el siglo, llegaríamos a la generación del 58, que fue prodigiosa en muchos sentidos: allí están los nombres de Cadenas, Calzadilla, Silva Estrada, Pérez Perdomo, Sucre, Palomares, Montejo o Barroeta, poetas todos que marcaron a todas las promociones siguientes. Y como etapa final, yo señalaría la promoción que irrumpe en los años 80, que bien podríamos llamar del 78, con un protagonismo envidiable de mujeres poetas, como Yolanda Pantin, Edda Armas, Blanca Strepponi, Laura Cracco, Ana Nuño, María Auxiliadora Álvarez o Verónica Jaffé”.

- ¿Hay una poesía venezolana vinculada al mundo del petróleo?

“Curiosamente, el referente petrolero no ha sido importante en la poesía venezolana, como sí lo ha sido en la narrativa. Pero esto nos lleva a consideraciones mayores, que es la de preguntarnos por qué el pensamiento venezolano ha satanizado un hecho económico tan determinante como el petróleo. Sigue viéndosele como una riqueza mal habida. Allí tenemos un prejuicio estructural que ha campeado a través del siglo. Una economía cafetera como la de Colombia o del cobre como la de Chile han entrado de manera franca en la literatura, pero en nuestro caso, cuando ha entrado, es para maldecirla. Se diría que el paradigma agrícola es el que vale, mientras que el minero, riqueza fácil, se condena. ¡Pues ya el petróleo convive desde hace 120 años con la nación y todavía se le considera una extrañeza! Yo creo que eso habla más negativamente de nosotros que del chorro negro que sube anónimamente a la superficie. En síntesis, literariamente hablando, es una asignatura que tenemos pendiente”.

- ¿Hacia donde miran los poetas venezolanos del siglo XX?, ¿hacia España, Francia?, ¿por qué?

“Toda la poesía hispanoamericana moderna mira primero hacia Francia, que es de donde provienen movimientos tan importantes como el simbolismo o el surrealismo. Y Venezuela no escapa de eso. Esas corrientes de influencias recíprocas están bien estudiadas, y sobre todo en un libro que me parece capital: Los hijos del limo, de Octavio Paz. En cuanto a influencias literarias, los siglos XVIII y XIX de España no fueron importantes para Hispanoamérica. Todo lo importante venía de Francia: desde el pensamiento del Siglo de las Luces, que nutre las corrientes emancipadoras, hasta los poetas románticos, que siembran la poesía amorosa en el continente. Hay que esperar hasta el surgimiento de la generación del 98 para volver la cara hacia España, y esa renovación literaria peninsular provoca del otro lado del Atlántico un movimiento medular, que es el Modernismo. Luego, como otro eco, los poetas del Modernismo son una influencia determinante para la generación española del 27. Es decir, García Lorca es inconcebible sin Rubén Darío. Octavio Paz demuestra que, a partir del Modernismo, la literatura escrita en castellano comienza a contrapuntear de una orilla a otra, sin cesar, y me parece que ese danzón lo mantenemos hasta hoy, para fortuna nuestra. Volviendo a Venezuela, ya la generación del 18 leía a los simbolistas franceses, y de alguna manera rozaba los primeros brotes del Surrealismo. Pero hay que esperar hasta los poetas de la vanguardia, como Sánchez Peláez, para que ese lenguaje de la libre asociación que postulaba el Surrealismo se asumiera a fondo, con profunda convicción. La influencia surrealista llega hasta la generación del 58, y se ve claramente en las primeras obras de Cadenas o Pérez Perdomo”.

- ¿Y hacia donde creen que miran los poetas venezolanos del siglo XXI?

“Creo que miran hacia todos lados: no hay rincón del mundo que no conozcan. Leen por igual poesía hindú o náhualt, poesía griega o rusa. Están sujetos a todas las influencias, y en gran medida porque este mundo interconectado lleva información hasta las más lejanas fronteras. Son muy universales, y viven el mundo como una gran casa. Tienen por detrás una tradición que ya es muy vigorosa, y me parece que se relacionan con ella con mucha curiosidad y devoción. También son muy maduros, serios, precoces. Yo diría que surgen por generación espontánea, en todos los recodos del país, pero con un alto nivel de calidad”.

- ¿Cuál es el estado de salud de la poesía venezolana en lo que llevamos de siglo XXI?

“Desde el punto de vista de la edición, circulación y promoción de obras, estamos en uno de los peores momentos de nuestra historia, sencillamente porque no hay políticas públicas en el campo cultural. Pero en cuanto a creación poética, es un momento muy auspicioso, muy movido. Los jóvenes poetas se organizan para hacer concursos, montar recitales, hacer ediciones artesanales, colgar portales de poesía. No se amilanan con nada; más bien siguen con una energía que no se apaga. Han crecido en el peor país posible, en el país que les ha negado toda ayuda, y sin embargo persisten, porque la fe es inquebrantable. A mí me parece una generación admirable, que dará mucho que hablar en los tiempos venideros. Los nombres de Willy Mckey, Graciela Yáñez Vicentini, Jairo Rojas, José Delpino, Natacha Tiniacos, Alejandro Sebastiani, Santiago Acosta, Franklin Hurtado, Néstor Mendoza, Alejandro Castro, Adalber Salas, Camila Ríos y Raquel Abend serían referencias ineludibles en una eventual antología poética del siglo XXI.”

- En los tiempos de Maduro qué poesía se escribe, ¿una poesía contestataria?

“Más que contestataria, yo hablaría de otras persistencias. Una es la reconstrucción de la memoria, en tiempos en que el discurso oficial la quiere borrar; otra es la persistencia de la subjetividad, en tiempos en que todo se mide en términos masivos; otra es la vigilancia del lenguaje, en tiempos en que se nos quieren imponer neolenguas; otra es la afirmación de la libertad expresiva, en tiempos en que se censura; otra es la pulsión estética, en tiempos en que el lenguaje se corroe; otra es el hambre de universalidad, en tiempos en que se cierran fronteras; otra es una cierta reivindicación ética, en tiempos en que el poder es un nido de corrupción; y una última podría ser la apuesta ciega por recuperar los legados culturales, en tiempos en los que se nos quiere llevar a la anonimia. La poesía plural que se está escribiendo es el mejor antídoto contra la intención de borrarnos del mapa”.

Saludos, sol, otra vez sale el sol, desde este lado del ordenador

Tenerife Noir. Actos del martes 26 de marzo

Lunes, Marzo 25th, 2019

IV edición del Festival Atlántico de Género Negro Tenerife Noir . Actos para el martes 26 de marzo

Mesa redonda Tomando pulso al género negrocriminal hecho en Canarias. Participan: Saúl Cepeda, José Luis Correa y Cristian Santana. Modera: un servidor. Librería de Mujeres, 18 horas.

Mesa redonda Homenaje a Antonio Lozano, creador del inspector García Gago y voz de los que no tienen voz. Participan: Eduardo García Rojas, José Luis Correa, Pablo Martín Carbajal y Javier Hernández Velázquez. Martes 26 de marzo. 19.00 horas. Librería de Mujeres.

Cinefórum noir: Pulp Fiction (1994), de Quentin Tarantino. 25 años de un clásico del filmnoir. Modera: Manuel Díaz Noda. Participan: Fabián Orán (profesor ULL) y Raquel Rial (actriz y doble de acción). A las 20.30 horas en la Sala Audiovisuales. Tenerife Espacio de las Artes. TEA.

Saludos, negros, desde este lado del ordenador.