Archive for Mayo, 2014

El amor y otras vías de escape, una novela de Gerardo Pérez Sánchez

Sábado, Mayo 31st, 2014

Sus razonamientos son simples y sus actos inconscientes. Sin malicia, creo yo, pero inapropiados a la treintena. Cuando me contó su historia con Rynn parecía que estuviese hablando con mi hermano pequeño, y Carlos es tres años mayor que yo. En lo que a las mujeres se refiere, vive en un mundo imaginario que se ha ido creando a base de series de televisión, películas y libros. Es decir, habita en la irrealidad construida a base de ver y leer ficción.”

(El amor y otras vías de escape, Gerardo Pérez Sánchez. Editorial Verbum)

Gerardo Pérez Sánchez debutó en la república de las letras el año pasado con El peso del tiempo (colección G21 Narrativa Canaria Actual, Ediciones Aguere/Idea) una novela escrita en clave de ciencia ficción aunque el género era solo una excusa para contar una historia que, más de ciencia y ficción, se inclinaba por explorar los laberínticos callejones del amor.

El amor y sus disfraces protagonizan ahora su segunda incursión literaria, ya lo anuncia en el título, El amor y otras vías de escape, libro en el que indaga con sosegada ironía las historias de dos parejas y otros satélites que giran a su alrededor.

Como lectura, El amor y otras vías de escape es una novela mucho más sólida que El peso del tiempo. También más ambiciosa y mejor trabajada en cuanto a los personajes se refiere.

La historia, como indica el título, gira en torno al amor y sus numerosas interpretaciones, aunque hay un relato digamos central a través del cual se mueven los protagonistas, hombres y mujeres que intervienen también con sus propias voces. Porque El amor y otras vías de escape propone una poliédrica mirada, en ocasiones algo descacharrante, sobre ese pegamento que justifica la vida en pareja.

Siete son los personajes que dan su versión de los hechos en primera persona en la novela. Todos ellos profesionales del Derecho trabajando en la Corte Penal Internacional en La Haya. No ahonda el autor sobre las complejas relaciones laborales que se dan en tan alta institución sino que presta toda su atención en describir cómo son las relaciones que existen entre ellos en sus ratos de esparcimiento. Cuando tienen tiempo para salir y enamorarse.

En este pequeño zoológico humano conocemos a un español y a una norteamericana cuyo carácter es caprichoso e inmaduro, y a un irlandés y una francesa que han convertido su vida en común en una perfecta rutina.

Los cuatro son las piezas claves que configuran esta comedia que habla de lo que hablan todas las comedias: una guerra de sexos cuyo origen es esa cosa que se llama amor.

Saludo, el gran Dino suena en la gramola, desde este lado del ordenador.

Calor y lluvia tonta en la XXVI Feria del Libro

Jueves, Mayo 29th, 2014

Las Ferias del Libro que se celebran a este lado del Atlántico suelen ser conservadoras en sus propuestas. Este año más, lo que justifica unificar presupuestos y desarrollar las dos grandes ferias (Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria) los mismos días y mucho me temo que bajo el mismo cielo encapotado y caprichoso.

Otras de las novedades de este año es además de la instalación de una caseta que funciona a modo de bar, quizá lo más destacable; la presencia de escritores peninsulares en ambas capitales prestos a firmar sus últimos libros.

Uno de ellos, probablemente el más conocido, Javier Reverte, quien ayer intervino en el acto inaugural tras cederle la palabra Inés Rojas, consejera de Cultura, Deportes, Políticas Sociales y Vivienda del Gobierno canario. Al finalizar el acto, me cuentan que Rojas con Reverte al lado lo fue presentando a los libreros como quien muestra a un perro verde.

En cuanto a ventas, que para eso se pensaron las ferias del libro, ayer fue un día muy irregular aunque el sector confía en rentabilizar la experiencia este largo fin de semana que coincide, justo mañana, 30 de mayo, con eso que llaman Día de Canarias.

El parque García Sanabria, ese hermoso y selvático pulmón verde en pleno centro de la ciudad, y calles adyacentes, estaban pobladas así de niñas y niños vestidos de magos. Todos desfilando y cogidos de la mano por una ciudad que no termina de darse cuenta de este milagro que es la Feria del Libro. Más en unos tiempos donde el puñetero libro cuesta un ojo de la cara y como decía Cervantes “el estómago es la antesala del alma.” Luego es lógico pensar que lector o no, uno se preocupe más por llenar la nevera que los estantes de su biblioteca.

La crisis invita a estas reflexiones que me asaltan inevitablemente mientras paseo y observo las novedades que se amontonan en las casetas. Aunque la que más visito es esa donde se vende, a precio de la voluntad del cliente, libros usados. Lástima pues que la Asociación de Libreros prohibiera tajantemente a uno del gremio de La Laguna que hiciera lo mismo con su stock. Aún recuerdo como gasté hace unos años mis últimos recursos económicos adquiriendo volúmenes a precios de risa…

Algo extraño me ha pasado, sin embargo, los dos primeros días de esta edición. Días en los que me he dedicado a explorar la Feria.

Es verdad que me encuentro con conocidos a los que no veía desde hace tiempo, y que te detienes un momento a charlar con ellos sobre el sexo de los ángeles. Pero estoy como desubicado, como si a esta feria le faltara algo.

Es verdad que está instalada en el García Sanabria tras evitarse el año pasado el disparate de encerrarla en cuatro paredes. Es verdad que se huele a papel y es verdad que te cruzas con paseantes arriba y abajo, pero no aprecio entusiasmo, ese amor que casi raya la devoción con el libro.

Tengo la sensación que camino por un escenario, y que en ese teatro es imposible que me encuentre con don Domingo Pérez Minik para tomar juntos un vaso de vino tinto del país y un plato de queso amarillo.

Respiro cierto artificio pero puede ser cosa de estos dos primeros días y que visite la feria unas mañanas calurosas y bajo un cielo plomizo del que cae de vez en cuando una lluvia tonta.

Alguien se queja, y por quejarse que no sea, hasta del hermoso cartel de la XXVI edición.

Lamenta el sujeto la ausencia de escritores canarios junto a gigantes de la literatura universal. Ni Benito Pérez Galdós se ha colado, critica este individuo que tras dejarme en paz vuelve a soltarle lo mismo a uno y a otro… Una señora, mientras tanto, intenta vender su libro de poesías y unos periodistas entrevistan a los autores de Yo fui a EGB, un título que me hace sentir más viejo de lo que soy…

La tarde del miércoles la pierdo, tras recorrer la feria, en la MAC, donde asisto a la primera jornada de Literatura Peruana donde Fernando Iwasaki y Raúl Tola no aportan nada nuevo sobre La literatura antes y después de Internet porque, como dijo Traci Lords, ya conozco la historia y no me gusta el final.

Esperaba otra cosa. Un diálogo en el que me hablaran de su literatura y de cómo es el oficio de escritor en Perú tras Mario Vargas Llosa, a quien respeto como autor pero no tanto por lo que piensa…

Pero el debate, simpático porque está salpicado de bromas, se mueve por las nuevas tecnologías lo que hace que me levante y me pierda en una ciudad que estoy empezando a notar más moribunda que viva. Aunque es probable que sea yo el que se sienta más moribundo que vivo…

La culpa debe ser del tiempo. De un cielo encapotado y de un calor húmedo que me hace derramar lágrimas por el ojo izquierdo.

Llevo bajo el brazo Carlos de Europa, emperador de occidente, del hispanista británico D. B. Wyndham Lewis. Lo adquirí en la caseta de libros usados, de esos que compras por la voluntad y cuyo euro entiendes que está destinado a una asociación que vela por los parias que hoy somos legión en el mundo.

La mujer que vende sus poemas insiste en que le compre su libro. Y más allá dos tipos se empeñan en que dé la voluntad para que adquiera un periódico de un partido de izquierdas que ya creía desaparecido.

Una voz grita: ¡adiós, Rojas! y una conocida no deja de hablar por el móvil dando vueltas y vueltas. La noto excitada. Esa excitación que a mi me falta, como si fuera solo un escéptico espectador en esta comedia en la ha terminado por convertirse la Feria del Libro.

Saludos, vencerán pero no convencerán, desde este lado del ordenador.

Boca a oreja (anuncios, avisos, cosas)

Miércoles, Mayo 28th, 2014

LIBROS, ENCUENTROS

* La Asociación de Amigos del Perú y la MAC Mutua de Accidentes de Canarias han organizado, los próximos días 28 y 29 de mayo, a partir de las 19 horas, las I Jornadas Literarias peruanas, un ciclo de dos debates que tendrá lugar en el salón de actos de la MAC Mutua de Accidentes de Canarias en Santa Cruz de Tenerife (c / Robayna, 2) y que contará con la participación de Fernando Iwasaki, Jorge Eduardo Benavides, Raúl Tola y José Luis Torres Vitolas. Con el título de La literatura antes y después de Internet los autores debatirán en torno a la literatura y darán a conocer, además, sus últimos títulos publicados, como Jorge Eduardo Benavides, cuya última novela, La paz de los vencidos, se ambienta íntegramente en Santa Cruz de Tenerife. Fernando Iwasaki, por su parte, presentará sus últimos libros de relatos, editados por Páginas de Espuma, y Raúl Tola su última novela, Flores amarillas, publicada por Alfaguara. Finalmente, también habrá un espacio para hablar de edición y editoriales, pues José Luis Torres Vitolas es el director de la editorial Casa de Cartón. Estas actividades contarán con la participación de los escritores canarios Víctor Álamo de la Rosa y Pablo Martín Carbajal. La asistencia a ambos actos es libre y gratuita. El ciclo literario se completa con una exposición de libros de los autores y materiales relacionados con el Perú cedidos por la Asociación de Amigos del Perú que se expondrán en la librería santacrucera La isla.

* Ediciones La Página presenta la colección Phantasía con el lanzamiento de Macbeth, por Luis Mateo Díez; Medea, según Carmen Posadas; Cantar de Mío Cid, por Marina Mayoral y Jasón y los argonautas, de José María Merino. La Página publica también en la colección Atlántica la novela La maleta y el obelisco, de Andrés Servando, que se desarrolla en la isla de Tenerife durante la Guerra Civil.

* El salón de actos de la Mutua de Accidentes de Canarias (MAC), en Santa Cruz de Tenerife, acoge este martes, 3 de junio y a las 19 horas, la presentación del nuevo poemario de Carlos Javier Morales, El paisaje total (Madrid, 2006-Tenerife, 2012), editado por la Editorial Biblioteca Nueva. Intervendrán además del autor, el poeta, crítico y profesor de la Universidad de La Laguna, Miguel Martinón. Se ha escrito de El paisaje total que se trata de un libro de “madurez vital y poética: el cambio de lugares ya no impide que el yo poético se reconozca como uno y el mismo, siempre y cuando sea también una y la misma persona amada y, por tanto, se haga posible permanecer en la comunión amorosa, que es el verdadero fundamento de toda identidad personal.”

PELÍCULAS, FESTIVALES

* TEA Tenerife Espacio de las Artes acoge este miércoles, a las 20 horas, el estreno del documental Déjame ser, que dirige Tarek Ode. El trabajo propone un recorrido por la vida de cinco creadoras como son Josefina Plá, Lola Massieu, Pino Ojeda, María Orán y Elsa López.

* Un total de 160 cortometrajes, rodados por los alumnos, aspiran a alguno de los trece premios del Cinedfest, que se darán a conocer en una gala que se celebrará el 6 de junio en los Cines Yelmo de la capital tinerfeña. La TV Canaria emitirá en diferido, a finales de junio, un programa especial de la gala con los principales galardonados. Las películas presentadas abarcan una amplia gama de géneros. Se puede ver desde una distopía ambientada en al año 2098 a temáticas de índole social como la actual crisis económica a un emotivo homenaje a los abuelos, pasando por el influjo del terrorismo en la era moderna o la diferencia entre clases sociales. La mayoría de los rodajes se han llevado a cabo en los centros escolares, pero también hay trabajos que se han localizado en exteriores. Está previsto que sean 32 los cortos finalistas que competirán por el Gran Premio del Cinedfest el próximo 6 de junio, que acarreará la distribución internacional del corto ganador y se emitirá en la TV Canaria. La duración de los filmes presentados oscila entre dos y siete minutos y concursan en cuatro categorías diferentes: Primaria (33 presentados), Secundaria (68 presentados), Bachillerato (36 presentados) y Formación Profesional y CEPA (23 presentados). El listado de los finalistas se dará a conocer el 29 de mayo en la web www.cinedfest.com.

EXPOSICIONES

* El taller de escultura y fundición artística Esculturas Bronzo inaugura este jueves 29 de mayo en su sala de La Laguna, Espacio Bronzo, la exposición Happy hours, con piezas tridimensionales de la pintora italiana residente en Tenerife Laura Gherardi. La exposición se abre este jueves 29 de mayo, a las 20 horas y estará a disposición del público hasta el próximo 27 de junio en el horario habitual de apertura de la sala-tienda de Bronzo en la calle Núñez de la Peña, 19, de La Laguna.

Saludos, salvados, desde este lado del ordenador.

Huida del corredor de la muerte, seis relatos de Edward Bunker

Martes, Mayo 27th, 2014

En vez de un odio absoluto a Rudy, que representaba todo lo despreciable tanto según los códigos de los presos como los de la sociedad, Roger sintió algo de lástima por aquel maldito idiota. Su total ignorancia lo hacia un poco menos culpable. Como todo el mundo, sus conocimientos eran producto de lo que había aprendido en la escuela de la vida. ¿Era demasiado obvio? “Entenderlo todo es perdonarlo todo.” Aquello no llegaba a ser una verdad absoluta, pero se acercaba lo suficiente para hacerle pensar. Se podría imaginar la niñez de Rudy. Si Dios tenía una balanza para comparar el peso de lo sufrido por los presos con los sufrimientos provocados por ellos, no cabía duda de que su propio sufrimiento pesaría más que el causado a otros. Roger sintió una extraña y nueva compasión hacia Rudy Wright.”

(Huida del corredor de la muerte, Edward Bunker. Traducción: Zulema Couso, colección Al margen, Sajalín editores)

Los seis relatos de Edward Bunker que Sajalín editores reúne con el título de Huida del corredor de la muerte son historias en las que el escritor estaba trabajando antes de que la muerte lo visitara hace ahora diez años. No se trata por eso de un libro que contó con el visto bueno de su autor, aunque los cuentos que presenta resulten Ed Bunker. Un Bunker igual de rabioso.

Respiran rabia las seis historias, pero sobre todo La justicia de Los Ángeles, 1927, Entra en la casa de Drácula y el que da título al libro, Huida del corredor de la muerte.

Todos los relatos de este libro son historias que transcurren en centros penitenciarios y están protagonizadas por presos que se mueven en una pecera repleta de tiburones en estado de alerta cuando les llega el aroma del miedo.

Huida del corredor de la muerte es una buena manera de iniciarse en el universo personal de Bunker pese a que traten de historias en las que estaba trabajando. A mi juicio, contienen la fuerza que desplegó en sus novelas, un territorio en el que se hizo sitio para trascender lo negro y criminal.

Los protagonistas de estos relatos son ladrones con cierto sentido del honor, pero también criminales para los que finalizar un robo con éxito “era mejor que el sexo. Mejor que las drogas. Mejor que cualquier cosa que había sentido nunca”. Unos tipos a los que les gusta jugar al límite y pasear por la cuerda floja. Esa clase de gente que se sube  a un mástil y cuando quiere bajar, da un paso al vacío.

Hombres con un confuso honor y un sentido de la culpa que se han adaptado en la cárcel, y cuando disfrutaban de libertad, a convivir con gente enferma. Basura más que hombres. Los personajes de Bunker viven en un mundo real como individuos rebeldes. Al margen, transgresores.

Ladrones para los que un robo con éxito “era mejor que el sexo y las drogas”, y que no terminan de encajar en la sociedad porque siempre serán –y les hará sentirse– proscritos.

Así lo contó en sus mejores novelas, No hay bestia tan feroz y Little Boy Blue, y así se percibe en las seis historias reunidas en Huida del corredor de la muerte. Un libro igual de triste que los otros seis libros de un escritor que se llamó Edward Bunker.

(*) La imagen corresponde a la portada de Huida del corredor de la muerte. La fotografía es de Danny Lyon y pertenece al libro Conversations with the Dead.

Saludos, siempre el siete, desde este lado del ordenador.

En tierra de demonios, una novela en clave fantástica-terrorífica de Elizabeth Caballero

Lunes, Mayo 26th, 2014

Fuera la ciudad parecía haberse puesto de acuerdo con mi estado de ánimo. El cielo se había teñido de gris y el aire, de repente gélido, amenazaba con traer antes de tiempo al otoño. Caminé por Mesa y López ajena a la gente que me rodeaba. Intentaba evitar los escaparates que pudieran recordarme quién era o quién no quería ser, mientras pensaba en qué perder el tiempo.”

(En tierra de demonios, Elizabeth López Caballero, Editorial Seleer)

Algunos se llevarán espantados las manos a la cabeza frente a lo que ya comienza a ser un fenómeno. Y se las llevarán porque los relatos que está publicando una serie de escritores que aún disfrutan de juventud divino tesoro puede ser cuestionado por su carácter primerizo, aún con balbuceo, pero no por recorrer caminos que hasta ahora eran prácticamente intransitados entre los narradores de otras generaciones nacidos o residentes en unas islas que parecen abandonadas de la mano de los dioses.

No, no me refiero a un género que, como el policíaco, ha terminado por instalarse en la peculiar república de las letras con acento de aquí, sino a otros géneros que, como el fantástico, comienza a hacerse paso a base de codazos y un hagan sitio, hagan sitio cuya intención es firme: quiero quedarme

El movimiento todavía se encuentra en estado embrionario, aunque cuenta ya con notables escritores, algunos ya consolidados y reconocidos como Víctor Conde y otros en los que se puede detectar un aliento por lo extraño como Tomás Felipe y Ángel Luis Marrero Delgado, el primero recurriendo a un inteligente mestizaje con el policíaco y el segundo a una insólita y atractiva traslación del universo lovefcraftiano a la geografía de las islas.

En tierra de demonios es la segunda novela de Elizabeth López Caballero. Y parece ser que la historia está basada en un hecho real. Se trata, en todo caso, de una novela que apuesta por el terror en su vertiente de brujería y que algún lector iniciado podría evocarle películas como Los creyentes (John Schlesinger, 1987) y estirando las siempre odiosas comparaciones con esa obra redonda de lo fantástico que es Esposa hechicera, de Fritz Leiber.

Escribimos evocar porque En tierra de demonios, cuya acción transcurre en la capital grancanaria en nuestros días, versa sobre estos temas, variante santería, aunque lo más interesante a mi juicio del relato sea el proceso de aniquilación psicológica y física que sufre la protagonista cuando cae en las redes de una religión que, en este caso, es presentada con objetivos hostiles.

La novela comienza muy bien y sabe atrapar la atención del lector, aunque empieza a reblandecerse a medida que vamos sumergiéndonos en el infierno en el que se va metiendo su joven protagonista ya que los hechos que describe no terminan de encadenarse con la consistencia que se debiera. En especial lo que es real frente a lo posiblemente irreal.

En este sentido, los interrogantes que López Caballero suscita empiezan a desvanecerse bien avanzado el libro, y cierras puertas –creo que involuntariamente– a una atrevida e inquietante cuestión sobre, precisamente, qué es lo real frente a lo irreal. O cómo hacer frente a una enfermedad que hace creíble lo increíble, como es dar vida a nuestros propios demonios.

Con todos sus peros, que los tiene, En tierra de demonios me sabe a un libro pionero no solo por las posibilidades que plantea sino como tarjeta de presentación de un género como es el fantástico que comienza a salir del armario con la cabeza bien alta en este archipiélago que, como sugiere la autora de la novela, a veces parece que vive hechizado. Atrapado en su propia espiral de demonios, la mayoría de ellos, me temo, de carne y hueso.

Saludos, será cuestión de releer a Lydia Cabrera, desde este lado del ordenador.

Ya están aquí

Viernes, Mayo 23rd, 2014

El doctor en Historia del Arte de la Universidad de La Laguna, Gonzalo M. Pavés, y el doctor en Historia del Arte por la Universidad de Málaga, Francisco García Gómez son los coordinadores del volumen Ciudades de cine (Ediciones Cátedra), un estudio de más de quinientas páginas sobre la relación que ha mantenido el séptimo arte con los centros urbanos y que plantea, entre otras cosas, cómo estos espacios son reconocidos, forman parte de nuestra existencia, a través de la pantalla. El libro reflexiona además sobre la enorme distancia que separa a la ciudad real de su proyección fílmica porque, se señala en la contraportada, “una película solo nos ofrece una visión fragmentada, construida, imaginaria, tamizada por la mirada de los cineastas. Existen, pues, como mínimo, tres versiones distintas de una misma ciudad: la real que crece y se desarrolla gracias al esfuerzo de sus habitantes, la representada por los cineastas en sus obras y, por último, la percibida por el público como fusión de las anteriores, en la que ambas se complementan.”

Tras debutar en la república de las letras con El peso del tiempo (colección G21 Narrativa Canaria Actual, Ediciones Aguere/Idea), Gerardo Pérez Sánchez presenta El amor y otras vías de escape (Editorial Verbum), una irónica novela que, entre otros escenarios, se desarrolla en la Corte Penal Internacional, y en las que sus protagonistas se encuentran al borde de una crisis existencial que solo el amor puede resolver. ¿El amor?, Gerardo Pérez Sánchez no lo tiene tan claro y así lo escribe y pone de manifiesto a los lectores, quienes tampoco lo tendrán tan claro mientras lee el libro con una amable sonrisa dibujada en sus labios. El autor de esta novela es también doctor en Derecho por la Universidad de La Laguna y ejerce actualmente la docencia como profesor del departamento de Derecho Constitucional y Ciencia Política. Cinéfilo empedernido, sus críticas cinematográficas se publican en varios periódicos.

Saludos, decimos, desde este lado del ordenador.