Al final todo este follón es cosa de la bruja…
Lunes, Octubre 31st, 2011Leo que la mano negra que animó a Alberto Delgado a reunirse con parte del sector cultural hoy levantado en armas fue Dulce Xerach Pérez. Un nombre ya habitual cuando se quiere señalar con el dedo confabulaciones extrañas y misteriosas. Casi como si la señora Xerach perteneciera a una sociedad secreta que manejara los hilos de los repartos dinerarios de la hoy castigada Viceconsejería de Cultura en los presupuestos previstos para el 2012.
Desde que algunos empresarios y artistas (sobre todo músicos y cineastas) levantaron la voz para denunciar lo que, a su juicio, significará la sentencia de muerte de la Cultura en Canarias, están apareciendo escritos y comentarios para todos los gustos que, una vez haya pasado la tormenta, merecerán ser analizados concienzudamente para darnos cuenta de cómo nos gusta marear la perdiz.
Y es que por mucho que lo intente, me cuesta imaginar a Xerach Pérez con mandil mientras ordenar a Delgado, también con mandil, dar inicio a una maquiavélica conspiración…
En fin…
El caso es que los indignados anuncian una reunión para este jueves, 3 de noviembre, en el Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife y según se informa este miércoles, 2 de noviembre, el grupo de Gran Canaria en el Centro de Iniciativas de La Caja de Canarias (CICCA).
Me pregunto si una y otra reunión, así como las multitudinarias ruedas de prensa que ofrecieron en las dos capitales canarias la semana pasada, estarán siendo grabadas. No por agentes camuflados de la Policía Canaria sino por alguno de los implicados.
Lo digo porque el material resultante podría servir para un documental en el que quedara constancia de este movimiento que lleva camino de superar las expectativas que en su día generó la perdida batalla del 2 por ciento para Cultura.
El documento, además, podría optar a las convocatorias que anualmente organiza el Gobierno canario. Y recibir subvención.
Mientras tanto, y para confundir un poco más al personal, se afirma sin recato alguno que detrás de la protesta se encuentra Dulce Xerach Pérez.
La bruja. Uuuuuuu.
Resulta curioso, en todo caso, que algunas voces intenten buscar un origen a lo que se supone fue indignación de los afectados por el recorte. A estas alturas, no creo que nadie ponga en duda que el tijeretazo va a resultar demoledor para un sector que con pretendido tono asambleario y también lastimosamente reivindicativo, está despertando hacia un mañana siniestro.
Y si bien es hora de buscar soluciones y estudiar planteamientos para la supervivencia del sector, urge que todos –afectados e implicados, curiosos y a los que les importa un real pimiento este asunto– sean conscientes que buscar soluciones no será nada fácil.
Pero que buscarlas, hay que buscarlas.
Todo hace indicar que el modelo de negocio, tal y como estaba sustentado hasta ahora, cambiará radicalmente (ya no habrá tarta para tanta gente) pero lo peor es que casi nadie se ponga de acuerdo en cómo va a resultar ese nuevo modelo de negocio que implica algo tan intangible pero necesario como la Cultura.
Partamos de la base que la Cultura ha sido considerada casi siempre como la hermana tonta del entramado que articula el Ejecutivo regional pese a que algunos de sus representantes hayan acudido obedientemente a los protocolarios encuentros con el actual presidente del Gobierno de Canarias.
Esos encuentros solo han puesto de manifiesto, entre otras cosas, las ganas que tenían algunos por salir en la foto y exclamar pa-pa cuando la luz de flash inmortalizara estos acercamientos entre un presidente que vive, evidentemente, en otra galaxia, y unos culturos cegados por un poder que susurraba: dejad que esos niños se acerquen a mi…
Fueron tantas las buenas palabras que David Baute recuerda algunas en un artículo que con el título de ¿Y qué pasa con el Plan Canario de la Cultura?, alentaban en mayo de 2011 a apostar por la Cultura “como eje de nuestras políticas.”
Este programa de CC resaltaba, además, que “como partido nacionalista, la política cultural debe ser uno de los ejes de nuestra acción política y una de las señas de identidad de nuestra futura acción de gobierno.”
Baute escribe como un mes más tarde el pacto de Gobierno suscrito entre CC y PSOE consideraba vital la Cultura para “generar riqueza y empleo, en el marco de un nuevo modelo económico de la economía sostenible, fundamentada en el talento.”
Así que leídas estas declaraciones de intenciones, que un despistado sugiera que Alberto Delgado es un conspirador por reunirse con algunos representantes del sector y lanzarles la bomba de lo que me va a tocar gestionar en los presupuestos del 2012 es cosa de Abracadabra.
¡Abracadabra!
Y si ese mismo alguien escribe que actuó siguiendo la fórmula de Xerach Pérez me gustaría saber ¿en que consiste esa fórmula?
Llevo mucho tiempo en esto, y conozco algunos de sus venenos y pócimas, así que me parece gratuito y tendencioso llamar Estrategia Xerach algo que el autor del artículo no razona al beber, allá él y su conciencia, solo en las empantanadas fuentes de la rumorología.
A estas alturas de la vida me sorprendería de veras descubrir a Xerach Pérez como una especie de bruja que no quiere salir del armario. Así que sin pruebas, esa teoría que esgrime el amigo en su columna no tiene fundamento y sí mucha mala leche y un objetivo obvio: machacar un movimiento con el que puedo o no estar de acuerdo, pero que representa a un amplio sector de una Cultura en Canarias que, paradójicamente, sí que está viviendo estos días su amarga Noche de Difuntos.
Saludos, no hay caramelos para todos, desde este lado del ordenador.