Archive for Octubre, 2011

Indignados. El sector cultural canario se moviliza

Martes, Octubre 25th, 2011

El sector cultural canario comienza a movilizarse para hacer frente común ante el insólito recorte que sufrirá el área de Cultura en 2012.

La mañana del lunes 24 de octubre unas cuarenta personas representantes de la cultura en las islas se reunieron en la capital tinerfeña y con carácter de urgencia para debatir en torno al torpedo que desde el Gobierno de Canarias se ha lanzado contra la línea de flotación de los presupuestos previstos para la Viceconsejería que gestiona Alberto Delgado el próximo año.

Este martes, 25 de octubre, la cita de los profesionales ha tenido lugar en Las Palmas de Gran Canaria, donde todos han coincidido que el recorte en un 65 por ciento de la partida destinada a Cultura supondrá, si no la muerte, sí el ingreso en la UVI de un sector que teme que una decisión de este calado signifique el final de la actividad cultural en Canarias, y la desaparición de mas de 18.000 puestos de trabajo.

Esta semana, no obstante, Alberto Delgado tiene concertado un encuentro con el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, para manifestar el malestar de los artistas y gestores culturales, aunque la mayoría no tiene demasiadas esperanzas de que Rivero entienda lo que supondrá el tijeretazo anunciado.

El sector cultural ha elaborado un manifiesto que espera ser consensuado y este miércoles, 26 de octubre, se informará a los medios en rueda de prensa sobre los puntos que los creadores y profesionales de la cultura en el archipiélago reclaman en el manifiesto.

 Para más información, les invito a que lean la carta abierta que Martín Rivero, premio Canarias de Comunicación y director de Tantoarte Producciones, hace al presidente del Gobierno canario y que publica en su edición del martes Diario de Avisos.

 Saludos, octubre rojo, desde este lado del ordenador.

Ser o no ser

Martes, Octubre 25th, 2011

He seguido con atención la polémica que se ha suscitado en torno a la escasa presencia de editores y escritores canarios en el SILA porque quien puso el dedo en la llaga es uno de esos amigos a los que además de respetar profesionalmente me une una relación que, con sus naturales encuentros y desencuentros, para mí es un hermano. Me refiero a Alfonso González Jerez, uno de los escasos referentes de los medios de comunicación de Canarias que por su cruda objetividad invita a la reflexión a través de sus columnas periodísticas que hoy publica el Diario de Avisos pero que ayer también enriquecieron las cabeceras de periódicos como La Gaceta de Canarias, Canarias 7 y La Opinión de Tenerife. Lean, lean la que escribe hoy en el periódico. Podía haberla titulada Historias para no dormir.

En su primer artículo, del que nos hicimos eco en este mismo blog así como de la respuesta del escritor Nicolás Melini, Alfonso lamentaba con buen criterio –y bien es cierto que con ácidas palabras– sobre la pobre presencia de editores, narradores y poetas de las islas en el Salón Internacional del Libro Africano, encuentro que quien ahora escribe estas líneas ha estado vinculado desde hace unos años, aunque en su tercera edición ha tenido la oportunidad de vivirlo desde dentro para constatar el enorme esfuerzo que se hace por hacer realidad un proyecto en el que, obvia decirlo, quien ahora les escribe cree y en la medida de sus posibilidades ha intentado respaldar desde sus comienzos.

Me sorprende por ello el lado por el que se están escorando las críticas a las ausencias que planteó en un principio González Jerez, a quien parece que quieren crucificar por expresar libremente su opinión.

El refranero popular dice que quien se pica es porque ajos come, y a tenor de lo que he leído en blogs de poetas y escritores canarios la verdad es que, efectivamente, quien se pica es porque ajos come ya que nadie de los que ha levantado la tizona para arremeter contra González Jerez esgrime argumentos que desmonten las reflexiones del articulista.

Y es que algunos (no todos, afortunadamente) de los que escriben y editan en Canarias han preferido obviar su asistencia a las tres ediciones celebradas del SILA como quien no quiere beber de una fuente que emana en pleno desierto.

Vayan ustedes a saber sus extrañas razones. Ya saben, esa manía de pasar sed para estar quejándose todo el santo día de que tienen sed.

A mi, qué quieren que les diga, y como buen beduino que busca agua en el desierto, me parece insólito.

Será porque no me gusta pasar sed.

He tenido la suerte de asistir a encuentros con los libros celebrados en distintos puntos de este país llamado Expaña y en uno de ellos, tan cultural y festivo como es la Semana Negra de Gijón, he visto entre el público diariamente a editores, poetas y escritores asturianos a los que no se les caían los anillos por asistir a las numerosas mesas redondas, presentaciones y conferencias que allí se impartían

SILA no es la Semana Negra de Gijón, obviamente.

Sus objetivos, y el presupuesto que maneja, son radicalmente distintos.

En SILA se dan a conocer las múltiples realidades literarias que hoy por hoy se están cocinando en el continente africano y también es un foro que promueve, a través del Encuentro de Editores, el intercambio no solo con el universo editorial africano sino también europeo y latinoamericano.

Este año, por ejemplo, SILA acogió la IV Cumbre de Editores Independientes Latinoamericanos, un espacio abierto a los profesionales de la edición en Canarias…

Lamento escribir que el número de profesionales del libro del archipiélago que asistieron a este encuentro no fue, digamos, el que se esperaba.

Cuando alguien me preguntó los por qué, solté aquello que somos un pueblo aplatanado. Domesticado, feliz en una inquietante indiferencia de canario. Ese pajarito que canta muy bien siempre y cuando esté enjaulado. Dale de comer alpiste.  

En las dos mesas redondas que organizó la Alianza Internacional de Editores Independientes, salvo dos responsables editoriales canarios, lo que allí se dijo, lo que allí se expresó con mesura cuando tenía que haberse dicho a gritos, fue revelar las claves de cómo se lo montan en otros países para editar y que los libros que publican de manera independiente –fuera de las cadenas multinacionales– lleguen a su gente. A sus lectores potenciales.

Esta mañana, hablando con un editor canario al que estimo y respeto porque se ha convertido en algo así como un canario con necesidad de mover las alas, le comentaba esto mismo cuando me interrumpió diciéndome que no lo habían invitado al SILA.

¿Invitado? Pregunté.

El editor al que estimo y aprecio se quedó un buen rato mirándome.

¿Invitado? Volví a repetir.

SILA está abierto al público en general. Pero sobre todo está abierto a que los editores y escritores canarios además de hacerse una idea de lo mal que está publicar y escribir fuera de este ombligo peludo que es Canarias, aprendan escuchando las realidades de otros escritores y editores que realmente lo tienen muy duro para escribir y editar en sus territorios, e invita a que conjuntamente planifiquen futuras iniciativas editoriales.

Conocer cómo lo han hecho es, al menos para quien ahora les escribe, una respuesta  para aprender a sortear las dificultades que nos amenazan en este apocalíptico 2012 que ya se nos viene encima.

Respecto al escritor que ha dado el paso adelante al sentirse airado en nombre de otros escritores que no se han sentido airados debo decir que la producción literaria de Nicolás Melini es, a mi juicio, y sobre todo en el territorio del relato corto, excelente.

Ya he escrito que Melini es, reitero que a mi juicio, eficaz para contar mucho en apenas seis o siete páginas.

Su último libro de cuentos, Pulsión del amigo, logró lo que muy pocos libros canarios leídos en los últimos tiempos ha hecho: que me llegara al corazón, que me conmoviera. Que me dejara turulato y que supiera, no ya intuya, que detrás había un escritor que trascendía sus intenciones de futbolista asesino.

Melini, con muy buen criterio, vive en Madrid y por razones obvias no pudo asistir al SILA pero sé, no intuyo, que se sentiría muy cómodo en el Salón. Que sería uno de esos escritores canarios que asistirían –libre de prejuicios y paranoias– si no a todos al menos a la mayoría de las mesas redondas, presentaciones y conferencias que el Salón ofrece –es oro puro, creánme–  a lo largo de los cinco intensos días de su desarrollo.

Algunos opinarán que está mal que lo diga porque este año formé parte de esa familia que lo hace posible, pero pese al trabajo y los nervios, SILA es un milagro. Un oasis que invita al pensamiento y al intercambio. También al descubrimiento de un universo literario que pese a la censura y a la pobreza, está haciendo todo lo posible para competir contra un Primer Mundo que hoy más que nunca tiene los pies de barro.

De esto y otras cosas hablaron Boubacar Boris Diop o Sami Tchak, entre otros escritores, en SILA 2011.

Y como razonó Alfonso González Jerez apenas encontré a editores y escritores canarios sacando provecho de estas experiencias.

Sus razones tendrían, pienso.

Aunque no son tiempos, pienso otra vez, para mirarnos el ombligo y sí la de aprovechar las oportunidades que ofrece un espacio que invita al intercambio y al debate sensato. A tender puentes.

Por ello, que algunos de los integrantes del puchero narrativo canario se sientan molestos porque alguien les diga “esto es lo que pienso que son” me asombra. Claro que al sentirse algunos reflejados en ”esto es lo que pienso que son” se ha logrado al menos que despierten momentáneamente de su habitual letargo.

Allá ellos pero no sus lectores.

Saludos, esa es la cuestión, amigos, esa es la cuestión, desde este lado del ordenador.

Homenaje a Orlando Cova

Lunes, Octubre 24th, 2011

La Librería del Cabildo acogerá este martes, 25 ocrtubre y  a partir de las 20 horas, un acto en homenaje al poeta y novelista  Orlando Cova, fallecido el pasado 2 de octubre. Durante este acto, que presentará el poeta y editor Ánghel Morales, un grupo de amigos y familiares del escritor recitarán algunos de sus versos y recordarán su figura y su obra.

José Rivero Vivas, Jesús Rodríguez Castellano, Marcelino Marichal, Antonio Arozena, Fernando Senante, Rubén Díaz, Lourdes Hernández, José Marrero, Francisco Padilla, Antonio Carmona o Alfonso García, entre otros, son algunas de las personas que formarán parte de este homenaje. 

Saludos desde este lado del ordenador.

Francisco Estupiñán obtiene el Premio de Novela Benito Pérez Armas por ‘El corsario de Lanzarote’

Lunes, Octubre 24th, 2011

El escritor y periodista Francisco Estupiñán Bethencourt ha obtenido el XXVII Premio de Novela Benito Pérez Armas que convoca anualmente CajaCanarias por El corsario de Lanzarote, una documentada obra que se enmarca dentro del género histórico, que relata las luchas de poder de una poderosa familia canaria del siglo XVI, que se enfrenta en diferentes ocasiones a los piratas y corsarios moriscos.

El jurado de este certamen deliberó durante varias horas hasta conseguir un acuerdo, que incluye la concesión de un accésit de edición a El hombre que ama a Gene Tierney, un singular texto introspectivo cuyo autor es el escritor, actos y guionista Daniel María.

Los integrantes del jurado de la vigésimo séptima edición del Premio de Novela Benito Pérez Armas fueron Álvaro Arvelo Hernández, presidente de CajaCanarias, economista y profesor mercantil; Cecilia Domínguez Luis, escritora; Juan Manuel García-Ramos, catedrático de Literatura Hispanoamericana de la Universidad de La Laguna, escritor y crítico literario; Juan Cruz Ruiz, periodista y escritor, y Ramón Trujillo Carreño, ex catedrático de Lingüística de la Universidad de La Laguna, presidente de la Academia Canaria de la Lengua y escritor.

Francisco Estupiñán es un reconocido periodista, que ha desarrollado una dilatada trayectoria en periódicos como El Día y La Gaceta de Canarias, así como en tareas de comunicación en el Gobierno de Canarias y, actualmente, en la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife.

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria en 1961, es licenciado en Filología Hispánica y doctor en Ciencias de la Información por la Universidad de La Laguna. Ha publicado La isla redimida, una crónica de la metamorfosis de Fuerteventura editada por el Cabildo de esta Isla, y su tesis doctoral La escritura entre líneas, en la que analiza los artículos de opinión en El Día entre 1966 y 1975.

Es autor de diferentes investigaciones en comunicación social y colaboraciones literarias en diversas revistas y suplementos. Entre las primeras cabe citar Mitos sobre la globalización y las nuevas tecnologías de la comunicación, El sentido crítico y los medios de comunicación y el estudio realizado sobre el suplemento de Diario de Avisos  Gaceta semanal de las artes.

La novela ganadora es fruto de siete años de trabajo de documentación histórica y construcción de la trama argumental. Comienza a modo de memorias de un cautivo de un corsario musulmán. Hecho rehén a cambio de la libertad de la esposa de su hermano, pronto es consciente de que no va a ser pagado el rescate y, por lo tanto, que su vida depende de la voluntad del pirata Morato Arráez. Éste les proporciona sin embargo un trato exquisito y les cuenta sus andanzas (su origen albanés y posteriores correrías, que incluyen el ataque a las posesiones del hermano del protagonista en Lanzarote).

Tras pasar por Salé, son llevados a Fez. En los calabozos de Fez, conocen a un musulmán hijo de Dogali el Turquillo, famoso y temido en Canarias por sus temibles escaramuzas razzias (personaje real que ocupó y saqueó Arrecife en 1571). Este hijo de corsario les comunica que han pasado a ser parte del botín que Morato de Arráez le deja al rey de Fez. Cuando vence el plazo y el hermano del cautivo no paga la suma requerida para la liberación, el rey decide enviar al cautivo con un judío ceutí al que debe a su vez dinero. Así, el protagonista es llevado a Ceuta.

El hombre que ama a Gene Tierney, distinguido por el jurado como accésit de edición, es una obra en la que aparecen mezclados relatos, cuentos cortos, obras de teatro e, incluso, fragmentos de guiones, fruto de la polifacética creatividad de su autor, Daniel María.

El argumento gira en torno al día a día y las reflexiones que le despierta al protagonista, un licenciado en Literatura que visita diariamente la biblioteca para realizar su tesis sobre narrativa canaria contemporánea, pero también toma notas constantemente para su propia obra. De hecho, desde muy pronto se empiezan a intercalar los elementos de la novela policial de la que ha dado ya antes el argumento.

Daniel María, creador de esta trama de ficción valorada especialmente por el jurado, nació en Agulo, La Gomera, en 1985, y ha desarrollado una versátil trayectoria artística como escritor, actor y guionista. Ha trabajado en cortometrajes como Agua mineral, Roedores y Cabeza de familia; así como en obras de teatro. Entre sus puestas en escena, Endanimoniado obtuvo el primer Premio de Monologuistas de Tenerife, en 2006.

Ha codirigió, junto a Adrián Ruiz Martín, la Escuela José Manuel Cervino de Teatro y Cine de Arafo hasta su cierre en 2009 y ha impartido diversos talleres de interpretación. Es secretario de redacción de la revista La Página, donde escribe artículos sobre literatura y cine y en cuya editorial homónima dirige el sello La Página Joven.

Ha publicado el poemario Hilo de cometa (La Página, 2009) y el libro de cuentos (de)función cómica (Ed. Idea, 2009). También noveló y preparó la edición de El extraño viaje,  guion cinematográfico de Pedro Beltrán (La Página, 2011). Fruto de la investigación llevada a cabo sobre El extraño viaje resulta su libro El caso de la película imposible (La Página, 2011), primer estudio crítico en España sobre esta película maldita de Fernando Fernán Gómez.

Saludos, es lo que hay, desde este lado del ordenador.

Benditas relecturas

Domingo, Octubre 23rd, 2011

Estaban en las estanterías y ahora sobre la mesa.

El topo de John Le Carré.

El negrero de Lino Novás Calvo.

Vuelvo a la que quizá sea la novela más famosa de Le Carré –junto a El espía que surgió del frío– porque veo la serie protagonizada por Alec Giness como George Smiley y estoy pendiente del estreno del largometraje que recupera este título ya clásico en la novela de espionaje en la que Gary Oldman interpreta a Smiley, un Smiley que en mi cabeza siempre tendrá la presencia inquietante de ese católico convencido que fue Guiness. En El topo, o Calderero, sastre, soldado, espía, se dan todas las claves de la mejor novela de agentes secretos en la guerra fría. Su lectura es una compleja y apasionante partida de ajedrez en la que un Smiley cansado, y resignadamente cornudo, regresa al servicio con la misión de localizar al topo y desmontar la obra maestra que ha pergeñado desde entonces su Némesis, Karla.  

El negrero la escojo del estante empujado por la bendita casualidad y cuando releo las primeras líneas de esta novela que ahora se me antoja devoré en la noche de los tiempos en una vieja edición de Austral, me pregunto qué demonios estaba haciendo allí,  silenciosa y con sus cubiertas repletas por el injusto polvo del olvido. El negrero cuenta la vida real del tratante de esclavos Pedro Blanco Fernández de Trava a principios del siglo XIX e inevitablemente caigo hechizado por el retrato humano –demasiado humano– de este hombre terrible que hizo fortuna con el látigo. Llego a la conclusión de que probablemente se trate de una de las mejores novelas de aventuras escritas en castellano de todos los tiempos. La pregunta es ¿por qué no ha sido reivindicada como se merece? Se publicó en los años 30 y hace unos años fue reeditada por Tusquet.

Saludos, empiezo a notar frío, desde este lado del ordenador.

¿No era yo el que tenía que esconder la cabeza?

Sábado, Octubre 22nd, 2011

Diario de Avisos publica en su edición del sábado 22 de octubre un artículo que bajo el título de Caída histórica de la inversión regional para Cultura del 65 por ciento en 2012 analiza el durísimo y por otro lado poco justificado recorte presupuestario que sufrirá el área que dirige Alberto Delgado para el próximo año: 13,5 millones de euros.

Esta cantidad, muy ajustada, obligará a que el departamento que gestiona Delgado reste más que sume en las iniciativas que en materia cultural el Ejecutivo autonómico diseñe en el apocalíptico 2012 que prácticamente ya se nos viene encima. 

Pero, por otro lado, exigirá también que con el dinero que se cuente se apueste por proyectos e iniciativas que realmente estimulen la creación y la reflexión en una islas tan necesitadas de crítica y autocrítica. Elementos que solo se encuentran en sociedades formadas, capaces de pensar por sí mismas.   

Las conclusiones de Alberto Delgado tras conocer la partida dineraria que asumirá el próximo año tritura –son sus propias palabras– las expectativas que como Viceconsejero tenía depositadas en el anunciado recorte al que el Gobierno que preside Paulino Rivero iba a someter su área.

Delgado explica así que esperaba un tijeretazo que rondaría el 4,5 por ciento del presupuesto de 2011 pero no los 13,5 millones que finalmente gestionará. Con ese dinero, lamenta,  no ve “asumible” la distribución para estimular un sector –como es el cultural en Canarias– que hoy más que nunca debe de plantearse que está ante un Ejecutivo autonómico poco receptivo al hecho cultural. 

El Viceconsejero sentencia “con esta rebaja va a ser totalmente imposible mantener los programas y la política cultural que se ha venido desarrollando hasta ahora.”  

¿Incluye Septenio?

¿Qué pasará con Canarias Crea?

Partiendo de la base que no lo ha tenido fácil Alberto Delgado desde que ocupó esta responsabilidad en plena y catastrófica crisis que como termitas han terminado por devorar los dineros que en cada ejercicio iba a parar a sus manos, es momento de que se plantee de una vez que las apuesta multimillonaria por determinadas actividades y sus campañas  promocionales y de difusión poco o nada han hecho para estimular los atractivos culturales que, desde el Gobierno, se pretendían potenciar que no vender.

Ello hace indicar que la política de repartos para 2012 debe ser afrontada con cabeza, evitando derroches porque ya no estamos en época de vacas cebadas.

Es más, son tiempos que exigen racionalizar los gastos.

También de invertirlos en actividades eficaces que contribuyan a plantar la semilla de la reflexión y el intercambio.

Son momentos de consenso.

Y también de ambiciones.

El discurso, por ello, no debe ser el de tirar la toalla sino el de abrir vías.

Vender el mensaje que se va a continuar hacia adelante con la cabeza bien alta pese a la adversidad. 

No me convence por derrotistas las palabras de Alberto Delgado cuando afirma en el artículo que “con estas cuentas se me antoja totalmente imposible seguir adelante con los programas”.

Más en estos tiempos oscuros en los que nos encontramos.

Ya no vale mirar con nostalgia ese pasado disparatado de derroche porque son tiempos que obligan a coger al toro por los cuernos, tiempos que invitan a estudiar con inteligencia donde se van a invertir los escasos recursos que se disponen.

Hacer lo contrario es una invitación al suicido.

Y Alberto Delgado, por lo que lo conozco como gestor de un departamento que, me consta, los que tiene por encima consideran como una molesta maría, ha dado sobradas muestras –con sus aplastantes errores, está bien decirlo–  de superarlos.

Si corrige desatinos, sin lugar a dudas es el hombre indicado para gestionar el raquítico presupuesto que tendrá Cultura en ese 2012 apocalíptico para unos pero integradores para otros.

Saludos, cuando me asomé al abismo contemplé mi reflejo, desde este lado del ordenador.