Archive for Agosto, 2008

Las novelas del viejo león de pelo blanco: Samuel Fuller

Viernes, Agosto 29th, 2008

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Ssupongo que los/as que recalan en este blog conocerán si no en su totalidad sí algunas de ls películas de Samuel Fuller (Worcester, 1911-Los Angeles, 1997) un director especializado en películas de bajo presupuesto que fue reivindicado en los años setenta por jóvenes cineastas europeos que poco o nada recogieron de su talento. Me refiero en concreto al sobrevalorado Win Wenders, cuyo cine se ha ido empequeñeciendo con el paso del tiempo por mucho amigo americano que bucase desesperadamente.

No voy a comentar sin embargo lo que me sugiere el cine del león de melena blanca del que dice la leyenda que disparaba al aire cuando gritaba la palabra acción. No, no quiero hablar de sus películas aunque recomiendo a los iniciados y a los novatos a que la redescubran o descubran según sean los casos. Hoy quiero hablarles del señor Fuller como escritor ya que, afortunadamente, se tradujeron algunas de sus novelas cuando en este país todavía se traducía a gente interesante.

El primer título que leí del director de La casa de bambú fue Muerte de un pichón, novela que más tarde llevaría al cine en el invierno de su descontento. O en el de una carrera plagada de meridianos éxitos. La película no vale mucho, pero la novela que da origen al filme todavía suda interés para los que disfrutan con una buena ficción policiaca. Fuller, en este sentido, cultiva el subgénero duro de la novela negra, influenciado notablemente por la soledad del corredor de fondo que caracteriza el universo de uno de los maestros literarios del género: David Goodis. La novela trancurre en escenarios de la vieja Alemania Federal y está protagonizada por un personaje con nervios de acero aunque balndo corazón. Se editó en nuestro país en la colección Espiral, de la mítica Fundamentos, y con suerte se puede pillar en rastros y librerías de viejo. Lo mismo pasa con su deliciosamente reaccionaria 144 Piccadilly, novela con la que arremente contra la cultura de la paz y las flores que encarnaron los hippies en plenos años 60. Por políticamente incorrecta es seguro que incomodará a más de uno y una, pero si el lector sabe abstraerse del peculiar ideario del cineasta y escritor, les garantizo que la novela respira un déjame entrar que, al igual que me sucede con su película Manos peligrosas (brutal reflexión anticomunista), te absorbe hasta llegar a sus páginas finales.

Considero, sin embargo, de las novelas leídas hasta la fecha de Fuller como la más interesante la titulada El fusil, cuya acción transcurre durante la guerra de Vietnam. El fusil es un M-1 que pertence a un vietnamita, Quan, “con él era un gigante de cinco pies capaz de luchar contra el  mundo por sí solo” lo describe Fuller, quien aprovecha la novela para mostrarnos también dos conceptos ante la guerra que encarna en un militar norteamericano y un pacifista de la misma nacionalidad que dan con sus huesos en aquel apocalipsis ahora. 

Como en todas las novelas de Fuller, y como en sus películas si uno se para a pensarlo, el pacifista no será tan pacifista cuando vea cara a cara a la muerte, mientras el militar, acostumbrado a la vieja dama, resultara más humano (junto a Quan) de esta todavía sorprendente novela contra ¡la guerra!

El viejo cineasta de cabello blanco confesó en cirta ocasión, no obstante, que la guerra era un tema que lo apasionaba porque, según él, “la muerte es la emoción básica porque vivimos en un mundo de odio”.

Otras novelas que sobre la guerra del Vietnam son la recomendabilísima Un chaleco de acero (en la que se inspiró vagamente Stanley Kubrick para su La chaqueta metálica), de Gustav Hasford y editada en su momento en España por Seix Barral, y la raccionaria Boinas Verdes, de Robin Moore, título que fue llevado al cine por John Wayne en la fue su última película como director tras su épica (y sí) fabulosa El Álamo. Hay otros títulos sobre este conflicto escritos tanto por estadounidenses como vietnamitas, también franceses cuando Vietnam era su colonia, Indochina, y quizá de origen a otra entrada en el blog según salga el sol. El motivo de este post era, sin embargo, Samuel Fuller y su recomendable producción literaria, por lo que añado a las tres novelas antes citadas (todas ellas editadas por Fundamento), Mi nombre es Quint, que apareció en español en la inolvidable colección Etiqueta Roja de Edicions B.

Mi nombre es Quint es otro de los grandes títulos literarios de este genial hombre de acción. El lector la pude leer como si se tratara del lado oscuro de Bourne, el súper espía al servicio de nadie creado por Robert Ludlum, aunque más coherente y bestia. En esta novela hay un poco de todo: asesinos profesionales con más de 70 años, hombres poderosos que encarnan lo peor que todos llevamos dentro y un héroe con cierto parecido a Lincoln y cincuentón que recorre media Europa perseguido por un ejército de asesinos. Muy recomendable, vaya. En especial para esos que leemos best seller sin sonrojo.

Ignoro si hay otras novelas traducidas al español de ese animal salvaje que fue Fuller. Me haría muy feliz descubrir que sí. Si no es así, me quedan afortundamente los títulos citados y sus películas. Trabajos todos ellos que si se caracterizan por algo es por su sentido de la acción.

BANG, BANG, BANG. 

¿Alguien se acuerda del Salón (encuentro) del Cómic de Tenerife?

Jueves, Agosto 28th, 2008

En abril de 2006 se celebró el último Salón del Cómic de Tenerife (y vale que estoy completamente de acuerdo que el nombre le quedaba bastante grande a lo que fue meramente un encuentro con los colorines de toda la vida) y si bien se auguró, y nosotros en este mismo blog nos sumamos al auguro, parecía que iba a celebrarse este año de 2008 tras morir (parecía que aparentemente) el año pasado, la cosa sigue en stand bye, que dicen los anglos y sajones. No sé, no sé, no sé… Me consta cierta frustración en el equipo de organizadores sobre todo porque desde el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife le dan la callada por respuesta. Pienso yo, porque pienso y creo que existo, que si la idea hubiera caído en un conejal tipo súper Ángel Llanos es probable que otro gallo les hubiera cantado a los chicos que están empeñados en que su Salón (bueno, para mí encuentro) con los Cómic siga adelante…

Bastante difícil lo veo, no obstante. Por lo que invito a los que gustan de fomentar el pleito con la isla que tenemos justo en frente que alguien me explique como las conservadoras instituciones del chicharro han sido capaces de obviar un encuentro que tras 14 años de celebrarse de manera interrumpida dejan fallecer entre estertores cuando allí, en la para unos maléfica isla de Gran Canaria respaldan en su capital otro encuentro con los tebeos desde hace tres años…

¿Qué tienen de malo los colorines? Qué yo sepa muy pocas cosas. No sé muy bien quien dijo que los comics eran algo así como el cine para los pobres pero eso sería en otras épocas no sé yo si más tristes que la actual. El encuentro de Tenerife además de fomentar la relación de los dibujants y aficionados locales con artistas nacionales y ocasionalmente extranjeros dedicados al ¿noveno arte? también daba prioridad a los pequeños para que pasaran el rato leyendo historietas en la Recova Vieja, que solía funcionar como sede de las jornadas. El programa contaba también con mesas redondas, talleres y otras ofertas de interés para una sociedad tan aburrida como es la santacrucera, lo que me hace todavía más difícil explicar el por qué del silencio administrativo que pesa sobre el futuro del Salón (encuentro para este que les escribo, insisto).

Todo queda en el aire, como siempre, en esta isla que nos ha tocado vivir. Y como finalizaban los colorines de mi tierna niñez, mucho me temo que este asunto continuará…

Seguiremos informando y si es necesario dando la vara.

  

En memoria de Edison Marshall, un escritor de aventuras olvidado

Miércoles, Agosto 27th, 2008

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Es probable que por el nombre no lo conozcan ni siquiera los iniciados en la novela de aventura, pero si citamos algunas de las películas que se rodaron inspiradas en sus creaciones literarias es probable que a más de uno se le despierten los instintos depredadores por hacerse con sus libros. Nos referimos al escritor norteamericano Edison Marshall (1894-1967), uno de esos autores injustamente olvidados por los seguidores de un género que tanto buenos ratos nos ha hecho pasar. Filmes como Los vikingos, un clásico dirigido con mano maestra por otro gran clásico, Richard Fleischer,  o El hijo de la furia, de John Cronwell, quizá despierten las gastadas neuronas de más de uno, por lo que recomendamos a los fanes fatales a que busquen como posesos estos y otros de sus títulos, si bien se trata, advertimos, de una tarea casi imposible porque todas sus novelas en castellano, absolutamente todas sus novelas, se encuentran hoy descatalogadas. Claro que con suerte, y yo he tenido esa suerte, te puedes encontrar con algunos de ellos en rastros y librerías de viejo. La cosa es rebuscar y mancharte los dedos de la mano con el santificado polvo de todos esos libros estropeados y de páginas amarillentas con las que suelen tropezarte cuando visitas uno de estos sitios. Y creedme si os digo que el corazón suele latirme a una velocidad fuera de lo normal cuando encuentro algunos de los excelentes trabajos de Marshall en sitio como estos.

Descubrí a Marshall gracias a la lectura de un artículo excelente firmado por Alfredo Lara López en Opar, uno de los mejores fanzines que jamás se hayan editado en España. Y quiso el destino, tras la lectura incediaria y absolutamente recomendable de Lara López, que llegase a mis manos la primera novela que inició mi particular obesión por las creaciones de este escritor. Debo reconocer, no obstante, que me decepcionó el hallazgo. El título de la novela es Un castillo en el pantano, y más que una novela de aventuras es una novela gótica, donde el autor mezcla con cierta habilidad (eso sí que es verdad, o al menos mi verdad) romances sureños con asesinatos varios… La luz, sin embargo, se encendió mucho tiempo después, cuando compré la estupenda El teniente de bengala, novela de aventuras coloniales que transcurre en la India y donde aparece una de las constantes de este narrador ultra conservador y en ocasiones reaccionaro: el mestizaje de su protagonista, lo que origina un conflicto no ya de clase sino racial. El chico que tiene la mitad de su sangre blanca quiere ser blanco pese a los obstáculos que le impone la rígida sociedad en la que se desenvuelve. El teniente de bengala es una de esas novelas río donde pasa de todo a un ritmo endiabladamente veloz. Hay tiros, romance, aventura, engaño, traiciones, heroísmo… Más o menos los mismos ingredientes que el escritor volcaría en otras de sus grandes obras: El hijo de la furia. Este título tiene reminiscencias más o menos idénticas en su inicio a las grandes novelas de Stevenson, pero a mitad de la historia da un giro de 20 grados y explora otras vías para satisfacción de lectores con ganas de sumergirse en los avatares y las inclemencias de su protagonista. Hay quien asegura que El hijo de la furia también puede leerse como una especie de El conde de Montecristo radical. Yo no voy tan lejos, sólo garantizo entretenimiento y un viaje a lugares exóticos, en este caso las islas del sur, entre otros paisajes por los que transcurre la novela, que no deja de engancharte a sus páginas. Las tres novelas citadas fueron editadas en su momento por la inolvidable colección Reno, donde lo mismo publicaban a Marshall que a Graham Greene, o a Vicky Baum y Frank Yerby, entre otros escritores de “moda” de aquellos años…

Marshall escribió muchas más novelas, pero sólo he logrado hacerme en los últimos tiempos con El bloque de jade, que no deja de ser una simpática pulp fiction, pulp fiction bastante incorrecta para estos tiempos profilácticos que vivimos. Quizá se trate, además, de la más racista de sus novelas. De un racismo tan infatil que a unos dará miedo y a otros sonoras carcajadas. Así son las cosas. Es una lástima que su novela más famosa, Los vikingos, no haya sido editada en España. Me consta que hay una edición argentina de los años 50 pero doy casi por imposible que algún día pueda hacerme con ella. Otros títulos del escritor son La isla de las focas, La joya de Mahabar, La reina del Ártico y La mujer infinita. Ah, y a modo de despedida del viejo y entrañable Opar, ¡hasta la próxima y cuidado con los malos encuentros!

NOTA: La imagen que acompaña este comentario corresponde a la actriz Gene Tierney, protagonista de la versión cinematográfica de El hijo de la furia. Obvia decir, aunque lo diré, que me sigue pareciendo una de las actrices más brutalmente bellas del cine de todos los tiempos. Los que ya fueron, los actuales y los que están por venir. ¡Qué viva Laura! Y si no, Que el cielo la juzgue.

Una pandilla de golfos. Unos malísimos y otros divertidísimos

Lunes, Agosto 25th, 2008

Hay libros que coinciden en el tiempo. Y eso es lo que me ha pasado en la agitada y cada día más apasionante (debe ser por mi vocación de ermitaño confeso o lobo estepario como me soltó en cierta ocasión un eco) aventura de leer. Uno de los libros es una novedad y está relacionado con el mundo del cine. Su título Hollywood y la mafia, lo firma el investigador Tim Adler, y se trata de un interesante trabajo donde revela y destapa las estrechas relaciones que ha mantenido la Meca del Cine con gángsters de todo pelaje. Es decir, que en el mismo saco mete a indeseables como San GiancanaBugsy Siegel o Lucky Luciano y demás familia, con productores cinematográficos que de alguna manera son el reflejo luminoso del lado oscuro del crimen. El libro está editado por Man Non Troppo, sello de Ediciones RobinBook. El segundo se trata de Rat Pack. Viviendo a su manera, del entusiasta periodista y crítico musical Javier Márquez, un retrato biográfico apasionante del clan Sinatra. Grupo de amiguetes aficionados a la juerga que formaron Sammy Davis Jr., el gigantesco Dean Martin, Joe Bishop y Peter Lawford, entre sus más conocidos canallas. Con el gran Frank Sinatra a la cabeza, claro está.

Y digo que la lectura coincide por la temática contagiosa porque la mafia que no magia es una de las grandes protagonistas en estas dos obras. Por un lado, deja constancia de las relaciones que Sinatra mantuvo con estos matones, algunos de los cuales contribuyeron a su manera al éxito de su carrera, y por el otro porque Hollywood siempre ha sentido cierta fascinanción por el mundo del hampa. Casi desde sus inicios como industria del cine. La lista de películas sobre gángster es, en este sentido, extensísima y plagada de obras sino maestras si al menos fundamentales a la hora de estudiar el cine norteamericano de buena parte del siglo pasado.

Rat Pack. Viviendo a su manera puede conseguirse en edición de bolsillo y es absolutamente recomendable para todos aquellos que todavía escuchan discos de algunos de estos grandes artistas. Yo por lo menos no me canso, y oírlos me alegra el día. Lo que es mucho para estos tiempos de confusión que vivimos.

  

McCartney, ¡¡¡en Tenerife!!!

Domingo, Agosto 24th, 2008

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El cantante y compositor británico Paul McCartney, fundador de los míticos The Beatles, podría actuar en el sur de Tenerife el próximo 6 de diciembre. El concierto se celebraría en el campo de golf Costa Adeje, espacio que acogió el pasado 24 de enero un recital del también cantante y compositor británico Elton John y al que asistieron casi unas 20.000 personas.

La empresa organizadora, Sun Live Festival Canarias, asegura que este concierto “que ya está prácticamente cerrado a falta de cerrar algunos flecos” forma parte de una pequeña gira de tres directos con los que el cantante anunciará su retirada del mundo de la música.

Tras el concierto del ex Beatles, los organizadores barajan traer a la isla en abril al legendario guitarrista Eric Clapton, quien actuaría también en el campo de golf Costa Adeje.

McCartney formó junto a John Lennon una de las parejas de compositores más influyentes de la música contemporánea con The Beatles, escribiendo conjuntamente un extenso catálogo de temas conocidos. Después de anunciar que dejaba la banda inició una exitosa carrera en solitario y formó el grupo Wings con su mujer, Linda McCartney.

McCartney ha trabajado también como compositor de música electrónica y temas para películas.

Una despedida y hasta la próxima…

Miércoles, Agosto 6th, 2008

Bueno amigos y amigas, calculo que durante dos semanas y un poquito más no estaré de buceo por el blog así que no habrá actualizaciones durante este periodo porque también nos cogemos vacaciones. Ojalá le sirva a quien les escribe para desconectar, aunque sí que os aseguro que allá donde me voy (y es una tierra lejana, lejana, lejana aunque sagrada) me llevaré como es habitual una tonelada de libros. Es una manía esto de leer. Por cierto, os recomiendo que lean el artículo de opinión que firma hoy la compañera Saro Díaz en La Opinión de Tenerife, no puedo estar más de acuerdo con ella. En fin, si el gran Cthulhu está conmingo espero regresar con las pilas puestas y dedicarme más a la observación del mundillo cultureta y curtureta canario para informar sobre cómo van las cosas. Así que, mientras me lo permitan y tenga fuerza porque me lo permiten, prometo volver tras ese breve (pero intenso, loado sean los dioses) paréntesis vacacional.

Si están aburridos, ahí os dejo cantidad de entradas donde doy rienda suelta a mis neuras intelectuales.

Un abrazo y gracias (a los amigos y enemigos,que haberlos hay) que siguen más o menos con cierta periodicidad esta atalaya que refleja mi potaje cerebral.

Un fuerte abrazo.