Archive for Noviembre, 2011

A partir de ahora ‘El Perseguidor’ se publica todos los miércoles en ‘Diario de Avisos’

Miércoles, Noviembre 30th, 2011

El sábado 26 de noviembre El Perseguidor anunció en su portada el cambio de día que, a partir de la próxima semana, iba a caracterizar la periodicidad semanal del suplemento cultural del periódico tinerfeño Diario de Avisos y que coordino desde su aparición, el 10 de julio de 2010.

Informamos así, y para que quede constancia, que El Perseguidor continúa editándose con el decano de la prensa en Canarias, aunque a partir de ahora su aparición será todos los miércoles mientras el cuerpo aguante.

De esta manera, este miércoles, 30 de noviembre, iniciamos una nueva etapa en el calendario del suplemento.

Los contenidos que ofrecemos en el número 74 incluyen, entre otros, una extensa entrevista con el traductor José Aníbal Campos González, un atractivo reportaje firmado por el escritor Nicolás Melini y en la sección El vuelo de Ícaro, que coordina Coriolano González Montañez,  dos poemas del poeta estadounidense Stephen Ellis traducidos y con notas de Mario Domínguez Parra.

Así que ya lo saben, a partir de ahora El Perseguidor todos los miércoles con el Diario de Avisos.

Saludos, apúntenlo en sus agendas, desde este lado del ordenador.

Esquizofrenia ‘punk’: Escorbuto Crónico-Guerrilla Urbana

Martes, Noviembre 29th, 2011

A finales de los ochenta y principios de los noventa brotaron como setas venenosas numerosas bandas de desarrapados que hicieron bandera de un movimiento llamado punk. La tribu iba de nihilista y les gustaba llamar la atención con chamarras forradas de tachuelas, mirada chunga y un obsesivo y repetitivo no future que les hacía decir las cosas por la puta cara porque no perdían nada ante el caótico panorama que se les presentaba.

Hay un punk, sin embargo, con su poso ideológico más profundo de  lo que para algunos pudo ser solo un escaparate repleto de gamberros. Y su manera para despertar conciencias se basó, fundamentalmente, en la música.

Tenerife, no iba a ser menos, cuenta así con algunos grupos que nacieron con ánimo provocador. Y entre algunas de sus mejores bandas están Escorbuto Crónico y Guerrilla Urbana.

Editado por Los 80 Pasan Factura y el nuevo sello canario El Hombre Bala Records. Y con una edición limitada de quinientas copias, se presenta ahora un EP de vinilo que rescata cuatro canciones  de Escorbuto que habían sido relegadas por el peso de la historia. Son: En nombre de España, Son la cagada, La Laguna debe morir y Quiero ir a Roma.

Este EP es solo un adelanto del que a comienzos de 2012 será el décimo disco de Guerrilla Urbana y que llevará por título Serenata para Antro y Chusma (Opus X), que reúne diecinueve canciones del concierto que ofrecieron en la fallecida sala Honky Tonk Express de Santa Cruz de Tenerife.

El disco de vinilo incluye, sin embargo, dos canciones que no aparecen en el CD.

 Un poco de historia

Guerrilla Urbana grabó su primer disco en 1994 con el provocador título de Palabra de Dios para el sello vasco Discos Suicidas. En su repertorio incluyeron alguna versión de Escorbuto Crónico. Su último trabajo fue Incendiario, editado por Los 80 Pasan Factura en 2009.

Escorbuto Crónico vino al mundo en la ciudad de La Laguna en 1979 y está considerado como el primer grupo oficial de punk canario. En 1983, en la misma ciudad, y en el mismo local de ensayo apareció Guerrilla Urbana, algo más hardcore que la banda que llevaba por nombre la famosa enfermedad que caracterizó a la marinería de siglos hoy olvidados.

El único disco que editó Escorbuto Crónico fue su single de vinilo Documentación, tema que se convirtió en himno para punks y gentuza que no iba de punk que por una vez marcharon unidos cantando aquello de Yo nací en el bloque 2009, fui educado en la violencia y en la muerte, soy un comodín del supremo Estado

Guerrilla sonó en disco 1987 en un EP de vinilo compartido con bandas punk alemanas, japonesas y peruanas. ¡Viva la globalización!

Ambos grupos, Escorbuto + Guerrilla,  compartieron en varias ocasiones escenario y al morir Escorbuto, dos de sus miembros pasaron a la Guerrilla Urbana. En la formación actual de Guerrilla, además de Zurda como miembro fundador, se encuentra Cuervo; quien fuera batería de Escorbuto y luego de Conemrad, así como tres músicos que llevan en la Guerrilla desde los últimos 10 años –David al bajo, Fredi a la voz y Pachón a la guitarra–.

Tras este repaso de su ficha policial, les recomiendo a todos aquellos que una vez en su vida sintieron la tentación de no tener miedo que se hagan con el EP y el CD. Unos podrán pensar que lo recomienda un coleccionista. Otros, los que quizá mejor me conozcan, un tipo que nunca se afeitó la cabellera pero que estaba hasta los cojones (y continúa estándolo) de que le pidan la documentación.

Saludos, documentacióóón, desde este lado del ordenador.

Mi excesivo y hueco Ken Russell

Lunes, Noviembre 28th, 2011

Ha muerto Ken Russell, de profesión sus películas. Delirantes y extravagantes en su tiempo. Vistas hoy, la mayoría de ellas deliciosas excentricidades que, pasado los años, se han convertido en ridículas provocaciones más estéticas que éticas.

Entre otras películas, Russell es director de Tommy, la vibrante y excesiva ópera rock de The Who.

La protagoniza su vocalista, un Roger Daltrey pasado de rosca. Lo acompañan otras leyendas del rock británico como Eric Clapton.

Russell vivía en un mundo loco, loco, loco que hoy parece tonto, tonto, tonto. Pero no por ello se le resta encanto.

Tuvo, a mi juicio, lo que los especialistas llaman mirada. Estilo propio. Firma de un cineasta que necesita sobreactuar para que el público se percatara que lo que estaba viendo era una de Russell. Claro que dentro de sus filmes no había nada.

Su cine es un globo que se hinchó y se hinchó hasta que explotó.

Cuenta el cineasta, sin embargo, con una película que en su momento provocó un gran impacto en mi generación: Altared States. Russell parece domesticado, evita los excesos como un borracho su ración diaria de alcohol. El filme va de drogas. El protagonista, suspendido en un tanque de agua y con cables en la cabeza retrocede al estado primario. Un mono. Un personaje que parece Carlos Castaneda intenta ser su chamán.

He vuelto a ver Estados Alterados, y comprobé que, efectivamente, es una película looooca. Tonta, muy de su tiempo.

Contaba con brillantes efectos especiales. De su tiempo.

Más tarde estrena Gothic. Un sueño, una pesadilla sobre la mítica reunión que sostuvieron en la célebre villa Diodati, Suiza, un pasado de vueltas lord Byron que propone a sus invitados en una noche de tormenta escribir una novela gótica. Los presentes se ponen a la tarea aunque solo es la delicada Mary Shelley quien escribe Frankenstein. Byron inicia un relato, El vampiro, que terminará su médico particular, el inquietante doctor Polidori. A Russell no le interesa nada la historia. Se deja llevar por sus excesos y rueda un filme delirante, extraño… tontamente hechizante que, como casi todas sus películas, no supera la prueba del tiempo. Lleva al cine, sin pudor, La madriguera del gusano blanco, una soberbia novela de terror de Bram Stoker y enloquece definitivamente con la chillona La pasión de Chinna Blue.

Atrás quedan otros de sus trabajos. Lo conocerán por sus famosos y retorcidos biopic musicales: The Music Lovers y Lisztomanía.

Firmó también una atractiva película de espías: El cerebro de un billón de dólares, basada en una novela de mi apreciado Len Deighton  y Los demonios, donde descubre al actor británico Oliver Reed, y Women in love. La primera cinta está basada en la novela de Aldous Huxley y la segunda en la obra de D. H. Lawrence.

Me quedo con Los demonios. Por provocadora. Por su ganas de encender polémica.

Aunque hoy, insisto, ni provoca ni polemiza.

El mundo, quizá, se haya vuelto russelliano.

Como un globo, sin nada dentro.

No obstante, es probable que a los que van de políticamente correctos quizá le ofenda.

Allá ellos.

Ken Russell termina los últimos años de su vida como solo un personaje como Ken Russell podía terminar su vida.

Participa en un concurso de celebridades encerrado en una casa con otras celebridades en horas muy bajas. Ya saben, un Gran Hermano de famosos.

Dura exactamente una semana tras una bronca con uno de los concursantes.

Después silencio.

Hasta ayer.

Ha muerto Ken Russell.

Pobre Satán, no sabe quién está entrado en el infierno. 

Saludos, larga vida al rey, desde este lado del ordenador.

… Joooder …

Domingo, Noviembre 27th, 2011

La exhibición de la película que este lunes, 28 de noviembre, acogerá el CICCA en la capital grancanaria a partir de las 19.30 horas me ha hecho retroceder en el tiempo y recordar –no sin cierta perturbación– la primera vez que vi el largometraje documental que la inquieta y cinéfila Asociación de Cine Vértigo prometer ofrecer a los espectadores.

Se trata de una cinta que el paso del tiempo ha hecho perversa pero que cuando se rodó y estrenó se caracterizó por su desarmante espíritu propagandístico de ecos wagnerianos cuyo poder de seducción continúa aún enfermizamente latente.

Me refiero a El triunfo de la voluntad, de la cineasta alemana Leni Riefenstahl. Una mujer que, guste o disguste, ha pasado a la historia del cine como una de las primeras y grandes cineastas de la historia del cine.

Una cineasta además obsesionada por llevar a la pantalla grande Terra baixa, del tinerfeño-catalán Ángel Guimerá, y cuyo rodaje se materializó entre 1941 y 1944, aunque su negativo acabó siendo secuestrado al final de la II Guerra Mundial. Tiefland se estrenó bastante tiempo después, concretamente en Stuttgart el 11 de septiembre de 1954.

La primera vez que vi El triunfo de la voluntad fue en el Cine Doré, sede de la Filmoteca Española, en Madrid, y tuvo que ser a principios de los años noventa del siglo XX si la memoria no me falla.

Veo en mi cabeza a un grupo de espectadores sentarse en el patio de butacas, la mayoría  escondiendo la cabeza, como si no quisieran que nadie los reconociera.

Imagino pues un  ambiente con cierta sordidez, en el que se respira la sensación de asistir a una sesión prohibida.

Tabú, más en unos años en los que si rebobino recuerdo como tensos y peligrosos porque estaban marcados por una radicalidad ciega que no entendía de treguas.

Así que quiero imaginar carraspeos voluntarios e involuntarios cuando las luces de la sala permanecen aún encendidas. También esa mirada perdida que uno fija en la pantalla en blanco mientras espera que la inunden las imágenes con la idea de que esas mismas imágenes lo transporten a otro tiempo y a otro lugar con el deseo que lo que vea borre –o al menos dé descanso– a la tormenta de pequeños y grandes problemas cotidianos con los que habitualmente estropea su itinerario vital.

Confieso, fiscales, que fui a ver El triunfo de la voluntad porque un buen amigo se empeñó en que fuéramos a ver El triunfo de la voluntad. Intenté salirme por peteneras para no ir.

Tengan en cuenta que en aquel tiempo, y probablemente hoy, eso de meterme a ver una película documental y en blanco y negro de 1934 era para mi sinónimo de coñazo.

Por mucha leyenda que arrastrara la tal Riefenstahl. Una señora a la que solo conocía porque, como decían los Jorge Javier Vázquez de aquellos tiempos, un enano con bigotito capaz de idiotizar a una de las naciones más serias y por lo tanto idiotas del planeta  quiso metérsela en su cama.

No sé si será verdad, aunque la propia Leni cuenta algo de eso en su autobiografía. También el acoso del doctor Goebbels, un sátiro cojo. O un pata de chicle como dicen en mi barrio.

El caso es que se apagan las luces del Doré.

Y que nos quedamos a oscuras.

Y que de repente se enciende la pantalla con el enano en un avión que desciende como si de un héroe wagneriano se tratara a la ciudad de Núremberg para asistir al Congreso del Partido Nazi.

Estamos en 1934.

Casi doce años después, en esa misma ciudad arrasada por las bombas, se celebrarían los famosísimos procesos que condenaron a muerte a los mismos protagonistas de la película de Leni.

Solo que en 1934 nadie de los que están subidos a la tribuna ni los que están debajo levantando el brazo pensaban que una catástrofe de esas dimensiones era capaz de venírselas encima.

La película muestra el recibimiento que le hace la ciudad al enano con bigotito y sigue el itinerario del lujoso Merceces Benz que lo transporta mientras hombres, mujeres, niños y niñas enloquecidos, le arrojan ramos de flores.

El enano saluda brazo en alto. Con una sonrisa en los labios.

No hay voz en off.

La película pasa entonces al mitin.

Gigantescas banderas con la cruz gamada adornan la tribuna.

Masas perfectamente ordenadas esperan la aparición del enano.

Discursean previamente una caterva de tipos ridículos vestidos de uniforme.

Es de noche.

Los focos iluminan donde están los jefecillos ridículos de uniforme.

Se hace el silencio.

El enano cruza una larga y estrecha avenida. Uno intuye como la masa contiene el aliento.

El enano sube a la tribuna y contempla con mirada emocionada y paternal a la masa ordenada. Comienza su discurso.

El micrófono parece, como en la película de Chaplin, acojonarse ante la oratoria del hombre con bigotito.

La masa se enardece.

Levanta los brazos.

Grita enloquecida.

Ende.

Y antes de que se enciendan las luces escucho tres, cuatro aplausos.

Salimos del Doré.

Apenas puedo mirar a mi amigo.

No nos atrevemos a preguntar: ¿Qué te ha parecido?

- ¿Nos tomamos unas cañas?- digo por salir del estupor.

En el bar no hablamos.

Es probable que la cerveza nos sepa amarga, así que eructamos en silencio.

- Joooder.- digo.

- Joooder.- responde el amigo.

 Saludos, joooder, desde este lado del ordenador.

Reacción: el hombre que se encoge de hombros

Sábado, Noviembre 26th, 2011

Seis puntos sobre Emma es una película pequeñita y hecha en Canarias que desde el pasado viernes intenta compartir espacio con grandes y medianas producciones en salas de exhibición del archipiélago.

¿Reacción?

Pues que se trata de un largometraje con impecable factura profesional, en el que no desmerece el trabajo, más que correcto, de sus actores.

El problema de Seis puntos sobre Emma es otro. Y ese otro es la historia que la sostiene.

El filme cuenta –estira–  la obsesión de una chica treintañera invidente por tener un hijo. También la relación que mantiene con su terapeuta. El triángulo se completa con el hermano de la mejor amiga de Emma. Personaje cuya vida interior solo se justifica en este largometraje para desenmascarar al amante terapeuta.

Para dar grasa a la relación, se muestra también las sesiones a las que asiste la protagonista con otros minusválidos. Estas escenas, que quizá sean lo mejor de la cinta, muestran casi con tratamiento documental lo que dicen y piensan estas personas. Todas ellas narran con un curioso sentido del humor  la tragedia que significa intentar ser normales en un mundo de “normales”.

En este aspecto, Seis puntos sobre Emma pasea, aunque apenas explore, la invisible frontera que divide a unos y a otros. Los que tienen alguna minusvalía con los que, presuntamente, no la tienen.

Los que se mueven en una sociedad organizada sin apenas contar con ellos y los que viven sin que se les pase por la cabeza que existe precisamente una frontera que marca una invisible pero real diferencia.

Desgraciadamente, Roberto Pérez Toledo, su director y co-guionista, no profundiza en esta verdad. Prefiere apostar por una historia que no termina, a mi juicio, de cuajar.

Seis puntos sobre Emma habla, entre otras cosas, del miedo a la soledad. También, aunque de puntillas, del deseo de integrarse como personas completas a una serie de personajes con problemas en un mundo que, de una u otra forma, les recuerda continuamente que no lo son.

Esta lucha, reitero, no está sin embargo suficientemente explotada en la cinta. Cinta, por otro lado, que peca de una desarmante inmadurez. Inmadurez que quizá se podría haber atenuado en la mesa de montaje.

¿Cuenta una historia Seis puntos sobre Emma?

Sí, pero a grosso modo.

¿Aburre Seis puntos sobre Emma?

Sí.

¿Por qué?

El desarrollo no hace avanzar a su personaje protagonista. Correctamente interpretado por Verónica Echegui.

Luego no pasa nada. Nada que anime y justifique esta historia de invidente que quiere tener un bebé.

Vista con mirada benevolente, Seis puntos sobre Emma hubiera quedado bien como corto o mediometraje. Como largo se estira desproporcionadamente sin ir a ningún sitio. Los protagonistas no crecen y apenas empatizan con el espectador porque resultan fríos y antipáticos. Así que llega un momento en el que disfrutas más viendo al perro que hace de lazarillo. Apenas ladra el animal.

Los humanos, vayan en silla de ruedas, sean ciegos, sordos y mudos, tontos o “normales”, son reconocibles. Estereotipos que están ahí para sacar una sonrisita o una lagrimita al espectador.

Uno sale de la sala, tras pagar religiosamente el prohibitivo precio de la entrada, indiferente. Preguntándose –si hace ese ejercicio– ¿y qué?

A modo de conclusión:

Me aburre y no me conmueve Seis puntos sobre Emma.

Está bien hecha y los actores hacen su trabajo con profesionalidad, pero no me sabe a cine.

Y cine, entiendo, es cuando una historia me hace reír o llorar. También pensar.

Y entretener.

Y a mi esta Emma como que no. 

Saludos, encogiéndome de hombros, desde este lado del ordenador.

Mon Dieu, estas islas siguen siendo ’sugealistas’

Viernes, Noviembre 25th, 2011

INTRO

Recordamos que en febrero de este año el Parlamento de Canarias votó por unanimidad dedicar el Día de las Letras Canarias a Blas Cabrera, reputado físico conejero con escasa producción de creación literaria en su haber. Sin que los diputados de la Cámara regional admitieran su error, se presentaron entonces propuestas alternativas para que el reconocimiento recayera en alguien que sí contara con una consolidada trayectoria como escritor. Se barajó entonces reconocer los méritos de Pancho Guerra. La cosa quedó en tablas, sin embargo. Aunque sus señorías (¿?) continuaron empeñados en dedicar el Día al al pobre Blas, quien mientras tanto se partía de la risa en su tumba al percatarse como se ponía de manifiesto –una vez más– el escaso interés hacia y por la Cultura en esta Comunidad Autónoma de pacotilla. Escaso interés que ha confirmado el Gobierno de Canarias con su anunciado y brutal recorte a la Viceconsejería que, entre otras funciones, imagino que está ahí para que cosas así no sucedan.

Aunque sucedan…

Pero eso es otra historia

I.- EN EL LADO ESTE  DE LA PLAYA

Un ángel ataviado con túnica tricolor (blanca, azul moteada de siete estrellitas verdes, y amarillo limón) desciende sobre una playa de arenas negras.

André Breton, jarto de vino de Tacoronte, se restriega los ojos mientras escucha como juegan entre las rocas Eduardo Westerdahl, que lleva sombrero; Domingo López Torres, con gafas oscuras; Emeterio Gutiérrez Albelo, Agustín Espinosa, que con un cuchillo de plástico hace que busca lapas, y Domingo Pérez Minik, un tanto alejado de la pandilla y con un vaso de whiskie escocés en la mano.

ANDRÉ BRETON (con voz lastimeramente aguardentosa): Tengo las manos manchadas de sange de lagagto.

El ángel pasa a su lado sin mirarlo.

ANDRÉS BRETON (intentando levantarse sin fortuna): ¡Un..!

El ángel mueve sus alas y revolotea sobre las cabezas de Westerdahl, Torres, Albelo, Espinosa y Minik.

ÁNGEL (con voz aflautada): ¡Escuchad, oh gente, la buena nueva que traigo!

La pandilla mira al hombrecillo con alas que vuela sobre sus cabezas. Breton se frota los ojos y busca la botella de vino que tiene a su derecha.

Emeterio Gutiérrez Albelo se encoge de hombros y salta a la arena seguido por López Torres.

ÁNGEL (agitando las alas): ¿Dónde está Pedro?

DOMINGO PÉREZ MINIK (dando un sorbo largo al escocés): Guardando las puertas del cielo.

ÁNGEL (confundido, luego sonríe beatíficamente): No, jijiji, no me refiero a ese Pedro, jijiji.

AGUSTÍN ESPINOSA (lazando una laja redonda al ángel): Búscalo en la orilla, cucaracha con alas.

ÁNGEL (tras recibir el golpe en la mejilla): ¡Ayyyyy!

Minik, Albelo, Westerdahl y Torres se inclinan para recoger piedras del suelo. El ángel con los ojos desorbitados se aleja de la lluvia de belillos que cae sobre él. Esquiva como puede los dardos dando grititos lastimeros.

ÁNGEL: ¡Bestias!, ¡más que bestias!

Minik, Albelo, Westerdahl y Torres recogen las plumas que ha dejado

AGUSTÍN ESPINOSA: ¡Pájaro!, ¡cucaracha con alas!

II.- EN EL LADO OESTE DE LA PLAYA

El ángel, planeando irregularmente, se aproxima a un caballero de rodillas en la orilla del mar.

ÁNGEL (desconfiado y mirando a todas partes): ¿Es usted Pedro García Cabrera?

El hombre se levanta mientras se limpia las manos de arena negra.

PEDRO GARCÍA CABRERA: El mismo.

ÁNGEL (suspirando aliviado): Le traigo un mensaje.

El autor de Líquenes se queda un buen rato mirando al… pájaro y se quita la boina para darse aire.

ÁNGEL: Le anuncio que el Consejo de Gobierno ha aprobado la propuesta de la Consejería de Cultura, Deportes, Políticas Sociales y Vivienda de dedicar el Día de las Letras Canarias del año 2012 a…

El autor de Transparencias fugadas continúa abanicándose con su boina.

ÁNGEL: A ¡¡¡Pedro García Cabrera!!!

El autor de Elegías muertas de hambre se coloca la boina sobre la cabeza.

ÁNGEL (confuso): A ¡¡¡Pedro García Cabrera!!!

PEDRO GARCÍA CABRERA: ¿Y quién es ese?

ÁNGEL (más confuso si cabe): Usted. ¿Usted?

Pedro García Cabrera se rasca la nariz.

PEDRO GARCÍA CABRERA: ¿Y quién es usted?

ÁNGEL: Un ángel.

Pedro García Cabrera se inclina sobre la orilla y hunde las manos en la húmeda arena.

ÁNGEL: Soy un ángel…

Pedro García Cabrera hace señas a dos figuras que nadan en el mar.

PEDRO GARCÍA CABRERA (haciendo bocina con las manos): ¡Blas, Pancho, acercarse!

Blas Cabrera y Pancho Guerra salen del agua.

BLAS CABRERA Y PANCHO GUERRA (a la vez): ¡Brrrr, qué frío!

PEDRO GARCÍA CABRERA: El pájaro este dice que me dedican el… ¿el que me dedican, pájaro?

ÁNGEL (incómodo): El Día de las Letras Canarias.

BLAS CABRERA: Eso me suena.

ÁNGEL (agitando las alas mientras observa como los dos Cabreras y Guerra buscan no ya lajas redondas sino toniques desparramados por la arena): Caballeros yo, ejem, soy un emisario… Ya saben, un pobre hombre que se busca la vida… Un mandado que se pone a sus pies para transmitir un inocente mensaje…

PEDRO GARCÍA CABRERA (imitando la posición del Discóbolo con el tonique): Pues transmita que por mi parte tengo cosas más importantes que hacer.

ÁNGEL (tragando saliva): ¿Pero que es más importante que el puñetero Día de las Letras Canarias?

PEDRO GARCÍA CABRERA (¿bromista?): Pues ir a la mar en busca de naranjas.

ÁNGEL: ¿Y los plátanos?

BLAS CABRERA: ¡Vamos con los tonicazos!

ÁNGEL : ¡Ay!, ¡Ay!, ¡Ay!

III.- EN EL LADO ESTE DE LA PLAYA

ANDRÉ BRETON (cabreado): Pegez Minik ¿no hay más vino?

DOMINGO PÉRES MINIK: No, don Andrés. Ya no queda vino.

ANDRÉ BRETON: Pues entonces quiego matag lagartos.

DOMINGO PÉREZ MINIK: Tire al pájaro, don Andrés, tírele al pájaro.

ANDRÉ BRETON (eructando): Ahhh, mon Dieu, estas islas siguen siendo sugealistas

 INFO:

Día de las Letras Canarias 2006.- José de Viera y Clavijo.

Día de las Letras Canarias 2007.- Bartolomé Cairasco de Figureroa.

Día de las Letras Canarias 2008.- Benito Pérez Galdós.

Día de las Letras Canarias 2009.- Mercedes Pinto.

Día de las Letras Canarias 2010.- María Rosa Alonso.

Día de las Letras Canarias 2011.- Tomás Morales.

Día de las Letras Canarias 2012.- Pedro García Cabrera.

Saludos, ¡baila, baila morena!, desde este lado del ordenador.