Archive for Abril, 2016

Apuntes, notas, avisos

Jueves, Abril 28th, 2016

* Ana Guacimara Hernández Martín es la autora de Congo Square, el Perfume de Nueva Orleans. La obra está inspirada en el jazz, y brinda un breve recorrido por su historia, desde sus comienzos en las calles y locales de Nueva Orleans, hasta su posterior incursión en España y en Canarias. Este es su tercer libro tras Desdibujando el Cielo y Quimera de Medianoche.

* Antonio Lozano formalizó el pasado 26 de abril en la Casa Museo Pérez Galdós (calle Cano, 6) la entrega del manuscrito de El caso Sankara, publicada hace una década, y con la que obtuvo el Premio Internacional de Novela Negra Ciudad de Carmona.

* El libro Arte en Movimiento del fotógrafo tinerfeño Lorenzo Hernández documenta el momento clave que la escena artística española en Londres vive en la actualidad. El artista explica que la idea tuvo origen en 2014 durante un acto organizado por la Embajada de España en Londres, donde conoció a otros artistas españoles.

* El libro y documental José Peraza González (1930-2005), el pintor de la tierra y los hombres, se trata de un trabajo de catalogación e investigación que ha venido realizando el equipo de investigación histórica y artística Islote Afortunado con la finalidad de dar a conocer a un artista que dedicó su vida y su arte a la cultura canaria. El documental, dirigido por Eduardo Naya, con guión de Edgar García, montaje y grabación de Juan Lupiáñez y voz de Miguel Sansón, es una colaboración del Equipo Islote Afortunado con Nadir Images y Canamex y tiene una duración de 18 minutos.

Saludos, mientras pasa la tormenta, desde este lado del ordenador.

El caso Ruskin Herman

Miércoles, Abril 27th, 2016

Las comparaciones son odiosas pero no me explico cómo Canarias Crea no apoya al músico Ruskin Herman para viajar a Méjico, donde iba a presentar el espectáculo Celtic Loops en el Mexico International Live Looping, pero sí que sufraga –y sin rechistar– los costes de pasaje de avión de un escritor de las islas, escritor que además ocupa un cargo de responsabilidad en el Gobierno regional, para que participara en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, también en Méjico a finales de noviembre y principios de diciembre del año pasado.

Canarias Crea explica que su actuación con Ruskin Herman obedece a que “a día de hoy, aún no se ha formalizado el convenio por el que se conceden las ayudas de Canarias Crea, como ya le habíamos comunicado anteriormente; por lo que las solicitudes correspondientes al mes de mayo no han podido ser tramitadas aún. Para cualquier consulta, no dude en llamarnos.”

Y nada más.

Y nada menos porque a mi me suena a déjenos en paz, señor Herman.

O deje de dar la lata y pruebe suerte en la próxima convocatoria a ver si suena la flauta aunque la indignación que ha despertado el caso entre los músicos en las redes sociales  hace sospechar (y ojalá estemos equivocados) que Ruskin Herman no va a escuchar su melodía mientras no cambie el equipo de eminencias grises que gestiona Canarias Cultura en Red, y se consiga que esa misma Canarias Cultura en Red deje de ser un clon de aquel Socaem de tan triste recuerdo.

Claro que habrá quien se pregunte ¿pero quién demonios es Ruskin Herman y a santo de qué hay que pagarle al señorito un viaje a Méjico?… Si usted es uno de los que se plantean esta pregunta, y sin ánimo de llamarlo ignorante, bastará decir que Herman es uno de esos músicos que formó parte de la edad de oro del jazz en Canarias y que como otros compañeros de generación en la actualidad experimenta con otras fórmulas musicales.

Y Celtic Loops se trata de una de estas propuestas en solitario, recital en el con su mandolina como instrumento principal y apoyado estrechamente por la tecnología recrea sonidos celtas.

Pero la burrocracia, la demora en formalizar el convenio, que es la versión que esgrime Canarias Crea para explicar pero no lamentar –y eso duele, y no conozco personalmente a Ruskin Herman pero sí que he disfrutado de muchos de sus directos en salas y en la calle– el porqué no le ha subvencionado su desplazamiento a tierras mejicanas revela el lado oculto de un programa que nació para que los artistas de las islas pudieran y puedan “mostrar sus propuestas fuera del Archipiélago, tanto en territorio nacional como en cualquier país del mundo”.

Sin embargo, y con Ruskin Herman, este espíritu ha fallado, no funciona, al no hacerse realidad…

Saludos, ¿es hora de recuperar a Zola?, desde este lado del ordenador.

Libros = majara

Sábado, Abril 23rd, 2016

Cuatrocientos años de la muerte de Cervantes. Como es natural, el soldado, el dramaturgo, el novelista fallece sin que apenas doblen las campanas y cuatro siglos más tarde la sensación que siente es la misma porque mucho don Miguel por ahí, mucho don Quijote por allá… pero no flota en el ambiente ni el primero ni el segundo, lo que flota en el ambiente es otra cosa… Comercios abiertos, actividades por todas partes, más curiosos que no hacen nada en la calle aunque igual compran. 

A título particular, no ha tenido un buen Día del Libro, pero se obliga a salir a la calle y observar el ambiente… y que si patatín y que si patatán.  

Ya no quedan Quijotes –bueno, los niños son otra cosa– y tampoco Sancho Panzas, solo una nube de personas que da codazos para mirar ofertas en uno de los puestos instalado en la plaza del Príncipe de la capital tinerfeña. 

Después y al llegar a casa una, ay, amarga tristeza.

Y es inevitable ponerse a llorar pero lo rescata de la oscuridad un libro –toca, y más un día como hoy– en el que Juan Belmonte cuenta su vida y le presta su voz a un periodista de dimensiones insólitas en este país: Manuel Chaves Nogales.

Y lee la vida de un torero que es leyenda y él, que de niño asistió a alguna plaza, siente como le crece un respeto enorme por Belmonte. Un hombre que soñó lidiar con temperamento a la muerte. 

Y lo hizo.

Y escucharlo de su propia voz es un milagro, porque uno se hace una idea muy aproximada de cómo tuvo que ser el matador.  Y esto, se reitera, es un milagro y el milagro toma forma gracias a los libros. 

¡Ah, los libros!

Ya ni me acuerdo de cuándo me volvieron majara. 

¿Se han dado cuenta?

Libros = majara…

La misma fiesta que combinó don Miguel de Cervantes hace cuatrocientos años.

Saludos, qué cosas, desde este lado del ordenador.

La isla del viento: Unamuno en Fuerteventura

Viernes, Abril 22nd, 2016

Título original: La isla del viento, 2015. Duración: 105 min. País: España. Director: Manuel Menchón. Productora: 6M Films / MGC Producciones Cinematográficas y Audiovisuales / Mediagrama / Motoneta. Guión: Manuel Menchón, Dionisio Pérez, José Javier Rodríguez Melcon. Fotografía: Alberto D. Centeno. Reparto: Víctor Clavijo, José Luis Gómez, Ciro Miró, Ruth Armas, Ana Celentano, Isabel Prinz, Enekoiz Noda, Fabian Álvarez y Juan Carlos Tacoronte.

A causa de sus constantes ataques a don Alfonso XIII y al dictador Miguel Primo de Rivera, Miguel de Unamuno, junto al político y periodista Rodrigo Soriano, fue condenado al exilio en Fuerteventura en febrero de 1924, isla en la que no permaneció demasiado tiempo porque escapó a escondidas en un barco y buscó refugió en París, donde pasaría varios años antes de regresar a España.

La isla del viento, segunda película de Manuel Menchón y su primer trabajo de ficción, narra cinematográficamente la estancia del escritor y pensador español en Fuerteventura, y destaca cómo lo transformó vitalmente esta experiencia.

La película se exhibirá el 23 y 25 de abril en el Festival de Málaga de Cine Español, y si bien aún no ha llegado a las carteleras, su estreno en Canarias es obligado porque en la producción interviene el Gobierno regional, cuenta con numerosos técnicos y actores locales y la mayor parte del filme se rodó en Fuerteventura, una isla ya de por sí cinematográfica por sus espectaculares paisajes así como el carácter que imprime entre quienes la habitan.

Y parte de estos elementos: paisajes de ensueño y el carácter de los isleños están latentes en una película en la que destaca el trabajo de José Luis Gómez, quien logra meterse en la piel de don Miguel de Unamuno. Un hombre singular por contradictorio, aristas en las que se intenta profundizar en la película, y que Gómez sabe transmitir en una actuación muy convincente.

El filme muestra también las relaciones que sostuvo el escritor y filósofo con algunos de los vecinos de Puerto Cabras, entre otros con una niña y varios adultos entre los que se encuentra un sacerdote (Víctor Clavijo); los hermanos Castañeyra, con uno de los cuales, Ramón (Enekoiz Noda), trabó profunda amistad y el pescador majorero Antonio Hormiga (Juan Carlos Tacoronte). Capítulo aparte merece la aparición de Delfina Molina (Ana Celentano), enamorada epistolar de Unamuno y al que conoció personalmente en la isla, tras abandonarlo casi todo en su Argentina natal.

En su conjunto, La isla del viento narra lo tiene que narrar, y es un retrato más o menos aproximado de los meses que pasó el autor de Niebla en la isla. La historia tiembla, precisamente, cuando para darle algo más de espesor dramático algunos de los episodios se decantan por la ficción, momentos que más que acercar, alejan al espectador que desea conocer cómo –y esta es la tesis que la aguanta– pudo Fuerteventura modificar en Unamuno la forma de observar el mundo y a las personas que lo habitan.

Se insinúa algunas de estas claves transformadoras nada más iniciarse el largometraje ya que presenta al escritor momentos antes de su célebre intervención en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca con motivo del Día de la Raza, el 12 de octubre de 1936; y se reitera en esos planteamientos al aproximarse el final de la película, en la que un dubitativo y ya anciano maestro, pronuncia unas palabras que desde ese instante lo reconcilió consigo mismo y con el país al que tanto amó: España.

No se recalca en la película la radical metamorfosis que supuso para Unamuno sus épicas palabras de Salamanca. Palabras que a fin de cuentas le costaron la vida y que fueron dichas por un hombre con pasado antimarxista y opuesto al Frente Popular antes de que buena parte de los militares se conjuraran para declarar la guerra a la otra mitad del país; pero sí se quiere dejar constancia que Unamuno fue ante todo un hombre cabal y de una honestidad que se vio a prueba primero durante su exilio en Fuerteventura y, más tarde rodeado de militares y falangistas, en esa Salamanca en la que el general legionario Millán Astray lanzó el terrible grito de muera la inteligencia.

Unamuno fue un intelectual en un país donde no se reconoce a los intelectuales porque todavía se piensa que pensar es gratis. Era además un  hombre que se manejaba mejor cuando estaba delante de un papel en blanco que cuando tenía que hablar con cualquiera, rasgos de un carácter que en el filme se subraya cuando Delfina Molina lo persigue por la isla y harto de este acoso el escritor exclama: “Dios, no sé qué decir. Escribir es mucho más fácil.”

La isla del viento no termina de ser lo redonda, tierna y conmovedora que debería ser e incluso a veces la arrebatadora belleza del paisaje majorero ahoga a los personajes que lo recorren, pero sí que se trata de una película digamos que necesaria sobre uno de los periodos más oscuros en la vida del celebrado escritor y pensador de origen vasco.

La tesis del filme es razonablemente atractiva: fue Fuerteventura, la isla del viento, de paisajes desérticos y gentes nobles e ingenuas quienes transformaron al hombre que tanto le dolió España. Y que fue el recuerdo de aquellos días luminosos y con olor al salitre el que le reveló que esa Castilla en medio del Atlántico también pertenecía a su doliente España.

Saludos, así lo vimos y así lo contamos, desde este lado del ordenador.

¿Qué hacer?

Martes, Abril 19th, 2016

* Este miércoles 20 de abril, a partir de las 18  horas en el Museo del Pescador de Puerto de Santiago y dentro de la programación de la II Fiesta de la Palabra se presenta la novela de Francisco José Álvarez Socas, La Esencia de la Misión II: El Servicio de Inteligencia Democrático.

* El periodista Joaquín Estefanía es el protagonista el jueves, 21 de abril, de la octava edición de los encuentros Lectura y digital. Estefanía es autor de Contra el pensamiento único, La economía del miedo o Los Tyrakis –escrito con la periodista Ana Cañil–. A las 20 horas.

* También el jueves, 21 de abril pero a las 19 se presenta en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife el libro Obra didáctica. José de Viera y Clavijo, de Teresa Acosta Tejera y Valeria Aguiar Bobet.  En la misma Sociedad, aunque el viernes 22, Antonio Arroyo da a conocer a las 19 el poemario Mis íntimas enemistades.

* El Ateneo de La Laguna acoge el viernes 22 de abril a las 19.30 horas música y poesía que protagonizan María Herrera y Covadonga García Fierro.

* Alicia Gámez Rojas relata en su segundo libro el viaje en un velero desde Tenerife hasta Gambia. Titulado Enamorada sigue la mar, el volumen se presenta el viernes 22 de abril, a las 20 horas, en el Orfeón La Paz de San Cristóbal de La Laguna. En el acto intervendrá, junto a la autora, Arturo Méndez Llorens, Luis Felipe Martínez y la editora de la obra, Elena Morales.

* La editorial Libros.com ha iniciado una campaña de micromecenazgo (crowdfunding en inglés) para la publicación del libro La duda, el sentido común y otras herramientas para escribir bien, del periodista y corrector de textos Ramón Alemán. La obra es una recopilación de más de cien artículos del blog Lavadora de textos.

* Desde el martes 19 de abril hasta el próximo domingo 24, se celebra en Santa Cruz la 1ª Ruta GastroLiteraria que organiza la nueva asociación de ocio y restauración Distrito1-San Antonio, en la que también colaboran la Sociedad de Desarrollo, el Distrito Centro-Ifara y Fauca. Esta actividad ofrece oferta gastronómica vinculada a diferentes autores canarios, nacionales e internacionales presentando su vida, su obra y pequeñas anécdotas a través de los platos y copas que cada local nos propone. Desde Miguel de Cervantes, del que este año se conmemora el 400 aniversario de su muerte, a Pedro Lezcano, autor con el que el Gobierno de Canarias celebrará este año el Día de las letras Canarias. También serán recordados Alejandro Dumas, Julio Verne, Miguel Delibes, Fernando Pessoa, Agatha Christie, Bukowski, Pedro García Cabrera, Rafael Alberti, Hemingway, Corín Tellado o Paul Auster. La ruta se inaugura el martes por la noche con un recital poético-musical titulado Consejo de paz dedicado a Pedro Lezcano. El concierto estará a cargo del cuarteto Audiosofía Quartet con Sofía Privitera (voz), Rubén Díaz (guitarra), Román Brito (contrabajo) y Tiago Brauna (batería y percusión). El concierto se repetirá el 21 y el 23 abril a las 20.30 horas.

Saludos, mundo, desde este lado del ordenador.

‘El hijo’, una novela de Philipp Meyer

Lunes, Abril 18th, 2016

“De las cinco tribus civilizadas, dos, –los creeks y los seminolas–  se habían puesto de parte de la Unión. Las otras tres –los cherokees, chikasaws y los choctaws– luchaban por la Confederación. Había una brigada de cherokees a las órdenes de su propio general, Stand White, y una brigada de choctaws bajo el mando de Tandy Walter. A mi me ascendieron al rango provisional de coronel y me pusieron a cargo de un batallón de cherokees harapientos.”

(El hijo, Philipp Meyer. Traductor: Eduardo Iriarte. Penguin Random House Editorial, 2015)

No es la historia de Tejas pero sí el relato de tres generaciones de tejanos que contribueron a forjar un Estado salvaje y aparentemente domesticado, en cuya bandera descansa una estrella solitaria.

Libro generoso en páginas, más de quinientas, El hijo de Philipp Meyer narra y describe el sacrificio de un clan, los McCullough, realiza a través de los años para alcanzar fortuna y lo que hacen para conservarlo sus descendientes en tierra tan indómita.

La ambición es uno de los motores que mueve esta novela, aunque sea una ambición personal, de superarse a sí mismo, sea o no aclimatándose a las circunstancias.

Y el relato en esencia reúne alertas que animan a emprender su lectura pese a que el tono no sea regular, y cuente con partes que más que revelar están ahí para engordar el continente, que es el libro. Un libro que guarda no obstante y dentro de sí, el relato de una familia tejana o los hijos de un Estado que se levantó sobre sangre y fuego y con demasiado pánico para transformarse en sociedad mestiza porque esto es territorio de unos pocos (hoy los blancos). El resto, mejicanos e indios, gente que perdió Tejas. Y los tejanos blancos desprecian a los que pierden porque tienen miedo. Y como tienen miedo, pues se enamoran para hacer frente a su peor pesadilla: la familia.

Los protagonistas de El hijo son héroes solitarios. Hombres y mujeres acostumbrados a defenderse de ellos mismos. Unos los llaman balas perdidas pero solo son tipos a los que les enseñaron un único camino en la vida.

Y camino es sacrificio en El hijo. Y con ese sacrificio se consigue casi dominar el mundo pero ¿por qué?

Para descifrarlo, Philipp Meyer se abre paso en la maraña del XIX y XX para contar los vaivenes del clan McCullough desde el nacimiento de Tejas, el Tejas anglosajón, hasta 2012.

La fórmula que emplea Meyer es narrarlo a través de la voz de sus protagonistas: Eli McCullough, el más salvaje aparentemente domado de los personajes de la novela. Héroe y villano que pasa de estar adoptado por los comanches a ser conocido en todo el territorio de Tejas como El Coronel. Una centenaria carrera rociada de cadáveres y plagada de enemigos para imponer –por mis cojones– una visión de la realidad.

Eli McCullough fue secuestrado siendo niño por indios comanches y en las mejores páginas de la novela se describe la adaptación del protagonista a una cultura que solo entiende de movimiento… Movimiento que retrocede cuando el mismo Eli se hace Ranger de Tejas y se dedica a perseguir y aniquilar –no es nada personal– a su antigua tribu, los comanches que asesinaron y violaron a su madre porque en Tejas el único problema “era conservar la cabellera en su sitio”.

El segundo gran relato de la novela lo cuenta Peter McCullough a través de sus diarios, en los que se describe un personaje emocionalmente aterrorizado, aterrorizado por su padre, El Coronel, que entra en rebelión con el clan al enamorarse de una desfigurada mejicana que pertenece a los García, una familia en la que participó en su exterminio…

Para conocer cómo piensa el clan femenino McCullough, el tercer relato de El hijo cuenta la vida de Jeannie, más cerca de su bisabuelo, Eli, que del abuelo, Peter.

Jeannie  es una mujer dormida, así que cuando despierta tiene la sensación de que tiene que conservar la cabellera en su sitio.

¿Conclusión?

El hijo es una crónica intensa, pero no demasiado conmovedora, sobre el ascenso y caída de un imperio. La novela si no recuerdo mal se abre, de hecho, con una cita de Historia de la decadencia y caída del Imperio Romano de Edward Gibbons.

Y El Hijo es eso: la historia de la decadencia y caída del clan McCullough.

Saludos, leamos, desde este lado del ordenador.