Archive for Marzo, 2017

Víctor Álamo incursiona en la novela juvenil con Omar, el niño cangrejo

Viernes, Marzo 31st, 2017

La editorial Siete Islas presenta Omar, el niño cangrejo, una novela de Víctor Álamo de la Rosa en la que incursiona en la literatura infantil y juvenil. Con esta nueva obra, recupera a un personaje, Omar el cangrejo, que ya había protagonizado un cuento publicado en 2004.

Omar es un niño que está convencido de que es el hijo del mar porque tiene un brazo que parece una pinza de cangrejo y extraños poderes, como hablar con las olas y los peces o respirar bajo el agua. Disfruta de una vida apacible y divertida en El Hierro pero pronto comienzan los líos con otros muchachos y se verá envuelto en un misterio, hasta el punto de que se verá obligado a luchar contra los terribles conjuros de un extraño brujo para poder recuperar su vida, y a su novia.

Saludos, gente de bien, desde este lado del ordenador

El editor de Pre-Textos, Manuel Borrás, en Santa Cruz de La Palma

Jueves, Marzo 30th, 2017

La Casa Principal de Salazar en Santa Cruz de La Palma acoge este viernes, 31 de marzo y a partir de las 20 horas, una intervención del editor de Pre-Textos, Manuel Borrás, quien hablará sobre la labor editorial  y los vínculos de su casa editora con la literatura española, hispanoamericana y canaria. El editor estará acompañado en este encuentro por Rafael-José Díaz.

Manuel Borrás nació en Valencia, en 1952 y es licenciado en Filología moderna en la Universidad de Valencia en las especialidades de alemán e inglés. En 1976, fue uno de los fundadores, junto a Manuel Ramírez y Silvia Pratdesaba de la editorial Pre-Textos, de la que es director literario.

Esta editorial cuenta con un fondo de más de mil quinientos títulos y ha obtenido el Premio Nacional del Ministerio de Cultura de España a la labor editorial en 1997, fue nombrada editorial del año en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en 2008 y en la Feria Internacional del Libro de Lima de Lima en 2009 y fue galardonada con la Orden Alejo Zuloaga en la Feria Internacional del Libro de la Universidad de Carabobo, Venezuela, en 2012.

En 2015, Borras publicó una selección de las 100 mejores poesías en español. En 2016, obtuvo la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.

Saludos, cielo muy azul, desde este lado del ordenador.

Ramón Alemán presenta ‘La duda, el sentido común y otras herramientas para escribir bien’

Miércoles, Marzo 29th, 2017

Humberto Hernández, catedrático de Lengua Española de la Universidad de La Laguna (ULL) y miembro de la Academia Canaria de la Lengua, presentará este jueves, 30 de marzo, el libro La duda, el sentido común y otras herramientas para escribir bien, del periodista y corrector de textos Ramón Alemán. El acto se celebrará a partir de las 19 horas en la sala de arte Paraninfo, en el edificio central de la ULL. La obra es una recopilación de artículos en los que se aborda, con rigor pero también con humor, el buen uso del idioma.

La duda, el sentido común y otras herramientas para escribir bien es una recopilación de 132 artículos publicados por Ramón Alemán desde hace seis años en el blog Lavadora de textos y ha sido publicado por la editorial Libros.com mediante el sistema de micromecenazgo. El libro, que comienza con un prólogo del ortógrafo José Martínez de Sousa, responde a preguntas muy frecuentes sobre nuestra lengua: ¿los prefijos se escriben juntos o separados de la palabra a la que acompañan?, ¿hace bien la RAE al pedir que no le pongamos tilde al adverbio solo?, ¿cuándo debe usarse la letra cursiva?, ¿existen las palabras que no están en el diccionario?…

Para dar respuesta a estas preguntas, todos los artículos del libro se basan en la sabiduría de aquellos a los que el autor denomina «guardianes de la lengua»: desde la RAE hasta lingüistas de prestigio como Manuel Seco, Ángel Rosenblat, José Martínez de Sousa, María Moliner, Álex Grijelmo, Rufino José Cuervo, Leonardo Gómez Torrego, Alberto Gómez Font, Andrés Bello, Julio Casares, Fernando Lázaro Carreter… Se trata, según explica Alemán, «de guardianes que no reprimen, sino que cuidan, y cuyas enseñanzas nos sirven solamente cuando están basadas en el sentido común y la tolerancia y cuando aceptan el hecho de que la lengua es propiedad de todos los hablantes».

El libro se divide en trece capítulos: «Rincones ocultos de la ortografía», «La bohemia coma», «Mayúsculas y minúsculas», «La tilde», «Puntos, comillas, guiones, cursivas…», «Secretos geniales del español», «Errores repetidísimos», «Y el verbo se hizo tinta», «Soy palabra, luego existo», «Retiro lo escrito», «Camino de América», «Un oficio invisible» y «Guardianes de la lengua». En todos ellos el autor hace una defensa del español como patrimonio de los más de 400 millones de personas que hablan nuestro idioma, y no solo de las que están en la orilla europea del Atlántico.

Sañudos, ¿a qué esperan para tenerlo?, desde este lado del ordenador.

Rey Vidor

Martes, Marzo 28th, 2017

Hollywood al desnudo es una curiosa autobiografía de King Vidor en la que relata  sus experiencias en la Meca del Cine.

No creo que a nadie se le escape a estas alturas que Vidor es una de las grandes leyenda del cine norteamericano, un hombre preocupado por mostrar la pequeñez del individuo en el mundo y la lucha que establece para ocupar, precisamente, un lugar en ese mundo, en el que parece que está desubicado.

Mi relación con Vidor comenzó de manera casual, que es la manera en cómo se forjan las verdaderas relaciones ya que crea una espontánea, nada fingida, influencia. A lo largo del tiempo, y siguiendo sus películas, me he dado cuenta que muchos de sus largometrajes dejaron una huella que el paso de los años no ha podido borrar.

Siempre aprendo algo viendo las películas de este director, un hombre con notable sentido del humor si se lee este libro publicado en los años cincuenta en español por A.H.R, con traducción de Luis Solano Costa y que, sospecho, debe de ser la primera edición de un libro que en 2003 presentó Paidós Ibérica con el título de Un árbol es un árbol. Se dice esto porque en la edición de A.H.R. que cae en mis manos gracias a la generosidad de un amigo, no consta el título original de la obra pero sí el nombre de su traductor.

Hollywood al desnudo no deja de resultar mal título aunque induce a pensar en otra cosa. En sus páginas se muestra cómo se trabajaba en el cine en la época silente y principios del sonoro desde dentro, desde la perspectiva de un profesional que se forja en un arte que comenzaba a bocetarse como la gran industria del entretenimiento en que se convirtió años más tarde, y periodo en el que el King Vidor, como otros compañeros de generación, se desarrolló como cineasta.

A entender el cine no ya solo como producto de entretenimiento sino también como vehículo para contar las historias de sus personajes.

El director comenta muchas de las películas que levantó y también sus accidentadas relaciones con algunos productores y estrellas del Hollywood de su tiempo, y la amistad que mantuvo con leyendas del cine como Chaplin cuando no hacía de Charlot.

King Vidor no juzga a nadie en este libro, se limita a repasar un pasado marcado por el cine, un arte que contribuyó a engrandecer gracias a su talento para trabajar en equipo.

El libro está repleto de anécdotas y también de lecciones magistrales sobre el cine. El cineasta describe el Hollywood dorado de los años 20 y 30 con la mirada de un profesional, sin prestar mucha atención al glamour (el glamour forma parte del paisaje) y sí una realidad que mostró con cruda intensidad.

El Rey Vidor pertenece a esa venerable familia de hombres y mujeres que procuraron con el arte no perder la mirada crítica sobre la realidad de su tiempo.

Ya conocía la fuerte personalidad del cineasta gracias a otro libro vinculado con el cine pero concebido como una investigación policial. A la muerte de King Vidor, se encontró entre sus papeles un trabajo detectivesco en torno al asesinato del director de cine mudo William Desmond Taylor, documentos que el investigador Sidney Kirkpatrick novelizó en Un elenco de asesinos, un libro sobre el viejo Hollywood protagonizado por personajes reales y que denuncia un caso malamente resuelto. Esa es la conclusión a la que se llega al final de una obra que cierra con una convincente conclusión unos de los escándalos más sonados de la Meca del Cine.

La edición de Hollywood al desnudo que está en mis manos ha envejecido como envejecen muchos libros, no tiene sobrecubierta y está algo estropeado por la edad y, probablemente, el mal uso.

Pero quizá sea esta combinación física otro de los encantos que acompañan un libro que ya ocupa un lugar privilegiado en mi mefistofélica biblioteca.

Saludos, hombres y mujeres de paz, desde este lado del ordenador.

Los multicines Price ¿abren o no abren?

Lunes, Marzo 27th, 2017

Me dicen, en una capital de provincias que vive de miedos no de miedo, que la reforma de los multicines Price es una realidad y no un sueño ya que se están llevando a cabo obras en su interior. Los Price nacieron primero con una sola pantalla en 1950, gracias al empuje del empresario Antonio Saavedra Carballo, y ya como multisalas en 1990 gestionado por Argisei S.A. y, posteriormente, la cadena Renoir hasta noviembre de 2013.

Desde ese entonces, los multicines Price han permanecido cerrados (y mira que es triste observar un cine cerrado en cualquier ciudad) aunque Eladio Fraga, el mismo tipo que levantó el Víctor, palacio del cine con pantalla única que se encuentra apenas unos metros más abajo, anuncia ahora su reapertura, que podría ser en unos cuantos meses.

Eladio Fraga explica que se han reformado los baños y que están a la espera de los proyectores, que vienen de Japón.

Me cruzo con Eladio Fraga, empresario, una mañana de domingo con horario cambiado y bajo un cielo hermoso que no termina de ponerse azul, de un azul intenso y poderoso.

Eladio Fraga comenta, mientras acomoda los periódicos bajo el brazo,  que dos de las seis salas exhibirían películas en versión original con subtítulos en español y me resulta tan grata y sorprendente la noticia que pienso “ojalá”, un ojalá dicho con acento moruno, para el que se aspira la j con la voluntad de pronunciar oh Alá

Esto me hace pensar en los viejos tiempos, que no sé si fueron más felices pero sí más ingenuos, y en la milla de oro de Santa Cruz de Tenerife que decía aquél. Un tramo de la ciudad, avenida del general Mola y hoy de las Islas Canarias, que llegó a contener en apenas unos metros cuatro cines (La Paz, Teatro Baudet, Cinema Victoria y Tenerife) y muy cercanos el Price, los Charlot y el Víctor.

Los tiempos, sin embargo, son otros. La avenida de las Islas Canarias ha dejado de ser el centro de la capital de provincias en la que vivo así que lo que ayer fue de primera, hoy es de tercera.

Pero a Eladio Fraga le encantan los retos y le encanta su negocio, y parece que va en serio en lo de reflotar los multicines Price.

Si estos cines abren dentro de unos meses, la isla sumaría más salas en V.O.S.E. y sería una buena noticia para los que disfrutan viendo películas en su idioma original (no, no es lo mismo ver y escuchar a Edward G. Robinson en inglés que doblado al español) como para la depauperada zona en la que se encuentran, calle de Salamanca casi esquina con la avenida de las Islas Canarias.

La respuesta, espero que dentro de unos cuantos meses.

O más, porque eso nunca se sabe.

Saludos, se levanta el telón…, desde este lado del ordenador

Larga vida al Rey

Viernes, Marzo 24th, 2017

Los últimos libros de Stephen King que han caído en mis manos lograron algo que parecía imposible hasta el día de ayer, que esas historias largas y sinuosas, complejas como puede ser de compleja una novela de King, me desanimara como lector.

No pude con Revival, novela que dejé casi a la mitad siendo consciente que me quedaba sin saber el final del que tanto hablan los que sí lo conocen. Otros libros de King que no terminé fueron Insomnia y Buick 78, historias de las que de verdad ni me acuerdo… Así que en uno de esos raros momentos en los que pienso, me dije que la literatura de Stephen King ya me lo había dado todo.

Todo.

Todo, todo.

El bazar de los malos sueños es un volumen de cuentos que incluye relatos nuevos y otros reescritos por tan stajanovista escritor. El volumen en tapa dura cayó en mis manos porque existen las señales, las mismas señales que te advierten que no cruces la calle en ese momento, que no te fíes de esa persona y cuidado con el mar, porque esa mañana está raro… pero confieso que no tenía demasiadas esperanzas depositadas en él porque como ya he contado mis últimas experiencias lectoras con King no habían resultado satisfactorias aunque, llámalo sexto sentido, me dio un no sé qué que el autor de novelas como Carrie o Salem Lot regresara al mercado editorial con un libro de relatos, un género en el que se mueve francamente bien y en el que suele volverse más oscuro que en sus obras oficialmente mayores como El resplandor. Cementerio de animales es otra cosa, y es otra cosa fabricada con materia oscura precisamente porque continúa siendo una de sus novelas más cortas en cuanto a número de páginas se refiere.

El caso es que Stephen King no es que parezca, es otro cuando escribe relatos. Y ello sin renunciar a su estilo ni a las fórmulas hartamente repetidas en todos sus libros pero siempre narradas desde perspectivas diferentes. En los cuentos, King crece como autor, con independencia de que escriba en clave fantástica o realista, ese realismo sórdido que empaña algunas de sus mejores novelas y cuentos, relatos en los que disecciona con una pasmosa facilidad la sociedad norteamericana de su tiempo.

Además de diseccionar con mano de cirujano la sociedad norteamericana, Stephen King demuestra en las historias que disemina en este volumen que es un narrador que imita además y con notable pericia el estilo y el tono de narradores que, aparentemente, están en sus antípodas como son Philip Roth y Raymond Carver, entre otros, pero no creo que a ninguno de los dos les haya resultado molesto que un escritor tan inspirado como potente pero oficialmente abonado al fantástico como King, les imite con tanto respecto y precisión. Imitar, ya lo saben, no tiene nada que vez con plagiar, y esto es lo que hace quien nos reveló los demonios que habitan la zona muerta en El bazar de los malos sueños, en el que se reúne un puñado de historias que exploran los recovecos del alma así como presenta situaciones anómalas que terminan degenerando en inquietantes.

Una de las particularidades más llamativas de este volumen es que el mismo escritor explica antes de cada relato cuál fue su origen. En apenas unas líneas, describe cómo le apareció la idea, por norma general un suceso fortuito visto en la calle o durante la lectura de una revista o viendo un programa de la televisión. Momentos de la vida cotidiana que el escritor transforma en una pesadilla.

Y la verdad es que las historias funcionan porque están escritas a la manera de King. Un mucho de costumbrismo y personajes de la calle que, de pronto, observan como todo cuanto vemos puede ser distinto. Lo cotidiano de transforma en un campo minado, en un territorio hostil.

El bazar de los malos sueños reúne veinte relatos, y en ellos se tantea más que géneros maneras diferentes de enfocar las historias. Historias que insisten en enfrentar a los protagonistas con sucesos macabros y otras que respiran un insólito sentido del humor. Todas se leen con frenesí, e imagino que quien recale en el libro, escogerá sus cuentos favoritos. Para mi, como lector, lo fueron casi todos, incluso uno que dedica al béisbol, un deporte del que no tengo ni idea pero que imagino tremendamente interesantes tras leer esa historia que le dedica y en la que el propio escritor aparece como personaje.

Si usted es como yo, y se confiesa sin rubor lector de libros de Stephen King aunque en los últimos tiempos comenzara a pensar que al escritor se le había secado la fuente de la que mana su imaginación, lo recuperará en El bazar de los malos sueños. Es un libro completo, casi redondo, de esos que cuando termines te quedas un poco más huérfano y te peguntas ¿y ahora qué?

Ese qué, presumo, que nos asalta a todos cuando un libro te ha hecho pensar, te ha conmovido y, de alguna maneras, te ha enseñado a ser  otra persona.

Saludos, dulces pesadillas, desde este lado del ordenador.