2021: Dieciocho libros a tener en cuenta

Martes, Enero 4th, 2022

Todos los títulos que se presentan, y salvo uno, se editaron el año pasado. En la relación, hay novelas y libros de cuentos, dos de ellos por una editorial que renació en 2021, como fue Nectarina. Se omiten ensayos y obras especializadas, la mayoría de las que tuvimos noticias excelentes, pero fuerza mayor, el espacio, nos convencieron finalmente para descartarlas aunque animamos a los interesados a que consulten nuestro resumen general de Un año literatura en Canarias, si desean conocer algo más de todas ellas.

1.-Gancho ciego, Antonio Flórez Lage, Siruela Policíaca.- Entre las lecturas que nos sorprendieron gratamente este año se encuentra esta novela que se desarrolla en un ambiente portuario sin determinar que el escritor construye con rigor y señas de identidad propias, casi como si su pretensión fuera la de armar un territorio mítico donde la ley solo es la que marcan los más fuertes.

2.-Teneyda y otros relatos, Alfonso García Ramos, Nectarina Editorial.- Tras aparecer en 2011 y desaparecer tiempo después, Ayoze Suárez, su editor, recupera de nuevo el sello editorial con seis títulos, más dos dedicados a la novela negra, que publica novedades y libros que pedían a gritos su recuperación. Uno de ellos fue Teneyda, volumen que reúne otros cuentos del que, a nuestro juicio, sigue siendo uno de los grandes escritores canarios de todos los tiempos, el también periodista Alfonso García Ramos.

3.-El delator, Juan Manuel García Ramos, Mercurio.- Si hubo un libro, más allá de los literario, que suscitó divisiones y controversia en 2021, fue sin duda alguna esta novela que, por desgracia, no suscitó el debate al que al que estaba llamada sino a un cruce de comentarios que a favor y en contra restaron contenido pero no polémica a una historia que tiene, entre otros protagonistas, al poeta Domingo López Torres, ejecutado por el ejército rebelde frente a las costas santacruceras en febrero de 1937.

4.-Atis Tirma, Ulises Martín Hernández, colección Narrativa, Baile del Sol.- Una sobresaliente novela histórica sobre la conquista de la isla de Gran Canaria, narrada con vigoroso pulso narrativo y sin tomarse demasiadas licencias. Uno de los protagonistas del relato es Juan Mayor, un canario que hace de intérprete al invasor, y la joven canaria Vidinah. Muy recomendable si gustan de este tipo de literatura.

5.-El año que no viajé a Buenos Aires, Saray Encinoso, Ediciones Menguante.- La escritora y periodista tinerfeña escribió este libro como respuesta a un viaje que frustró la pandemia y el estado de alarma que confinó en sus casas a la ciudadanía. Que no pudiera marchar a la capital de la Argentina no arredró a la autora quien, finalmente, consiguió cumplir uno de los sueños de su vida: viajar con la imaginación a la ciudad que baña el Río de la Plata.

6.-Traficantes de historias, Juan R. Tramunt, Editorial Siete Islas.- Se trata de una novela comprometida que plantea interesantes y, a mi juicio, novedosas miradas sobre la inmigración irregular. Protagonizada por un hombre que decide empezar de cero, inicia su proceso de transformación como profesor de Lengua y Cultura española en un centro de Integración de Emigrantes en la isla de Gran Canaria. Luego…

7.-El niño de la tienda de telas, Jesús Ibrahim Chamali, Puentepalo.- El libro reúne narraciones que retroceden al lector a la infancia del autor, cuadros que recogen experiencias que van forjando la iniciación de su protagonista a medida que se adentra en el sendero de la vida. Habrán relatos que gustarán más que otros pero en conjunto es una obra que nos hizo emocionar.

8.-Llevadme a ver el mar, Jorge Fonte, Ediciones Idea.- Ambiciosa novela histórica del escritor Jorge Fonte, especializado hasta hace relativamente pocos años en atractivos libros de cine (probablemente sea la persona que más sabe de Woody Allen y Walt Disney en España) y ahora novelista que se atreve a embarcarse en una historia “basada en hechos reales” que sucedió en la ciudad de San Cristóbal de La Laguna durante la primavera de 1651.

9.-Idealistas (la casta del orgasmo), Eduardo Montelongo, colección Narrativa, Baile del Sol.- El autor de la novela es uno de los mejores escritores de su generación, prueba que deja en una serie de libros anteriores donde tantea la literatura de viajes y aventuras en libros como Cuaderno afortunado y Johanna. Con Idealistas da un salto de gigante y sin red a una literatura a la que no nos tenía acostumbrado y si bien no termina por ser redonda ya que sus ambicionas la devora, se aprecia en muchas de sus partes los mimbres de un gran escritor ahora en fase de evolución.

10.-Mediodía eterno, Santiago Gil, Cabildo de Gran Canaria.- Con esta novela el escritor grancanario visualiza una evolución tanto en estilo como en la forma que ya venía anunciando en El gran amor de Galdós, aunque en esta ocasión el protagonista de su historia sea el pintor José Jorge Oramas, cuya luz dejó de brillar cuando aún no había cumplido los 25 años. La obra obtuvo el Premio Internacional de Novela Benito Pérez Galdós.

11.-A orillas del Guiniguada, Juan José Medina, Mercurio.- Difícil lo tuvo que tener el jurado del Benito Pérez Galdós 2020 a la hora de conceder o no el Premio a esta novela, distinción que finalmente se llevó Santiago Gil por Mediodía eterno, resultando accésit el título de Juan José Medina quien escribe, sin perder de vista el rigor histórico, sobre la influencia del obispo Antonio Pildain en la vida social, política y religiosa de la diócesis de Canarias desde 1937 a 1966. Muy recomendable.

12.- Las terribles historias, Cecilia Domínguez Luis, Nectarina Editorial.- El libro reúne más de una veintena de relatos cortos que sorprenderán a los que siguen la obra de la escritora y poeta ya que pertenecen la mayoría de ellos a sus primeras incursiones literarias. Muchos de los cuentos resultan inquietantes y en alguno de ellos hay homenajes velados o no a grandes escritores de la literatura universal como Poe, London y Stevenson.

13.- Indivisa Manent, Javier Hernández Velázquez, Editorial Adarve.- Novela ganadora del I Premio Internacional de Novela Adarve Negra, el escritor tinerfeño propone un relato muy violento y en clave western que tiene lugar en un pueblo sin ubicar en el norte de Tenerife al que llega su protagonista tras pasar una larga temporada en la cárcel y con una idea fija en la cabeza: venganza. La novela casi coincide en librerías con otro título de su autor, Un país en llamas (M.A.R. Editor).

14.- Entre el agua y el suelo, Cristi Cruz, ediciones Aguere/Idea.- Se publicó en 2020 pero lo leímos en éste que ya se nos fue. El libro, que se estructura en cinco partes, mezcla la literatura de viaje con la reflexión personal, dando como resultado un sobresaliente volumen en el que el lector además de viajar a distintas ciudades del planeta, percibe también la transformación interior, el viaje hacia adentro, de sus protagonistas.

15.- Lordemano, José Zoilo, Ediciones B.- Se trata de la nueva novela histórica que escribe este escritor tinerfeño tras la trilogía Las Cenizas de Hispania y El nombre de Dios. En esta ocasión, invita al lector a tierras vikingas y de la España del siglo IX, contando la presencia de los bárbaros del norte en un país entonces fragmentado en muchas naciones.

16.- Ella quiere ser sorda, Elsa López, Ediciones Remotas.- El libro recopila 16 narraciones cortas de la escritora, impulsora de Ediciones La Palma, la mayoría publicados con anterioridad aunque también incluye algún relato inédito en una edición muy cuidada y trabajada de Ediciones Remotas.

17.- Talón, Nicolás Melini, Franz Ediciones.- El volumen reúne 17 relatos de un escritor que se mueve mucho mejor en este territorio que en la novela y la poesía. Los cuentos, con todo, quizá sorprendan a los que conocen anteriores libros de su autor, aunque en el fondo de subyace una obsesión que encuentro habitual en su autor, solo que ahora intenta reflejar las cicatrices que nos lega la experiencia cotidiana.

18.-Nosotras somos humanas, Carmen de la Rosa, CajaCanarias Fundación.- La escritora obtuvo con este libro el Premio de Relato Corto Isaac de Vega 2020 (se declaró desierto en la edición de 2021), aunque se publicó el año pasado, una recopilación de relatos que, por una vez, nos hizo pensar que el jurado estuvo acertado con su elección ya que los diez cuentos que reúne el libro demuestran que nos encontramos ante una autora que sabe manejarse en las historias cortas y en los géneros que toca, a los que imprime en todos estos cuentos de un llamativo y muy atractivo sello personal.

Saludos, se dijo, desde este lado del ordenador

Baraka, una novela de Javier Hernández Velázquez

Martes, Abril 16th, 2019

La guerra del Rif ha dado origen a grandes novelas de la literatura española. Entre otras, Imán, de Ramón J. Sender; La forja de un rebelde, de Arturo Barea y el quinto tomo de los Episodios Nacionales Contemporáneos, El desastre de Annual, de Ricardo Fernández de la Regera y Susana March. Recientemente, se han sumado a recrear sus historias en este amargo contexto histórico escritores como Lorenzo Silva e Ignacio Martínez de Pisón, nombres a los que se suma ahora la novela Baraka, de Javier Hernández Velázquez, relato que protagoniza Gabriel, un joven tinerfeño que vive en sus carnes la derrota de Annual y quien en su transitar por el desierto mientras huye del enemigo, comienza un viaje iniciático acompañado de un misterioso personaje que los transformará como persona.

La novela, que empieza y termina en Santa Cruz de Tenerife, está excelentemente documentada y pone de manifiesto la madurez de su autor, quien ha ido soltando los lastres que lo hicieron retroceder en algunas de sus experiencias literarias anteriores.

La novela se desarrolla en lo que hoy es Marruecos y la capital tinerfeña entre la década de los años 20 y la primera mitad de los 30, tiempos en los que se produjeron grandes cambios en el mapa de España y de Canarias.

Javier Hernández se sirve de estos elementos para narrar un doble viaje>: el interior que inicia su protagonista y la nada cotidiana de una ciudad, Santa Cruz de Tenerife, que también comienza un proceso lento de cambios en su fisionomía urbana y en la filosofía de sus habitantes.

Gabriel bascula su corazón entre dos mujeres: el amor que siente por Amparo, su compañera en Tenerife, y Lucia, a quien conoce en tierras del norte de África. No obstante, y además del acento romántico y el que el propio marco histórico impone, Baraka es más una novela de aliento místico, metamorfosis que acentúa con el viaje de carácter iniciático por el desierto que emprende un acosado Gabriel ante los rifeños y sus más que demonios, contradicciones espirituales.

Los nombres de los personajes principales avisan que bajo el relato histórico, el de la gran humillación por la derrota y el gran número de muertos con el que se saldó esta guerra librada en un remoto lugar del norte africano, respiran otras intenciones. En la segunda parte de la novela, al contrario, emerge un nuevo personaje, Miguel, hermano de Gabriel, un elemento que sirve como contrapunto y de vuelta a la normalidad digamos que literaria y situaciones que describe con notable pulso realista el escritor.

En cuanto al marco histórico en el se desarrolla, resultan muy creíbles las escenas del desastre de Annual, descripciones notablemente inspiradas en Imán. En el desierto, Gabriel, el protagonista, al huir de los rebeldes rifeños encuentra escondite en las tripas de un caballo.

Destacan también las pinceladas sobre aquel Santa Cruz de Tenerife en el que se bailaba charlestón y recupera, como recupera Alfonso Delgado en Queda la broza, una capital de provincias que se divirtió y lloró las primeras décadas del siglo XX.

Santa Cruz de Tenerife tiene en las novelas de Javier Hernández Velázquez un protagonismo que va más allá del espacio geográfico. Ha hecho de la ciudad su ciudad literaria. El pasado de la capital lo cuenta en buena parte de El fondo de los charcos y ahora en Baraka. El contemporáneo domina prácticamente el resto de su producción, de marcado acento negro y criminal.

Baraka se aparta del género policíaco para contar cómo un aprendiz se hace maestro en un contexto histórico de sangre y fuego. También de profunda decadencia de un país acostumbrado a las cosas mal hechas. La redención, que sí es un tema recurrente en anteriores trabajos de Javier Hernández Velázquez, alcanza en ésta proporciones espirituales que narra casi con acento épico, por lo que pierde pero también gana el personaje, ya que no queda absorbido por ese contexto histórico en el que parecía que las fuerzas de la naturaleza iban a cambiar los sueños y las esperanzas de los españoles.

No hubo cambio pero sí más de lo mismo tras el estallido de la Guerra Civil –Baraka llega hasta finales de julio de 1936– lo que todavía suscita preguntas, sobre todo la de imaginarse qué hubiera sido de este país si Franco hubiese perdido la guerra.

Javier Hernández consigue con Baraka construir una novela en la que confluye la revelación personal como la de una sociedad que se moderniza. El escritor logra mantener el tono y despierta la curiosidad de un lector que, al menos en nuestro caso, siente especial interés por una guerra, la del Rif, gracias a la excelente literatura que se ha producido en torno a ella con el fin de que permanezca viva en nuestra memoria.

Saludos, hermanos y hermandas, desde este lado del ordenador

‘Nunca bombardees Pearl Harbor’, una novela de Javier Hernández Velázquez

Martes, Marzo 13th, 2018

No creo que en la historia de la novela policíaca en España haya un personaje como Mat Fernández.

Protagonista de las novelas Un camino a través del infierno, Los ojos del puente y Nunca bombardees Pearl Harbor, que el autor presentó el pasado viernes en la capital tinerfeña.

Matías Fernández es un personaje marcado por la violencia y las ausencias. Un tipo decente que mantiene una peculiar relación de amor y odio con la ciudad donde nació y desarrolla su vida, Santa Cruz de Tenerife.

Santa Cruz de Tenerife tiene protagonismo, como en las novelas anteriores, en esta nueva entrega del detective, aunque la ciudad como el personaje se han vuelto un poco más viejos y comienzan a ser ya demasiadas las cicatrices que tatúan la piel de su protagonista y la de una capital de provincias que no encuentra su lugar en el mundo.

Trilogía de la redención, Nunca bombardees Pearl Harbor cuenta con un título que esconde referencias que van más allá del traicionero ataque japonés a la base norteamericana el 7 de diciembre de 1941 y que ha dado origen después a varias películas, siendo la mejor para hacerse una idea de cómo se fraguó la tragedia Tora!, Tora!, Tora!, un estimable filme bélico de los años setenta dirigido por Richard Fleischer, Kinji Fukasaku y Toshio Masuda.

De cine, y mucho, se habla en la última novela de Javier Hernández Velázquez. También de un género, el espagueti western, en el que es todo un erudito.

El investigador descubre unos fragmentos que no se conocían de una película de Sergio Leone. En estas imágenes se encuentra, además, una de las claves para resolver uno de los casos que investiga. La sombra de Leone está muy presente en esta novela ya que esos fragmentos rodados por el director de Hasta que llegó su hora es una película que todos buscan y que llega a las manos de Fernández para que se la arrebaten y desaparezca entre las sombras de la leyenda. El filme forma parte de un relato extraño y oscuro. También épico (¿qué novela de Mat Fernández no lo es?) y crepuscular.

Con estos elementos, la novela se lee con velocidad, velocidad de crucero porque lo que cuenta está bien contado y entretiene. Y hace pensar y ocasionalmente reír.

Mat Fernández es un personaje que se crece cuando muestra su sentido del humor. Un sentido del humor directo, sin camuflajes. Una coraza que hace que resista los reveses de la vida.

En Nunca bombardees Pearl Harbor algunas de las mejores pullas van dirigidas con gracia y salero envenenado al Procés, ese circo que los independentista catalanes se han montando con tan poco rigor y seriedad intelectual.

Javier Hernández Velázquez ha madurado como escritor en Nunca bombardees Pearl Harbor, y se consolida como uno de los escritores de y con carácter más destacables de este país.

Como narrador, Javier Hernández Velázquez, se crece en algunas de las páginas de la novela. En concreto en todas aquellas en las que evoca el esplendor de una capital de provincias que no volverá y en la que se produjeron los primeros –e inolvidables– encuentros amorosos.

Resulta particularmente lírico en los pasajes que describe el dormitorio instalado en un cuarto de la azotea en la que el protagonista compartió tantos sueños con una de sus primeras novias. Novia que regresa años después para proponerle que le ayude a encontrar a su hijo.

Hay otras historias reunidas en esta novela, una novela que cuenta con villanos que trabajan en la sombra y hombres solitarios y con el corazón roto que, pese a las derrotas cotidianas, continúan adelante.

Y Mat Fernández, como nosotros, es uno de ellos.

Saludos, cielos despejados, desde este lado del ordenador

Los ojos del puente, una novela de Javier Hernández Velázquez

Domingo, Noviembre 23rd, 2014

“Tenía razón. Los problemas me rodeaban como los sioux a Custer en Little Big Horn. Pensé que tenía que existir una manera fácil de resolver aquel entuerto, pero no se me ocurría nada qué decir.  De algún lugar de las murmurantes paredes del edificio se alzó el agudo lloro de un niño. Me pregunté si sería un recién nacido que equilibrara la población en Santa Cruz.”

(Los ojos del puente, Javier Hernández Velázquez, M.A.R. Editor, colección: Narrativa)

Santa Cruz de Tenerife ha terminado por absorber las novelas de Javier Hernández Velázquez aunque también Javier Hernández Velázquez ha terminado por absorber –no absolver– la capital tinerfeña en sus novelas.

Las avenidas, plazas y alamedas de esta ciudad de provincias son un protagonista más en sus historias, aunque la visión nostálgica que evoca de ella en libros anteriores se disuelve en Los ojos del puente. Una novela en la que vuelve a retratar su imaginado Santa Cruz de Tenerife, solo que en esta ocasión con una visión más personal y consistente en la que mezcla, y muy bien, ficción y realidad.

Los ojos del puente despliega sombras sobre una capital de provincias en la que apenas sale el sol. Una ciudad sobre la que cae una lluvia plomiza y triste en la que se mueven como náufragos sus habitantes. Sobrevive en este ambiente y gracias a los cigarrillos y el Jack Daniel’s otro náufrago. Ese náufrago es además una de las voces de la novela.

Una novela que está narrada en primera persona, es decir desde la perspectiva de uno de sus protagonistas, así como en tercera persona.

Al igual que Un camino a través del infierno repite en Los ojos del puente Mat Fernández, un investigador privado con anarquista sentido del humor que, en esta aventura tiene que escarbar en el pasado de una familia con demasiados cadáveres guardados en el armario.

De fondo, una ciudad enloquecida por el cemento. Cemento que ha armado no solo la caótica –ora brillante, ora estrafalaria– ciudad sino también el carácter de quienes la habitan.

Mat Fernández debe sumergirse en esta ocasión en sus entrañas y escarbar en los arrecifes de su pasado. El pasado de los Bravo, una familia que es el enfermizo cerebro de una capital de provincias que se acuesta cuando llega la noche y se despierta con las primeras luces del alba y que vive, convenientemente ajena, al eficaz entramado corrupto que ha diseñado el clan de los Bravo para perpetuarse en el poder. Una ciudad que acata su silencio y que se ha acostumbrado a mirar hacia el otro lado.

Como En el fondo de los charcos y en otra clave El sueño de Goslar, Javier Hernández Velázquez dibuja una ciudad muy creíble que se encuentra en la frontera de la realidad y la ficción. Realidad y ficción que describe con un contagioso pesimismo. Porque dentro de Los ojos del puente se habla de una novela, La lluvia no dice nada, que existió y que desapareció realmente y que escribió Antonio Bermejo, un autor con envidiable genio para la abstracción que ahora se recupera con aliento trágico.

Javier Hernández Velázquez emplea estos elementos para escribir además una novela muy inspirada en el cine de Sergio Leone no ya por insistir en la presunta circularidad de su cine sino también en la descripción de algunos escenarios y personajes, aunque Mat Fernández está más cerca de bronco espíritu justiciero de Mike Spillane si bien su corazón es el de Philip Marlowe.

Irónica y divertida a ratos, así como oscura y tensa en otros, Los ojos del puente es una novela con preocupada responsabilidad social y, probablemente, la más crítica de las novelas de su autor hacia una ciudad –otra vez la ciudad– cuyas violentas transformaciones no termina por asimilar ni su protagonista ni sospecho que su autor.

Javier Hernández Velázquez articula una trama inspirada en hechos reales con el objetivo de desnudar el espíritu de una capital de provincias que, como diría Ignacio Aldecoa, es la más peninsular de este archipiélago abandonado de las manos de los dioses. Una ciudad no solo de cuestas sino domesticada por el miedo.

No sé qué destino le depara a Mat Fernández, eso solo lo sabe su demiurgo, Javier Hernández Velázquez, pero como ciudadano sin patria que vive en Santa Cruz de Tenerife digamos que me tranquiliza que un tipo así sea uno de sus vecinos. Un vecino literario, de acuerdo, pero una voz que resuena y saca los colores desde la aparente marginalidad de una novela.

(*) Los ojos del puente se presenta el miércoles 26 de noviembre y las 20 horas en TEA Tenerife Espacio de las Artes. En el acto intervendrá además de Javier Hernández Velázquez el también escritor Daniel María.

Saludos, kiss, kiss, bang, bang, desde este lado del ordenador.

Otoño caliente para las letras con acento canario

Miércoles, Octubre 29th, 2014

Pese a la crisis y la desesperación que genera. Pese a que unos pidan perdón y otros hagan señas porque el trasatlántico se hunde y no hay orquesta que amenice la tragedia… lo que queda de 2014 anuncia una serie de novedades literarias con acento de aquí –un aquí si quieren provinciano e isleño, de archipiélago donde hace tiempo se dejó de tocar las chácaras y el tambor– que si por algo se caracteriza es por haber aprendido a sacudirse prejuicios y observar literariamente su historia con ironía. Ese es el caso de El Leviatán chasqueado (Ediciones Idea), de Ángel Luis Marrero Delgado, una novela que reinterpreta con respetuoso sentido del humor el ataque frustrado del contraalmirante Horacio Nelson a la capital tinerfeña a finales de julio de 1797.

O se preocupa, este es el caso, por recuperar y reivindicar personajes que, nacidos en estas tierras, se caracterizaron por una intensa existencia como el que presenta Jesús Villanueva Jiménez en La cruz de plata, un libro basado en la apasionante y todavía desconocida historia del canario Antonio Benavides y que llegará a las librerías el 21 de noviembre.

Por otro lado, y ya casi a punto de tomar por asalto las librerías se encuentra la última novela de Mariano Gambín, Colisión (Roca Editorial), un nuevo thriller de acción que en esta ocasión abandona las calles y plazas laguneras para desarrollarse fundamentalmente en Santa Cruz de Tenerife y que el autor de la trilogía Ira Dei espera presentar el 19 de noviembre en el Casino de Tenerife.

No creo que a nadie le sorprenda –tal y como está el panorama político y social del país– que en las agitadas aguas de la novela negra y criminal llegue la nueva aportación de Javier Hernández Velázquez, Los ojos del puente ( M.A.R. Editor), título por el que obtuvo recientemente el Premio Wilkie Collins y que transcurre en tres tiempos y en tres escenarios diferentes. Uno de ellos, Tenerife, donde se recuerda a ese singular escritor que fue Antonio Bermejo, autor de una novela desaparecida y de la que solo se conserva el título: La lluvia no dice nada

M.A.R. Editor publicará también a finales de noviembre una reedición de Tú eres azul cobalto, del escritor Pablo Martín Carbajal, quien se encuentra en estos momentos trabajando en una nueva novela tras Tú eres azul cobalto, La ciudad de las  miradas y La felicidad amarga.

Y para enero del próximo año, una nueva novela de Alexis Ravelo, que edita Alrevés y cuyo título aún continúa siendo alto secreto pero en el que su autor insistirá en las claves que ha ido explotando en sus dos anteriores trabajos: La estrategia del pequinés (Alrevés) y La última tumba (Edaf).

Si a estas novedades añadimos la publicación también en otoño y dentro de la colección G21 Narrativa Canaria Actual (Ediciones Aguere/Idea) de La leyenda del oro de Acentejo y Es más fácil improvisado, de Carlos Santamaría y Juan Ignacio Royo Iranzo, respectivamente, la estación de la caída de la hoja no va a resultar tan gélida y apagada como nos tenía acostumbrados.

Y esto es solo un anticipo de las novelas que vendrán con acento canario apenas se inicia la cuenta atrás de 2014. Un año, este del 14, que tengo la sensación ha marchado con demasiada velocidad. Tanta, que pienso que fue ayer cuando celebré su llegada.

Saludos, en algún lugar del mundo, desde este lado del ordenador.

El escritor Javier Hernández Velázquez, ganador del IV Premio Wilkie Collins de Novela Negra

Miércoles, Octubre 22nd, 2014

El escritor Javier Hernández Velázquez ha resultado ser es el ganador del IV Premio Wilkie Collins de Novela Negra, certamen que convoca M.A.R. Editor y en el que  participaron 160 obras de 12 países, con la novela Los ojos del puente, ambientada en Canarias, Los Ángeles y San Francisco. Hernández Velázquez fue mención especial del jurado del Premio L’H Confidencial con su anterior novela, Un camino a través del infierno.

El accésit lo obtuvo José Luis Caramés Lage con Asesinatos con arte, una novela ambientada en el entorno de la Orquesta Sinfónica de Galicia.

Javier Hernández Velázquez (Santa Cruz de Tenerife, 1968) recupera en Los ojos del puente al personaje de Mat Fernández, detective privado que investiga un nuevo caso contratado por un multimillonario excéntrico y en el que se tropezará con una serie de asesinatos sin resolver en Los Ángeles, San Francisco y Santa Cruz de Tenerife en el verano de 1967.

Durante sus pesquisas conocerá a la familia Bravo que controla con mano de hierro los resortes del poder económico, político y social de Tenerife.

Abogado y funcionario de carrera, Hernández Velázquez es autor de las novelas Un camino a través del infierno (Mención Especial del jurado del Premio Internacional de Novela Negra L’H Confidencial 2013), El fondo de los charcos (finalista del Premio Benito Pérez Armas 2009), Los días prometidos a la muerte (programa Canarias Lee 2012) y El sueño de Goslar (programa Santa Cruz Ciudad leída 2013). Ha sido finalista del XIII Premio Internacional Sexto Continente de Relato Negro por El eco de Cobain y Segundo Premio del Concurso de Relatos Ciudad del Rosario 2012 por  Cajonera City.

Saludos, llueve pero al final siempre sale el sol, desde este lado del ordenador.