Archive for Diciembre, 2015

Y no, no son solo novelas… (y 3)

Miércoles, Diciembre 30th, 2015

No guardes nada en tus bolsillos. Diario romano, Bruno Mesa, Impronta Editorial, 2015.- Porque recuperamos a uno de los escritores más cuidadosos y fiables del actual panorama narrativo y poético. Un autor que en esta ocasión plantea un ¿diario o diario de viaje? en el que recoge momentos y reflexiones que le suscitó pasar seis intensos meses en Roma (Italia). Un libro absolutamente recomendable.

El principito ha vuelto, María Jesús Alvarado (textos) y Teresa Correa (fotografías), Libros de las Malas Compañías, 2015).- Porque es una gozosa rareza, así como un libro excelentemente editado, de esos que se leen y se cuidan porque adquieren notoriedad como objeto. En cuanto a su contenido, cabe destacar su feliz reinterpretación del clásico de Antoine de Saint-Exupéry, y las bellas y turbadoras imágenes que acompañan al texto.

Chinita, Antonia Molinero, En Voz Alta Ediciones, 2015.- Porque estamos ante otra raraza, o uno de esos libros que tienen la capacidad de llegar a toda clase de lectores con independencia de cual sea su edad. Esta Chinita de Antonia Molinero cuenta además con excelente ilustraciones y fotografías que firman varios artistas, y se lee y se guarda como un pequeño y a la vez grandioso regalo.

Tuve que hacerlo y otros relatos, Carlos Ortega Vilas, Colección: Sitio de fuego, Baile del Sol Ediciones, 2015.- Porque es uno de los libros que más me han entusiasmado y, al mismo tiempo, desconcertado de este año. Estamos ante un conjunto de relatos donde prima lo inquietante y en el que se respira la influencia de maestros del cuento anglosajones como Saki y Roald Dahl.

Tentaciones al caer la tarde, Iván Cabrera Cartaya (Ediciones Idea).- Porque si bien conocíamos su trayectoria como poeta, una carrera jalonada de premios y reconocimientos, Iván Cabrera Cartaya volvió a sorprendernos presentando este libro de relatos en el que pone de manifiesto que maneja una amplísima variedad de registros a través de los cuales pone distintas voces y describe situaciones diversas, en un volumen que respira literatura por todos sus lados.

Saludos, esto se acabó, desde este lado del ordenador.

¿Por qué estos diez títulos? (2)

Martes, Diciembre 29th, 2015

Mejor cuando improvisas, Juan Royo, Colección: G21 Narrativa Canaria Actual, Ediciones Aguere/Idea, 2015), porque se trata de una novela sobre la soledad, muy amarga y desesperada, con inequívocos ecos a la Lolita de Nabokov con renovado y también menos épico entusiasmo a lo políticamente incorrecto. En definitiva, un título, a nuestro juicio, para calibrar el inmejorable estado de salud que disfruta la literatura que se escribe en y desde Canarias. El relato se desarrolla fundamentalmente en Santa Cruz de Tenerife.

La sombra y la tortuga, Alberto Omar, Nueva Asociación Canaria para la Edición, NACE, 201.- Porque pese a su abultadísimo número de páginas, La sombra y la tortuga es una subyugante novela histórica que nos conduce al siglo XVII, y que revela unas islas en plena ebullición, en la que se desenvuelve una sociedad mestiza en la que algunos de sus ciudadanos solo tiene un pensamiento en la cabeza: un nuevo mundo que se llama América.

El sepulcro vacío, Cecilia Domínguez Luis, Nueva Asociación Canaria para la Edición (NACE), 2015.- Porque además de ser una extraordinaria poeta, también es una extraordinaria novelista, y deja constancia de ello en El sepulcro vacío, literatura en la que se mezcla realidad y ficción y transporta al lector a la ciudad de La Orotava (Tenerife) a finales del siglo XIX y recién estrenado el XX, para contarnos un relato inspirado en un hecho real: el sepulcro en el que iban a depositarse los restos de Diego Ponte del Castillo, marqués de la Quinta Roja, y que su madre, Sebastiana del Castillo y Manrique de Lara ordenó construir cuando la Iglesia denegó que se enterrara el campo santo.

El síndrome de Tarzán, Silesio Domínguez Suria, Colección: Narrativas, Ediciones Idea, 2015).- Porque la literatura de su autor invita a disfrutar con la palabra y, al mismo tiempo, sentir las emociones que caracterizan y en ocasiones manipulan a sus personajes, aunque los de esta novela estén supeditados casi por una sola mirada y una sola voz narrativa, que es la del padre. Un hombre al que le resulta difícil dejar de serlo. Ahí su síndrome, ahí su grito…

Ecos, Tomás Felipe, Colección G21.Narrativa Canaria Actual, Ediciones Aguere/Idea, 2015.- Porque Tomás Felipe es uno de los mejores escritores de fantasía y ciencia ficción que tenemos en estas islas. Y también en el adocenado escenario nacional, territorio en el que aún no he encontrado historias que, como las de Felipe, mezclan con tanta sabiduría y sentido de la ironía lo ominoso con la realidad. En este caso la insular.

Negro Juan, Francisco Estupiñán Bethencourt, M.A.R. Editor, 2015). Porque se trata de una notable novela histórica en la que su autor narra la vida del primer negro libre que participó en la conquista del Nuevo Mundo. La forma en como está escrita, el estilo narrativo, imita el de aquella época y salvo un final abrupto, y que el lector enganchado pida más, es un título que si en este país hubiera justicia literaria sería reivindicado como se merece.

El niño descalzo, Juan Cruz, Alfaguara, 2015.- Porque Juan Cruz no es un escritor que se traicione a sí mismo ni a sus lectores, porque sus novelas proponen una hábil combinación entre recuerdo y biografía, a través de las cuales se desnuda sin perder en todo momento su pudor. Un libro que sabe despertar sentimiento que creíamos dormidos y que sobre todo hace reflexionar sobre ese formidable relato que escribimos todos los días y que llamamos vida.

Las flores no sangran, Alexis Ravelo, Alrevés, 2015.- Porque Alexis Ravelo conoce muy bien los resortes de la literatura policíaca, y que en esta novela insiste en las claves que ya hubo explotado en La estrategia del pequinés y La última tumba, títulos probablemente más redondos que estas flores que no sangran, aunque ésta también explore las dos caras de la moneda criminal y enfrente a granujas de tercera división con otros de primera. Lo mejor, como siempre en las historias negras de Ravelo, su galería de sobresalientes villanos.

Un largo sueño en Tánger, Antonio Lozano, Editorial Almuzara, 2015.- Porque Antonio Lozano es un escritor que se mueve muy bien en los géneros. Desde el policíaco, en la que ha aportado a un peculiar detective privado, José García Gago; histórico, con su reivindicable El caso Sankara, así como el testimonial con Las cenizas de Bagdad, entre otras. En Un largo sueño en Tánger además de narrar los recuerdos que desgrana una mujer hospitalizada y en coma, cuenta también la de una ciudad, Tánger, que describe pulsando sus calles y avenidas, así como sus colores y fragancias.

Mientras seamos jóvenes, José Luis Correa, Colección: Novela Negra, Alba Editorial, 2015), porque estamos ante la octava novela que protagoniza el detective privado Ricardo Blanco, quien se mueve como pez por el agua por el lado salvaje de las calles y avenidas de la capital grancanaria. No es nueva y quizá estas historias vayan perdiendo fuelle con el tránsito de los años, pero al paso que van auguro que terminarán por convertirse en pequeños clásicos de la novela de intriga escrita en español.

Saludos, continuará…, desde este lado del ordenador.

Un año de narrativa en Canarias

Lunes, Diciembre 28th, 2015

INTRO

Con este especial se pretende dar una idea muy general de cuál ha sido el panorama narrativo en Canarias a lo largo de 2015. Un panorama que no auguraba nada bueno por los efectos de una crisis económica que parece que no quiere irse, pero que si bien afectó y algo a las letras que se escriben en y desde las islas, no fue obstáculo para que mes a mes, y con exquisita puntualidad germánica, se presentarán toda clase de novelas, relatos, poesías, ensayos que confirma que de momento la literatura que se escribe por estas geografías dispersas se encuentra en un buen estado de salud. Pese a loa agoreros, pese a los que no terminan por ver un fenómeno que ya es imparable y que le ha perdido miedo a los géneros, y de ubicar sus historias en sus capitales de provincias, también en sus ciudades y pueblos. De hecho, estos nuevos escenarios están consiguiendo algo que hasta la fecha parecía improbable, que lo que se escribe en Canarias se lea también más allá de Canarias. Esta es pues la crónica urgente de un año en el que hubo de todo y para todos los gustos.

No es tarea fácil proponer un balance narrativo y, tangencialmente, poético y de ensayo, de lo que este año que se nos va se ha cocinado en las islas, pero algo se mueve porque a pesar de la aplastante crisis económica no han dejado de presentarse a lo largo de todo el 2015 novelas y cuentos, poemas y otros trabajos escritos por canarios o residentes en estas islas que parecen tan alejadas de las manos de los dioses.

Cabe recordar que Cultura recuperó el rango de Viceconsejería tras la configuración del nuevo Gobierno de Canarias, aunque el departamento que hasta el momento dirige Aurelio González González, contará en 2016 con un presupuesto más que ajustado  mientras forma parte de la consejería de Turismo y Deportes que dirige María Teresa Lorenzo. González González en el anterior ejecutivo gestionó el área de Patrimonio Cultural, responsabilidad que ahora recae en Miguel Ángel Clavijo Redondo.

Desgraciadamente, en junio de este año nos dejó el escritor y poeta Carlos Pinto Grote (San Cristóbal de La Laguna, 1923-2015), quien deja un atractivo trabajo literario que lo hizo merecedor, entre otras distinciones, del Premio Canarias de Literatura, galardón que recibió en 1991 y más de veinte libros de poemas y un conjunto de trabajos en prosa en el que destaca, entre otros, la novela Los papeles de Abilio Santos, el retrato de un político caído en desgracia no por la política sino por su propia personalidad, la poesía fue sin embargo la gran pasión intelectual de Pinto Grote toda su vida. Y este lunes, 28 de diciembre, nos dejó también la crítica de arte Clara Muñoz.

El Día de las Letra Canarias estuvo dedicado al poeta Arturo Maccanti, fallecido en 2014 mientras que Cecilia Domínguez Luis obtuvo el Premio Canarias de Literatura, lo que la convierte en la segunda mujer en alcanzar este reconocimiento tras María Rosa Alonso en 1987.

En cuanto a otros premios y distinciones, Coriolano González Montañez recibió por Mapa del Exilio el Premio de Poesía Pedro García Cabrera, que anualmente otorga la Fundación CajaCanarias, y Sergio Barreto el de Novela Benito Pérez Armas por Vs.

J.J. Armas Marcelo se hizo, por otro lado, con el Premio Francisco Umbral por la novela Réquiem habanero por Fidel (Alfaguara, 2014) aunque no resultó elegido académico de la Real Academia Española, responsabilidad que obtuvo finalmente el narrador, poeta, ensayista, traductor y catedrático de Estética Félix de Azúa, que ocupa desde entonces el sillón H mayúscula, vacante tras la muerte de Martín de Riquer.

Fernando Delgado recogió el Premio Azorín de Novela 2015, convocado por la editorial Planeta y la Diputación de Alicante por Sus ojos en mí, cuya trama gira en torno a la historia de amor admirativo entre santa Teresa de Jesús y el fraile Jerónimo Gracián, durante la reforma de la orden del Carmelo y las luchas por el poder eclesiástico en la España de Felipe II; y Luis Alemany, autor de una novela imprescindible para entender lo que podría denominarse como literatura canaria escrita en y desde Canarias, Los puercos de Circe, recibió el jueves 16 de diciembre el Premio del Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife.

Por otro lado, Iván Cabrera Cartaya publica este año Noche en jardín destruido, por el que obtuvo el Premio de Poesía José Verón Gormaz, 2014.

Este año llegaron a las librerías de todo el país dos propuestas narrativas de Juan Cruz, la primera de ellas con el título de Toda la vida preguntando (Círculo de tiza), un libro en el que recoge treinta entrevistas con escritores, y en la que se encuentran nueve premios Nobel como Pablo Neruda, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, José Saramago, Orhan Pamuk, Doris Lessing, Imre Kertész, Le Clézio y Günter Grass; y El niño descalzo (Alfaguara), en el que cuenta tres infancias: la del nieto, marcada por la alegría de vivir y el asombro infinito ante la realidad; la de Eva, la hija; y la del abuelo, el propio Juan Cruz.

Respecto a festivales estrictamente literarios, las dos capitales canarias acogieron de nuevo la Feria del Libro y Santa Cruz de Tenerife Tu Santa Cruz Noir, encuentro con la novela negra y criminal que se escribe en España y que otorgó también varios premios, entre otros al mejor libro publicado del género el año pasado y que obtuvo Daniel Cerdán por Un mundo peor. Se celebró además la tercera edición del Festival Internacional de Viajes y Aventura del Puerto de la Cruz, Periplo, que este año contó con una gran presencia de público e intervenciones de, entre otros grandes escritores, Javier Reverte, John Carlin y Boubakar Boris Diop; la V edición del Salón Internacional del Libro Africano (SILA) y el XI Encuentro de Editores en Canarias, que reunió entre el 24 y el 27 de septiembre a escritores, editores y críticos de Guinea Ecuatorial, Senegal, Marruecos, Togo y Sudáfrica.

Nos vimos en NNegra de Arona y en el 5º Festival Internacional Agatha Christie que se celebra cada dos años en el Puerto de la Cruz, ciudad que al paso que va terminará por convertirse en referente de la cultura en Canarias al acoger también Periplo y Mueca, propuestas que apuestan por trasladar las artes a la calle.

Y los libros, ¿qué?

Entre los muchos libros que se presentaron en 2015, algunos editados el pasado y otros este año, asistimos al encuentro que propuso  la periodista y escritora Yanet Acosta en torno a su Noches sin sexo (Adeshoras), que reúne 43 piezas en los que combina el relato breve y el microrrelato con ilustraciones de Ariadna Acosta.

Por otro lado, Jessika Rojano dio a conocer la novela Un e-mail en la bandeja de entrada que dice: “Me encantas” (Escritura entre las nubes) mientras el incorruptible JRamallo revelaba su irreverente Colección Animal, una invitación a la muerte del artista y a sacar el lado más animal de los espectadores.

Pudimos leer Tránsito, un libro que retrata la sociedad canaria antes, durante y después de Guerra Civil Española, desde la perspectiva del escultor y empresario canario Bernardino García, biografiado por su hija, Elba García y asistir a la charla que ofreció  Alexis Ravelo en Europa Negra, encuentro que se celebró en el Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife, y en el que el autor de La estrategia del pequinés, La última tumba y Las flores no sangran habló sobre la importancia de la geografía de la capital grancanaria en el conjunto de su obra. Ravelo recuperó al desgreñado estudiante de periodismo el Gordo Flaco en Las ratas de noviembre tras Los perros de agosto, ambas publicadas en la colección infantil y juvenil El volcán de ediciones Anaya. Y este año se llevó a casa el premio Tormo Negro 2015, que otorgan los lectores del club de lectura Las Casas Ahorcadas, en un congreso sobre novela criminal celebrado en Cuenca.

En la novela policíaca, José Luis Correa publicó en Alba una nueva entrega de su detective privado Ricardo Blanco, Mientras seamos jóvenes, y un cuento de Ravelo formó parte de la antología Diez negritos. Nuevas voces del género negro español coordinado por Álex Martín Escribá y Javier Sánchez Zapatero.

En la geografía de la ciencia ficción y la fantasía, Víctor Conde (Alfredo Moreno Santana) publicó Ecos (Sportula) su última incursión en el space opera y en el género de terror El códice las brujas (colección Stoker, Dolmen Editorial). Por otro lado, Elio Quiroga se hizo con el Premio Internacional de Literatura Fantástica y Ciencia Ficción de Ediciones Minotauro 2015 por Los que sueñan, en el que narra un mundo virtual a la carta.

M. A. R. Editor publicó la última novela de Pascal Buniet, escritor francés que escribe en español desde que se estableció hace unos años en el sur de Tenerife, y que tituló La verdadera historia de Gloria T y en la misma editorial Negro Juan de Francisco Estupiñán, en la que relata la vida del primer negro libre que pisó tierras del Nuevo Mundo.

Ánghel Morales continuó apostando fuerte por las letras de aquí en la editorial Aguere y en Aguere/Idea, que editó en la colección buque insignia de este entusiasta editor, G21: Narrativa Canaria Actual: Salacot, de Jonás Meneses, La leyenda del oro de Acentejo, de Carlos Santamaría; Mejor cuando improvisas, de Juan Ignacio Royo; Quién como yo, de Damián Estévez; Ecos, de Tomás Felipe; El Santiago, de Antonio Sánchez Rodríguez y En el centro del viento, de Cristo Cruz Reyes.

Salto de Página publicó la novela ganadora del premio Benito Pérez Armas del 2014, Todas las personas mueren de amor, de Víctor Álamo de la Rosa, mientras Juan Ruiz Correa presentaba Los hijos de Marta (Idea) y Antonio Martín Lonitas negras, en la que bucea en los barrios de El Cabo y Los Llanos de la capital tinerfeña en los años 50 y 60, los de la especulación urbana. Se presentó Relatos de quéséyo, tercer libro de Juan Henríquez; Lorenzo Gómez Charlín indagó en su turbulenta vida privada en Nagasaki y Sinesio Domínguez publicó El Síndrome de Tarzán. También se editaron Un mago mirando el reloj, de Juan Manuel Fernández del Torco; La diosa Chaxiraxi sincretizada, de Eduardo García así como los poemarios Fin de las primeras partes y Lliure, de Adrián Arvelo y Armando Rivero, respectivamente. Félix Sabroso presentó En la piscina vacía (Suma de letras),  una novela personal pero “no autobiográfica” en palabras de su autor.

Jonathan Allen presentó El último mecenas y otros cuentos de creadores canarios (Ediciones Idea) y coincidieron en  las librerías varios trabajos del Premio Nacional de Crítica y de Traducción Andrés Sánchez Robayna, como Variaciones sobre el vaso de agua (Galaxia Gutenberg), una recopilación de textos críticos de Alejandro Cioranescu escritos entre 1964 y 1991 y que publicó la colección Aislados de la Fundación CajaCanarias así como las antologías poéticas El espejo de tinta (1970-2010), ed. José Francisco Ruiz Casanova, Madrid, Ediciones Cátedra, col. Letras Hispánicas, 2012; y Al cúmulo de octubre (Antología poética: 1970-2015), prefacio de Yves Bonnefoy, Madrid, Colección Visor de Poesía, 2015.

El historiador Manuel Hernández presentó Secundino Delgado: el hombre, al mismo tiempo, Francisco Javier García Miranda y Guillermina Casanova Báez daban a conocer Origen e historia de la Lucha canaria. Además, la editorial La gárgola despierta continuó apostando por difundir la historia de Tenerife, y más concretamente la de los municipios que integran la comarca de Acentejo (Tacoronte, El Sauzal, La Matanza de Acentejo, La Victoria de Acentejo y Santa Úrsula) con La batalla de Acentejo: entre la historia y la leyenda, volumen que tras agotarse en su primera edición (2008) como su primera reimpresión (2012) regresó a las librerías en 2015 para contar en medio millar de páginas el enfrentamiento que en este lugar sostuvieron guanches y castellanos a finales del siglo XV.

En las redes, BienMeSabe.org rescató la obra poética de la canario-cubana Ramona Pizarro al cuidado de Olivia América Cano Castro, siendo la primera vez que se publicaba en un libro conjunto los textos de esta autora de origen tinerfeño. La colección TID de Idea editó Acordeón, de Carmen de la Rosa e Irene León, así como En mitad de la noche, de Paquita Fernández.

La novela de misterio contó con Los moradores de la basura (Nova Casa Editorial), de Raquel Hernández, quien se inspiró en un hecho real y violento que tuvo lugar hace unos años en Arona (Tenerife), como basado en un hecho real es El caso de La pensión Padrón (La esfera Cultural), escrita a cuatro manos por Ana Joyanes y Francisco Concepción.

Si bien la presentó oficialmente a los lectores en noviembre de 2014, Carlos Felipe Martell regresó a la arena literaria tras Los privilegiados del azar con Palíndromo 1. El asesino del rap y Los custodios de la Virgen, ambas en Nova Casa Editorial. A la espera de un próximo título de Pablo Martín Carbajal, este año se reeditó su primera novela: Tú eres azul cobalto, que tras Idea, saltó en 2015 al mercado nacional de la mano de M.A.R. Editor y al latinoamericano con Oveja Negra.

En esta misma editorial colombiana, Dulce Xerach (Dulce Xerach Pérez López) publicó Robo en Sao Paulo y hace apenas unas semanas presentó Asesinato en la playa de Londres, primera y segunda entrega de las aventuras de la policía nacional María Anchieta. Todo hace sospechar que cerrará la trilogía en 2016 con Bon Jour Hong Kong, que de momento es un título provisional.

La editorial Tropo reeditó Campiro que, de Víctor Álamo de la Rosa y los que echábamos de menos una novela de Antonio Lozano nos sentimos más que satisfechos con Un largo sueño en Tánger (Almuzara, 2015) y nos divertimos bastante con la lectura de la bufonesca, pero siempre respetuosa con los hechos históricos que relata, La amenaza de Albión (Idea), de Ángel Marrero. Por otro lado, Iván Cabrera Cartaya nos sorprendió con su excelente libro de cuentos Tentaciones al caer la tarde (Idea)

Cecilia Domínguez Luis, premio Canarias de Literatura 2015, fue la autora de El sepulcro vacío, editada por la Nueva Asociación Canaria para la Edición (NACE) y novela que rastrea en un hecho real que conoció la autora siendo pequeña a través de su abuela: la historia del marqués de la Quinta Roja, masón e ilustrado cuyas huellas aún se pueden encontrar en La Orotava. También en NACE, Alberto Omar publicó La sombra y la tortuga, una aventura que se desarrolla en el siglo XVII en La Laguna, geografía en la que urde un relato en el que se mezcla realidad y ficción.

Cabe destacar que María Mercedes Morales Méndez se incorporó a los 91 años de edad a la república de las letras con Archivo invisible (Escritura entre las nubes), un libro en el que se mezcla noticias, acontecimientos sociales e historias de amor y nostalgia  y  Nuria Afonso, en la misma editorial, Un abrigo en primavera.

Por otro lado, Eva Violán dio a conocer Sarah Bisshopp, novela en el que describe el ascenso de una mujer después de haber pasado una larga temporada perdida. Y Agustín Carlos Barruz Memoria de una isla sin memoria (colección Sangre, Ediciones Dauro), en el que invita al lector a visitar el pueblo de Sacura (anagrama de Arucas) antes y después de la Guerra Civil española en un relato en el que se mezcla lucha obrera y sindical, represión y el amor entre un hombre y una mujer al que les separa las barreras sociales. A estos nombres habría que añadir el de Christian Santana, quien con Los artistas del odio (Anroart) llega al ecuador de una trilogía que inició con La ratonera de Van Gogh, publicada en la misma editorial y, probablemente, culmine en 2016 con un nuevo libro en el que propone una tractiva incursión en el mundo del arte y su inquietante mercado en Europa.

Instante en Lucio Fontana (TREA), primer libro de relatos de Francisco Martín León, se sumó a la bibliografía de un autor más conocido por su trayectoria poética que narrativa y ahora que hablamos de poesía, informar que la revista Poemad dedicó su número 14 a Ediciones La Palma.

El escritor y poeta Nilo Palenzuela y el escritor periodista Sabas Martín publicaron en Vitruvio Ediciones La hoja seca y Fe debida. Antología 1978-2011, respectivamente. Miguel Martinón el ensayo Ciudadano del viento y de los mares (Poesía y poética de Pedro García Cabrera); y Rafael-José Díaz y Bruno Mesa Un sudario y Testigo de cargo en Pre-Textos. Mesa presentó también este año No guardes nada en tus bolsillos. Diario romano (Impronta); Covadonga García Fierro el libro de poemas Almario (Ediciones La Palma); Francisco Morales Cuando te miro (Ediciones Aguere y Escritura entre las nubes); Francisco Suárez Trenor Si es que despierta el alba (Escritura entre las nubes) y Federico J. Silva Una mujer en todo el cuerpo (Ediciones Vitruvio). Federico J. Silva presentó también este año la novela Calmas aparentes (Baile del Sol), un texto en el que aborda “de forma desprejuiciada la situación actual del país, con tintes distópicos” y Sabas Martín los “divertimentos” La isla anterior y Absurdos mueren los ángeles, narraciones en las que juega con los géneros de la ciencia ficción y la intriga.

En esta lista que no pretende ser exhaustiva de libros publicados este año por autores canarios o residentes en las islas sumamos el irreverente volumen Textículos XL (Idea) del músico y periodista Rubén Díaz;  la novela El tesoro de la isla encubierta, de Pilar Escalona, segunda entrega –tras El envío turco– que protagoniza el capitán Perdoma de la Guardia Civil; Marcos Alonso Hernández, que presentó Historias de microcintas y otros relatos, Sol de Sálgora y Nugación del veterano escritor José Rivero Vivas; Atentado, el nuevo thriller de Mariano Gambín y cuya acción se desarrolla fundamentalmente en la capital tinerfeña; Sarras, primer libro de Patricia Zamarra Bertrán de Lís e Issac García Alonso, en el que se reivindica y continúa las investigaciones de Colin Bloy sobre una piedra hallada en Andorra en 2002 que señaló al pueblo de Arico, al sur de la isla de Tenerife, como uno de los centros de conciencia de la humanidad.

Carlos Cólogan Soriano dio a conocer Bernardo Cólogan y los 55 días en Pekín y  Mercurio Editorial el volumen Santorales y diablos de Luis Arencibia y Jonathan Allen. Jonathan García González fue el autor de La libertad es poder elegir en el que relata cómo llegó a convertirse en deportista de élite haciendo largas distancias a nado (desde San Sebastián de la Gomera hasta Los Cristianos, desde Lanzarote hasta Fuerteventura, desde el Auditorio Adán Martín hasta Candelaria) y su paso por el centro penitenciario Tenerife II durante 18 meses y en Escritura entre las nubes Pilar Gil-Roldán Trujillo publicó Momentos. Poemas en prosa, que incluía un poema inédito del escritor Carlos Pinto Grote.

Por otro lado, poemarios de Alba Sabina Pérez y Cecilia Domínguez Luis se reseñaron en la revistas peruana y venezolana Vallejo & co. y Colofón, respectivamente e Inma Vinuesa habló de su El olor de los ausentes.

Tras el éxito obtenido con La lista, una historia de la Guerra Civil española cuya acción se desarrolla en La Orotava (Tenerife), el escritor Juan Bosco presentó nuevo libro: Esta voz es nuestra. Capaces de hablar, por la vía de las plataformas digitales, mientras que Esteban Torres Lana firmó Andreea Constantin, una novela que se desarrolla entre otros escenarios en La Palma y Tenerife y José Miguel Molowny en el macizo de Anaga Los arcanos de Anaga (Ediciones Idea).

Otras novelas fueron Pasajeros del tiempo (Seleer, 2014), primera novela de la bloguera Elena Villamandos, y Apóstol. El amor es el principio (Nova Casa Editorial) es la segunda novela de Manuel Pérez Cedrés

ATTK Editores publicó la novela Bajo el sol de los muertos, de Roberto A. Cabrera y en Izana Editores se presentó Línea de naufragio, de Agustín Díaz Pacheco. Laura Delgado González indagó en el amor en Dos días al año (Éride). Cuentos, y muy atractivamente extraños, pudimos leer Tuve que hacerlo y otros relatos, de  Carlos Ortega Vilas mientras Elisa Rodríguez Court presentaba Dime quién fui (Verbum), novela en la que propone un doble viaje, uno de ellos el de un anciano que sufre demencia senil.

Otros libros publicados en 2015 fueron El último Dios viviente (Círculo Rojo); ¿Dónde está el hombre de mi vida? (Círculo Rojo), Dos Días al año (Éride Ediciones) y La vida entre páginas (Seleer), de Juan Luis Díaz, Dácil Rodríguez, Laura Delgado y Carmen Cuarzo, respectivamente.

Y libros para toda clase de lectores fueron El principito ha vuelto, con textos de María Jesús Alvarado y fotografías de Teresa Correa (Libros de Las Malas Compañías), Chinita de Antonia Molinero (En voz alta ediciones), y Skuld, el pequeño espía, de Fátima Cabrera (Círculo Rojo).

El catedrático de Filología Francesa de la Universidad de La Laguna, Antonio Álvarez de la Rosa presentó el volumen Libros del paseante. París entre páginas (Verbum). Otro autor que publica en ese mismo sello, Gerardo Pérez Sánchez quedó finalista con La sonrisa de Duchenne, del Premio Iberoamericano de Novela Verbum 2015.

Se suma la interesante literatura que se ha escrito sobre los surrealistas en Canarias el volumen Los surrealistas en Tenerife, un trabajo de la investigadora Pilar Carreño Corbella que presenta en La Central, en Madrid, mientras ni está ni se la espera en TEA Tenerife Espacio de las Artes, institución que en vez de ir hacia adelante, retrocede como los cangrejos. Su tricefalia debe de entender que eso es ir a la vanguardia.

Y regresando al territorio de la ficción, tras el cuaderno de viajes Rumbo a un sueño (2012), José Luis Cámara debuta en la novela con La noche más larga en la isla esmeralda, que transcurre en una Irlanda sacudida por el terrorismo y Horacio Bacallado revela sus micrrorrelatos y dibujos en Tablero de las sombras. Primera sección (Escritura entre las nubes).

Destacamos, por último, la labor que ha desarrollado como editorial digital Hora antes, que dirige el escritor y guionista Carlos Álvarez, y que este año ha publicado, entre otros textos, el epistolario de Emilia Pardo Bazán y Benito Pérez Galdós y con motivo del  Día de Canarias los tres primeros volúmenes de Piraterías y ataques navales contra las islas Canarias (1947), de Antonio Rumeu de Armas, una obra de la que el escritor y profesor Juan Manuel García Ramos dijo: “Hay libros de historia válidos por decenios y decenios y otros que expiran a los pocos años. En los casos del Atlántico estudiado por Rumeu de Armas y del Mediterráneo analizado por Braudel, la validez ha durado mucho tiempo y será difícil hablar de esas geografías en adelante ignorando las visiones de conjunto aportadas por uno y otro historiador. Con su obra, Rumeu de Armas metió a Canarias, con todo merecimiento, en la gran historia universal. Eso le debemos.”

Saludos, continuará…, desde este lado del ordenador.

‘El soldado de porcelana’, una novela de Horacio Vázquez Rial

Miércoles, Diciembre 23rd, 2015

“- ¿Por qué Jacobo? ¿Por qué conviene creer? ¿Acaso no se trata de militantes probados, de individuos que, además, tendrán en esta guerra su mayor momento de gloria, y que, después de eso, no necesitarán ocultarse de nadie? Yo imagino lo que imagina todo el mundo: A Stalin condecorando a éste o aquél, en la Plaza Roja… Hasta que te veo moverte. O mejor, dicho, hasta que te pierdo de vista y sé que estás haciendo algo de lo que nadie debe emterarse. Entonces pienso que alguien quiere  que esos hombres no sean conocidos, que alguien está pensando que es mejor que su nombre verdadero no se conozca y que su cara no se vea demasiado, para poder devolverlos al anonimato sin incovenientes y enviarlos a tabajos miserables  tan pronto como salgan del foco de luz de la guerra, o hacer con ellos otras cosas peores… ¿Es que el porvenir no puede tener más héores que Stalin? ¿Y qué coño haces tú sirviendo a esa causa? Te quiero, Jacobo, eres mi amigo del alma, pero no me gustas cuando te mueves en las sombras.”

(El soldado de porcelana, Horacio Vázquez Rial. Edición definitiva, Suma de Letras S.L., 2001)

La apasionante y apasionada vida de Gustavo Durán dota de alma la novela El soldado de porcelana, título que probablemente sea el más conocido de Horacio Vázquez Rial en España porque recupera en sus páginas la trayectoria vital de uno de los personajes más interesentes pero hasta ese momento desconocido de cuantos actores participaron en la Guerra Civil española, y en la que combatió como militar del ejército republicano y se convirtió en uno de los ayudantes más confiables de Vicente Rojo.

Pero hay más claves, además de las estrictamente bélicas en esta ambiciosa novela que acaricia el millar de páginas. Una de ellas es que se trata de una modélica reconstrucción biográfica que ayudará al lector a entender –no justificar– las acciones que comete su complejo protagonista. Un hombre marcado desde pronta edad por el signo de la tragedia (su padre, José Durán, no pestañeó en encerrar a su esposa en un sanatorio mental) y que fue profundamente culto, coqueteó con el arte, así lo pone de manifiesto unas pocas canciones que compuso para piano; al tiempo que se esforzó en ser rigurosamente discreto con su vida privada, aunque pronto trascendió más allá del círculo de sus amigos y conocidos el tórrido romance que mantuvo con Néstor Martín-Fernández de la Torre, artista a quien Vázquez Rial describe en la novela de la siguiente manera:

“No  había dado Gustavo diez pasos, cuando alguien le tomó del brazo. Se volvió. Era un hombre de más de treinta años, con un rostro en el que se mezclaban huellas de antepasados africanos, leves aunque decisivas en la composición de un estilo, con netos rasgos de intelectual europeo. La vitalidad del hombre de arena y sal se hacía patente en el labio superior y en los lados de la nariz, pero la frente despejada, los grandes ojos lúcidos, tras las gafas, y las ojeras nocturnas, hablaban de un habitante de ciudades. Era un rostro hermoso, fuerte, inteligente y cansado.”

El soldado de porcelana, que debe ser leída como una historia que se inspira en personas y hechos reales, propone el relato de un hombre con numerosas aristas y grises. Contradictorio pero con un poderosísimo sentido del deber.

Inteligente y políglota –Gustavo Durán hablaba además de español inglés, alemán y francés–  la propaganda franquista lo acusó de pertenecer al partido comunista aunque esta afiliación, como demuestra Horacio Vázquez Real, resultó ser falsa aunque el dardo envenenado casi le cuesta la libertad durante su exilio norteamericano, donde trabajaba en Nueva York al servicio de  Naciones Unidas, en los años que arrasó a este país la gripe anticomunista, la tristemente caza de brujas que auspició el senador Joe Mac Carthy aunque mantuvo una buena amistad con el presidente F.D. Rooselvelt y el magnate Rockefeller.

Gustavo Durán conoció también a escritores e intelectuales como Hemingway, Federico García Lorca, Gil de Biedma y Rafael Alberti, entre otros.

Héroe para unos y canallas para otros, Gustavo Durán recorrió medio mundo aunque no pudo regresar a la tierra que con toda su dolorosa insolencia lo condenó al exilio cuando la Guerra Civil la ganaron los rebeldes. Desde su último refugio en Atenas, el militar y el intelectual que dibuja Horacio Vázquez Rial se siente víctima, finalmente, de una diabólica conjura del destino, todo fruto de un azar que le robó cualquier atisbo de felicidad a lo largo de su vida.

Y toda esta existencia, cuajada de momentos de intensidad, es descrita con una sencillez que desarme por un escritor al que le preocupa en todo momento que su personaje no se desubique en el marco que sirve para exponer su biografía.

La memoria logra, no obstante, que el autor apruebe y con nota el reto gracias a un notabilísimo dominio del lenguaje, que le hace dictar en cada página exactamente lo que hay que decir, aliñando el producto con diálogos cortos, en ocasiones incisivos mientras orienta al lector de qué irá cada nuevo capítulo a través de citas que ilustran lo que vendrá a continuación.

El soldado de porcelana es también una novela reivindicable por la dificultad que supuso engarzar los datos históricos verdaderos de la vida de Durán con otros que, siendo falsos, no lo parecen ya que encajan sin estridencias en un relato que solo quiere hacer justicia a un hombre que, pese a las adversidades, siempre levantó la cabeza.

Un personaje fascinante. Y español. Un español que combatió de uniforme en el ejército de la II República y cuya visión de la Guerra y de las distintas fuerzas que se encontraban al lado de la legalidad democrática, resultan leídas hoy proféticas.

Durán aceptó que la defensa de la II República cayera en mano de los comunistas porque eran los únicos que entendían el valor de la disciplina, aunque sus ideas de instalar una dictadura del proletariado en España no fueran con él. Como tampoco fue con él el desgobierno que los anarquistas se empeñaron en forzar cuando el país se desangraba no solo en los campos de batalla sino también en la retaguardia.

La conclusión de Vázquez Rial es que Gustavo Durán nunca fue comunista y sí un demócrata cabal que, una vez finalizada la contienda, trabajó para la CIA y para el gobierno de los Estados Unidos primero en la corrupta Cuba de Fulgencio Batista y más tarde en la Argentina, donde recién ha ocupado el poder un general que se apellida Perón.

Bien entendida, El soldado de porcelana es el retrato agudo y sincero de un español. De un hombre que cuando se observa en el espejo se topa con la silueta de un don Quijote pero también de un Sancho Panza.

(*) En la imagen Gustavo Durán, el protagonista de la novela, con el uniforme de oficial del ejército de la II República.

Saludos, mañana es la Nochebuena, desde este lado del ordenador.

Definitivamente, el Todopoderoso no hizo un buen trabajo

Martes, Diciembre 22nd, 2015

“Si yo hubiera estado ayudando al Todopoderoso en la creación del hombre, le habría aconsejado que empezase por el otro extremo de la vida, de modo que el inicio de ésta fuese la vejez ¡Cuánto más grato hubiera sido empezar de viejo y tener la amargura y los inconvenientes de esa edad al principio de la vida! No nos pesaría tanto porque nos estaría esperando la alegría de la juventud. ¡Pensad en la gozosa perspectiva de hacerse joven en vez de viejo! ¡Pensad en la ilusión que hace la idea de cumplir dieciocho años en lugar de ochenta! Definitivamente, el Todopoderoso no hizo un buen trabajo. Ojalá hubiera solicitado mi ayuda.” 

Mark Twain

Repaso a un año de cine en Canarias

Lunes, Diciembre 21st, 2015

No es una tarea fácil repasar lo que el audiovisual ha dado de sí este año que ahora termina. Lo más sonado si nos referimos al cine fue el rodaje durante el mes de septiembre de la cuarta entrega de la serie Bourne en la capital tinerfeña, rodaje que en una ciudad tan poco dada a la noche, acogió con el mismo entusiasmo con el que recibe los carnavales, solo que en esta ocasión se cortaron calles de madrugada, se cerraron comercios y  se volaron bajo el estricto control de los técnicos en efectos especiales varios automóviles mientras algunas plazas y avenidas santacruceras se transformaban por la magia del cine en Atenas, Grecia. Se calcula que unos 300.000 euros diarios de beneficios generó el rodaje de la película en Santa Cruz de Tenerife, que se prologó cabe recordar durante unas semanas en las que algunos vecinos aseguraron haberse encontrado con Matt Damon mientras hacían ejercicio de camino a la playa de Las Teresitas.

Al margen de este y otros rodajes nacionales y extranjeros que tomaron las islas, el primer balance que se puede estimar sobre el sector en Canarias es que si no fuera por los cortometrajes aquí, salvo unos pocos, tan pocos que se cuentan con los dedos de una sola mano, el audiovisual no existiría en el archipiélago pese a que ahora anuncie el consejero de Economía, Industria, Comercio y Conocimiento del Gobierno regional, Pedro Ortega, que su departamento “abrirá una nueva línea de préstamos y avales por importe de un millón de euros” para fomentar el sector audiovisual y recuperar para 2016 las ayudas directas a la producción cinematográfica de los creadores canarios”.

Como en años anteriores, la mayoría de los estrenos de cortometrajes tuvieron lugar en la capital tinerfeña en TEA Tenerife Espacio de las Artes y, ocasionalmente, en Aguere Espacio Cultural y el Cine Víctor. Se pudo así ver Suena el destino, digo el teléfono, ¿lo coges?, de Aurelio Carnero, y con Blanca Casañas y Juancho Aguilar como actores protagonistas de una historia que inspira en el relato del mismo título de José Santisteban; el videoclip de la canción Vive el Carnaval, de Silvia de Esteban, que dirigió Vasni J. Ramos  y el documental Tras la estela del Valbanera, un trabajo rodado en Canarias y en Cuba que aborda la emigración canaria a América y que firmó Federico Pérez Martín sobre el naufragio del navío que se hundió frente a las costas cubanas con 488 personas a bordo en septiembre de 1919.

Por otro lado, Alby Álamo presentó algunas de sus obras en vídeo y José Agustín Hernández exhibió Todo por dinero, un cortometraje protagonizado por los actores José Luis de Madariaga, Sofía Privitera, María Abreu y Diego Lupiáñez, entre otros. Julio García reestrenó el mediometraje El perdedor, y los cineastas leves que son todos aquellos que han borrado en sus diccionarios personales la palabra desaliento ofrecieron

Nadie, de Daniel León Lacave; Paraísos, de Josep Vilageliú y Lost in Black Friday, de Gabriel García, Adrián Rosales y Eduardo Gorostiza, tres cortos rodados en 2014 pasado pero que se estrenaron en 2015.

Se dieron a conocer, además, los siete cortometrajes que integran el catálogo Canarias en Corto 2014/2015: Nadie, de Daniel León Lacave; Melodrama, de Cristina Noda y Cayetana H. Cuyás; Nice Song, de Lamberto Guerra; Las tormentas son para el verano, de Iván López; En el banco, de Iñigo Franco; El canto del monstruo, de Armando Ravelo; y La talega, de Beatriz Fariña. Televisión Española, a través del canal infantil Clan TV, comenzó con las emisiones de  la serie de animación Cleo, una producción de La Mirada y La Casa Animada en la que Ana Sánchez–Gijón se estrenó como directora y Jonathan González presentó el corto Non stop violence, un trabajo incluido dentro de Ópera Prima Canarias, iniciativa de Luis Adern en la que pretende prestar apoyo técnico y personal a la realización de los primeros trabajos audiovisuales de los que quieren dedicarse al  cine.

Se estrenaron los cortometrajes El talón de Aquiles, de César Henríquez con los actores Adrián Rosales, Sonsoles García y Pedro Martín; y circuló el teaser del documental Isleños, a Root of America, de Eduardo Cubillo, en el que se cuenta la historia de una pequeña comunidad americana, de origen canario que después de más de 200 años ha conseguido mantener su identidad casi intacta, así como El paseo (2015) escrito y dirigido por Carlos Dóniz y El tiro final (2014), también realizado por Dóniz y con guión de José Janín.

El Teatro Guimerá en Santa Cruz de Tenerife acogió el estreno del largometraje documental Modernos. Teatro de vanguardia en Canarias​, de Jairo López, un trabajo en el que se destaca el papel que desarrolló el teatro más experimental en todo aquel  movimiento histórico y cultural que vivieron las islas en los años 20 y 30 del pasado siglo XX. La película, que está inspirada en una investigación emprendida por el escritor y poeta Roberto García de Mesa, no se planteó como “un documental histórico y divulgativo de algo más de una hora y media” sino como “un viaje en el que poder sentir la emoción de las vanguardias de ese momento”.

La sala de cámara del Teatro Leal (La Laguna) fue el escenario en el que se exhibió el vídeo homenaje a Arturo Maccanti (1934-2014) El doncel de Guere que ofrece en 30 minutos de duración un retrato del poeta a través de las declaraciones de Cecilia Domínguez, Martín Chirino, Luis Maccanti, Alberto Pizarro y Fernando Bellver. Mientras en TEA Tenerife Espacio de las Artes se presentó Karma, de Eduardo Álvarez; Lo que la vida te da, del director tinerfeño Facu Pérez; La trompeta, del colectivo BlaBlu y dirigido por Andrés Nieves, que obtuvo la Biznaga de Plata Premio Especial del Jurado en Animazine, en la sección de animación, en la 18ª edición del Festival de Cine Málaga; así como las obras más representativas del proyecto de cine El Gabinete, de los alumnos de Educación Secundaria y Bachillerato del Colegio Nuryana. Entre ellos, el Libdub, un trabajo del equipo del colegio Nuryana, dirigido por Alejandro Machín y Sergio Armas, rodado en un solo plano-secuencia por Cándido Pérez de Armas y realizado en el centro con más de 2.000 personas.

La Fundación Correíllo La Palma mostró el documental El Correíllo La Palma, un centenario en la mar, un trabajo de Alejandro Togores con música de Diego Navarro, autor también de la banda sonora de Atrapa la bandera, el exitoso largometraje de animación de Enrique Gato.

Se estrenó Hill of Hell, realizado por Ángel Suárez, una película que cuenta la historia de Lord Vhör, quien está atrapado en un limbo existencial, y lucha contra sus propios fantasmas y que protagonizaron, entre otros, Carlos Álvarez Méndez y María Teresa Gómez Canicio. Y tres cortos de Adrián G. Fuentes: Todos duermen, Rinfall y La espera.

Sin Dios ni Santa María, de Samuel M. Delgado y Helena Girón, realizado a partir de las grabaciones de los años sesenta del antropólogo Luis Diego Cuscoy y rodado en la isla de Lanzarote, fue seleccionado en el Toronto International Film Festival, dentro de la sección Wavelengths, y en el New York Film Festival, mientras que Trashumantes, de Guillermo Carnero, compitió en Alcances, Festival de Cine Documental de Cádiz. Trashumantes propone, en un collage de imágenes captadas en VHS del nonagenario Manuel de Cos, la reconstrucción de un pasado y documentar la lucha de los perseguidos políticos que llegaron a España.

Se exhibió en las islas Héroes modernos; una rapsodia deportiva, realizado por Juan Alfredo Amil, documental que sitúa al espectador en la España del 2013 cuando tras dos décadas de éxitos, el deporte español inicia su decadencia y Maresía, de Dani Millán, que recrea un viaje de cuarenta días por las Islas en autocaravana. En el Aguere Espacio Cultural, en La Laguna (Tenerife), se proyectaron siete cortometrajes incluidos en el catálogo de Digital 104 Film Distribution como Nochebuena, de Joaquín Arca; Número 2: Si yo fuera Marilyn, de JC Falcón; Rivero, de Coré Ruiz; La vie en rose, de Rafael Navarro Miñón; Al sol, de Frodo García-Conde; Sacristán, de Octavio Guerra y Violeta Blasco; y Todo tiene su hora, de Oscar Santamaría y Marine Discazeaux.

A lo largo de 2015 se exhibieron también los cortometrajes Plató nocturno, de Luis Adern, Infame y What¡s Up!, de Dennis García y Vasni Ramos, respectivamente, así como los cortos presentados por El Hombre Invisible Films al Galdar Rueda y el ganador del Gáldar Rueda 3054 de Abubukaka; el documental Telesforo Bravo. El hombre que escuchaba a las piedras, de David Baute; el preestreno del largometraje Los océanos del olvido, dirigido por Eduardo Álvarez y los cortos Los pescadores, de Jonathan González, y ¿Cuánto queda?, de Patricia Charles. Además de otros trabajos de González como Me enamoré, Flor, La media noche hombre y Yasuri Yamileth.

Fiesta Rave, de Rumen Justo & Guille Díaz, y Tenemos un plan, de Alan Smithee; El navegante, de Guille Díaz, y Selfish, de Dennis García y El vuelo que nunca regresó, realizado por la Escuela de Cine y Televisión de Los Realejos cierra esta lista incompleta de largos y cortos rodadas en Canarias y por canarios que fueron estrenadas en 2015.

Por otro lado, intensa fue la actividad de la Filmoteca Canaria este año. Al margen de los ciclos que organiza y otras proyecciones de interés, esta entidad participó en el homenaje al músico Françoise de Roubaix que se le rindió en Fimucité, así como a Juan José Benítez, quien falleció  junto a de Roubaix en aguas canarias, con la exhibición de El mar de Canarias. Flora y fauna subacuática (1975) y Flora y fauna subacuática de Tenerife (1974), dirigidos por Pedro Cardell y Diego García Soto.

También colaboró con motivo del 16 aniversario de la declaración de La Laguna como Patrimonio de la Humanidad con la proyección de imágenes antiguas de la ciudad seleccionadas de El ladrón de los guantes blancos, realizado por José González Rivero en 1926, y que está considerado el primer largometraje canario; Isla de Tenerife, rodado por Rafael Gil en 1941 y del largometraje El reflejo del alma, dirigido por Máximo Albiani en 1956. Se incluyeron además fragmentos tomados por Eduardo Charif en 1964 sobre el incendio de la Iglesia de San Agustín, las labores de extinción y el traslado de los enseres del edificio para salvarlo de las llamas.

ESTRENOS Y PROYECTOS

En este capítulo cabe destacar el estreno del largometraje musical Playing Lecuona de Pavel Giroud y JuanMa Villar Betancor en el Festival Internacional de Cine de Montreal. Se trata de un homenaje al compositor y músico Ernesto Lecuona y está protagonizado por los pianistas Chucho Valdés, Michel Camilo y Gonzalo Rubalcaba y la participación de artistas invitados como Ana Belén, Omara Portuondo, Raimundo Amador o Los Muñequitos de Matanzas. El soundtrack de la película será distribuido por la multinacional norteamericana Sony Music a través de su división de jazz Okeh Records con sede en Nueva York.

Se informó también que Mateo Gil preparaba Project Lazarus, una historia de ciencia ficción que transcurre en el año 2074 y gira en torno a la resurrección de un hombre criogenizado durante 60 años y se reivindicó el  estreno siempre aplazado de The Mistery of the King of the Kinema, de Elio Quiroga, un documental sobre uno de los cineastas más fascinantes del cine silente, Max Linder. Por otro lado, parece que Quiroga trabaja en el guión de una adaptación al cine de la novela La estrategia del pequinés, de Alexis Ravelo.

El director Juan Carlos Falcón inició la postproducción de People You May Know, una tragicomedia rodada en Los Ángeles en catorce días y Evolution, un largometraje de la directora francesa Lucile Hadzihalilovic y coproduccido entre España, Francia y Bélgica, se rodó en Canarias con la colaboración de la productora Volcano Films, siendo estrenado en la 63 edición del Festival Internacional de San Sebastián.

En los premios Goya actores y técnicos nacidos en las islas se postularon como Goya Toledo al de Mejor Interpretación Femenina de Reparto por su trabajo en Marsella; Tatiana Hernández al de Diseño de Vestuario por El Niño;  Octavio Guerra a Mejor Corto Documental por La Máquina de los Rusos y Víctor Moreno en  la categoría de Mejor Documental por Edificio España, mientras José Cabrera Betancort, director y fundador del Festival Internacional de Cortometrajes Tenerife Shorts, fue seleccionado como coordinador del Festival Internacional de Cine de Valladolid Seminci en su sexagésima edición.

FESTIVALES

En una tierra donde se le hace tanto asco a su producción audiovisual, no se entiende porque cuenta con tantos festivales de cine, algunos de ellos tan llamativos como el Festivalito, que cual ave Fénix renació de sus cenizas este año. Fimucité, especializado en música de cine, y Fimucinema, que entrega los premios Alex North en distintas categorías musicales.

Se celebraron también ediciones de el Festival Internacional de Cine de la Naturaleza y el Hombre de La Laguna (NaturMan), MIDEC 2015 (Muestra Internacional de Cortometrajes) en la Universidad de La Laguna, y MiradasDoc, que este año rindió homenaje al cineasta Montos Armendáriz.

Tuvieron lugar, igualmente, el Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria, Festival Internacional de Cine Gáldar y El Festival de Cortometrajes de La Orotava, entre otros.

Como entre otros, se aprovecharon de las bondades del clima y de la diversidad de su paisaje producciones nacionales e  internacionales como Doctor Who y Vientos de Cuaresma, una película del director Félix Viscarret que está inspirado en la novela del mismo título de Leonardo Padura. Protagoniza la cinta Jorge Perugorría y Juana Acosta.

LIBROS

El ensayista y escritor Jorge Fonte publicó un nuevo trabajo sobre Woody Allen, cineasta al que ya había dedicado dos estudios, aunque en esta ocasión lo centra en la relación que mantiene su cine con la música en Woody Allen, músico y cineasta (Editorial Milenio). En Fimucité se presentó Miklós Rózsa: Una vida, dos pasiones, un pormenorizado estudio escrito por Antonio Piñera y publicado por T&B Editores.

Por último, el arquitecto Jorge Gorostiza ingresó como académico de número por la sección de Cine, Fotografía y Creación Digital la Real Academia Canaria de Bellas Artes de San Miguel Arcángel. Espacio en el que dictó La pantalla, límite entre realidad y ficción.

LOS AUSENTES

Este año nos dejaron Pompeyo Reina (Gran Canaria, 1975 – Tenerife, 2015), escritor y cineasta. Autor de las novelas El sarcófago de las tres llaves (Ediciones Idea) y Los signos del pudor (Lecanarien Ediciones), relatos de misterio que se desarrollaban en La Laguna (Tenerife), participó en los rodajes del corto de animación Un matrimonio bien avenido, los largometrajes Hombres Felices (Roberto Santiago, 2001) y El Barón contra los demonios (Ricardo Ribelles, 2006) y en documentales como La isla donde duerme la edad de oro (Isabelle Dierckx, 2005)

El músico Juan José Falcón Sanabria (Las Palmas de Gran Canaria, 11 de febrero de 1936-Las Palmas de Gran Canaria, 23 de junio de 2015) también nos dijo adiós este año. Entre otras obras, Sanabria se vinculó con el cine al escribir la partitura musical del primer largometraje de Teodoro y Santiago Ríos, Guarapo.  Para Santiago Ríos, Falcón Sanabria fue “el clásico genio despistado que se deja el paraguas en el taxi”, así como un hombre extremadamente generoso. Era un portento porque sabía hacer de todo.”

También nos dejó el actor (Carlos Álvarez-Nóvoa Sánchez (La Felguera, Langreo, Asturias, 1940 – Sevilla, 23 de septiembre de 2015), actor protagonista de El vuelo del guirre, también de los hermanos Ríos, quienes lo califican como el clásico tipo que “dejaba rastro en la vida. Su comportamiento era el de una persona juvenil y tolerante”.

Saludos, otro año, desde este lado del ordenador.