Picadura mortal, una novela de Lourdes Ortiz

Viernes, Abril 19th, 2024

Entre los escritores/as de novela negra de fuera, los que no son ni nacidos ni residentes en Canarias, quise desde que tengo memoria leer Picadura mortal, de Lourdes Ortiz. Y digo bien por el interés que me despiertan las historias que se escriben de este género que se desarrollan en Canarias, con independencia de la isla en la que transcurra el relato.

Lo hizo así Manuel Vázquez Montalbán, quien sitúa a su Pepe Carvalho en un Tenerife de los años 80. Se trata de un cuento, El barco fantasma, que más que el caso que tiene que desentrañar lo que importa, o lo que hace vibrar al relato es su retrato de un Santa Cruz de Tenerife mucho más provinciano que el actual, y en la que el pobre detective acostumbrado a tirar al fuego de la chimenea los libros de su biblioteca, se las ve y se las deseas para encontrar un restaurante en el que le sirvan comida canaria. No lo encuentra, y piensa una gran verdad y es que un “pueblo que no bebe su vino ni come su queso, tiene un grave problema de identidad”. Al final, termina almorzando pescado fresco en La casita de madera pero no recuerdo si resuelve la investigación que, como dije, es lo de menos en esta historia de Carvalho.

La primera novela de Cupido (El nacimiento de Cupido), personaje creado por Eugenio Fuentes, se desarrolla también en Tenerife y La niebla y la doncella, de Lorenzo Silva, transcurre en La Gomera. La historia forma parte de la serie que protagonizan el sargento Bevilacqua y su compañera la cabo Chamorro de la Guardia Civil. Pero si hay una novela que ofrece una insólita pintura de Gran Canaria y por extensión de los canarios esa es la que protagoniza el comisario Bernal, de la Brigada Criminal, en la novela Puerto de Luz, escrita por David Serafín (pseudónimo de Ian Michael).

Debe de haber más personajes de la literatura negra española que hayan terminado con sus huesos en estas islas. Isla, en esta ocasión la de Gran Canaria, a la que viaja la investigadora privada Bárbara Arenas para resolver la desaparición de un magnate del tabaco, conviviendo con su familia unos días.

El rasgo que distingue Picadura mortal en el universo literario negro nacional es que se trata de la primera detective mujer de esta literatura en España. Y de una mujer como Bárbara Arenas, una investigadora que no se calla las cosas, que le gusta vivir siempre mirando hacia adelante y que no le tiene miedo a casi nada, y si son hombres en un mundo de hombres, mucho menos.

Bárbara Arenas es una mujer con todas sus letras. Letras literarias. El caso es que te acompaña si te metes de lleno en la novela aunque salgas algo decepcionado por la visión miope, de turista, que hace de la isla. Isla, por otra parte, que es más un escenario que un territorio real. Tampoco resulta demasiado real el retrato que hace de la familia del magnate tabaquero.

Picadura mortal me parece un libro fallido al que le falta retrato social, lo que hace que no me lo crea, y que lo lea con el mismo entusiasmo con el que uno ve un Estrenos TV. Se deja ver, se deja leer, pero las cosas que pasan te resultan indiferentes así como sus personajes, pero esto se debe a que el espacio en el que se mueven resulta artificial, una pieza más del decorado.

Llevaba años detrás de esta novela. Uno por razón histórica que ya he contado, que Bárbara Arenas sea oficialmente la primera mujer detective en la literatura negra y criminal española, y el otro que se desarrollara en Gran Canaria, y uno de los atractivos con que cuentan todos esos libros escritos desde fuera sobre lo nuestro, es que a veces dan visiones muy objetivas sobre lo que somos, solo que somos incapaces de verlo porque lo vemos todos los días.

No hay esta voluntad en la novela de Lourdes Ortiz, de hecho lo que propone es una visión lejana, de esas que parecen que se ven por la ventanilla de un coche, ese paisaje que pasa y se aleja a medida que el automóvil avanza por la carretera. En cuanto al retrato que puede hacer de los isleños hay muy poco salvo a un personaje al que se llama “la canaria”, lo que irrita un poquito por el tono de retintín. La esposa y los hijos del desaparecido no tienen acento y carecen de color local. Tampoco me interesa conocer si ha sido asesinado el empresario por cualquiera de los miembros de esa familia que juega a ver quién hereda el imperio.

Picadura mortal se publicó a finales de los años 70 y la situación en este país poco o nada tiene que ver con la actual. Eran otros tiempos, con otros comportamientos, y que un personaje femenino se convirtiera en protagonista de una historia en un género que hasta ese entonces parecía coto privado para hombres, Lourdes Ortiz presentó a su Bárbara Arenas para decirles a todos que en ésta como en todas las literaturas podían competir las mujeres.

Ésta y no otra es la grandeza de esta novela que, por desgracia, no llegó en el momento oportuno aunque gracias a ella aparecerían años después personajes más inspirados como Petra Delicado, de la escritora Alicia Giménez Bartlett.

Saludos, se ha dicho, desde este lado del ordenador

Dos festivales de poesía, frente a frente

Miércoles, Marzo 20th, 2024

Se produce este largo fin de semana que anuncia la laaarga semana siguiente, la Santa, dos festivales de poesía en una isla, Tenerife, que tuvo siempre buen oído para los que recitan bajo la luz de la luna.

Lo insólito, y por eso deberían de dejárselo ver, es que estos dos festivales poéticos (antaño se le decían juegos florales) coincidan en el tiempo, lo que implica que pese a que no se celebren en la misma localidad sí que se pisarán los actos, los protagonismos, las lecturas y la cháchara que siempre se genera en este tipo de encuentros en el que uno observa casi siempre los mismos nombres de siempre. Es decir, que por un lado aparece el veterano/a poeta y por otro los de mediana edad y más atrás los jóvenes vates que ya no son tan jóvenes pero que siguen siendo vates.

Es más que probable y me atrevería incluso a poner la mano en el fuego del ara que acudan a cualquiera de estas sesiones los poetas que fueron excluidos de estos dos encuentros o que simplemente no se les llamó por despiste de los organizadores. Es probable también, aunque menos porque el tono guerrillero ha ido descendiendo estos últimos años, que uno encuentre en redes sociales algún chispazo de crítica a estos dos festivales consagrados a la poesía pero no creo que la sangre llegue al río como sí pasó en iniciativas poéticas anteriores en esta isla y también en otras islas de las Canarias donde la poesía, últimamente bajo tierra, asoma la cabeza para recordar que Tenerife y también el resto del archipiélago fue durante un tiempo tierra de poetas. Que uno, me dijo alguien una vez, levanta la piedra y salen tantos poetas como hormigas. Imaginad a los poetas (da igual su sexo) recibiendo la luz del sol tras tantos años escondidos bajo la sombra de la piedra…

Pero en fin, que de jueves a sábado y de jueves a domingo se celebran dos festivales poéticos en esta isla abandonada de la mano de los dioses, y que sin saberlo (presumo) quienes se han encargado en poner en marcha toda esta producción, hacen que coincidan en sus respectivas programaciones lo que se cantará en un lado y en el otro.

Por una vez que regresaba la poesía…

El primer encuentro se denomina Voces del Extremo-Encuentro de Poesía de la Conciencia Crítica y se celebra a partir de hoy y hasta el domingo en la ciudad de La Laguna. Leo que reunirá a sesenta poetas (espero que ninguno aparezca una mañana o una tarde o una noche con un puñal clavado en la espalda, algo, por otro lado, bastante habitual en estos festivales metafóricamente hablando) y cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de La Laguna, que ha cedido la ermita de San Miguel Arcángel, en la plaza del Adelantado.

Voces en el extremo lleva 25 años latiendo y contará entres otros poetas participantes con Antonio Orihuela, Elsa López, Jesús Alvarado y Antonia López.

Si voces en el extremo comienza hoy mismamente, 20 de marzo del 2024, año uno del fin del mundo, este jueves (o mañana, 21 de marzo del mismo año) San Juan de la Rambla acoge la primera edición de Mazapé. Festival Internacional de Poesía, que nace con voluntad de continuar.

Entre los invitados, Elsa López, que también estará en Voces en el extremo, Katya Vázquez Schöder, Cecilia Domínguez Luis y cantantes y músicos como Luisa Machado y Alberto Méndez, entre otros.

En fin, una doble interesante oferta para los que siguen con atención el universo de la poesía más que en Canarias, en Tenerife aunque estos dos encuentros se celebren prácticamente al mismo tiempo como si su intención fuera la de joderse uno al otro.

Entiendo, o mejor quiero entender, que estos dos festivales se celebran al mismo tiempo por casualidad pero da cierta rabia que dos encuentros donde la palabra es tan importante dejen a su público asistente potencial con el culo, literalmente, al aire ya que no puedo ir a esto de San Juan de la Rambla porque a la misma hora me coincide con lo de La Laguna y así las cosas…

Con todo, y pese a que uno y otros se hagan la competencia cuando lo que deberían de hacerse es el amor, les deseo con todo corazón que ambas fiestas poéticas coincidentes sean un éxito.

Saludos, se dijo, desde este lado del ordenador

Un año de cine en Canarias

Miércoles, Enero 3rd, 2024

La pequeña industria del cine canario, industria que sostiene el Gobierno regional salvo a un pequeño grupo de productoras y cineastas que van por libre, cierra el 2023 de manera más que honrosa, aunque siga primando su apuesta por un cine destinado a públicos “especializados” que a grandes audiencias pese a que estas audiencias sean las de su propio territorio.

Territorio hay mucho en las producciones, entre largos y cortometrajes, que se han estrenado a lo largo del año y ausencias, también, en un año en el que nos dejaron, entre otros, el empresario Francisco Melo Sansó, propulsor de los cines Galaxy’s, Monopol, Price y Aguere, entre otros, y que nos dijo adiós a principios de febrero a la edad de 94 años; el indiscutible rey del humor en Canarias, Manolo Vieira, protagonista de la serie La revoltosa y de programas para la televisión como Esta noche pago yo y que aparece como él mismo en la película Érase una vez en Canarias (Armando Ravelo, 2023); Helena Romero Campos, pionera en la profesionalización del teatro en Canarias; el productor y cineasta Domingo Damián Ojeda y el fotógrafo de Diario de Avisos, Javier Ganivet.

En cuanto a políticas y dineros, la Consejería de Universidades, Ciencia e Innovación y Cultura del Gobierno de Canarias, que dirige Migdalia Machín, anunció la aportación económica de 600.000 euros al Instituto Canario de Desarrollo Cultural (ICDC) para el “Programa de desarrollo del sector audiovisual canario”. La consejera dijo que junto a esta partida se dedicarán “otros 2.800.000 euros a tres líneas de subvenciones para la producción, desarrollo y coproducción minoritaria, dirigidas a nuestra industria local”.

En cuanto a las subvenciones que concede el Ejecutivo regional destinadas al desarrollo de largometrajes y series de televisión de ficción, animación o documentales, así como a la producción de cortometrajes en 2023, resultaron beneficiados doce proyectos en la categoría de desarrollo, dos documentales (Human Object de Silvia Navarro y Tres Balas de Génesis Valenzuela); un largometraje de animación (Cleo y Cuquin, aventuras en Bahia Dragón de Ernesto Mancha) y nueve ficciones: Morirás lejos, de Marina Alberti, Robin de los mares, de Alessio Rigo de Righi; Un supermercado en Tigaday de Paula Bilbao Aragón, El silbido íntimo de David Pantaleón, Calado de Judith Alzola Romero, La isla de los prodigios de María Sanz, Adalid de Mercedes Afonso, ¿Qué estás pensando? de Octavio Guerra y Los gunchis y la ciudad perdida de Patrick Bencomo).

Los cortometrajes que recibieron subvención fueron La piedra luminosa de Helena Girón y Samuel M. Delgado; Mariners de Carla Valdés y Los Huidos de María Abenia. También hay una obra de animación en esta categoría, el cortometraje Tsunami de María Pulido y de ficción: Un hombre entre la multitud de Victor Moreno, Las hijas blancas de Arima León y Daute Campos, Sarasa de Arima León, Koyas de Arima León y Brega de Daute Campos.

Si nos referimos a premios, y no están todos los que deberían de estar, Matar cangrejos, de Omar Razzak, recibió la Biznaga de Plata a la Mejor Película en la sección Zonazine y Mejor Interpretación Femenina, que recayó en la actriz Paula Campos. Aitana, de Marina Alberti, se hizo con la Espiga de Plata en la 68 edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) y la de mejor corto documental en Bogoshorts mientras que el tinerfeño Víctor Moreno recibía por Meteoro el galardón La noche del corto español de la sección Punto de Encuentro y Un hogar sin armarios, de Eduardo Cubillo se hacía con el premio del público en Legaiscinemad.

Circe, de María Albenia obtuvo el Manolo Villalba de cortometrajes 2023 en la categoría de Ficción, en documental el premio quedó desierto. Por otro lado, La hojarasca, de Macu Machín, competirá en la próxima edición de la Berlinale. Se trata de la ópera prima de la directora y está producida por El Viaje Films mientras Bloom, de Helena Girón y Samuel L. Delgado, resultó ganador en la sección de cortometrajes Cruce de caminos: cineastas canarios de la XIII Muestra de Cine de Lanzarote mientras que Un volcán habitado, de José Víctor Fuentes y David Pantaleón, se hizo, entre otros reconocimientos, con el que concede la sección Escáner del Festival Márgenes al que se suma una mención especial en el Festival Cinespaña (Toulouse, Francia) y en el Lálternativa, 30 edición del Festival de Cinema Independent de Barcelona y el premio DOCMA al mejor largometraje, reconocimiento que concede la Asociación de Cine Documental (DOCMA).

Las películas de animación SuperKlaus y Flamingo Flamenco, coproducidas por el estudio tinerfeño 3 Doubles, fueron seleccionadas en Cartoon, cita que se celebra en marzo en la ciudad francesa de Burdeos, para mostrar estos trabajos en modalidad de preesteno.

En el territorio de los independientes destacó la iniciativa de Talleres de Cine Social organizada por Participación Ciudadana de La Laguna, que involucró a residentes de centros ciudadanos como Bajamar, Finca España y San Diego. Dirigidos por el productor Raúl Jiménez, motor de estos talleres, el proyecto culminó con la creación de un largometraje, Lo que realmente importa, que se estrenó el 4 de diciembre en el Teatro Leal.

Raúl Jiménez produjo y realizó también Crónicas de Los Toscales, tras tres años y medio de trabajo y Guillermo Ríos preestrenó hace unas pocas semanas Cuanto me queda, un filme dirigido por Carolina Bassecourt y producido por Ríos.

Canary Islands Films promocionó en el Festival de San Sebastián y bajo el titulo de Canarias en Foco, las recientes producciones canarias que se encuentran actualmente en distintas fases de desarrollo en el programa Canarias en Foco, y escenario en el que Natacha Mora, responsable de Canary Islands Film, destacó las nuevas subvenciones de coproducción minoritaria lanzadas este año por el Gobierno de Canarias, mientras se exhibía Matar cangrejos, de Omar Razzak (Tourmalet Films), A nuestros amigos, de Adrián Orr (El Viaje Films); Another part of me, de Iván López (JR Producciones); Una casa en el pueblo, de Domingo J. González (Digital 104); Yo tenía una vida, de Octavio Guerra (Calibrando Producciones); Centinelas del Viento, de Juan Luis Santos Martínez (Terra Incógnita Docs); Tal vez, de Arima León (La Magua Films); Back to the roots, de Gadi Cimand y Shirly Millo (Canary Islands Productions, SL) y Me dicen el Panzer, de Rodrigo Quintero Arauz (Marco Antonio Toledo Oval).

Con esta línea de coproducción minoritaria, dijo Mora, la inversión del Gobierno autónomo este año habrá sumado 2,8 millones de euros en ayudas, lo que significa un 55 por ciento más que en el anterior. Del total reservado para este año, 520.000 euros estarán destinados a cortometrajes y proyectos en desarrollo; 1.280.000 euros a producción de largometrajes y series; y 1.000.000 euros a coproducciones minoritarias, con convocatorias independientes.

Una lástima que en este foro no se explicara las razones que motivaron el no estreno de los dos (¿o fueron tres?) catálogos anteriores de Canarias en corto aunque sí, por fortuna, el correspondiente a 2022, que incluyó los trabajos Aitana, de María Alberti; Circe, de María Abenia; Las invasiones biológicas. El caso del Ovis orientalis musimon en la isla de Tenerife: El último muflón, de Shira Ukrainit y Omar Razzak; En un segundo, de Pablo Fajardo; Daida back to the Ocean, de Pablo Ramírez; Visionado, de Manuel Román y Cloro, de Pablo Borges.

En este mismo orden, ya se han resuelto los cortometrajes del catálogo que el Gobierno canario promocionará en festivales a lo largo de 2024: Las cosas queridas (Pablo Vilas); Tiempo de carnavales (Antonio Munáiz); Autorretrato (Willy Suárez); Colonos del espacio (Fernando Alcántara); La isla errante (Pablo Borges Díaz Llanos); Ojo de agua (Héctor García) y Hola, ¿cómo estás? (Eli Herrera).

En cuanto a estrenos, 2023 fue un año excelente ya que vimos en pantalla películas como Matar cangrejos (Omar A. Razzak); Érase una vez en Canarias (Armando Ravelo); Geich (Jennifer Castañeda), Absolución (Juan Alfredo Amil) y los documentales Un volcán habitado (José Víctor Fuentes y David Pantaleón); Semilla del son (Juanma Betancort) que sigue al músico y compositor Santiago Auserón y Quesada, la verdad del silencio y Another part of me, ambas de Iván López. Este último trabajo cuenta la historia de cómo Gustavo Hernández -conocido como Gus Jackson- logró convertirse en el mejor imitador de Michael Jackson en Europa y el segundo a nivel mundial. Documental es también Benito Pérez Buñuel (2022), que no ha dejado de recoger premios desde su estreno, como el de la Crítica del Festival Documental de Uruguay y una Mención de Honor en el 40 Festival de Cine de Bogotá, Bogocine, este mes de diciembre.

El cine que se hace en Canarias por canarios no sería el mismo si no estrenaran cada año los estajanovistas y leves Josep Vilageliú y Daniel León Lacave, responsables de dos intensas y muy personales producciones leves: Si quisieras buscarme y Fauna, respectivamente.

Tras ver el tráiler, tenemos muchas ganas de visionar Damsel, una nueva película de Juan Carlos Fresnadillo para Netflix y que se estrena en la plataforma en marzo de 2024.

Por títulos otras películas con cierto aliento canario fueron Me dicen el Panzer, de Rodrigo Quintero Arauz; Back to the roots, de Gadi Cimand y Shirly Millo ; Tal vez, de Arima León; Centinelas del Viento, de Juan Luis Santos Martínez; Una casa en el pueblo, de Domingo J. González; Yo tenía una vida, Octavio Guerra y El bailadero, de Dan Rodríguez.

Hubo también publicaciones relacionadas con “nuestro” cine aunque no encontramos nada de eso, de “nuestro” cine en Cuestión de carácter. Hacia una reflexión del lenguaje en la crítica cinematográfica (Filmoteca Canaria) de Javier Tolentino y en el que colaboran varios especialistas, como Claudio Utrera, el único canario de un libro que cuenta con notas al pie que ocupan páginas enteras (¡!) y Cine en canarias, los hermanos Ríos (Editorial Kinnamon, 2023), de Atala Nebot Álvarez, doctora en Historia del Arte y documentalista. El especialista tinerfeñoJorge Gorostiza publicaba también Arquitectura + Cine + Ciudad. Construcciones y miradas (Asimétricas).

Se celebraron las Jornadas Codirigir con lo real, que organizó el Instituto de Formación e Investigación Cinematográfica (IFIC).
Respecto a festivales el archipiélago sigue contando con numerosos encuentros relacionados con el cine, desde el Festival de Cine de Las Palmas de Gran Canaria a Isla Calavera, que es un encuentro de cine fantástico.Se celebra el Festivalito, que continúa con un cuchillo en la boca reivindicando el cine guerrilla en la localidad de El Paso, La Palma; DocuRock, Fimucité, festival de música en el cine; MiradasDoc, Cinedfest, el Festival de Cine Medioambiental de Canarias, Animayo, Festival Internacional de Cine de Lanzarote y muchísimos más que nos dejamos en el tintero y sin contar con los de cortometrajes como, entre otros, el Festival de Cortos de La Orotava y Tenerife Short.
Por último, el archipiélago volvió este año a servir de plató de rodaje para producciones nacionales e internacionales tanto para cine como para televisión en un año que fue, ya se ve, muy intenso y cinematográfico.

Saludos, se dijo, desde este lado del ordenador

Manuel Hernández: “La emigración canaria a Venezuela fue familiar, pobladora y agrícola”

Martes, Diciembre 26th, 2023

Venezuela, Cuba y República Dominicana son el triángulo equilátero de las investigaciones que conforman el trabajo como investigador del catedrático de Historia de América de la Universidad de La Laguna, Manuel Hernández, que presenta ahora La emigración canaria a Venezuela a lo largo de la historia (Le Canarien, 2023), un libro recién salido del horno y en el que el autor repasa desde el siglo XVI hasta la actualidad los movimientos de canarios que tuvieron que abandonar su tierra para buscarse un futuro mejor en el nuevo mundo.

Entre las novedades, el historiador estudia sucintamente en el último capítulo del libro el retorno de venezolanos con origen canario al archipiélago y enumera solo a unos pocos protagonistas de la historia de ese país cuyo origen se encuentra en las islas: Rómulo Betancourt, José Antonio Páez y Manuel Díaz Rodríguez, entre otros.

El libro se presenta el 10 de enero en el Ayuntamiento de La Orotava en un acto en el que acompañarán al autor el también catedrático de Historia de América de la Universidad de La Laguna, Manuel de Paz y el profesor de Historia de América del mismo centro universitario, Ángel Dámaso Luis León.

- Usted ha dedicado gran parte de sus investigaciones a la emigración canaria a Venezuela, ¿que aporta este libro a lo ya estudiado?

“He profundizado en el conocimiento de la época colonial y de la independencia con nueva documentación de archivos tanto españoles como venezolanos. El acceso a los libros sacramentales de las parroquias me ha permitido profundizar en el conocimiento de la geografía de la emigración canaria en la colonia y en el siglo XIX. Zonas como Aragua o el Valle de Caracas son ahora mejor conocidas en el papel crucial desarrollado por la migración canaria en el siglo XVIII. Pueblos como Turmero, Cagua o Santa Cruz de Aragua, donde se expandió el tabaco junto con el añil son ahora mejor conocidos. También incorporamos a través de su estudio en los libros parroquiales ese 10% de canarios que eran mulatos y negros, tanto libres como esclavos. Otro punto nuevo es el papel desarrollado por el clero canario en Venezuela tanto en la emigración colonial, con su creciente peso en las comunidades religiosas y en las parroquias, como en la independencia. He aportado desde esa perspectiva datos inéditos sobre su contribución en la insurrección de Valencia de 1811. En la emigración del siglo XX he aportado nuevas perspectivas de su papel en el desarrollo agrícola. También sobre la crisis de la economía venezolana y el retorno que vivimos en la actualidad”.

- ¿Se conoce el número aproximado de canarios que a lo largo de la historia marcharon a Venezuela?

“El número es difícil de saber por ser una migración esencialmente clandestina, pero fue sin duda la migración más importante tanto en la época colonial, como en los siglos XIX y XX y la única con un elevado porcentaje de mujeres y niños desde 1670 hasta nuestros días. Incluso en el siglo XIX la migración fue de contratas agrícolas de familias”.

- ¿Cuál es la causa mayor de la emigración canaria a Venezuela?

“Obviamente hay una causa insular, las pocas posibilidades de futuro en las islas, pero hay otra en el país de recepción. Venezuela hasta los años 80 fue un territorio en el que los canarios trabajando duro y dotándose de cadenas migratorias podían prosperar y en el peor de los escenarios tener garantizada una subsistencia digna”.

- ¿Y cuál fue el papel de los canarios durante la guerra de independencia venezolana?, ¿los canarios eran más españolistas o independentista?, ¿qué personajes destacaría de cada bando y por qué?

“Los canarios de las clases bajas, como el conjunto de todas ellas, eran esencialmente realistas hasta que su marginación por el ejército profesional de Morillo arribado de la Península en 1815 los marginó y les llevó a pasarse al bando independentistas. Ese fue el caso del grancanario Blas Cerdeña, que sería general en la conquista del Perú. Entre los partidarios de la independencia podemos destacar Fernando Key Muñoz, primer ministro de Hacienda de la República, los hermanos Juan y Domingo Ascanio y Franchi Alfaro, corregidores y gobernadores, José Luis Cabrera diputado firmante de la independencia, Matías Sopranis o Pedro Eduardo. Entre los realistas Domingo Monteverde y Rivas, Francisco Tomás Morales, José Yanes o Salvador Gorrín”.

- El estudio que publica aborda de la emigración masiva de siglos pasado al retorno que en la actualidad miles de familias venezolanas de origen canario están haciendo a las islas. ¿Qué claves destacaría de este retorno?, ¿cuáles son las razones que han provocado este regreso?

“Creo que los dos momentos de mayor éxodo si se permite la palabra fue durante el llamado Caracazo y el chavismo…, ¿por qué? ¿Y ahora, con el presidente Maduro al frente del país? El Caracazo en 1989 acentuó el retorno por razones fundamentalmente de inseguridad. La etapa de Maduro fue mucho mayor por la política de nacionalizaciones en el agro, la hiperinflación, el hundimiento de la producción petrolera, la violencia y la imposibilidad de sobrevivir con salarios miserables y con una economía desmantelada, que ha llevado a un 20% de los venezolanos a dejar el país”.

- ¿En qué zonas solían establecerse los canarios que emigraban a Venezuela? ¿y en calidad de qué iban?, ¿a trabajar al campo o a la ciudad?

“Los agricultores se expandieron por Aragua, Palo Negro fue el inicio, Coro con las cebollas, tomates y cebollas en Quibor, Sisisique con las viñas, la papa en el mundo andino, los plátanos, el arroz, el café con industrias de su propiedad, la ganadería. Etc. También hubo canarios dedicados al sector servicios y la industria, algunos fueron profesores universitarios e incluso hubo una frustrada experiencia bancaria con el Banco Canarias de Venezuela”.

- ¿Cómo contribuyeron los emigrantes canarios a engrandecer con su trabajo Venezuela?

“Su principal aportación fue la modernización de la agricultura venezolana y su mayor valor la reputación de trabajador serio que les caracterizó”.

- ¿Qué años son los más intensos de la emigración canaria a Venezuela?, ¿por qué?

“Entre 1670 y 1750 de expansión colonizadora familiar en el Valle de Caracas, Aragua, Valencia, El Yaracuy, en los Llanos, en Barlovento y en la serranía de Perijá en el Zulia. Entre 1790 y 1810 con nuevos cultivos como el tabaco, el café y el añil. En el siglo XIX la migración de contratas para la agricultura cafetalera promovida por Guzmán Blanco hasta la crisis del café en 1893. En el siglo XX, la emigración clandestina del 48 al 52, la emigración masiva de varones de los 50, la de reconstrucción familiar con 70% de mujeres y niños de los 60 y 70”.

– ¿De qué islas procedían la mayoría de estos emigrantes canarios?, ¿alguna razón en particular?

“En la época colonial el mayor número era de Tenerife, pero en proporción a su población era notable la de El Hierro. En la etapa de 1790 a 1810 creció la grancanaria con familias enteras, en el siglo XIX Tenerife fue la mayoritaria, porque los palmeros y grancanarios emigraron mucho más a Cuba Argentina y Puerto Rico y los lanzaroteños y majoreros al Uruguay. En la del siglo XX el 70% fue de las Canarias Occidentales. La razón son las cadenas migratorias y los vínculos familiares y de paisanaje que incitan a trasladarse a una u otra región del Nuevo Mundo”.

-¿Cuál es el desarrollo de la emigración canaria durante la época colonial?

“Fue colonizador con la fundación de pueblos como La Vega, los Teques, San Antonio de los Altos o Baruta en el Valle de Caracas, en San Felipe Yaracuy y Panaquire con el cacao, en los Llanos en San Carlos Cojedes, Calabozo o Chaguaramas, en Valencia y en regiones del oriente venezolano como La Piragua o Upata, en Aragua en los valles interiores en La Victoria, Turmero, Maracay o Cagua”.

- ¿Es cierto que el primer brote independentista lo originan emigrantes canarios para romper con el poder omnímodo de la Compañía Guipuzcoana?

“La Guipuzcoana fue creada en 1728 por la Corona para restablecer el escaso comercio con la Península. Los hacendados caraqueños, entre ellos el grancanario marqués del Toro vendían el cacao a Veracruz. Los pequeños cultivadores lo llevaban en barcas a Curaçao. En 1741 estalla la rebelión de San Felipe Yaracuy cuando los vascos quieren controlarlo. Pero al estar España en guerra se negoció que se siguiera haciendo hasta la firma de la paz en 1748. En 1749 los pequeños cultivadores de Panaquire, entre ellos Juan Francisco de León querían seguir haciéndolo, pero la Guipuzcoana y los gobernadores se opusieron. Así nació la rebelión que tomó Caracas y que controló la situación hasta que en 1751 se envió un ejército profesional dirigido por Ricardos que acabó con ella e impuso a los campesinos financiar batallones fijos profesionales. El monopolio de la Guipuzcoana, transformada finalmente en de Filipinas duró hasta 1789”.

- ¿Cómo definiría esta emigración a lo largo de la historia?

“Como familiar, pobladora y agrícola esencialmente, aunque destacó en la medicina y en el clero”.

- ¿Qué descendientes de canarios en Venezuela destacaría a lo largo de la historia, además de Miranda y Bello?

“Rómulo Betancourt, Antonio Guzmán Blanco, José Antonio Páez, Manuel Díaz Rodríguez, Juan Pedro López, Ezequiel Zamora, José María Vargas y un largo etcétera”.

- En el trabajo de fuentes creo que accedió a la página web de los mormones FamiliySearch.org, ¿qué tipo de documentos facilita?, ¿qué otras fuentes utilizó para este trabajo?

“Todos los libros sacramentales de las parroquias y los de matrimonios y soltería del Archidiocesano de Caracas. Otras fuentes son Indias, el Archivo General de la Nación, los de las embajadas de España en Venezuela y de Venezuela en España, la prensa, etc”.

-¿Y qué temas tratará en próximas obras? ¿Volverá a indagar en la historia de Venezuela?

“Mis próximas obras son Medicina e Ilustración en Venezuela, que será publicada por el Instituto de Estudios Canarios y la Uned y La Iglesia y la Independencia de Venezuela. Los sacerdotes desterrados a España por la Universidad Autónoma de Madrid”.

- ¿Y nuevos estudios sobre Cuba y República Dominicana?

“Sigo recopilando materiales sobre migración y agricultura, especialmente sobre Cuba, tanto en el siglo XVIII, como en el XIX con pueblos como Nuevitas”.

¿QUÉ FUE DE LA AGROISLEÑA?

Uno de los símbolos de la presencia canaria en Venezuela a lo largo de la historia fue la aparición de la Agroisleña, una empresa creada por un adejero que hizo negocio a partir de la exportación de semillas de cebollas que llegó a controlar un alto porcentaje del abastecimiento de estas mismas semillas y de abonos para el campo venezolano. “Fue un modelo de referencia”, dice Manuel Hernández, quien añade que esa eficiencia duró “hasta que Chávez sin ni siquiera indemnizarlos lo nacionalizó y con ello destruyó” una “industria que no levanta cabeza desde entonces”.

Saludos, lo dijo alguien muy sabio, desde este lado del ordenador

Raquel, Raquel, Raquel

Jueves, Febrero 16th, 2023

Se no están yendo a puñados, escucho que dice uno a otro en la calle, en medio de una de esas aceras estrechas que se despliegan por la ciudad en la que nací y en la vivo. La última en despedirse es Raquel Welch, a quien descubrió en un concurso de belleza celebrado en un rancho a las afueras de Hollywood Tom Hernández, nacido en Puerto de la Cruz y que trabajó haciendo pequeños papeles en películas y series de televisión cuando la televisión todavía era en blanco y negro. La foto de Tom Hernández junto a una jovencísima Jo Raquel Tejada (Chicago, 5 de septiembre de 1940-Los Ángeles, 15 de febrero de 2023) aparece en algunas imágenes que suben a las redes sociales los aficionados, quienes se apresuran en recordar que el papel que la lanzó a la fama y el estrellato y que le costó que arrastrara durante toda su carrera como actriz el apodo de El Cuerpo, calificativo que me da urticaria, fue el de troglodita de muy buen ver en Hace un millón de años (Don Chaffey, 1966), largometraje que se rodó en estas islas Canarias que se hunden irremisiblemente en las procelosas aguas del océano Atlántico.

Olvidan sin embargo lo que destacan de la actriz el hecho de que fuera descubierta por un portuense y que su película más famosa se rodara en esta tierra que la Welch cuenta con una filmografía bastante estimable y en la que abundan wertern a rebufo del espagueti, cintas de ciencia ficción y alguna negra y criminal bastante dignas.

Olvidan también quiénes la elogian ahora que se ha muerto que la Welch hizo historia en el cine al protagonizar con Jim Brown en la excelente Cien rifles la primera escena de amor interracial y que no es otra en la que el cuerpo escultural de Raquel se fusiona con el cuerpo escultural de Jim, dos monstruos de belleza singular cuya visión resulta de un magnetismo enfermizo.

La Welch trabajó junto a Frank Sinatra en un atractivo filme policíaco, La mujer de cemento, segunda entrega tras Hampa dorada del detective Tony Rome, papel que encarnó Frank Sinatra y de una cinta de ciencia ficción que hizo historia: Viaje alucinante, que dirige ese cineasta para mi ya un clásico que fue Richard Fleischer, y en la que un equipo médico reducido a tamaño microscópico entra en el cuerpo de un hombre malherido para que desde dentro le salven la vida…

Raquel Welch aparece también en una de las más deliciosas adaptaciones al cine que se han rodado de la inmortal novela de Alejandro Dumas Los tres mosqueteros en, precisamente, Los cuatro mosqueteros, y que dirigió Richard Lester en los años setenta siguiendo al pie de la letra un fantástico guión escrito por George MacDonald Frasier, el creador de Harry Flashman.

La Welch aparece también en Myra Breckinridge, que pudo haber sido la película rompedora que quiso ser pero que sin embargo no fue…

Con todo esto queremos recordar la carrera de una actriz que sin tener demasiados registros hizo carrera por una belleza peculiar. De hecho, creo que hubo actrices de su misma época más hermosas que ella pero que fue ella la que al final se quedó con el sambenito de símbolo sexual, de ganarse ese calificativo de El Cuerpo que a mi me parece bastante grosero porque la vende solo como un trozo de carne.

Pero en fin, que son malos tiempos para la lírica. Fallece en lo que llevamos de año personajes nacidos o muy vinculados a las islas como Alexis Ravelo, Manolo Vieira, el pintor Manuel Sánchez y el empresario cinematográfico Francisco Melo Sansó, entre otros que ahora mismo se me olvidan. Una tragedia, a la que se suma la de una mujer muy bella que fue descubierto hace ya un millón de años por un tinerfeño que hizo las Américas y que llegó a trabajar como actor de reparto en un puñadito de películas donde cuesta algo, la verdad, reconocerlo.

Así que va por Raquel y por todos ellos. Ellas y ellos que deben de estar ya –y a esta hora– en el cielo…

Que los dioses las/os bendigan.

Saludos, frío, desde este lado del ordenador

El latido de Al-Magreb, una novela de Pablo Martín Carbajal

Miércoles, Septiembre 14th, 2022

“Canarias siempre fue saharaui, el Sahara era una extensión de las islas”.

El latido de Al-Magreb, Pablo Martín Carbajal, (M.A.R. Editor, 2022)

Hay dos novelas de Pablo Martín Carbajal por las que siento especial debilidad: La ciudad de las miradas y La felicidad amarga. Se tratan de dos libros aparentemente diferentes pero unidos por un nexo que los hace común: su intimismo. En sus otras obras, Tú eres azul cobalto y las dos primeras que ha publicado de lo que espera que sea una trilogía africana (Tal vez Dakar y ahora El latido de Al-Magreb), el intimismo está también presente solo que oculto por un relato que, en estos dos últimos casos, sobrepasa la historia que cuenta. Una historia, la que narra en El latido de Al-Magreb, en la que uno de los personajes de Tal vez Dakar repite como protagonista.

La novela propone un minucioso recorrido por el pasado de Marruecos y Mauritania, también de ese territorio olvidado por casi todos que el Sahara, geografía que ocupa varios interesantes capítulos de un libro en el que se mezcla también misticismo y se aboga por una alianza no sé yo si de civilizaciones pero sí que de religiones, en concreto las tres monoteístas que han marcado el devenir de occidente y gran parte de oriente y que no terminan de convivir unas con otras como se desearía: la cristiana, la judía y la musulmana.

La novela de Pablo Martín Carbajal repasa también otras cuestiones de actualidad que sacuden esta parte del planeta, como es el terrorismo y aproxima –ese es a mi juicio el mayor logro de este libro– a la realidad social y política de estos dos países norteafricanos. El libro trata también sobre el combate de los saharauis por tener su propio territorio y el debate de si es conveniente o no el protagonismo de Dios, de la fe, de la religión, en la administración de estas naciones.

En este aspecto, El latido de Al.Magreb quiere hacer honor a su nombre, es decir, que la lectura del texto explica porque aparece la palabra latido en el título de una novela que comienza siendo casi una de aventuras para irse transformando a medida que se avanza en su lectura en, efectivamente, una novela de aventuras solo que de aventura personal, de proceso de transformación, de reflejar los cambios que van sufriendo sus protagonistas, dos hermanos, Álvaro y Cárol, cuando el primero en Marruecos y la segunda en Mauritania comienzan a dejar atrás todos los prejuicios occidentales con los que aterrizaron en un mundo que, pese a sus notables diferencias con el europeo, cuenta con puntos de contacto que solo hay que ir desbrozando. Y eso es lo que hacen Álvaro y Cárol, personajes que están muy bien modelados y que por estarlo, explican el futuro que les espera y que no vamos a revelar.

El latido de Al-Magreb comienza con la investigación de una puerta que aparece en una mezquita de Qaraouiyine cerrada con un candado que tiene cuatro cerraduras. La búsqueda de las llaves llevarán a Álvaro, en compañía de un amigo musulmán y otro judío, a encontrarlas mientras recorren la geografía marroquí y, de paso, conoce el pasado de un país que están tan cerca y sin embargo tan lejos de España. Paralelamente, su hermana Cárol vivirá un proceso parecido en Mauritania, aunque ella no va en busca de esas llaves sino con el objetivo de cerrar un negocio millonario con el gobierno de ese país.

Por lo que se observa, por un lado se buscan llaves pare abrir una puerta y por otro cerrar, metafóricamente, un negocio en una tierra donde verdad y fantasía se mezclan. El escritor aprovecha además para narrar el origen y la lucha que los nacionalistas marroquíes y mauritanos iniciaron para sacudirse de encima el yugo colonial y uno, como lector, se adentra en un combate que, como todo combate que se precie, está trufado de amigos y enemigos. Héroes y cobardes..
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La novela está sólidamente documentada y el autor ha procurado en todo momento que lo que se cuenta esté pegado a unos hechos que son contrastables.

Cuando repasa la historia reciente de estos dos países y reflexiona sobre el presente del Sahara se aprecia que estamos ante un libro que no ha dejado nada al azar y se percibe que es tanto el respeto que tiene el autor por el Islam que hace que como lector occidental mi mirada sobre mis vecinos continentales cambie, se haya convertido en otra cosa.

Pablo Martín Carbajal recoge y resume todos los grandes momentos que han marcado el devenir de estas dos naciones y escribe con contundente claridad el papel de España ante un territorio, como el saharaui, al que dejó solo ante Marruecos y Mauritania, que lo devoraron mientras el resto del mundo miraba hacia otro lado.

El latido de Al.Magreb toma el pulso también a las relaciones entre Canarias con Marruecos y Mauritania. Una relación que no es nueva sino que viene de atrás, muy atrás en el tiempo, cuando en el siglo XV se elevó una factoría denominada Santa Cruz de la Mar Pequeña próxima a Tarfaya y a finales del XIX se creó la compañía canaria de pesca en Dajla, entre otras aproximaciones entre las islas y esta parte del continente africano.

Se trata así la novela de un valioso documento que propone una profunda reflexión sobre lo que nos une a nosotros y a ellos como pueblos.

El objetivo es acercar, no poner distancias, entre vecinos geográficos que están condenados a entenderse. Su mensaje final, tremendamente humanista, es una apuesta por la paz y la reconciliación entre hombres y mujeres que pese a las diferencia de credo religioso y otras cuestiones sociales, culturales y políticas, no dejan de ser hermanos que una vez dejaron de serlo por razones que ahora cuesta mucho entender. Pablo Martín Carbajal ha tenido la generosidad de explicar esta ruptura con palabras sencillas y un sentido de la síntesis muy periodístico. Y logra, como hizo con Tal vez Dakar, el objetivo. Lástima que este acercamiento solo quede impreso en las páginas de la novela y no en la cruda realidad, esa que pasa todos los días.

Saludos, se dijo, desde este lado del ordenador