Archive for Noviembre, 2010

La vida es un es-cán-da-lo…

Martes, Noviembre 30th, 2010

* A la espera de su estreno, probablemente los primeros meses del año que ya se nos viene encima, y a modo de aperitivo les invito a disfrutar del vídeo clip de una de las cuatro canciones con que cuenta la banda sonora de La criada, del cineasta tinerfeño Javier Fernández Caldas y protagonizada por la actriz Silvia Marsó. Se trata de una versión de Que sabe nadie, de Manuel Alejandro, interpretada por Blanca Casañas y que produce el músico canario Julio Tejera.

* Este spot es por una buena causa pero no por ello deja de resultarme perturbador. Me refiero al que probablemente fuera el último trabajo de Luis García Berlanga apoyando a Médicos sin fronteras y su campaña de Pastillas contra el dolor ajeno. No sé a ustedes, pero ver en este anuncio al antaño vitalista y fallero director de Plácido o El verdugo me ha hecho lo que se dice llorar.

* Hernán Migoya además de ser un extraordinario guionista de cómics, gamberro cineasta y escritor que despierta polémicas (aún colean en la red la sarta de insultos que le lanzaron por su interesante y frenética novela Todas putas) vuelve a liarla, esta vez con la colaboración de Bousman Studios con la apasionante historia de amor basada en hechos reales Hitler in love. Pincha aquí, mira el tráiler, y luego piénsatelo dos veces antes de mandar al carajo a su genial y provocador creador.

* El Espacio Canarias. Creación y Cultura, ubicado en la calle de Alcalá, 91 de Madrid, acoge este miércoles, 1 de diciembre, a las 20 horas la presentación de la primera novela del escritor tinerfeño Carlos Cruz, h. El relato cuenta la historia de un viaje por un Estados Unidos de carreteras secundarias. Desde el entorno residencial del parque más famoso de la ciudad de la Coca Cola, Atlanta (Georgia) hasta un destino oscuro que comparten su protagonista, H. (Harold), y su padre.

* Ediciones Idea (colección Cómic Canarios) acaba de lanzar el segundo tomo de Becarios, una tira de humor del gran Eduardo, nombre artístico de Eduardo González Rodríguez, con el título de ¿Así que la vida era esto? La obra se presenta el próximo jueves, 2 de diciembre, a las 19.30 horas, en el Paraninfo de la Universidad de La Laguna (ULL), y en el acto intervendrán, junto al autor, el profesor de Derecho Civil de la Universidad de La Laguna y prologuista de la edición, Luis Javier Capote Pérez, y el dibujante y viñetista de Canarias 7, J. Morgan. Seguidamente, el autor firmará ejemplares en la librería Lemus de la calle Heraclio Sánchez, nº 64. Además, ese mismo día, a partir de las 21 horas, Eduardo González y J.  Morgan charlarán en la librería Al Faro de La Laguna sobre sus creaciones.

Saludos, tarareando aquello de es-cán-da-lo, desde este lado del ordenador

Una semana trágica para el cine

Martes, Noviembre 30th, 2010

Don Mario tiene 95 años y está recluido en un hospital de Roma porque es víctima de un cáncer de protesta. Don Mario se acerca con pasos muy lentos a la ventana de su habitación, donde mira el paisaje quién sabe pensando qué. Cierras los ojos y cae por la ventana.

Trágica semana ésta para el mundo del cine. Si ayer escribíamos de la desaparición de Leslie Nielsen y del cineasta norteamericano Irvin Kershner hoy tenemos que anunciar que ha dejado este mundo Mario Monecilli, un maestro indiscutible de la comedia.

Detrás deja un total de más de sesenta películas, algunas de ellas absolutas obras maestras agridulces como Rufufú y La gran guerra y otras deliciosas películas como La armada Brancaleone, título que disfruté hace mucho tiempo en la recordada sala Yaiza Borges de Santa Cruz de Tenerife y que supuso para quien les escribe su primer despertar de amor no ya por la obra de este gran cineasta sino por el cine italiano de aquella época. Un cine en el que creí encontrar todas las claves que se le negaba al cine español.

Monicelli rodó, además, una serie de películas para mayor gloria de un actor cómico italiano –Totó– del que hoy pocos se acuerdan pero que fue de referencia para la generación de mis padres, público no sé si más culto pero al menos sí que más desprejuiciado que el actual, cegado por un cine errático y camuflado.

En torno a la muerte de Monicelli se tejen ahora especulaciones diversas pero quiero entender que si se trata de un suicidio como aseguran algunas crónicas, fue entonces la de un hombre que renunció a las últimas migajas de su existencia si tenía que estar postrado en el lecho de un hospital. No sé si el gesto lo hace así más valiente, pero al menos lo muestra consecuente con una trayectoria creadora donde exaltó la vida como sólo parece que el cine italiano de aquellos gloriosos años exaltó esto que llamamos (o que al menos deberíamos llamar) existencia.

Saludos, en una semana muy trágica para el cine, desde este lado del ordenador

Dos cabalgan juntos

Lunes, Noviembre 29th, 2010

EL ACTOR QUE SE HIZO SUBGÉNERO

La mayoría de nosotros recordamos a Leslie Nielsen por sus descacharrantes papeles en películas tan descacharrantes como la serie Agárralo como puedas y parodias igual de descacharrantes y algo tontunas como Drácula un muerto muy contento y feliz, de un Mel Brooks en horas digamos que muy bajas; Espía como puedas, ¡Vaya un fugitivo! y Spanish Movie, entre otras.

Estas intervenciones sin embargo han oscurecido una trayectoria como intérprete dramático que sin ser fascinante ennoblece una carrera que inició en el mundo del cine con Planeta prohibido, una cinta de ciencia ficción seria en unos años, los 50, en la que el género de ciencia ficción era cualquier cosa menos serio.

No cabe duda de todas formas que este actor de registros muy limitados pero creíble en todas esas producciones descacharrantes a las que hacía referencia consiguió la fama y el respeto que se merecía gracias a su participación en estas juergas hechas cine porque a su manera Nielsen consiguió hacer lo que muy poco logran hacer: ser un subgénero del cine en sí mismo. O una marca a través de la cual el espectador –iniciado o no– sabía que lo que iba a ver sería una comedia (ya digo) descacharrante.

Con Leslie Nielsen desaparece así el rey del humor subido de tono pero tontorrón, una presencia habitual en este tipo de espectáculos que basa su éxito en reformular en clave graciosa los grandes éxitos cinematográficos del momento.

Ironías de la vida, la última intervención en pantalla de Nielsen fue en Spanish Movie. Una película que no pasará a la historia de nuestro cine como tampoco pasarán las otras tantas comedias chanantes en las que intervino.

Pero no pasa nada porque como ya apunté logró lo imposible hacer subgénero.

Yo lo llamo nilseniano.

EL DIRECTOR DE LA MEJOR ENTREGA DE LA GUERRA DE LAS GALAXIAS

Cabalga con el señor Nielsen al otro mundo el cineasta Irvin Kershner, a quien recordará toda la muchachada por ser el responsable de la mejor entrega de La guerra de las galaxias con su oscura El imperio contraataca.

Kershner es lo que los expertos que leen revistas tan casposas como Cahier du Cinéma versión española denominan como un artesano, si bien en los últimos años de su carrera se especializó en rodar segundas partes que a veces resultan si no tan buenas como la primera por lo menos sí que decentes.

A él le debemos entre otros títulos La venganza de un hombre llamado caballo, Robocop 2 y ese Bond que no es Bond pero sí lo es cuando recuperó a Sean Connery como súper agente secreto en Nunca digas nunca jamás.

El señor Kershner dirigió además una interesante película de misterio Los ojos de Laura Mars, protagonizada por Faye Dunaway, Tommy Lee Jones y Brad Dourif según guión de un tal John Carpenter.

Saludos, de riguroso luto, desde este lado del ordenador.

Esto es puto gótico canario

Domingo, Noviembre 28th, 2010

No había tenido la oportunidad de ver aún Los pechos de Paula (2009), de Daniel León Lacave, y  por eso comienzo este comentario por lo que debería ser su final: una pequeña y grata sorpresa entre las que ya empiezan a ser pequeñas y gratas sorpresas en el universo agitado y guerrillero del cortometraje canario. Verdadera plataforma para descubrir nuevos y viejos talentos que están apostando por un formato para contar sus historias.

Si en la variedad está el gusto, en los territorios del corto y mediometraje que se están rodando en el archipiélago hay un poco de todo: propuestas experimentales con las que se pretenden camuflar carencias intelectuales, poética visual que unos llaman leve y también apuestas arriesgadas que se atreven a tantear los géneros con resultados francamente desconcertantes por interesantes.

El mediometraje Los pechos Paula pertenece a esta última geografía. A mi juicio porque indaga en una corriente que me gustaría denominar como gótico canario. Claro está que no sé si ésta era la intención de su director y guionista pero he descubierto en esta cinta una mirada gótica que no siniestra para contar una historia que se sumerge –reitero que  no sé si conscientemente– en un atractivo goticismo canario que va más allá de su estética y atmósfera.

Les aseguro que el producto resultante queda realmente bien. Y lo que es mejor, creíble.

En contra de otros tantos cortos que hoy por hoy se están rondando en las islas Los pechos de Paula es un mediometraje de ambientación histórica que se desarrolla, es  un suponer, a finales del siglo XIX en un lugar indeterminado de Canarias aunque el director/guionista prescinda de revelar al espectador si realmente su historia transcurre en Canarias porque –intuyo– sabe que lo importante es el personaje y los secundarios que acompañan al personaje y no dónde transcurre la acción.

Lacave logra así situar al espectador en su relato pese al marco histórico indefinido en el que lo ubica. Pero ello, lejos de ser un fallo amplifica uno de los atractivos de esta cinta para quien les escribe.

Un atractivo más que sumo a esta curiosa propuesta ya que desde un principio sabe generar una razonable suspensión de incredulidad que hace que te interese lo que muestra en pantalla. Un producto, ¿comprenden?, que sabe a creíble y coherente en su instimismo como espectáculo cinematográfico.

Y a ello contribuye obviamente el trabajo de sus actores (en especial el de las actrices Zaida Alonso y para mi ese feliz descubrimiento que se llama Emma Álvarez León) y un conseguido ambiente claustrofóbico con ecos, en ocasiones, a relato de Edgar Allan Poe aunque en Los pechos de Paula no haya gatos negros ni corazones delatores, ni siquiera un barril de amontillado que desate la venganza.

Los pechos de Paula es una historia de sacrificio con doble moral que me hizo pensar (no sé si por su meridiana ambientación histórica) en cierto relato de Maupassant en el que dos hermanos son separados de la cuna siendo aún bebés.

Excelentemente fotografiada por David Delgado San Ginés, que al paso que va lleva camino de convertirse en una especie de Vittorio Storaro del cine que se rueda a este lado del Atlántico, Los pechos de Paula se me antoja como un mediometraje extraño en el actual panorama cinematográfico del archipiélago.

Y quizá sea, entiendo, porque quiere contarnos una historia pese a sus limitaciones presupuestarias. Y quiere y consigue contarnos algo pese a sus limitaciones presupuestarias.

Los pechos de Paula es, en definitiva, un mediometraje que no se esconde en subterráneos onanistas cuyo único objetivo es el de llegar a un pequeño grupo de falsos iluminados onanistas. Y quiero imaginar que ya saben a que me refiero cuando escribo que va por delante de esas cosas que nos venden como lo mejol del corto canario cuando solo se trata de pura paja mental. O naderías con pretensiones intelectuales porque detrás no hay absolutamente nada, pese a quien le pese.  

Y ese rasgo deforme e idiotizado no lo aprecio en Los pechos de Paula porque este mediometraje quiere llegar a todos: a ese raquítico público onanista y al mayoritario que felizmente ha superado esa etapa de la pubertad.

Y ése, precisamente ése, pienso que es uno de los mayores méritos de este trabajo con intenciones y discurso.

Los pechos de Paula gana por goleada a la tontolina onanista porque tiene ganas de contar algo Y ese algo (desdibujado por algún exceso, es verdad) supo captar la atención de un espectador cinéfilo y cinéfago que, como quien les escribe, está harto de tanta máscara detrás de una máscara que solo esconde vacío.

Y en Los pechos de Paula ha descubierto que no hay vacío sino un vitriólico y quiero pensar irónico final que hace posible pensar que los que nacieron pobres algún día heredarán la tierra de los ricos.

Y eso es puto gótico canario.

Saludos, en un fin de semana de negras tormentas agitan los aires, desde este lado del ordenador.

Picoteando por ahí y por alla…

Sábado, Noviembre 27th, 2010

UN POCO DE RIGOR, POR FAVOR

La Agencia Canaria de Noticias (ACN) informa que el corto canario de animación Me llamo María, escrito, producido y dirigido por Elio Quiroga ha sido calificado para la primera ronda de votaciones para los Oscar de 2011, figurando entre la lista de 33 cortometrajes que optan al premio al Mejor Corto de Animación. Se trata del único cortometraje español preseleccionado en esta edición. El autor canario comparte esta preselección con nombres legendarios ya nominados al Oscar como Bill Plympton y Don Hertzfeldt.

Hasta ahí todo bien. La información yerra sin embargo al asegurar que con Me llamo María “se trata de la primera vez en la historia en que un corto canario es preseleccionado a los Oscars de Hollywood” lo que no es así. El primer cortometraje canario preseleccionado, y más tarde seleccionado y candidato (tras superar la terna en la que se encuentra ahora el trabajo de Quiroga en animación)  fue el cortometraje de ficción Esposados, del cineasta canario Juan Carlos Fresnadillo. En 2007, Nasija, del también canario Guillermo Ríos, resultó preseleccionado pero no llegó a competir finalmente entre los cinco cortos nominados a las célebres estatuillas. 

Y HABLANDO DE FRESNADILLO…

La revista universitaria La huella digital publica una interesante entrevista con Juan Carlos Fresnadillo, el primer director de cortometraje español que logró ser seleccionado a los Oscar de Hollywood. En la interviú habla un poco de todo, pero sobre todo de su último trabajo Intruders, cinta cuyo estreno se producirá en otoño del próximo año.

HOBBY PUBLICA UN LIBRO DE DIORAMAS NAVALES DEL TINERFEÑO ENRIQUE CARRASCO

La editorial madrileña Ediciones del Hobby, editora de revistas como Más Navíos, o Más Slot, publicará en 2011 el libro Veleros y Dioramas: Redacción Técnica, Consejos Fotográficos y Trucos Constructivos en Modelismo Naval Escénico del periodista tinerfeño Enrique Carrasco Molina. La obra, de 115 páginas, se lanzará conjuntamente con la revista Más Navíos en varios fascículos coleccionables y en formato A4 a todo color con tapas. En la publicación se incluyen numerosos ejemplos prácticos y trucos sobre la redacción de artículos técnicos, consejos constructivos y mejoras sobre el aspecto fotográfico final de dioramas con buques a escala fabricados en plástico. Enrique Carrasco Molina es licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, y doctor en Comunicación Audiovisual por la Universidad de La Laguna. Durante veinte años ha trabajado como periodista y jefe de prensa en medios y agencias de comunicación de Tenerife. Modelista autodidacta, comenzó desde los 10 años, complementando la práctica del hobby con cursos de Bellas Artes (óleo) y una afición muy particular al cine en Súper 8 mm. y vídeo (realizó cortometrajes de ciencia ficción con distintos modelos a escala). Entre 1992 y 1996 organizó en La Laguna y en Puerto de la Cruz, en colaboración con sus Ayuntamientos varios concursos-exposiciones de maquetas, contribuyendo a la reactivación del Club de Maquetistas de Tenerife. Sus modelos y viñetas han recibido varias distinciones en certámenes de Tenerife y Gran Canaria. Ha publicado artículos de divulgación en periódicos canarios y, también, reportajes centrados en el maquetismo naval en  la revista de tirada nacional Barcos, Modelismo y Radiocontrol, que ha reseñado sus trabajos en portada.

SAUD EL LEOPARDO, DE VÁZQUEZ FIGUEROA, AL CÓMIC

“Estoy muy satisfecho con la adaptación que han realizado Pepe Caldelas, Paco Díaz y Guillermo Ortego, es la primera vez que se lleva una obra mía al cómic y me ha parecido muy divertido. Los dibujos son magníficos y el guión es muy fiel a la novela. Y creo que si alguien no conoce la historia del Rey Saud la va a entender enseguida, que es una cosa que me preocupaba mucho porque yo la conozco al dedillo”. Lo dice el escritor Alberto Vázquez-Figueroa a propósito de la adaptación al cómic de Saud el leopardo (Panini) que narra como Abdelaziz bin Saud se convirtió en el primer rey de la moderna Arabia Saudita.

En una entrevista, Vázquez Figueroa asegura que espera ver más obras suyas trasladadas al mundo de las viñetas. Sobre todo la serie de Cienfuegos, de la que cuenta que hace años se intentó hacer una adaptación pero la cosa se quedó en cuatro páginas.

Saludos, frunciendo el entrecejo, desde este lado del ordenador.

¡¡¡Mondo cinéfago!!!

Viernes, Noviembre 26th, 2010

La polémica suscitada por A serbian film hace unas pocas semanas y la prohibición no tan lejana en el tiempo de la última entrega de Saw, me ha hecho recordar que hubo un tiempo en el que se hizo cine con vocación subterránea y muy oscura.

Pensé en todo esto mientras volvía a mirar el otro día a trozos –esa es la verdad– Asesinato en 8mm, a mi juicio probablemente la mejor película de un cineasta llamado Joel Schumacher.

En una de las secuencias el detective privado que interpreta Nicholas Cage se introduce de la mano de Joaquin Phoenix en un mercado subterráneo de cintas de sexo extremo a la caza y captura de snuff movies, o películas de violencia real que para muchos seguidores a las excentricidades se trata sólo de una vieja y perversa leyenda urbana.

Hace bastantes años recuerdo haber visto a altas horas de la madrugada en Antena 3 una película que respondía más o menos a estas características al incluir imágenes de muertes violentas recogidas directamente de informativos norteamericanos. Esta faena, pienso, continúa haciéndose en la actualidad (no sé si voluntariamente) cuando ya no es raro el día en el que vemos en algún telediario imágenes de peleas (las últimas las del tranvía que atraviesa solo en la madrugada de los fines de semana el tramo Santa Cruz-La Laguna) y muertos. Eso sí, ignoro con que sanos objetivos aleccionadores. 

Hubo un tiempo en el que se puso de moda en el cine de explotación más canalla y perverso travestir el horror. El llamado padre del gore, Gordon Herschell Lewis, lo intentó con desfigurado sentido del humor en 2000 maníacos, cinta que cuando pude ver — tras ser elevada en fanzines como obra de culto– me pareció un mal chiste aunque su banda sonora continúe pareciéndome lo que se dice resultona.

Sobre este tipo de películas, la que los anglosajones denominan como gore y los españoles de casquería, así como de otros subgéneros que brotaron como setas en los 60 y 70, se encargó de estudiarlo con atinado punto de vista cultural y cinematográfico La noche de los sexos violentos, libro de Álex Zinéfilo, el único compendio en español que existe (que sepa al menos) sobre este tipo de cine sucio parido en alcantarillas.

En el libro de Zinéfilo se repasa así la historia de los subfilmes que tuvieron también subgéneros: el nazi, en producciones de bajo presupuesto donde se mezclaba erotismo y violencia explotando éxitos soft porno como Salón Kitty, de ese esteta llamado Tinto Brass; las que se conoce entre los especialistas como mondo, películas de compilación en la que se incluían con ánimo sensacionalista pequeños fragmentos y secuencias de distinta índole con títulos como Mondo Cane; y las de temática caníbal, entre otras tantas.

Es probable que muchos no se acuerden pero en esta última catalogación sonó en su momento un título que este 2010 cumple 30 años: Holocausto caníbal. Un falso documental truculento que marcó –debo decirlo– a la muchachada de mi generación.

Recuerdo que la primera noticia que tuve de esta película fue durante el recreo, que era el momento en el que si no jugabas al fútbol o a una cosa que llamaban brilé con las chicas te ponías a hablar de todos esos largometrajes que estaban prohibidos por aquel entonces a nuestros ojos adolescentes.

Siempre había un listo de la clase que decía que la había visto, y si bien todavía me pregunto si sería verdad, lo fascinante del asunto era cómo explicaba lo que supuestamente había visto. Su descripción, sin ningún asomo de crítica experta, despertaba en nosotros los más bajos instintos por desafiar a los porteros de las salas con el fin de contemplar aquella cinta pa-vo-ro-sa en la que se comían a la gente de verdad.

Fue tanto el impacto y las conversaciones que generó al menos entre los compañeros de mi clase que un amigo y yo nos animamos a verla tras burlar la frontera estrechamente vigilada del cine  por los que hacían de cancerberos  uniformados.

Les cuento, y es una verdad como un templo, que mi colega se la pegó mientras se comía una bolsa de papas fritas. Posiblemente Crecs

No tengo otras impresiones de aquel primer visionado, sin embargo. Es probable que me resultara menos fuerte de lo que me habían contado. También que la primera versión que alcancé a ver estuviera mutilada por la censura.

Muchos años más tarde y en casa de un amigo aficionado al cine más excéntrico (le encantaban las películas de Abbot y Costello, nunca lo pude entender) vimos una copia sin trocear de Holocausto caníbal y en esa ocasión sí que debo de confesar que me horrorizó.

Y por partida doble: el filme es horrorosamente malo pero también horrorosamente eficaz para generar turbación y malos rollos. Es probable que algunos la sigan considerando un título de culto por esta misma razón: mal rollo. Y es que este tipo de cine enfermo sólo tiene ese objetivo: que salgas de verla enfermo.

Lo curioso de una cinta como Holocausto caníbal y otras tantas que se estrenaron en su momento más o menos con la misma temática (ahora se me viene a la memoria La montaña del dios caníbal, con Ursula Andress escapando por la selva para no ser devorada por los antropófagos) es su retrato de todas aquellas tribus como una panda de salvajes aunque también la de mostrar a los blancos que irrumpían en su territorio como otra panda de salvajes. Sólo que un poco más hijos de la gran puta.

Este subcine ya no es el que era, de todas formas. En estos nuevos tiempos profilácticos parece que ya no tiene cabida aunque de tanto en tanto broten destellos como ha sucedido con la polémica A serbian filme y en su momento con aquel perverso movimiento alemán que alguien acuñó como ultra gore y que no tuve el gusto de paladear porque nunca he sido muy amante de la asadura. O casquería.

Holocausto caníbal no debe ser vista así como un título seminal del mal rollo hecho celuloide pero sí uno de los primeros filmes que traspasó las fronteras del subcine para ser comentado en revistas especializadas de las consideradas serias. Lo curioso del caso es que su director, Ruggero Deodato, especializado en cine sucio con acento italiano, dirigiría años más tarde la serie de televisión Océano, basadas en las novelas de Alberto Vázquez Figueroa y con respaldo millonario del Gobierno de Canarias.

Ví algunos capítulos cuando la pasaron por una televisión local que emitía en Tenerife pero salvo observar el brillo de algunas viejas glorias de Hollywood como Ernest Borgnine o a la gran actriz griega Irene Papas, poco más tengo en mente de ese desaguisado que hizo abrirle a unos (con muy mala fe) y a otros (como un rayo de esperanza) la idea de que era posible rodar cine en Canarias.

Coincidencias de la vida, compruebo ahora que la serie Océano terminó de rodarse en las islas hace veinte años. Un tiempo en el que no sé si era más feliz pero seguro que sí más inocente.

 Saludos, otra vez tontunamente nostálgico, desde este lado del ordenador.