Todos tenemos para contar nuestras pequeñas historias sobre la Guerra Civil

Miércoles, Marzo 13th, 2024

Actuo como moderador en un debate que bajo el pretencioso título de Las heridas de la Guerra Civil reúne a tres mujeres que han escrito sendos relatos que se desarrollan en esta época nefasta en la historia de España. Ellas son María del Mar Rodríguez, Concha de Ganzo y Guadalupe González Taño. Sus libros son, respectivamente, La tuerta, Retrato en la pared y El último alzado, todos títulos de los que ya nos hemos hecho eco en este mismo su blog El Escobillón.

La sesión tuvo lugar el domingo pasado, 10 de marzo, en una sala repleta de cuadros que representan escenas históricas en el Museo Municipal de Bellas Artes de la capital tinerfeña, un pequeño pero agradable espacio que reunió a un nutrido grupo de personas interesadas en escuchar lo que les iban a contar estas tres mujeres.

María del Mar Rodríguez ubica La tuerta en plena postguerra y un escenario reconocible aún para los que habitan en la capital tinerfeña, la calle de Miraflores, antes conocida como de “las chicas”, y centro de prostitución que el crecimiento de la ciudad ha ido devorando. Es decir, que de calle de las putas hoy ya no queda casi nada salvo resistentes que todavía hacen la esquina.

Retrato en la pared
es una novela construida a base de relatos donde Concha de Ganzo nos cuenta la historia de varios hombres y mujeres nacidos en las islas que por causa de la guerra se vieron combatiendo a un lado de la trinchera en las desgarradas tierras de España. En este libro, la escritora y periodista nos desvela también el destino de Isabel Piñero, quien fue la mujer de Miguel Campos, preso, más tarde combatiente y tras finalizar la guerra, militar enrolado en La Nueve, la unidad formada por republicanos españoles que luchó en la II Guerra Mundial con el uniforme de la Francia libre.

El último alzado es una novela que recrea la azarosa vida de uno de los abuelos de la escritora en Garafía, La Palma, cuando se produce el alzamiento nacional. En su día elogié mucho esta obra porque va directa al grano y no termina de caer demasiado en el maniqueísmo que envuelve a todas las historias relacionadas con la Guerra Civil.

Durante la conversación, con un solo micrófono que pasaba de mano en mano para que las invitadas y el moderador se hicieran escuchar, se narraron historias muy tristes, que ponen la piel de gallina, y se insistió en la gran victoria del miedo en la sociedad canaria de aquel entonces. Una sociedad en la que apenas hubo respuesta a los golpistas y que tan bien relató José Antonio Rial en Tiempo de espera, que se desarrolla en julio de 1936 en Santa Cruz de Tenerife y en la que se explica la razón del porqué las izquierdas no reaccionaron a la toma del poder de los militares rebeldes.

Al margen de cuestiones políticas, la charla estuvo en general bastante bien. Se contaron anécdotas familiares y de cómo marcó a familias enteras que se estuviera en el bando perdedor como ganador en aquella contienda de cabestros.

Me di cuenta que si uno ha nacido en esta tierra, vamos a seguir llamándola España, todos, absolutamente todos tenemos una historia que contar de aquellos hechos. Historias que pasan de generación en generación donde se cuentan las cosas que hizo el abuelo cuando la guerra… Aunque esas cosas vayan tomando un aire legendario a medida que pasan los años.

En mi caso recordé, mientras las tres mujeres narraban sus relatos sobre la guerra y la post guerra, que aquí mismo, en Tenerife, mi abuelo fue preso por masón y mi tío abuelo anarquista desaparecido en el mar, frente a la costa de San Andrés. Soy consciente que los dos han adquirido la dimensión de mitos en mi cabeza y que lo que creo que fueron no se corresponde con la realidad. En este aspecto, me gustaría que existiera una máquina del viento para viajar a julio del 36 y observar cómo reaccionaron de veras, cuánto miedo tuvo que devorarles por dentro… El increíble y sonoro silencio que tuvo que escucharse en la barca en la que tiraron al mar a mi tío abuelo, padre reciente y que dejaba una viuda demasiado joven y a la que conocí ya mayor con el rostro repleto de arrugas, una mirada muy triste y una inocencia con olor a campo que me acompañará mientras viva.

Por eso no me llamó a sorpresas que en el turno de preguntas el público más que preguntar soltara largos monólogos emocionados recordando lo que su abuelo hizo cuando la guerra. Todos, para mi sorpresa otra vez, en el bando que perdió aquel conflicto que enfrentó a hermanos contra hermanos.

Es verdad que Guadalupe González Taño parecía que no quería soltar el micrófono cuando caía en sus manos, “eso es porque soy política”, dijo, pero no sé yo. También que Concha de Ganzo subrayó la investigación periodística que desarrolló cuando escribió Retrato en la pared explicando que muchos de los canarios que combatieron con el uniforme de los rebeldes en la península no es que fueran fascistas sino gente normal y corriente a los que la guerra cogió en el lado equivocado y que María del Mar Rodríguez pone voz a quienes no la tuvieron, las mujeres de la calle que hicieron cualquier cosa por sobrevivir.

Saqué varias conclusiones de esa charla que tuvo lugar una mañana de domingo. La primera es que todos tenemos una historia que contar de aquella guerra. La segunda es que las mujeres vivieron también otra guerra dentro de aquella guerra y la tercera es que el miedo que se implantó una vez pacificado el archipiélago todavía sigue vivo en alguno de nosotros. Como si observáramos con miedo una realidad que esconde detrás delaciones y recelos. Delaciones y recelos que vivieron los que fueron represaliados en esta islas donde los otros no tuvieron oportunidad de devolver el golpe.

Me extrañó que una de las preguntas que se plantearan, una de las pocas preguntas que se plantearon, viniera a decir algo así de que a él no le enseñaron que la guerra también sacudió este archipiélago que por apacible resulta a veces tan idiotizado. Pensé, cuándo escuché esa cuestión, que en qué familia había nacido ese muchacho de barriga generosa. O bien que su propia familia había silenciado lo que sufrieron sus ancestros cuando a los españoles nos dio por darnos de garrotazos.

En fin, que el domingo pasado no fue un domingo cualquiera sino un día en el que constaté algo que sabía de hacía tiempo pero que no me había puesto a valorar con cierta seriedad y es que todos somos descendientes de aquel horror indistintamente el signo político al que se oriente. Que todos, en definitiva, tenemos para contar nuestra pequeñas historia de la Guerra Civil.

Saludos, viento, desde este lado del ordenador

Un experto revela las claves de la estética masónica del templo de la calle San Lucas

Jueves, Enero 11th, 2024

El profesor del departamento de Historia del Arte de la Universidad de Granada, David Martín López (La Orotava, 1979), imparte el viernes 12 de enero y a las 19 horas en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife (RSEAPT) una conferencia en la que revelará las claves de la estética masónica del templo de la Logia de Añaza 270, ubicado en la calle de San Lucas de la capital tinerfeña. El edificio se inauguró en 1902 y consta de tres plantas que, en la actualidad, están siendo restauradas después de un largo proceso de adjudicación de las obras.

El acto forma parte del ciclo de conferencias Hablemos de masonería, que organiza la Asociación Cultural Nueva Era 93 y la Gran Logia Simbólica Española en colaboración con la RSEAPT.

La Logia Añaza 270 fue una sociedad masónica integrada en el Grande Oriente Español y una de las tres que formó parte de la Gran Logia de Canarias y que también estuvo adscrita, para los altos cargos, al Supremo Consejo del Grado 33 del Rito Escocés hasta su disolución en 1936.

Tras la Guerra Civil, el Régimen franquista se incautó de todos los bienes de la masonería y este templo pasó a ser propiedad del Ejército, que lo utilizó como Farmacia Militar.

En los años 90 del siglo pasado el Ministerio de Defensa sacó el edificio a subasta pública y fue entonces cuando el Ayuntamiento lo compró y se inició el proceso para declararlo Bien de Interés Cultural, lo que se obtuvo en 2006.

David Martín López es doctor en Historia del Arte por la Universidad de Granada desde 2010 aunque desarrolla en la actualidad su labor investigadora en el Instituto de História da Arte de la Universidade Nova de Lisboa, donde pertenece a su Consejo Científico y a la Línea Museum Studies.

Estética masónica, arquitectura y urbanismo. Siglos XIX y XX fue el título de su tesis doctoral. Es autor también de Los lenguajes subversivos y el hermetismo simbólico desde la oficialidad en las artes españolas (1930-1976) y de Arquitectos masones y su relación con el franquismo: represión, exilio y asimilación por el régimen.

En su labor como investigador también se ha ocupado por estudiar la escenografía masónica, el mundo del cómic y del cine, la moda, el compromiso social o las pintoras victorianas en Canarias.

Otros de sus estudios son Consideraciones estéticas en la restauración del patrimonio masónico: análisis histórico y perspectivas de futuro así como Visionando y restaurando la estética masónica en el paisaje urbano: el ejemplo de Canarias y Matriarcado arquitectónico y estética masónica: el paradigma de la marquesa de la Quinta Roja.

David Martín ha realizado estancias de investigación en centros académicos de Preston, Leeds y París y gran parte de sus trabajos se centran en la historia del turismo, la arquitectura y la identidad contemporánea, así como la aplicación de la perspectiva de género y las teorías queer en el arte contemporáneo. Sobre esta materia ha sido director de las Jornadas Científicas Reflexiones Arquitectónicas al Sur de Europa (Granada, 2006 y Santa Cruz de Tenerife, 2011), además de coordinador junto a Pedro Ordóñez Eslava del libro Between categories, beyond boundaries: Arte, ciudad e identidad (Libargo, 2013).

Como docente, entre las áreas afines a las jornadas Ciudades de la Moda, el Arte y el Diseño, ha impartido clases en Historia del Diseño Gráfico (Universidad de Granada) e Historia de la Fotografía (Universidade Nova de Lisboa).

Saludos, anoten la cita en sus agendas, desde este lado del ordenador

José Carlos Acha, ¿nuevo consejero de Cultura del Cabildo de Tenerife?

Miércoles, Junio 7th, 2023

El popular José Carlos Acha Domínguez podría estar muy cerca de ser el nuevo consejero de Cultural del Cabildo de Tenerife en sustitución de Enrique Arriaga, de Ciudadanos, que fue también vicepresidente y consejero de Carreteras, Movilidad e Innovación en la legislatura anterior.

Por otro lado, es probable que Coalición Canaria y no el Partido Popular se encargue de la responsabilidad de Cultura en el Gobierno de Canarias aunque todavía está en el aire quien desempeñará estas funciones. En el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, donde Acha Domínguez fue también concejal bajo los gobiernos municipales de Miguel Zerolo y José Manuel Bermúdez, será el popular Santiago Díaz Mejías el responsable del área que dirigió los últimos años Gladys de León.

Comienzan a circular otros nombres para ocupar cargos intermedios en el Cabildo Insular, como el de Director Insular de Cultura. Uno de los que más suena es el del nacionalista José Luis Rivero aunque parece que Rivero no quiere moverse de momento del Auditorio de Tenerife. Circula también de boca a oído otros nombres como el de Alejandro Tosco, ahora presidente del Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife, institución que lleva cerrada a cal y canto desde hace cuatro años. Queda en el aire qué hacer con Leopoldo Santos Elorrieta, funcionario y hasta ayer la mano derecha de Alejandro Krawietz, anterior director insular de Cultura del Cabildo de Tenerife.

Miembro de Coalición Canaria y más tarde del Partido Popular, José Carlos Acha Domínguez ha sido concejal de Cultura en dos ocasiones del Ayuntamiento de la capital tinerfeña. Primero con Miguel Zerolo hasta que en marzo de 2001 asumió la responsabilidad de dirigir Fiestas y después con el también nacionalista José Manuel Bermúdez.

José Carlos Acha (Santa Cruz de Tenerife, 1963) comenzó sus estudios universitarios en la Universidad de La Laguna, estudios que continuó en la Universidad Complutense de Madrid, en la que obtuvo la licenciatura en Geografía e Historia. Cuenta también con estudios de Derecho y ha sido profesor de Enseñanzas Medias. Fue miembro de la Ejecutiva Local y del Consejo Político de ATI y desde hace quince milita en el Partido Popular.

Saludos, seguiremos dando la nota, desde este lado del ordenador

Xavier Molina: “No nos han invitado a dar nuestra opinión sobre la rehabilitación del templo masónico de Santa Cruz”

Miércoles, Mayo 24th, 2023

Una de las máximas de la masonería es libertad, igualdad y fraternidad aunque a veces las familias masónicas lo olviden porque sus interesantes resultan demasiado profanos. La rehabilitación del antiguo templo masónico de la calle de San Lucas en la capital tinerfeña era una oportunidad para que estas organizaciones visualizaran una unidad que, desgraciadamente, no ha sido posible. Para Xavier Molina Figueres (Gerona, 1972), Serenísimo Gran Maestre de la Logia Simbólica de España, porque la Corporación que preside José Manuel Bermúdez ha contado solo con un interlocutor masónico: la Gran Logia de España, descartando que participen en las conversaciones miembros de otras obediencias, muy extrañados por este desplante.

- ¿Por qué piensa que se ha apartado a la Gran Logia Simbólica de España en las conversaciones sobre la rehabilitación del antiguo templo masónico de la calle de San Lucas en la capital tinerfeña?

“Nunca se nos apartó porque nunca hemos estado. De hecho, no nos han dejado estar involucrados en la rehabilitación del templo. Nosotros hemos pretendido siempre que el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife nos tuviera cómo un interlocutor más porque entendemos que el templo es una herencia de la masonería que hoy representan básicamente tres grandes organizaciones masónicas que trabajan en Tenerife y que son la Gran Logia de Canarias, la Gran Logia de España y la Gran Logia Simbólica de España. El Ayuntamiento, sin embargo, ha decidido contar con un solo interlocutor, la Gran Logia de España. Los motivos que han llevado a esta decisión los desconocemos pero me gustaría recordar que nosotros somos la única obediencia mixta, que incluye tanto a hombres como a mujeres en Tenerife así que nos preguntamos ¿por qué esta discriminación a las otras obediencias masónicas? Y la única respuesta es que no tiene sentido ni base alguna”.

- ¿Han trasladado este malestar al Ayuntamiento?

“Hemos traslado este malestar al Ayuntamiento y el Ayuntamiento no ha respondido. La única repuesta es que ya se hará un plan de usos para la gestión del templo lo que nos inquieta, sobre todo por la posibilidad de que no podamos participar en ese plan, en la planificación del uso que tendrá el templo que ahora se está rehabilitando con dinero público”.

- Pero tenía entendido que el Ayuntamiento había hablado con los representantes de las organizaciones masónicas que existen en Tenerife.

“El Ayuntamiento solo habló de la rehabilitación del templo con hermanos de la Gran Logia de España, que sí han tenido acceso a lo que el Ayuntamiento pretende hacer con el templo una vez esté rehabilitado y abierto al público pero las otras organizaciones masónicas no tenemos información sobre ese plan de usos que se tiene en mente. Nosotros esperamos que sea abierto a la sociedad civil y que represente especialmente a la memoria histórica de la masonería en Tenerife”.

- ¿Tienen ustedes constancia de que ya existe algún plan de usos?

“No tenemos constancia de ningún plan redactado por el Ayuntamiento. El caso es que no nos han invitado a dar nuestra opinión y por eso no sabemos nada porque no nos han invitado a nada y es de eso, precisamente, de lo que nos quejamos. De ese oscurantismo por parte del Ayuntamiento en cuanto a la rehabilitación y a su gestión. Nos quejamos también de la falta de participación ciudadana y que una entidad pública como es el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife tenga que trabajar de esta forma”.

- Critica las formas de hacer que, según entienden, está llevando a cabo el Ayuntamiento de la capital tinerfeña pero ¿y la Gran Logia de España?

“Nuestra crítica es a los dos. El Supremo Consejo Masónico para España es el que tenía que haber invitado a participar de forma abierta a todos. En este aspecto, la Gran Logia de España orienta mal al Ayuntamiento en el sentido de que ha hecho creer que hay una sola masonería válida y aceptada internacionalmente y otra que no lo es cuando la Gran Logia Simbólica de España está reconocida por el Gran Oriente de Francia, que es una potencia masónica con más de 50.00 miembros y tan antigua, probablemente, que la Gran Logia de Inglaterra. La masonería se dividió hace mucho tiempo en dos corrientes, la liberal y adogmática, que deja abierta la creencia en un ser supremo y otra que se trata de una masonería de tradición anglosajona que exige a sus miembros la creencia en una verdad revelada. Esto no los hace mejor o peor que otros, sencillamente son organizaciones que plantean otras formas de trabajar la masonería”.

- Entonces ¿qué es lo que está pasando?

“Creo que la Gran Logia de España intenta excluir a la mitad del mundo masónico porque no tiene en cuenta que el templo no es propiedad de una sola organización masónica sino de la sociedad tinerfeña. Es un edificio propiedad de la sociedad de Tenerife que cuenta con una historia masónica muy importante. Prácticamente es el único edificio masónico en España con estas características y su rehabilitación para la masonería española significa una oportunidad histórica muy grande. Felicitamos, en este aspecto, al Ayuntamiento por la iniciativa de la rehabilitación y felicitamos al alcalde y a la Corporación y al Gobierno de España por ceder este dinero para las obras, así que estamos encantados con la rehabilitación pero no entendemos que tras conseguir lo más difícil, que era el dinero para la rehabilitación no se haya hecho lo más fácil, que era dar participación a las otras organizaciones masónicas con el fin de que se sintieran integradas al proyecto”.

- Habla de dos grandes masonerías, ¿es lo que algunos conocen como masonería regular e irregular?

“No me gusta esa denominación porque no me considero irregular para nada. Hace 200 años hubo una escisión porque la masonería francesa quiso integrar a gente agnóstica y yo creo en esa masonería integradora. Más tarde, mucho más tarde, esta masonería integra también en régimen de igualdad a la mujer. Personalmente, y es la que presido, la Gran Logia Simbólica de España es la masonería válida para mi pero entiendo que haya gente que lo vea de otra forma. Todos somos hermanos, entre los masones nos llamamos hermanos como fraternidad que somos, y en determinados temas podemos trabajar juntos, más ahora, en plena rehabilitación de la memoria histórica de la masonería, por lo que no debería de haber diferencias”.

- Visto desde fuera resulta muy triste observar esta división entre masones.

“Por eso debemos trabajar juntos y más en un proyecto que ha avanzado mucho gracias a la Ley de Memoria Histórica, que ha contribuido a la rehabilitación de la masonería en España. Y eso es tarea de todos, seamos reconocidos por Francia como por Inglaterra o por nadie. Es una tarea común porque la masonería en España estuvo muy vilipendiada y ha costado casi un cambio generacional para que la gente tenga otra opinión de la masonería y esa es una tarea informativa que queremos y debemos trasladar a la sociedad española. Una tarea que tenemos que hacer en conjunto porque las trabajamos fuera de logia y una cosa es que en logia tengamos nuestras diferencias, que al final son más cuestiones de matices, y otra la de dar una visión de unidad porque la gente no entiende la división que puede haber en la masonería y mucho menos que haya trifulca entre masones. Me entristece la exclusión que nos han hecho más cuando lo que tenemos que hacer es dar una visión de unidad para que se vea a la masonería plenamente normalizada e integrada en la sociedad”.

– ¿Han pedido algún tipo de información al Ayuntamiento de Santa Cruz para resolver este asunto?

“Hemos pedido información al Ayuntamiento y hace tiempo mantuvimos una entrevista con el alcalde pero creo que no fuimos escuchados”.

- Y a partir de ahora ¿cuáles van a ser sus movimientos?

“Después de las elecciones solicitar a la nueva Corporación otra reunión para tratar este asunto y entendernos con la alcaldía con el fin de dar una visión lo más amplia posible de la rehabilitación para extenderla a la sociedad tinerfeña”.

- ¿Cómo son las relaciones con el otro interlocutor del que se ha prescindido en las negociaciones, la Gran Logia de Canarias?

“Mantenemos un trato fluido con respecto al templo masónico de la calle de San Lucas y creemos como ellos que éste debe de estar orientado hacia la memoria histórica en su conjunto, una iniciativa que ha liderado la Gran Logia de Canarias y con la que nosotros estamos completamente de acuerdo”.

- ¿Cuenta la Gran Logia Simbólica de España con un plan de usos para el templo cuando ya esté completamente rehabilitado?

“Creemos que el templo debe estar abierto a visitas en los horarios que se establezcan y abierto también a la práctica de actos masónicos así como a charlas y conferencias, con un trato específico sobre la memoria histórica. Defendemos que los masones puedan trabajar de manera accidental en el templo para dignificar y recuperar ese sentido histórico que tiene. Esta voluntad implica que cualquier organización masónica que trabaje en la isla pueda acceder al templo una o dos veces al año”.

- ¿Conoce por dentro el templo?

“Conocemos el templo por dentro, ahora no se puede entrar por las obras, obras de rehabilitación que nos parecen magníficas. Reitero mis felicitaciones al Ayuntamiento aunque lamento que no hayamos podido estar presentes en las reuniones que se han mantenido hasta ahora. Creo que hablo también en nombre de la Gran Logia de Canarias”

LA PRIMERA MASONA DE CANARIAS

a Gran Logia Simbólica de España reivindica la memoria de la masonería femenina en Tenerife y para ello rinde tributo a la primera masona de la que se tiene constancia que hubo en la isla, la arpista Clotilde Cerdá, más conocida por su nombre artístico, Esmeralda Cervantes, e hija (posiblemente putativa) del ingeniero Ildefonso Cerdá, responsable del ensanche de Barcelona a mediados del siglo XIX, y de la pintora Clotilde Bosch. Los restos de Clotilde Cerdá descansan en el cementerio de Santa Lastenia, en la capital tinerfeña, y la idea es rendirle un homenaje.”Se ha olvidado la aportación de la mujer a la masonería. En el pasado hubo una masonería masculina y otra femenina, no estaban integradas pero ahora sí. Y esto debe de animarnos para reivindicar el trabajo que hicieron aquellas mujeres masonas”.

Saludos, aprendices, compañeros y maestros, desde este lado del ordenador

El ’señó alcarde’ habla sobre el Museo Rodin

Lunes, Diciembre 5th, 2022

Afortunadamente, y tiempo al tiempo, lo que ya se conoce como el escandalito va camino de convertirse en escandalazo Rodin aunque algo me dice que el tsunami de dimes y diretes lo veremos el año próximo y no éste que se acaba lánguidamente, augurando un futuro repleto de nubes oscuras que no, por una vez, espero que no nos eviten ver ante lo que nos jugamos.

El caso Rodin se está hinchando como un globo, poco a poco, mientras el artisteo y la periferia que lo rodea se le va quitando el miedito quizá porque algunas de estas voces están al borde de la jubilación y han dejado lo que les queda de futuro atado y bien atadio y que el 2023 es año de elecciones… que vaya uno a saber.

El caso es que sobre el escándalo del Museo Rodin ya se están publicando –aunque todavía sea a cuenta gotas– textos que firman Ramiro Carrillo y el arquitecto Federico García Barba. También se pronuncia un hombre poco dado a salir en los medios como Carlos Díaz Bertrana, quien en una entrevista con el periodista Andrés Chaves dice hoy mismo en Diario de Avisos mientras da cuenta de un steak tartar en el restaurante Los Limoneros: “El Museo Rodin es un disparate que puede acabar en malversación”.

Y esto es solo de momento, a ver si se van apuntado nuevos representantes de “nuestra cultura” y se frena que los dioses lo vean, uno de los proyectos no solo más idiotas sino incluso infames que hayamos visto en los últimos tiempos en estas islas abandonadas a su suerte… Tan feliz en su ignorancia hasta el día de ayer mientras se hunde irremisiblemente en las turbulentas aguas del océano Atlántico.

En una entrevista que publicó Diario de Avisos este domingo, 4 de diciembre, con el alcalde de la capital tinerfeña, José Manuel Bermúdez, a la pregunta que la periodista Natalia Torres de si “¿entiende las críticas al Museo Rodin?”, éste responda sin que se le caiga la cara de vergüenza:

“Los mismos que critican el Museo Rodin son los que aplauden el Museo Picasso en Málaga, o el Guggenheim. Estamos planteando un proyecto que se basa en la cultura universal, y Rodin es un símbolo de la cultura universal, y por otro lado se basa en dar otro museo más a la ciudad, y además complementarlo con un centro de interpretación de nuestras dos exposiciones de esculturas en la calle, así como darle contenido al Viera y Clavijo”.

O sea que es una forma muy habitual del señó alcarde con “r” de ratón, de echar balones fuera.

Más adelante y ante la pregunta de:

“- La crítica va también por el hecho de que en un año preelectoral se comprometan 16 millones de euros…”

Responde el señó alcarde:

“Son 16 millones que se van a amortizar en 50 o 100 años por delante. Si miramos para atrás y se ve el coste de algunas cosas que tenemos ahora con respecto al beneficio que le ha producido a la ciudad, frente al coste que tuvieron en su momento, muy alto, lo que vemos es un beneficio ilimitado a lo largo del tiempo. Es algo que viene para quedarse, esas obras se quedarán en el patrimonio municipal”.

Ojo al dato, afirma José Manuel Bermúdez que esos 16 millones de nada se amortizarán en “50 o 100 años por delante” y uno se queda descolocado… ¿Cómo? ¿50 o 100 años por delante?

En fin… Que será verdad eso que el señó alcarde nos toma por tontos. No te digo nada cuando a partir de enero del próximo año notemos el incremento en la factura del agua. No nos queda nada a los chicharreros claro que Museo Rodin al precio que sea y cómo sea… que dentro de 50 o 100 años verá la ciudad, qué digo la ciudad, la isla, el archipiélago, España, Europa entera los beneficios de unas museo que contendrá 87 copias de copias y copias del escultor francés.

Ya sin tener relación con el Museo Rodin pero sí con la Cultura de esta ciudad, el señó alcarde se manifiesta partidario de que el Organismo Autónomo de Cultura deba incorporarse al Ayuntamiento “como en su día hizo el de Deportes”. Algo que ya sospechábamos en este su blog El Escobillon cuando explicamos las razones del nombramiento en julio de este año de Francisco Clavijo Rodríguez como director general de Cultura y Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife.

Y dicho esto pues que uno se queda como mosquiado, con esa terrible sensación de que me (nos) están tomando el pelo incluso a los que ya lo tenemos en franca retirada sobre la cabeza así que espero, porque la esperanza es lo que me mantiene en pie, que el escandalito que dejará de serlo en favor del escándalo del Museo Rodin, genere nuevos artículos, debates y sirva de ariete a una oposición que, actualmente, parece más cautiva y desarmada que nunca para frenar un proyecto millonario que por mucho que se empeñe el señó alcarde no tiene nada que ver con el Museo Picasso de Málaga ni el Guggenheim de Bilbao.

Más quisiera él, pero no.

No y no, ante un Museo Rodin que además de la fortuna que costará nace bichado y su olor a huevos podridos (muy parecido al que exhala la Refinería cuando suelta los gases) comienza a expandirse por la capital de una isla, Tenerife, que muere, cantó el trovador, en despiadada “soledad”.

Saludos, se dijo, desde este lado del ordenador

Archipiélago, una novela de Inger-Maria Malhke

Miércoles, Noviembre 30th, 2022

La literatura que se escribe en estas tierras fragmentadas no cuenta con demasiadas novelas río que nos narre la vida de varias familias y de paso de la isla que habita a través de sus diferentes generaciones. Es verdad que en los últimos años han ido apareciendo libros bajo esta premisa pero todavía sigue siendo un terreno vedado para la mayoría de los escritores y escritoras de las islas, reacios a escribir historias que requieran además de un enorme esfuerzo de documentación, talento para que los lectores no decaigan su atención en obras que, por norma general, resultan muy generosas en páginas pero poco entusiastas por enganchar el entusiasmo del lector.

Lo ha intentado con resultados más que notables una escritora alemana, Inger-Maria Mahlke con Archipiélago (Vegueta, 2022), novela que recibió el Premio Alemán del Libro 2018, que se trata de un ambicioso y complicado fresco en torno a varias familias tinerfeñas que convergen unas con otras con el paso de los años.

El estilo que ha escogido la escritora para narrar esta especie de crónica de la nada hecha pedazos es el cronológico, solo que al revés. Es decir, la novela comienza en 2015 y finaliza en 1919, un amplio arco temporal (2007, 2000, 1993, 1981, 1975, 1970,1963, 1957-58, 1950, 1944, 1936, 1935, 1929) en el que aparecen y desaparecen las distintas familias que protagonizan este ambicioso retrato político y social tinerfeño, ya que los protagonistas, abuelos, padres e hijos, e hijos, padres y abuelos, proceden de clases sociales diferenciadas.

Ante la enormidad de esta aventura, de esta odisea que es la vida, Inger-Maria Mahlke, consciente de la cantidad de personajes que maneja deja un árbol genealógico al inicio del libro con la idea de que el lector no naufrague en un texto caudaloso, bien escrito y traducido por José Aníbal Campos, traductor cubano que conoce bien las entrañas del monstruo tinerfeño porque habitó en ellas no hace demasiado tiempo, y parte de esa sustancia se refleja en una obra monumental y muy bien documentada pese a que se cuele algún desliz.

Por el libro desfilan el conflicto sahariano, con el que está tan unido sentimentalmente gran parte de la población de las islas; la corrupción urbanística, el frustrado golpe de Estado de febrero de 1981, el control del agua, la Guerra Civil y la represión, franquista, entre otros vientos de la Historia y forma cada año como capítulos de un relato común pero desvertebrado como las islas de un archipiélago.

La intención de la autora no es, sin embargo, perderse en el contexto en el que se ven envuelto los protagonistas pero tampoco cuida demasiado una trama que se dispersa y que no termina de cerrar con la determinación que uno esperaba. Con todo, Archipiélago se merece todos los respetos y algún que otro parabién porque el esfuerzo realizado es titánico y por encima de muchas cosas más, me atrevería a decir que pionero en las letras que se escriben en y sobre este archipiélago abandonado de la mano de los dioses.

A través de las diferentes familias que aparecen en la novela, Inger-Maria Mahlke trata muchos de los temas que han forjado a la capital tinerfeña como ciudad. También retrata con cierta profundidad las relaciones que se producen entre sus vecinos y los visitantes que, episódicamente, recalan en esta isla. Pasa de puntillas por algunos temas de calado en la formación de lo que podríamos denominar entidad tinerfeña pero por otro muestra sin pudor las virtudes y miserias que caracterizan a sus gentes. Lo mejor que hace la autora, en este sentido, es que no juzga a sus personajes, los retrata como lo que son, seres humanos atados a un pasado del que no terminan de liberarse.

Pese a su número páginas, supera las quinientas, y a la estructura con la que se sostiene la obra, es muy recomendable leerla por sus ambiciones, su necesidad de sintetizar la historia en la que se producen los distintos pecados familiares que lastran las vidas de sus protagonistas. Y eso que cuando no iba aún por la mitad pensé que resultaría poco posible que me sumergiera en una novela que hace relato con la ciudad en la que vivo y, al mismo, tiempo, de la isla en la que habito. Se aprecia, además, que la escritora conoce lo que escribe y que pasó largas temporadas en este territorio con seguro de sol pese a que a veces se le cuele alguna reflexión fuera de tono, equivocada porque su mirada no deja de resultar ajena.

En otras ocasiones, por el contrario, sí que sabe convencer a quien conoce la geografía física pero también humana y sentimental de los habitantes que vivimos en estas islas que forman ese Archipiélago al que pienso que se refiere la escritora: un fresco en el que pesa sobre todos los protagonistas la sombra de una discordia que no han sabido (o no han querido) resolver. Ya se sabe que pueblo chico, infierno grande, aunque la gravedad que arrastran algunos de estos clanes que radiografía a lo largo y ancho de la aventura justifique la mayor parte de las veces sus comportamientos por equivocados que resulten.

Archipiélago forma parte así de una literatura digamos que canaria que se firma con otro acento. Una curiosidad tremendamente atractiva (nos permite conocer cómo nos ven unos ojos que no son de aquí aunque sean medio de aquí) sobre un territorio fragmentado no solo en el mapa físico sino también sentimental de una población en la que todo el mundo, ay, cree que conoce la historia de su vecino. Es decir, sus grandezas y miserias pero sobre todo sus flaquezas. Esas mismas flaquezas de las que parecen que no pueden librarse para mirar al futuro cara a cara tras haber superado los pesos que lo ataban y atan a un pasado que no termina por olvidar ni por supuesto asumir.

Saludos, sin fumar espero a la novela que yo más quiero…, desde este lado del ordenador