El amor y otras vías de escape, una novela de Gerardo Pérez Sánchez

Sus razonamientos son simples y sus actos inconscientes. Sin malicia, creo yo, pero inapropiados a la treintena. Cuando me contó su historia con Rynn parecía que estuviese hablando con mi hermano pequeño, y Carlos es tres años mayor que yo. En lo que a las mujeres se refiere, vive en un mundo imaginario que se ha ido creando a base de series de televisión, películas y libros. Es decir, habita en la irrealidad construida a base de ver y leer ficción.”

(El amor y otras vías de escape, Gerardo Pérez Sánchez. Editorial Verbum)

Gerardo Pérez Sánchez debutó en la república de las letras el año pasado con El peso del tiempo (colección G21 Narrativa Canaria Actual, Ediciones Aguere/Idea) una novela escrita en clave de ciencia ficción aunque el género era solo una excusa para contar una historia que, más de ciencia y ficción, se inclinaba por explorar los laberínticos callejones del amor.

El amor y sus disfraces protagonizan ahora su segunda incursión literaria, ya lo anuncia en el título, El amor y otras vías de escape, libro en el que indaga con sosegada ironía las historias de dos parejas y otros satélites que giran a su alrededor.

Como lectura, El amor y otras vías de escape es una novela mucho más sólida que El peso del tiempo. También más ambiciosa y mejor trabajada en cuanto a los personajes se refiere.

La historia, como indica el título, gira en torno al amor y sus numerosas interpretaciones, aunque hay un relato digamos central a través del cual se mueven los protagonistas, hombres y mujeres que intervienen también con sus propias voces. Porque El amor y otras vías de escape propone una poliédrica mirada, en ocasiones algo descacharrante, sobre ese pegamento que justifica la vida en pareja.

Siete son los personajes que dan su versión de los hechos en primera persona en la novela. Todos ellos profesionales del Derecho trabajando en la Corte Penal Internacional en La Haya. No ahonda el autor sobre las complejas relaciones laborales que se dan en tan alta institución sino que presta toda su atención en describir cómo son las relaciones que existen entre ellos en sus ratos de esparcimiento. Cuando tienen tiempo para salir y enamorarse.

En este pequeño zoológico humano conocemos a un español y a una norteamericana cuyo carácter es caprichoso e inmaduro, y a un irlandés y una francesa que han convertido su vida en común en una perfecta rutina.

Los cuatro son las piezas claves que configuran esta comedia que habla de lo que hablan todas las comedias: una guerra de sexos cuyo origen es esa cosa que se llama amor.

Saludo, el gran Dino suena en la gramola, desde este lado del ordenador.

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