Horizontes de estrellas, una novela de ciencia ficción y fantasía de Víctor Conde y Sergi Sánchez

Víctor Conde, nombre de guerra tras el que se encuentra el escritor tinerfeño Alfredo Moreno Santana, es en la actualidad uno de los pocos autores profesionales en España que se dedica y con éxito a géneros tan dispares como la ciencia ficción, la fantasía y el terror, aunque también tantea y con resultados muy atractivos en los territorios de la novela negra y criminal así como con otras narrativas en las que se mueve como pez en el agua porque más allá de la imaginación que derrocha en sus libros, Conde es un escritor con todas sus letras. Es decir, que lo mismo escribe de una cosa como cambia de registro en otra.

Esta constancia y disciplina se ha visto recompensada hasta la fecha con varios premios literarios en los que el escritor a solas o con otros se ha alzado con galardones que reconocen su manera de hacer las cosas y sobre todo de entender un género, como es el de la ciencia ficción, en el que se codea con los grandes que escriben de y sobre este género en España.

Horizontes de estrellas está co-escrita con Guillem Sánchez, novela por la que ambos fueron reconocidos con el Premio Minotauro 2022. Víctor Conde solo que en solitario, obtuvo en 2010 este mismo reconocimiento por la novela Crónicas del multiverso.

Horizontes de estrellas, como ya se ha dicho, es una novela escrita a cuatro manos, lo que no es una novedad en la república de las letras y mucho menos en la literatura de género. En la misma ciencia ficción destacaría el trabajo que realizaron los hermanos Arkadi y Boris Strugatski, autores que por cierto se mencionan en Horizontes de estrellas, y en la novela de aventuras a Erckmann-Chatrian, el nombre con el que firmaban sus obras los dramaturgos y narradores franceses Émile Erckmann y Alexandre Chatrian. En novela negra recuerdo ahora el trabajo conjunto de escritores como Boileau/Narcejac y Wade Miller, pseudónimo tras el que se encontraban Robert Allison Wade y H. Bill Miller. En España y hace unos años se descubrió que tras la misteriosa Carmen Mola había tres escritores (Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero) y estos son solo unos pocos ejemplos para ilustrar que escribir no tiene que ser a veces un trabajo tan solitario sino que se puede compartir con otros.

Y compartir es los que han hecho Conde/Sánchez con Horizontes de estrellas, que es una novela de ciencia ficción algo dura para lectores que no están acostumbrados a los desafíos que el género plantea a veces aunque, por otro lado, resultará un trabajo muy interesante para los que gustan de adentrarse en este tipo de aventuras.

Reconociendo que no soy un aficionados a esta rama de la ciencia ficción, y que si me gusta el género es porque cultivé en su momento la lectura de escritores que apostaban más por la ficción que por la ciencia como Ray Bradbury o Theodore Sturgueon, a mi la primera mitad de Horizontes de estrellas me parece un ejercicio de fantasía prodigioso, que me hizo recordar además un título hard pero que devoré hace ya muchos años con verdadera hambre como es Cita con Rama, uno de los grandes clásicos que nos regaló Arthur C. Clarke cuando estaba entre nosotros.

La segunda mitad, cuando se supone que la historia coge velocidad y se convierte en un vehículo que atraviesa mi imaginación, no me convence sin embargo tanto como ese inicio y ese desarrollo que sabe atrapar mi interés y ,al mismo tiempo, suscitar numerosas preguntas. Preguntas que probablemente no tendrán respuesta.

La historia de Horizontes de estrellas es, si leemos con atención la información de la contraportada, la siguiente: Soleyko es una ingeniera que ha decidido dejar atrás su vida, la tierra y la relación de su pareja para embarcarse en una misión colonizadora en una nave con 200.000 colonos. Se trata de una expedición conjunta con los idor, una raza alienígena que coopera con los humanos a pesar de todas las diferencias que los separan (desde la más evidente como la anatómica hasta la más profunda como la capacidad de ficcionar: su mundo se divide entre certidumbres e incertidumbres).

Soleyko despierta de la hibernación cuando la nave parece haberse desviado de su ruta. Los viajeros en las vainas han empezado a mostrar mutaciones en su ADN y en el mismo punto en el que ellos se encuentran en el espacio topan con una enorme nave que parece ser de los ker, una civilización de la que apenas se sabe nada.

No obstante y si quieren conocer más de los ker les invito a que lean esta novela cuyos protagonistas además de los extraterrestres son dos mujeres que a medida que avanza la acción tomarán cada una de ellas un papel predominante en la historia, mientras que los masculinos, entre ellos un militar, solo piensan en la violencia como recurso para hacerse entender ante lo que no entiende porque lo desconoce.
Horizontes de estrellas sabe combinar los escenarios fantásticos que describe con una serie de personajes que son muy fáciles de recrear en la imaginación. Propone, sobre todo en sus primeras paginas, una sutil sensación de amenaza y al mismo tiempo plantea lo que podría pasar si dos forman de entender la realidad de manera tan radicalmente distintas se encuentran en medio del… Espacio profundo.

Leyendo la novela he tenido la sensación casi todo el rato de estar ante una obra que reinterpreta las claves que en su día nos legó la obra de Clarke pero es una sensación personal, de lector que guarda buen recuerdo de aquel escritor y de aquella novela. No sé, en este aspecto, si estaba presente en la cabeza de Conde como de Sánchez cuando comenzaron a trabajar juntos en este Horizontes de estrellas que, si uno llega al final, entenderá porque se llama así, precisamente Horizontes de estrellas aunque no creo que se pregunte qué partes pudo escribir uno u otro paisaje porque, seamos francos, es lo de menos ya que en conjunto la novela parece estar escrita por una sola persona.

LO MEJOR: La primera parte de una novela cuyo comienzo recuerda la lectura de un clásico del género, Cita con Rama ,de Arthur C. Clarke

LO PEOR: La segunda mitad de la novela, quizá porque el misterio ya se ha desvelado y lo que viene a continuación es fantasía con su puntito lisérgico

Saludos, este es el camino, desde este lado del ordenador

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