Un año de literatura en Canarias

Ha pasado un año, otro más que se suma al calendario de nuestra existencia, por lo que creemos que es momento de hacer balance de lo que dio de sí, literariamente, esta comunidad autónoma que parece que navega a la deriva por el Atlántico.

Pese a la crisis, se ha publicado e incluso abierto librerías. También se han celebrado jornadas y festivales y se ha recibido a escritores consagrados en toda España, país que parece que se nos pierde aunque al final recupera la cordura.

Si el Día de las Letras Canarias 2017 estará dedicado, y con justicia, al escritor Rafael Arozarena, autor de Mararía y Cerveza de grano rojo, entre otras novelas, en 2016 le tocó el turno a Pedro Lezcano Montalvo (Madrid 1920-Gran Canaria 2002).  El Gobierno canario puso en marcha además el proyecto Canarias Lee, que inauguró el escritor y periodista Juan Cruz a principios de noviembre en el IES Teobaldo Power de la capital tinerfeña y dos editoriales de las islas como Baile del Sol y Zech celebraron su 25 y 15 aniversario, respectivamente.

En cuanto a nombramientos, Jerónimo Cabrera Romero fue designado gerente de TEA Tenerife Espacio de las Artes y Jorge Alberto Bernárdez López, director gerente del Organismo Autónomo de Cultura del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. Carmen Rosa de la Nuez Aránega, por otro lado, resultó elegida presidenta de Nueva Asociación Canaria para la Edición (NACE) y Cecilia Domínguez Luis,  vicepresidenta.

Un año más, se hizo público el nombre del autor y de la novela ganadora del premio Benito Pérez Armas, que recayó en El sueño eterno de Kianda, de Borja Monreal, un escritor navarro que vive en Santa María de Guía (Gran Canaria), así como el del Premio de Poesía Pedro García Cabrera, que obtuvo Octavio Pineda por ¿Qué piensa el león del horizonte? Por otro lado, Antonio Martín Sosa obtuvo por Finas hierbas el Premio de Relato Corto Isaac de Vega y Manuel Iván Pérez el segundo premio por Continuidad de los padres, mientras que María Isabel González Espino y Pilar Blanco Herráiz recibieron el premio de Cuento infantil y el de Cuento juvenil, respectivamente, por El mejor astronauta del mundo y El boleto.

Fallecieron en 2016 la escritora Nivaria Tejera y su esposo, apenas dos meses después de su muerte, el pintor Antón González. También dijo adiós en mayo de ese año el artista Pedro González y el escritor Juan Carlos Castañeda, este último fue objeto de un homenaje póstumo en el Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife en el que participaron Juan Cruz, Juan Manuel García Ramos y José Antonio Ramos Arteaga.

El antropólogo Fernando Estévez falleció en julio, aunque estuvo presente durante las dos e intensas jornadas del I Congreso de Museos de Canarias que se celebró en noviembre en el Liceo Taoro, en La Orotava, ya que el autor de Indigenismo, raza y evolución. El pensamiento antropológico canario (1750-1900) fue el auspiciador de este Congreso que logró reunir a cerca de doscientos profesionales.

La capital tinerfeña perdió a su cronista oficial, Luis Cola Benítez, en agosto. Responsabilidad que ahora asume José Manuel Ledesma Alonso y ya entrado diciembre se fue el escritor Horacio Bacallado, autor del libro de microrrelatos y dibujos Tablero de las sombras (Escritura entre las nubes).

Un año más, las dos capitales canarias acogieron una nueva edición de la Feria del Libro y se celebraron varios festivales literarios, entre  otros Periplo. Festival Internacional de Literatura de Viaje y Aventura del Puerto de la Cruz y Tenerife Noir, en la capital tinerfeña, que otorgó al escritor Antonio Lozano el premio  Borsalino de este encuentro con las letras negras y criminales y al también escritor argentino Marcelo Luján el premio Ciudad de Santa Cruz 2016 por la novela Subsuelo, título que también recibió el Dashiell Hammett de ese año y que concede la Semana Negra de Gijón,

Desgraciadamente, y por efectos de la crisis o más bien del cambio del equipo municipal del Ayuntamiento de Arona, desapareció NNegra de Arona, tras ocho ediciones.

Buenas noticias fueron la apertura de la Cafebrería Tifinagh, un espacio en el que lo mismo se compra un libro como se disfruta de un buen café, en La Orotava; y de Mundo del Mapa en el Puerto de la Cruz, especializada en libros de viajes en varios idiomas y guías y mapas para viajar por las islas.

En cuanto a presentaciones, la Fundación CajaCanarias cerró el año con el primer tomo de las Obras completas de Manuel Padorno, y en Historia, la historia con mayúscula, se publicaron en LeCanarien Delito y sexualidad en las islas Canarias en la Edad Moderna, de Belinda Rodríguez Arrocha y Un francés entre guanches. Sabino Berthelot y las islas Canarias, de Natalie Le Brun. El catedrático de Historia de América de la Universidad de La Laguna asumió una nueva edición de la Historia de Canarias (Ediciones Idea) de José de Viera y Clavijo, cuatro volúmenes fundamentales que cuentan con un excelente prólogo del profesor de Paz que no deja indiferente a nadie. El también profesor de la Universidad de La Laguna, Manuel Hernández González, publicó Estados Unidos Canarias. Comercio e Ilustración. Una mirada Atlántica (Ediciones Idea) y Nicolás Reyes González Desde la sombra del almendro. Nicolás Estévanez y Murphy (1838-1914), en la editorial Mercurio.

Formaron parte de la colección  G 21. Narrativa Canaria Actual: En el centro del viento, de Cristo Cruz Reyes; El cazador de la inocencia, Mª Candelaria Pérez Galván y Los cimientos de Gomorra, Agustín Gajate Barahona. También en Idea/Aguere se publicó Diecinueve ensayos literarios, de Isa Guerra García y la antología El futuro es suyo, relatos de alumnos de los IES de Santa Cruz de Tenerife que participaron en un certamen convocado por Santa Cruz Noir.

Se presentaron novelas como Cada día cuenta, de Yauci Manuel Fernández (Esdrújula ediciones); Palíndromo II. San Sebastián y Cupido, de Carlos Felipe Martell (Nova casa Editorial); Souvenir peligroso, que firmó Pilar Escalona (delMedio Ediciones); La noche más larga, de José Luis Cámara Pineda (Érice Ediciones); Kalifornia, una novela de Antonio Gómez Charlín (Letras de autor); Edad de rebeldía, de Francisco Morales Domínguez (Escritura entre las nubes); Lo de Chile, de José Manuel de Pablos (Sociedad Latina de Comunicación Social);  Entrelazamientos, de Luis Junco (La discreta); La mueca de la sonrisa, de Juan Manuel Fernández del Torco (Idea/Aguere); Leyenda del mencey esclavo, del también pintor Eric Cichosz Heuschkel (Pulpo Rojo Libros, S. L,); El universo mínimo, de Jordi Solsona (delMedio);  El santo al cielo, de Carlos Ortega Vilas (Dos bigotes); El tren delantero, de Emilio González Déniz (Mercurio Editorial) y El canto de la raposa, de Rafael Alonso Solís (Baile del sol)

El poeta y escritor Rafael-José Díaz dio a conocer en Madrid el poemario Un sudario (Pre-Textos) y una colección de cuentos que reúne en El letargo (La playa del ojo). La historiadora Pilar Carreño Corbella también en la capital de España Los surrealistas en Tenerife. En esta ciudad, Guillermo de Jorge habló de Afganistán: Diario de un soldado (Playa de Akaba).

Ya en las islas, Othoniel Rodríguez Martínez publicó Tertulia Habanera. Mis valiosos recuerdos junto al piano, y el investigador Nicolás González Lemus investigó en Agatha Christie en Canarias. 1927: Un invierno que cambió su vida el itinerario que realizó la popular escritora británica en las islas.

En 2016 María Teresa de Vega invitó a leer su poemario Necesidad de Orfeo (Escritura entre las nubes) e Hipólito Sánchez publicó Interitum Mundi (Cuando el mundo lloró por última vez), una novela de tiene tintes apocalípticos. No apocalíptico pero sí zona inestable es la que se estudia en La segunda cuestión de Oriente, de Víctor Morales Lezcano, obra que gravita en torno al Mediterráneo occidental durante los siglos XIX y XX.

Destacar que Identikit. Muestra de poesía española reciente fue el título de una selección con notas del poeta y escritor Rafael-José Díaz y que Pablo Martín Carbajal publicó nueva novela, Tal vez Dakar (M.A.R. Editor), así como Santiago Gil su La costa de los ausentes (Mercurio) y Alexis Ravelo La otra vida de Ned Blackbird (Siruela). También presentaron títulos Víctor Conde y José Antonio Cotrina, Las puertas del infinito (Fantascy); Dulce Xerach Asesinato en una playa de Londres (Editorial Oveja Negra) y Gerardo Pérez Sánchez La sonrisa Duchenne (Verbum).

Publicaron Ana Guacimara Hernández Martín, autora de Congo Square, el Perfume de Nueva Orleans; Arte en Movimiento del fotógrafo Lorenzo Hernández y volumen en el que documenta el momento clave que la escena artística española en Londres en la actualidad; José Peraza González (1930-2005), el pintor de la tierra y los hombres, que fue un trabajo de catalogación e investigación que desarrolló el equipo de investigación histórica y artística Islote Afortunado y Jenny García la novela Viaje de arena (Ediciones Idea).

Otros títulos que se editaron o presentaron en 2016 fueron Martina en tierra firme, de Elisabeth Benavent; Romancero de Tenerife, un libro de Maximiano Trapero, Benigno León Felipe y Lothar Siemens;  La madrina (Escritura entre las nubes) de José Luis Fregel; Cuando vuelvan las cigüeñas (Ediciones Dauro) de Carlos Alarcón y La niña de la luna (Nanoverso Editorial) de Elizabeth López Caballero, un volumen con ilustraciones de Santiago Ernesto Hernández González.

El relato de dos hermanos canarios que, por motivos de la crisis económica, se ven obligados a emigrar con sus padres a París es la base argumental de la novela La muchacha del ajenjo (Diego Pun Ediciones), de Cecilia Domínguez Luis, y publicado por el Fondo de Cultura Económica, Mundo, año, hombre (Diarios, 2001-2007), de Andrés Sánchez Robayna.

Fermín Higuera y Rafael-José Díaz presentaron también Las transmisiones y Sinfonía de la sombra blanca (Editorial Polibea), respectivamente y Jorge Fonte el volumen de relatos eróticos Natalia y otros relatos solo para adultos (Ediciones Idea).

En 2016  se publicó el volumen Villablanca, dos calles que dan al mar, de Matilde Magdalena Coello y Olympe de Gouges: la libertad por bandera (Izana Editores) de la escritora Isabel Medina, biografía novelizada de la autora de la Declaración de los derechos de la Mujer y de la Ciudadana, a finales del siglo XVIII.

José Antonio Michelena publicó Cuba: Memoria y desolvido (Ediciones La Palma), un libro de crónicas periodísticas sobre la historia de Cuba y Lola Suárez la novela juvenil El misterio del collar (colección El Volcán, Anaya) y Andrés Expósito La ciudad de Aletheia (Éride Ediciones).

Escritura entre las nubes lanzó Upahaar. El regalo de la vida, del sacerdote, guía espiritual y profesor de yoga Akhilesh Upadhyay y Miguel de León sorprendido a propios y extraños con Los amores perdidos, que editó Plaza & Janés. Si la acción de esta novela transcurre en la postguerra, en la guerra y en la postguerra se desarrolla Tormenta en la memoria (Ediciones Hades), que reúne noventa relatos de Francisco González Tejera.

Más libros fueron Historias de Catalina Park, de Javier Gómez Gutiérrez; La barbarie, de Alberto Vázquez Figueroa; El tesoro de Barracuda, de Llanos Campos Martínez y Viaje a un lugar llamado destino (Editorial UOC), de Antonio Pareja, quien recurre a la figura del conquistador Alonso Fernando de Lugo como hilo conductor para narrar su personal viaje alrededor de Tenerife. De viaje también es Donde anidan los albatros (Editorial Azulia), textos de José Luis González-Ruano sobre sus experiencias en las islas de Ítaca, Manhattan, Lofoten, Pascua, Alegranza, Bora-Bora, Galápagos y a las Aran, entre otras.

Se presentó además un nuevo volumen de la colección Biblioteca de Artistas Canarios (BAC) dedicado en esta ocasión a José Luis Fajardo. Número 52 de la colección negra. Este libro inició una nueva etapa bajo la dirección del historiador del arte, comisario y gestor Carlos Díaz Bertrana.

Pero hubo más libros, muchos más libros como El Padre Heriberto Negrín y su familia, del historiador Julio Sánchez Rodríguez, un trabajo en el que se revela la trayectoria vital del hermano sacerdote del último presidente de la Segunda República, Juan Negrín; Viaje a la nada (Hiperión), libro de poemas de Elsa López, así como Sangre  vieja, de Jonathan Allen.

Se presentó también la antología Poetas cubanos en Canarias (La Gueldera), al cuidado de Juan Calero Rodríguez y con prólogo de Luis León Barreto; El tatuaje de Penélope, de Francisco Juan Quevedo García y el poemario Mis íntimas enemistades, de Antonio Arroyo.

Nuevas ediciones de clásicos de José de Viera y Clavijo aparecieron en 2016 como la Obra didáctica. José de Viera y Clavijo mientras que Alicia Gámez Rojas relató en su segundo libro el viaje en un velero desde Tenerife hasta Gambia con el título de Enamorada sigue la mar (Escrituras entre las nubes) y la editorial Libros.com inició una campaña de micromecenazgo (crowdfunding) para la publicación de La duda, el sentido común y otras herramientas para escribir bien, del periodista y corrector de textos Ramón Alemán.

Prosiguieron con su labor el equipo de Realismo Punto Cero, quienes ocuparon un espacio en el encuentro autoedición Pliegue III que se celebró en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna y Enrique Carrasco firmó el libro Tomé Cano, capitán y escritor en la época de los navegantes.

Escritura entre las nubes presentó El diablo se esconde en los detalles, el primer libro en solitario de la escritora de microrrelatos Yurena González Herrera y Elisabeth Benavent en Martina en tierra firme (Suma) narró una historia de amor que protagonizan Pablo Ruiz, un chef de prestigio, y Martina, una aprendiz de cocina con ganas de comerse el mundo.  Tatitana Rodríguez González  presentó Si me das la mano. Un camino hacia el amor (Uno Editorial).

Carlos Felipe Martell presentó Una semana… ¿de basquet? (Nova Casa Editorial); Juan Arencibia de Torres Historia de Santa Cruz de Santiago de Tenerife y Nicolás Melini compartió espacio con otros trece escritores más en Incursiones en Cervantes (1616-2016) para la revista Cuadernos Hispanoamericanos.

Vilaflor más allá del túnel de Antonio López; Anturios en el salón (colección Narrativa, Baile del Sol), de Juan R. Tramunt; El discurso de Filadelfia (editorial Malvasía),u na novela histórica de Manuel Mora Morales; El inspector (Escritura entre las nubes), de Ángel Nazco; el libro de relatos Línea de naufragio, de Agustín E. Díaz-Pacheco (Izana Editores); Vs (Salto de página), novela por la que Sergio Barreto obtuvo el Premio de Novela Benito Pérez Armas del año pasado y Mapa del exilio, de Coriolano González Montañez, conjunto de poemas por los que se hizo en 2015 con el Premio Pedro García Cabrera, fueron otros títulos que se publicaron en un año que fue intenso en cuanto a ediciones y muy meridiano en cuanto a la calidad de los textos publicados.

En Libros del Asteroide se editó Asamblea Ordinaria, de Julio Fajardo Herrero. María Gutiérrez dio a conocer sus notables colección de chilajitos Un estremecimiento me desarma.

Ya en 2017, el profesor y escritor Juan Manuel García Ramos recuerda que este año se celebra el cincuenta aniversario de la publicación de Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez (Aracataca, Colombia, 6 de marzo de 1927 – Ciudad de México, 17 de abril de 2014), por ese motivo, el Servicio de Publicaciones de la Universidad de La Laguna editó en 2016 Una teoría de la lectura: Cien años de soledad, texto que sirve para acercarse a esta obra y libro en el que se recogen reflexiones personales y otras que tuvieron su origen en debates “llevados a cabo durante más de diez años con alumnos y alumnas matriculados en mis asignaturas Textos Hispanoamericanos Contemporáneos y Narrativa Hispanoamericana Contemporánea: Grandes voces”.

La figura de Don Carlos, príncipe de las Españas (Ediciones Cátedra), malogrado hijo de Felipe II, fue objeto de estudio por parte de los profesores Fernando Brusquetas y Manuel Lobo y se rindió homenaje a Pino Ojeda en el Ateneo de La Laguna con mesas redondas, lecturas, conferencias y la proyección del documental La habitación del fondo, de Domingo Doreste González. El Ateneo acogió también el IV Congreso de Poesía, una iniciativa que al final no supo cuajar entre muchos poetas de las islas.

En poesía, Cecilia Domínguez Luis presentó Profesión de fe y la antología Poesía canaria actual. Antología (1960-1992) (Editorial La manzana poética), en la que reunió 36 voces poéticas de este archipiélago nacidas entre esos años y se reseña que la Fundación CajaCanarias inauguró en su Espacio Cultural de Santa Cruz de La Palma la muestra La Fábrica, punto de encuentro (1995-2005), un repaso expositivo por la década de existencia de esta publicación, que fue dirigida por Anelio Rodríguez.Javier Castañeda, por otro lado, presentó el libro Suturas en alba fénix (La Página Ediciones).

En el apartado de cuento, destacó la publicación de Puro cuento (Baile del sol), de la escritora y periodista Yolanda Delgado Batista y en novela que Jesús Villanueva volvió a saltar a la arena con La campana y el cañón (Ediciones Sacramento), en la que recupera a algunos de los personajes de El fuego de bronce.

El misterio de los filiichristi de Agulo (Baile del sol), de Daniel María, un relato sobre los miembros de una congregación teosófico-cristiana que actuó en este pueblo de La Gomera en la década de los años veinte fue otra de las novedades de un año en el que se reeditó Indigenismo, raza y evolución. El pensamiento antropológico canario (1750-1900), del antropólogo Fernando Estévez y Adrián Serrano Sanz obtuvo por Sahara el X Premio de Poesía Joven Emilio Alfaro Hardisson que convoca el Ateneo de La Laguna.

Javier Marrero aprovechó para presentar su tercera novela Nueve y media en Junta Suprema (BL&W Editores) y Rafael Luzardo recopiló algunos de sus artículos de opinión en El poder la escritura (Ediciones Idea).

Por último, Mario Domínguez Parra tradujo para Ginger Ape Books & Film y en la colección Thompson & Thompson la novela Almas rotas, de Nikos Kazantzakis y en la editorial digital Hora Antes se presentó Cartas de amor clandestino (y pública amistad) en la que se transcriben las cartas que Emilia Pardo Bazán envió a Benito Pérez Galdós.

Las novelas La hornacina y Tilde, del escritor José Rivero Vivas, se presentaron también pocos días antes de que finalizara el año. Un año en el que el artista plástico Facundo Fierro presentó ¿…Adónde Europa?, un relato de aventuras con base histórica y referencias a Canarias, así como Asylum, de Ángel Manuel Cavaría López (Afgani Editorial);  Tras la sístole. Viaje y escritura insular,  de Miguel Pérez Alvarado (Mercurio Editorial) y Diccionario del mono leído, de Juan Carlos de Sancho (Mercurio Editorial), que fueron otros de los libros que se dieron a conocer en un año de profundas transformaciones, cambios inesperados y ausencias que, mucho me temo, anegaron de lágrimas los ojos de de los hombre y mujeres de buena voluntad.

Y, somos conscientes, nos quedan más títulos y autores pero razones de espacio y olvido justifican su ausencia.

Y EN CUANTO A CÓMICS

Hay intentos, cañonazos que suenan de repente en la nada. Es una buena definición para definir el panorama actual de los cómics, tebeos, colorines, chistes en Canarias. En 2016, el dibujante y guionista Juan Carlos Mora presentó Dácil, cuarto volumen de la colección Historias de Guanches. Eduardo González, también dibujante y guionista, publicó gracias a la generosidad de un entusiasta por las historias gráficas como Santi Suárez su Autobiopsia, relatos inspirados en la vida real y dibujado en impecable e implacable blanco y negro. Por último, Rayco Pulido presentó Lamia (Astiberri Ediciones) 88 páginas en blanco y negro que cuentan un relato que transcurre en la Barcelona de 1943, ciudad en la que actúa un asesino sanguinario.

Saludos, y hasta 2017, desde este lado del ordenador.

2 Responses to “Un año de literatura en Canarias”

  1. Candy Says:

    ¡Excelente resumen, Eduardo.

    Feliz 2017

  2. admin Says:

    Muchas gracias, amiga. Un abrazo muy fuerte y feliz 2017.

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