Blade Runner 2049. El horror, el horror…

Desplacé la mirada por la habitación, que estaba atestada de tipos de todas clases y que hacían cola frente a una mesa que atendía una señora con un traje gris y cola de caballo.

En ese momento no me pregunté qué diablos estaba haciendo allí, y no me atrevía a preguntarle al que tenía delante o detrás de la hilera porque el silencio que había en la sala rompía los oídos.

Cuando menos me lo esperaba me tocó el turno. Estaba frente a la señora del traje gris y cola de caballo.

Recitó mi nombre mientras observaba la pantalla de un ordenador y luego me miró con unos ojos que daban miedo.

- ¿Correcto?

- ¿Eh?, sì, sí, correcto.

Satisfecha, asintió con la cabeza y ladró:

“Siguiente”.

El de atrás me desplazó a un lado y alguien me empujó hacia a una puerta que no había visto.

Entré en una sala a oscura, aunque de repente un foco de luz impactó sobre una pantalla y descubrí que estaba en un cine. En penumbras, busqué un sitio libre y me senté mientras los de atrás pedían silencio.

Con la mirada puesta en la pantalla el caballero que tenía al lado me preguntó si era la primera vez.

“¿La primera vez que estoy en un cine?”, le respondí.

“No, no en un cine sino en este cine”, me dijo con una mueca.

Negué con la cabeza.

Yo vengo ahora todos los días. Es mi condena…

¿Condena?, no le pregunté porque decía condena ya que en ese momento comenzó la película.

Dios mío.- gemí al comprobar lo que iba a ver… Hice amago de levantarme de la butaca pero una mano invisible me impidió el esfuerzo hasta quedar empotrado en el asiento.

- No le queda nada.- me dijo el caballero de al lado con un gesto amargo impreso en la boca.

Ryan Gosling en la pantalla buscaba replicantes, aunque él mismo era un replicante. Colores muy fríos que relacionaban el aburrimiento con la enfermiza pero de autor lentitud de la cinta.

- Ahora viene lo peor.- me susurró el vecino de asiento.- No hay quien lo resista.

Sonó una voz engolada en la sala: “Blade Runner 2049 es un clásico del siglo XXI. Observad la cantidad de referencias que tiene la peli –lo dijo así, peli– y los símbolos que se mezclan en admirable tour de force.

Otra voz silenció a la primera.

- El abrigo que lleva puesto Gosling es una metáfora sobre la condición humana y a la vez una clave que explica que es una historia que se replica sobre sí misma…

Poco a poco, comencé a notar como me mareaba no ya por la película interminable sino por los comentarios que se cruzaban de un lado al otro de la sala aquellas voces invisibles que no dejaban de elogiar una pesadilla que parecía no tener fin.

- Es reseñable la aparición de Harrison Ford y el cameo de Edward James Olmos y la atractiva vuelta de tuerca que da con respecto a la cinta original. Blade Runner 2049 no debe verse como una continuación de la original sino como una película completamente nueva que bebe de las fuentes de la celebrada y ya de culto peli (lo dijo así, peli, y no era la misma voz de antes) de Ridley Scott…

- Se han currado el guión y los efectos especiales.- dijo otro.

- Y su mensaje, ¿nadie se ha dado cuenta de su mensaje?

La película continuaba discurriendo en pantalla cuando me entró hambre de cotufas o palomitas o roscas o rositas pero el tío de al lado, que escuchó el ronroneo de mis tripas, se encogió de hombros en señal de olvídate de eso, chico, no te dejan.

Intenté levantarme de nuevo de la butaca pero la mano invisible hizo imposible cualquier esfuerzo.

- Qué gran película. Y qué gran descubrimiento el de Ana de Armas.

- ¿No era tu vecina, figura?

- Ni virtual, oyes…

- Silencio y comenten cosas serias –se impuso una voz cavernosa sobre las otras-. ¿No han observado los colores…? acentúan el pesimismo de un relato que demandaba para contarlo el ritmo leeeento que tiene…

“Vaya” –pensé– habló un profeta- Solo falta que ahora diga…

- Tras Sicario y La llegada, Denis Villeneuve –prosiguió la voz– ha demostrado con creces que es un director visionario…

“Visionario, la palabra maldita y tramposa. Visionario”, reflexioné con la vista fija en una pantalla donde, canastos, me di cuenta que pasaban y pasaban la misma película para un público absorto y sin sueño…

Y de repente vi la luz. Que la clave, posiblemente para salir de aquel cine, era participar en el majadero juego de una nadería vestida de trascendente como todo el cine de ese señor que tiene el apellido de una actriz francesa y aún famosa.

- ¿Dónde estoy?.- le dije al compañero de al lado.

- ¿Dónde?- me respondió el tipo con la vista fija en la pantalla y con los ojos echando chispas…- . Pues en el infierno, y en el infierno no hay escapatoria si…

- Blade Runner 2049 es ya un clásico de la ciencia ficción y una de las mejores pelis (lo dije así, pelis) que se han estrenado este año.- grité a la pantalla para sumarme al coro de voces enloquecidas que solo querían, lo sé ahora que me toca sufrirla otra vez, huir, escapar de ese cine que, ya ven, se encontraba en el mismísimo infierno.

Saludos, ¡No al cierre del teatro Timanfaya!, desde este lado del ordenador.

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