David Suárez: “Algunos rosacruces impulsaron la creación de esa masonería que ha llegado hasta nosotros”

David Suárez Dorta (Santa Cruz de Tenerife, 1971) es el autor de Rosacruces, historia y personajes (Almuzara, 2019), un libro que explora una de las sociedades iniciáticas occidentales más conocidas pero menos popular que los masones y que contó entre otros iniciados con Descartes, Leibniz, Newton, Kipling, Butler Yeats, Edith Piaf o Yves Klein.

- ¿Qué fue lo que le condujo a escribir Rosacruces, historia y personajes?

“Desde que escuché hablar de los rosacruces, de adolescente, me despertó un interés especial, sobre todo saber quiénes habían pertenecido a esta corriente. Qué de mito y qué de realidad había en ellos. Con el tiempo, fui encontrando información al respecto, recopilándola, y al final nació este libro, en donde expongo su historia y personajes de una manera rigurosa, pero también amena y asequible para cualquiera”.

- ¿Qué es la Rosacruz?

“A la luz de la documentación con que se cuenta, es un movimiento surgido en la Alemania protestante, todo apunta a un grupo de profesores y alumnos de la universidad de Tubinga, que en 1614 publicaron un texto, la Fama Fraternitatis, en la que daban a conocer al mundo su existencia. A partir de ahí, no podemos hablar de un movimiento unificado, sino poliédrico, con muchas facetas, Las tendencias de estos grupos fluctúan, de unos a otros, entre el misticismo al ocultismo”.

- ¿Y los rosacruces?

“A mi modo de ver, personas que buscaban algo distinto a lo que la familia, la educación formal, la religión y la sociedad en general ofrece. Eso que en psicología llaman Necesidades de Autorrealización, o sea, buscar algo más transcendente, pero de una manera libre y autónoma, sin mediaciones”.

- ¿Qué los diferencia de los masones y cuáles son, si existen, sus relaciones?

“Los rosacruces aparecieron un siglo antes de la masonería moderna en Inglaterra. Yo percibo que los rosacruces van más por el camino de lo transcendente, aunque también les interesaba el bienestar social. Además, parece que algunos rosacruces impulsaron la creación de esa masonería que ha llegado hasta nosotros, introduciendo elementos simbólicos de la alquimia o la cábala. Incluso hay grados, como el de Caballero Rosacruz en el Rito Escocés, que muestran claramente la influencia que estos ejercieron en la masonería. Aunque también hay agrupaciones rosacruces, las nacidas más recientemente, que fueron fundadas por masones. Con lo que se aprecia una influencia mutua”.

- ¿Y con las tres grandes religiones monoteístas?

“El segundo texto con el que los rosacruces se dieron a conocer en 1615, la Confessio, critican al papado y a Mahoma. Tengamos en cuenta que todo esto surgió en la zona protestante de Europa, donde gracias a la Reforma estos países empezaron a crecer en lo económico y en lo social. Pero a partir de ahí no vamos a encontrar más alusiones contra el catolicismo u otras religiones en textos rosacruces. Por otro lado, aunque no hubo encíclicas papales condenándolos, como el caso de la masonería, sí que hubo sospechas por parte de las autoridades religiosas y políticas, fundamentalmente en naciones católicas, pero también en las de influencia calvinista.
En cuanto al judaísmo, no encontramos críticas de unos a otros. Es más, la cábala, que es una disciplina mística de la religión hebrea, aparece con mucha frecuencia en los textos rosacruces. Eso sí, los rosacruces se declaran cristianos, por lo menos al principio, aunque de un cristianismo, que podríamos denominar, esotérico, distinto al oficial de las iglesias”.

- En el libro recoge el perfil de un puñado de rosacruces conocidos. ¿Quién o quiénes destacaría por su papel desarrollado en la sociedad?

“Juan Amos Comenio, el padre de la pedagogía moderna, mucho de lo que él propuso en el siglo XVII no fue comprendido y practicado hasta la segunda mitad del XX, además de promover la creación de una entidad cultural que uniera las naciones. De hecho la UNESCO lo reconoce como uno de sus promotores. Además de eso, pues otros como Descarte o Newton, que aportaron en el mundo del pensamiento, y otros en la literatura, de hecho dos de ellos incluso llegaron a ser premios Nobel esta especialidad”.

- ¿Hubo alguno de estos personajes que le sorprendió que lo fuera cuando recogía documentación para el libro?

“Pues Newton, alguien que todos asociamos inequívocamente a la ciencia, parece que estaba más interesado por practicar la alquimia, la astrología o estudiar la simbología oculta de la Biblia. De hecho, escribió mucho más sobre estos temas que de ciencia. Afortunadamente se conserva todo ese material, en el que se observa que estudiaba estas disciplinas esotéricas con la misma minuciosidad que con las de carácter científico”.

- ¿Tienen ritos, ceremonias?, ¿en qué consisten básicamente?

“Como comentaba, es un movimiento tan variado que podemos encontrar de todo. Los hay que recuerdan mucho a la masonería, con iniciaciones y ceremonial, otros son más místicos y parece que prescinden de esa pomposidad, e incluso los hay con cierta inclinación a lo mágico. En general, pienso que sus ritos van desde la típica ceremonia de iniciación, como requisito para hacerse miembro, hasta aquellas con un trasfondo mayor, como las que tiene el budismo o el sufismo, por poner un ejemplo, en las que buscan conectar con algo superior de carácter metafísico”.


- En el libro escribe solo sobre una mujer Rosacruz, Edith Piaf, no hay más mujeres?, ¿cuál es la actitud Rosacruz ante la mujer?

“Las personas que elegí para el libro son aquellas que de alguna manera dejaron huella tras su paso por el mundo a través de su arte, ciencia, etc. Tristemente nuestra sociedad no dejaba sobresalir a la mujer en casi ningún ámbito de la vida, ojalá hubiéramos tenido más científicas, escritoras o filósofas en el pasado, seguro algunas hubieran optado por hacerse rosacruces.“En cuanto a este movimiento, por lo menos en la actualidad, está compuesto tanto por hombres como por mujeres en plano de igualdad”.

- Rosacruz, ¿sociedad secreta o discreta?
“Depende del cada grupo, unos con una discreción que a veces hace mucho ruido, otros más secretos”.

- ¿De qué fuentes beben los rosacruces?

“Del hermetismo que floreció en el Renacimiento, la alquimia, la cábala o el gnosticismo. Todo eso practicado de forma práctica, con técnicas de meditación, dramatización de rituales y el estudio”.

- En el libro no se ocupa de España pero ¿se implantaron en nuestro país?

“Apenas podemos hablar de rosacruces en nuestro país hasta los años veinte del pasado siglo, en la ciudad de Barcelona. Con la llegada de la guerra civil todo desapareció”-

- ¿Y en Canarias?

“Parece que algunos rosacruces se reunieron de forma esporádica en los últimos años de la dictadura, tanto en Santa Cruz como en Las Palmas. De ahí surgieron luego los primeros grupos formales. En Tenerife existe uno de los grupos rosacruces más antiguos de España”.

- ¿Cómo fue la selección de personajes, por qué incluyó a unos y desechó a otros?

“La verdad es que no deseché a ninguno, y elegí a esos por ser los más destacados a mi modo de ver, por su relevancia en la historia. Lo que sí hice es indicar como rosacruces aquellos de los que hay pruebas de ello, aunque estas no siempre sean evidentes. Tengamos en cuenta que en sus primeros siglos de existencia no siempre es fácil seguir la huella de esta agrupación, debido al sigilo con que se movían, evitando recelos y persecuciones”.

- ¿Y cómo viven sus ideales en la actualidad?

“La mayoría dan testimonio de su existencia, organizan conferencia, dan cursos y en Internet tienen portales donde indican cómo contactar con ellos. Con lo que podemos deducir que con mucha libertad”.

- Los rosacruces no levantan tantas suspicacias como los masones, ¿por qué?

“Pienso que se debe a que son menos conocidos, mucha gente no sabe de qué van o ni si quiera sabe que existen. Tampoco han tenido personas relacionadas con el mundo de la política, no han influido tanto, por lo menos de cara a la galería. Con lo que pueden dar una sensación de ser poco peligrosos, aunque ya algunos voceros los incluyen en el club de los conspiradores. Quizá porque esa idea de conspiración mundial, sociedades secretas que controlan el mundo, ha crecido mucho a partir de la crisis que hemos vivido estos últimos años, coincidiendo con una mayor presencia de los rosacruces”.

Saludos, palabra de paso, desde este lado del ordenador

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