Diccionario apasionado de la novela negra, un libro de Pierre Lemaitre
El género negro, o negro y criminal como lo acuñó el librero Paco Camarasa, se ha instalado en España desde hace ya un puñado de años. Los festivales que se dedican a este tipo de literatura abundan por todo el territorio nacional, varios de ellos en las islas, y reúne a una legión de lectores que además de leer novela quiere conocer a los primeros, los clásicos, que cultivaron una narrativa que, en palabras de Paco Ignacio Taibo II, puede entenderse como “la literatura social” de unos tiempos tan inestables como son los que vivimos.
Es tanto el interés, que el mercado editorial se atreve incluso a publicar volúmenes en los que se habla de autores y novelas con el fin de guiar a los lectores entre los que sobresalen porque además de escribir historias también hacen literatura con todas sus letras. El bosque es sin embargo tan grande que resulta difícil descubrir a los mejores si antes no hay un experto que les advierta que no le van a vender gato por liebre.
Estos libros, en ocasiones atractivos ensayos, sirven también para los iniciados en el género ya que pueden o no estar de acuerdo con muchos de los nombres que se despliegan en este tipo de obras. La última de ellas un volumen generoso en páginas: Diccionario apasionado de la novela negra (Salamandra, 2021), del escritor galo Pierre Lamaitre, quien efectivamente ha escrito un diccionario “apasionado” sobre la literatura que más le gusta y que cultiva como escritor.
Pasa, no obstante, en esta clase de obras que quien lo lea, y ese ha sido mi caso, coincida en muchas de sus apreciaciones pero también que rechace otras y sienta también que se han omitido nombres propios que deberían de figurar y otros, que sí figuran, haberse abstenido de recordarlos pero en esta literatura, como en todas, hay tantos escritores como lectores.
En el libro de Lemaitre hecho en falta, y así lo reconoce el mismo autor, a David Goodis, uno de los más grandes escritores negros que tuve la suerte de más que leer, devorar, y narrador con un mundo literario más que interesante, poblado de constantes que hacen que sus novelas solo puedan ser novelas de David Goodis.
Pierrre Lemaitre mezcla conscientemente en el mismo saco autores y autoras que no necesariamente escriben novela negra tal y como entiendo el género, pero es otro de los atractivos de una obra llamada a que sirva de consulta por muchos aficionados.
Este diccionario es amplísimo (más de 500 páginas) y variado. Se incluye en sus entradas, de la A hasta la W, reseñas de autores como de novelas y películas. También se incluyen definiciones muy particulares de Lemaitre sobre el mismo género, y conceptos que aparecen en estos libros como la violencia, entre otros.
En la lista de escritores reseñados abundan sobre todo los franceses (no iban a ser menos, Lemaitre es francés) y los norteamericanos, muchos de ellos desconocidos en España porque de momento no han sido traducidos. Entre los españoles, figuran quien tenía que figurar, Manuel Vázquez Montalbán, y otros que no veo muy claro que haya sido incluido en el libro como Arturo Pérez Reverte. Se mencionan de pasada a Víctor del Árbol y Carlos Zanón, mientras que la nómina de escritores hispanoamericanos aparecen Leonardo Padura y Paco Ignacio Taibo II y unos poquitos más que Lemaitre entendió que debían de estar presentes. Se olvidó sin embargo del brasileño Rubem Fonseca y del mexicano Elmer Mendoza, “padre” de la narcoliteratura.
El escritor francés escribe desde el corazón lo que significó descubrir a la mayoría de los autores que aparecen en su Diccionario, por lo que no resulta nada extraño (pese a que estuvieran en la antípodas) entender lo que para Lemaitre fue leer a Jim Thompson como a Agatha Christie y descubrir en pantalla películas como Seven y la trilogía de El padrino.
Se trata de un trabajo “apasionado”, lo que hace que se le perdone al compilador ausencias sonadas y, al mismo tiempo, se agradezca que llame la atención por determinado escritor o novela.
No es la primera y espero que no sea la última vez que se publica esta clase de libros, esta especie de Guías Michelín escritas por un “apasionado” del género negro y criminal.
Me sirven de hecho como libros de trabajo el Diccionario de la novela negra norteamericana, de Javier Coma, que apareció a mediado de los años 80 en la colección Contraseñas de la editorial Anagrama, o los libros que dedicó al género más con espíritu compilador que crítico Salvador Vázquez de Parga.
Se ha traducido además un pequeño ensayo en el que James Sallis escribe “apasionadamente” de tres grandes de esta literatura, los ya mencionados Jin Thompson y David Goodis, así como el afroamericano Chester Himes. Hace ya unos años se publicó en español las biografías de Jim Thompson, Raymond Chandler y la autobiografía de Chester Himes, entre otros.
Recientemente, apareció en librerías Lo veo muy negro, un paseo personal por esta literatura de Antonio Lozano y se publicó Sangre en los estantes, libro en el que Paco Camarasa recomendaba novelas y autores con la perspectiva del crítico y sabio lector que fue.
El libro de Pierre Lamaitre se suma a esta bibliografía y cumple con sobresaliente las expectativas ante las que el lector iniciado como el profano esperaba encontrar en un libro como Diccionario apasionado de la novela negra No vende gato por liebre.
Saludos, con una thompson entre las manos, desde este lado del ordenador