La mirada Vilageliú

Título: Si quisieras buscarme. Guión y dirección: Josep Vilageliú. Ayudante de dirección: Daniel León Lacave. Fotografía: Facu Pérez. Producción: Laly Díaz. Música y sonido: René Martín. Reparto: Cathy Pulido y Miguel Ángel Rábade.

Rodada el año pasado, Si quisieras buscarme se trata de momento del nuevo trabajo del cineasta Josep Vilageliú, probablemente uno de los hombres de cine más estajanovista a este lado del océano. Es creador junto a Daniel León Lacave de lo que llaman Cine Leve y autor de unas memorias de cine que piden a gritos editor. Y lo piden porque en esas páginas se narra un buen pedazo de la historia de este arte en Canarias, un archipiélago pequeño pero que cuenta con su propio relato de cine. Un relato que no es, precisamente, el oficial.

El caso es que esa probable historia nacería en los años veinte cuando José González Rivero y Romualdo García de Paredes presentan el primer largometraje rodado íntegramente en las islas, concretamente la de Tenerife, El ladrón de los guantes blancos y, dos años después, 1928, en Gran Canaria, con el estreno de La hija del Mestre, de Francisco González González y Carlos Luis Monzón.

Josep Vilageliú rueda (y que así sea durante mucho tiempo) una o dos películas por año. Si se tiene en cuenta que inició su andadura en 1967 en la Ciudad Condal, se trata de un cineasta que además de oficio (que lo tiene) paralelamente ha madurado también un estilo o mirada. Es decir, que cualquier película de Vilageliú es fácilmente reconocible porque su cine tiene identidad, un mundo propio que gira en torno a variaciones sobre unos mismos temas.

Por eso, se engaña el que, conociendo su trabajo, piense que el cine de Josep Vilageliú es demasiado intelectual. O yendo más lejos, experimental por raro. Pero se equivocan, se reitera, porque no es eso. En todo caso, si hay algo característico en sus películas es, generalmente, la escasez de medios que suple con grandes dosis de imaginación gracias a un trabajo de producción para quitarse el sombrero.

De todas formas, el cine de Vilageliú no requiere de muchos actores, ya que uno de los temas en los que pivotean sus películas es el de la pareja y las relaciones que mantienen entre sí los hombres y las mujeres. Vilageliú rueda tanto en exteriores como en interiores aunque lo entiendo más poético fuera que cuando lo que muestra se desarrolla dentro, entre cuatro paredes. Otra de sus constantes es la de levantar una película a partir de una anécdota, en el caso de en Si quisieras buscarme, la lectura que hace una pareja de un libro de poemas de Isidro Hernández que pueden gustar o disgustar al espectador aunque lo que centra la atención no es lo que recitan los protagonistas, una siempre estupenda Cathy Pulido y un siempre correcto Miguel Ángel Rábade, sino la historia que los dos viven en la película. Ambos se encuentran en una relación en la que se detectan los primeros síntomas de cierto cansancio. De que algo no funciona como antes.

Como en otros trabajos del cineasta, Si quisieras buscarme cuenta con una excelente fotografía, una música que apoya bastante bien lo que se nos cuenta a través de las imágenes así como presta especial atención al encuadre, que es otro de los elementos que caracteriza el trabajo cinematográfico de Josep Vilageliú, una querencia especial porque cada plano resulte casi una pintura. En ese aspecto, se le podría criticar al cineasta precisamente ese minucioso cuidado que presta en sus cortos y largometrajes a lo estético en detrimento de lo que dice pero si uno conoce algo la filmografía del director entenderá que en Vilageliú prima la imagen, la imagen por encima de lo que se cuenta, otra constante que como las otras constantes forman parte del universo fílmico que como artista se ha ido construyendo a lo largo de los años. Y ya son más de cincuenta, medio siglo detrás de las cámaras para dirigir películas pequeñas que respiran todas algo de Vilageliú, esa mirada que resulta tan inequívocamente suya.

Basta con repasar el trabajo que lleva acumulando a sus espaldas para darse cuenta que como otros artistas, Josep Vilageliú ha rodado casi siempre la misma película, solo que esta mirada se ha ido construyendo a través de variaciones sobre un mismo tema. Sin importarle en ningún momento el género al que recurre y que puede ir desde la ciencia ficción al terror, pasando por el romántico que se escora a lo dramático. Si no me engaña la memoria, creo que incluso se ha atrevido con la comedia para revelarnos, más que contarnos, su peculiar manera de entender el cine. Más próxima a los ejercicios espirituales de Éric Rohmer que a los millonarios espectáculos de entretenimiento de Steven Spielberg, que es un hombre que también puede rodar películas pequeñas con buena nota.

Nadie, por ello, puede discutir que el cine de Josep Vilageliú tiene denominación de origen, una mirada que casi siempre resulta (guste o disguste a sus probables espectadores) personal, de que eso que se está viendo es una película de Josep Vilageliú.

* TEA Tenerife Espacio de las Artes estrena mañana [jueves 9], a las 19:00 horas, el nuevo cortometraje de Josep Vilageliu, Si quisieras buscarme (2022), una obra basada en el poemario La vida anterior, de Isidro Hernández. Además de este trabajo, durante la velada se proyectarán otros dos cortos anteriores del director, Aguavivas y Después del diluvio. El acto, presentado por el conservador de Cine y Video de TEA, Emilio Ramal, junto al director y guionista Josep Vilageliu e Isidro Hernández, es de acceso libre.

Saludos, the end, desde este lado del ordenador

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