Otro guantazo a la Cultura en Canarias
No hace falta ser muy inteligente para saber de dónde vienen las críticas. Esas dichosas fuentes que dicen de todo pero que prefieren mantenerse en riguroso anonimato.
El caso es que si uno compara el actual gobierno de Canarias con el anterior, aquel que fue resultado del que se llamó con cierta cursilería el Pacto de las Flores, saca la conclusión de que si bien a los de antes costaba verlos en sus despachos (que se lo pregunten por ejemplo al anterior presidente del Cabildo insular) el actual si peca de algo es además de inacción de una obsesiva manía por parte de sus consejeros de salir en la foto. En todas las fotos y en cualquier sarao al que se invite a nuestros representantes públicos, gente a la que le sirve cualquier excusa para no ponerse a trabajar pero sí a salir en la foto.
Llevo siguiendo y ocasionalmente sufriendo la acción política del viceconsejero de Cultura y Patrimonio Cultural del Gobierno regional, Horacio Umpiérrez, desde hace mucho tiempo. De hecho, creo que prácticamente debutamos al mismo tiempo en nuestras respectivas profesiones. La suya, la de ser político y la mía la de informar al respetable como buenamente puede, lo que me da cierta autoridad si afirmo que si algo hace bien Umpiérrez es hablar e improvisar para no decir nada.
Cansado y frustrado por los vaivenes que en materia cultural selló el anterior equipo de Cultura, aquel que se prometía progresista pero que acabó escorándose hacia un estalinismo que parece ya marca de la casa de la izquierda, gobierna ahora Canarias fuerzas políticas de derechas que además de apostar por una no política extiende sus nefastos tentáculos al mundo del libro.
Ya dedicaremos en su día una reflexión a la política de publicaciones de la Viceconsejería de Cultura y a algunas extrañas anomalías que hemos detectado en sus colecciones, hoy nuestra pretensión es la de reflexionar lo que informa un artículo que publica Santiago Toste en Diario de Avisos bajo el título de “Presupuesto cero: la crítica situación que atraviesan las bibliotecas públicas del Estado en Canarias” y en el que se nos recuerda que, a veinte días de cumplirse el primer semestre del actual Ejecutivo regional, no se ha dotado “este año a los dos centros de las partidas dirigidas a la adquisición de libros y el desarrollo de actividades”.
Es decir, que tal y como está la cosa, se notifica al usurario que evite acudir a uno de estos dos centros con la misión (ahora imposible) de solicitar una desiderata porque ambas Bibliotecas no tienen presupuesto para la adquisición de ¡¡¡libros!!!
Como usuario de bibliotecas, esta medida no solo me parece un disparate sino también un guantazo a eso que llaman Cultura. La Cultura nunca lo tuvo demasiado fácil en el país canario y si centramos la mirada en islas peor que peor pero eso no explica, y no se explica tampoco porque nadie ha salido a explicarlo, cómo después de haber sido aprobada por el Parlamento canario la Ley 5/2019, de 9 de abril, de la Lectura y de las Bibliotecas de Canarias y precisamente en un gobierno presidido por Fernando Clavijo (2015-2019) como el actual, la dos bibliotecas públicas del Estado no tengan presupuesto para adquirir libros y desarrollar actividades aunque esta política de hacer cosas y en concreto en la de Tenerife, deje mucho que desear al margen de los socorridos clubes de lecturas y encuentros con escritores/as de las islas, naturalmente.
La situación es por lo tanto bastante patética, y pone de manifiesto como se dijo que los libros interesan poco o nada no solo al Gobierno regional sino también a los cabildos (daría para varios tomos el maltrato rutinario que ha recibido el libro y el fomento a la lectura por parte del de Tenerife) mientras los ayuntamientos se lavan las manos porque esto no es problema suyo sino de ellos.
Puestas así las cosas, animaría a nuestros representantes públicos en materia de Cultura a que se tomaran en serio sus responsabilidades y que se pusieran a trabajar de una vez. Que tengan claro que no basta con salir en la foto en una presentación o inauguración sino que se necesita de un proyecto cultural del que hasta ahora se carece.
Así que si los que estaban antes no trabajaban, los que están ahora igual, solo que salen en muchas fotos y quieren hacernos pensar que trabajan. Mientras tanto, vayan olvidándose de solicitar una novedad en las bibliotecas públicas del Estado de las dos provincias canarias. La respuesta de quien les atiende será la misma: “no hay dinero para adquisiciones, vuelva usted mañana por si acaso”.
Saludos, todo sea por salir en la foto, desde este lado del ordenador