Una investigación policíaca en un infierno de hielo y fuego: Arrabales de Leningrado, invierno de 1943

Es más que probable que la novela El tiempo de los emperadores extraños rompa el hielo que todavía rodea al grupo de voluntarios españoles que, bajo el nombre de la División Azul, colaboraron en la frustrada ocupación alemana de la por aquel entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

La razón es sencilla, el escritor Ignacio del Valle (Oviedo, 1971) se ha valido de este grupo de hombres para construir una novela policíaca al desuso. Es decir, que el tradicional paisaje urbano deja paso a tierras heladas y fantasmagóricas; y sus protagonistas son militares (algunos por vocación y otros marcados por la ideología falangista) que por las circunstancias de la novela se ven atrapado en un enigma que al lector avisado le recordará vagamente a una de las obras maestras de Alan Moore: From Hell.

Estamos en el crudo invierno de 1943 y ante los arrabales de Leningrado. Un soldado de la División Azul es encontrado salvajemente asesinado y con una enigmática frase grabada en su pecho: “Mira que te mira Dios”. El alto mando divisionario encarna la misión de averiguar lo sucedido a un soldado rebajado que una vez sirvió a las órdenes de los servicios secretos franquistas y a un hosco sargento, quienes intentarán encontrar al culpable de éste y otros asesinatos que se irán produciendo a lo largo de la trama con el telón de fondo de la guerra.

978-84-663-2003-0_med.jpg

El tiempo de los emperadores extraños es una de esas obras que se lee de un tirón y si bien deja algunos huecos sin cerrar para el lector especializados en los relatos criminales, no deja de fascinar por la originalidad de la propuesta, que no es otra que el escenario escogido para contar esta trama. Trama que, a su vez, se bifurca en otras subtramas que al menos para éste que les escribe le resultaron mucho más interesantes que la investigación que emprenden los dos personajes protagonistas para capturar al asesino “con pasado masónico”.

El conocedor de la División Azul encontrará que en las pequeñas historias que dan cuerpo al libro del Valle (*) se ha documentado, y bien, sobre las vivencias de los españoles en el frente ruso. Por un lado saca a relucir las rencillas entre militares profesionales y falangistas, así como con los mandos y la tropa alemana; y retrata las ya legendarias relaciones de los soldados españoles con la población rusa cautiva, sin olvidar descripciones acertadas sobre cómo pasaban sus momentos de ocio en aquel infierno de hielo y fuego.

Pienso, una vez terminada la novela, que El tiempo de los emperadores extraños podría tener una prometedora adaptación cinematográfica, y que el cine rindiera justicia de una vez a aquel grupo de españoles que sacrificaron un buen pedazo de su juventud para combatir por sus ideales en tierras tan lejanas. Mientras tanto, y a la espera de su (anunciada) conversión al séptimo arte, el interesado en los asuntos divisionarios como el aficionado a la literatura policíaca e histórica tiene en esta novela un eficaz vehículo de entretenimiento. Una de esas historias que, mira que te mira Dios, es más que probable que genere imitaciones. 

(*) Más datos sobre el autor y sus novelas en su página web: www.ignaciodelvalle.es.  

5 Responses to “Una investigación policíaca en un infierno de hielo y fuego: Arrabales de Leningrado, invierno de 1943”

  1. crowley Says:

    ¿Valdría la pena esta novela? ¿No será amigo Eduardo que en este caso te subyuga más el escenario que la trama? La División Azul que ya solamente interesa a nostálgicos, historiadores y maníacos como los que escribimos sobre estas cosas, es uno de los episodios más curiosos y a descubrir de las relaciones que se dieron entre la Alemania nazi y la España franquista. Siempre se ha vendido que fue la compensación de Franco por no dejar pasar a la Werhmacht hasta Gibraltar, pero lo cierto es que los españoles que allí fueron lo hicieron convencidos de que devolvían el golpe que les habían dado los rusos en la Guerra Civil. A mi entender no creo que el cine salga ganando con la adaptación de esta novela políciaca, porque si hay algo que habría que llevar al cine sería la larga batalla que libraron los españoles en el frente de Leningrado, a donde los alemanes los llevaron para allí pudrirse. Aunque Hitler alabase las virtudes guerreras del soldado español, la División Azul fue más una carga que un alivio. Pero en fin, lo importante es descubrir en este escobillón no solamente tus aficiones, sino algunas de tus románticas adhesiones de más de cuarenta mil españoles que se fueron hasta Rusia a pelear contra el bolchevismo judeomasónico.

  2. editorescobillon Says:

    Admito que como buen “devorador” de libros sobre la II Guerra Mundial no deja de atraerme el llamado frente ruso como tema de lectura, y que en ese frente, considerado por muchos como el más brutal en Europa durante lo que duró el conflicto, se haya dada tanta buena literatura de ficicón y no ficción en los últimos tiempos. Y que un grupo de españoles, muchos de ellos ideologizados pero otros por obligación para “limpiar” el pasado rojo de sus progenitores, caso del cineasta Luis García Berlanga, no deja de hacerlo si sabe más atractivo. El frío, la crudeza de ambos bandos, en especial el de las fuerzas invasoras, y que lucharan dos ideas con uñas y dientes amplifica y si me permites hasta ofrece una curiosa metáfora de lo que después devino el siglo XX.
    Que en ese escenario de horror, horror, horror, hub¡eran españoles combatiendo no deja de resultarme inquietantemente fascinante, pero sobre todo se me antoja más inquietante la pesada losa de silencio que tanto Franco como después los distintos gobiernos democráticos españoles se han empeñado en hacer caer sobre ese grupo de voluntarios donde había un poco de todo: héroes y canallas, valientes y cobardes. En fin, amigo, gracias por tu irónico comentario y por lo que observo, bienvenido al club de los aficionados a ese frente donde murieron tantos por tan poco.

  3. jesepol Says:

    Te aseguro que sí vale la pena la novela.
    Es un libro imprescindible para los amantes de la buena lectura. El libro está lleno de acción, intriga y suspense que se mantiene a un magnifico ritmo a lo largo de toda la novela motivando a leer más y más y no poder dejar el libro. Una gran obra con la que se disfruta un montón. Magnifico.

  4. FUNDACIÓN SALOMÓN BORRASCA Says:

    CUANDO YA NO ME QUIERAS

    Cuando ya no me quieras y tu olvido me duela
    y me enfrié la espalda como sábana fría
    qué me importa el perfume de la tarde que llega.
    o el recuerdo que dejas en mi cama vacía.

    Cuando ya no me quieras qué me importa la vida,
    qué me importa el verano de la garza que vuela,
    que si llueve de noche, qué son largos los días.
    Qué me importa la vida cuando ya no me quieras.

    SALOMÓN BORRASCA

  5. José Luis Says:

    …En una ciudad tan populosa y cosmopolita como Barcelona en cualquier lugar hay broncas, en cualquier momento se comenten asaltos o te topas con borrachos al volante. Y la noche es otro país con otro idioma, donde predomina la palabra gruesa, el gesto seco y donde campan a sus anchas los pirados que se dedican a incendiar coches y contenedores para divertirse. A esas horas el peligro y la violencia aumentan exponencialmente, sobre todo en el centro. Por algo Las Ramblas se encuentra en el ranking de las diez calles más peligrosas del mundo…
    …Otra cosa era el resto de la Plaza y sus aledaños, donde se movía otro tipo de ambiente. Un batiburrillo de gente de la más baja extracción se daba cita también allí. Los bancos públicos y los suelos estaban ocupados por una variopinta hueste antisocial: gente sin patria ni techo, pedigüeños, camellos, borrachos, drogadictos, liendrosos, feos y los más guarros de Barcelona y otras ciudades europeas se congregaban cada noche entorno al sembrado de terrazas más caras de la Barcelona cosmopolita; una milicia que había renunciado al amansamiento impuesto por el sistema y había asumido el extremismo social como forma de vida…
    Extractado de SIEMPRE QUISE BAILAR COMO EL NEGRO DE BONEY M.

Escribe una respuesta